jueves, 27 de noviembre de 2008

211. SÍ, AHORA HAY OPORTUNIDADES Y HAY MUJERES QUE LAS ESTÁN APROVECHANDO



Estoy extremadamente feliz y satisfecho. He tenido la fortuna de pasar unos días en Palma de Mallorca asesorando a un grupo de mujeres extraordinarias.


Casi dos docenas de mujeres que están al frente de sus propias empresas o que se preparan para abrir ya las puertas de la ciudad de la fortuna con sus nuevos y apasionantes negocios.


Todas han generado ideas sencillas, ideas que satisfacen necesidades urgentes, cada una en su aquí y en su ahora. Todas han detectado oportunidades y las han transformado en caminos de ilusión y de fortuna.


Todas han analizado los riesgos y han vencido, con inteligencia y corazón, salvando obstáculos difíciles, en compañía de grandes miedos, la sima que separa el sueño de la acción.


Todas ellas tienen sueños posibles y proyectos viables. Todas ellas tienen ambición y coraje. Todas ellas son mujeres valientes de las que los suyos y la sociedad entera pueden estar orgullosos.

Sí, en plena crisis, mientras bajamos la dura cuesta de la más terrible depresión, mientras las gentes comunes se paran, inmóviles y ateridas, como estatuas de hielo, y los políticos hablan y hablan, dicen y solo dicen, acaso porque creen que pueden hacerlo, que van a cuidar hasta siempre a quienes hagan nada, ellas suben deprisa, sin mirar atrás, la escalera empinada que llega hasta el cielo del éxito.


Sí, estoy muy contento, estoy feliz porque tenemos en España mujeres extraordinarias que, a pesar de todo, están ahora, precisamente ahora, construyendo, para todos, un gran mañana.

jueves, 20 de noviembre de 2008

210. ME DICEN QUE UN BUEN AMIGO SE HA METIDO EN UN LÍO DE FALDAS

Me dicen que un buen amigo tiene lo que antes se llamaba un lío de faldas con una de sus colaboradoras.


Me dicen que mi amigo, profesional capaz, brillante y hasta ahora siempre apreciado por quienes han trabajado con él se ha vuelto arisco, desconsiderado y, lo que es peor, menos eficiente.


Me dicen que ella, “mala mujer”, y “una inútil”, es quien manda donde es mi amigo quien debería ejercer el liderazgo.


Me dicen que el no escucha a nadie que no sea ella, que niega haber cambiado y que cuando se escapa del despacho para estar a solas, más cómodo, con ella, da las explicaciones no pedidas que todo el mundo sabe, ratifican lo que es público y manifiesto.


Me dicen que han intentado hacerle pensar y hacer que retroceda en su locura, que piense en sus hijos, en su mujer y en sí mismo. Él niega todo y reconoce nada, solo mira y remira como ella, cuando él pasa, mueve las nalgas.


Me dicen que ella ya ha echado a su marido de casa y quiere llenar el hueco vacío en el baño con el cepillo de dientes de mi amigo.


Me dicen que “ella” quiere y está consiguiendo ser exclusiva en el hacer y en la vida de mi amigo y que le está llevando a la miseria.


Me dicen y me dicen todas las cosas que son capaces de decir quienes viven y padecen de cerca los “líos de faldas” y ven como se deterioran el ambiente, las relaciones y los resultados.


Me dicen que haga algo, que ayude a parar el desastre que llega. Me dicen que hable con él, que él es bueno, que le puedo hacer pensar y ayudarle a retirarse de un camino que va a cambiar, para mal, su vida y la de otros. Por supuesto, para quien me lo dice, ella es "la mala".


No, no haré nada. Es inútil. No es que ella sea buena ni mala, no es que él sea tonto y no se entere de nada, es que la pasión arrastra y, mientras dura todo lo que intente, desde fuera, frenar la locura vale nada.


He visto, lamentablemente, no pocos casos de amigos y amigas, porque es humano, se han metido en lo que antes se llamaban “líos de faldas”.


Todos los casos han traído consecuencias malas: Matrimonios rotos, hijos doloridos, equipos disueltos, puestos perdidos, dolores y más pesares. Sin embargo a veces, si hubo cerca un marido o una mujer enamorados y muy listos, que quisieron conservar a la mujer o al marido enredado en agridulces mallas, con habilidad buen hacer, resistencia y mucho amor, han logrado deshacer el lío y recuperar lo que para otros estaba completamente perdido.


Sin embargo, en lo que no hay solución buena, lo se muy bien, es en la vida profesional. Uno o los dos perderán el trabajo. Uno o los dos retrocederán en sus carreras profesionales. Uno o los dos nunca tendrán el perdón de quienes presenciaron el desarrollo de su lío. Uno o los dos, siempre habrán perdido partes importantes de sus vidas.

En todo caso, a todos los que hoy sufren la situación en que se han metido "la otra" y mi amigo, les deseo de corazón que comprendan mucho y hagan lo posible por no hacer más grande lo que ya es un enorme lío.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

209. UN EJEMPLO DE LA ESTUPIDEZ HUMANA



Hace unos días estuve preparando las sesiones de un curso que sobre creación de empresas tengo que impartir dentro de unos días. Dediqué no poco tiempo a delimitar el contenido concreto de cada una de las horas, los ejercicios, y las respuestas a las cuestiones sobre las que normalmente sería necesario profundizar, luego hice una última revisión de la documentación para los asistentes y di los últimos retoques a la presentación en Power Point. Finalmente con la tranquilidad que da el haber saber que has hecho un buen trabajo, cerré el ordenador.

Creo que no me había levantado de la silla cuando me di cuenta. José Luís, eres el más claro ejemplo de la estupidez humana. Te estas engañando y hasta hace un minuto, con plena satisfacción, estabas dispuesto a engañar o a intentar engañar, a las personas que van a acudir al curso. Las buenas clases que has preparado podrían haber sido muy buenas y hasta muy útiles en el pasado, pero si llegases a impartirlas y los participantes hicieran suyo el contenido, habrían conseguido nada, incluso, con mi ayuda, hubieran abierto un buen camino para avanzar hacia el fracaso.

Todo lo que había preparado estaba muy bien, realmente bien, pero era pasado. Los nuevos tiempos requieren nuevas fórmulas, nuevas maneras de enfocar los problemas, diferentes caminos para descubrir y hacer realidad las oportunidades.

Como es decente, he tenido que preparar nuevamente las sesiones del curso y espero que lo que se me ha ocurrido sea útil para quien acuda a esas clases.

Sin embargo creo que es mi obligación poner de relieve mi estupidez, la estupidez humana. Me paso el día reflexionando sobre la nueva situación, buscando nuevas vías y ayudando a otros a encontrarlas y, en cuanto me descuido, estoy de retorno al pasado.

martes, 18 de noviembre de 2008

208. EL BAUTIZO Y LAS REDES SOCIALES


El passado domingo celebramos el sacramento del bautismo de mi nieto Pablo. Algo muy importante para mí, para sus padres, para toda la familia y, sobre todo, aunque él no lo sepa todavía, para el niño.

Reflexionar sobre lo que es importante ayuda a tener conciencia de la vida y, como lo que implica el bautizo de un nieto y su incorporación a la Iglesia Católica es algo muy, muy importante, he dedicado un tiempo a pensar en ello.

Sin embargo, dadas las características de este blog, no dedicado a temas religiosos, solo publicaré en esta página un punto, acaso marginal, de cuanto he pensado en estos días.

Realmente es un inmenso valor para cualquier persona tener acceso y pertenecer con todos los derechos y lógicas obligaciones, desde la infancia, de una gran organización, extendida en el mundo entero, con vocación de continuidad y con recursos suficientes para conseguir, al menos en parte, los objetivos y de la misión de la Institución.

Un miembro de la Iglesia puede circular por el mundo entero y encontrar en cada ciudad y en muchísimos pueblos, un lugar propio, una catedral o una pequeña capilla, un templo, una Casa del Señor, en la que siempre hay alguien con quien se puede hablar, alguien en cuyos brazos se puede reír y llorar, alguien que te va a comprender y que está dispuesto a escucharte y darte apoyo.

Es un bien de inmenso valor el que cerca de donde vives o muy lejos, haya personas que creen lo que tu crees, con las que compartes valores y que, solo por ser miembro de la Iglesia, te van a aceptar.

Sí, la Iglesia ha construido, con el trabajo, siempre el trabajo, la ilusión y el sacrificio de sus miembros durante siglos, la más fuerte, poderosa y útil de cuantas “redes sociales” existen en un mundo lleno de personas que necesitan, para supervivir, estar en ellas. Curioso ¿Verdad?

Por ello, aunque sea en este caso un tema no importante y casi marginal, estoy muy contento de que mi nieto, por estar bautizado, sea ya parte, con papeles que lo dicen, de la Iglesia.

jueves, 13 de noviembre de 2008

207. SI SE BUSCA BIEN SIEMPRE SE ENCUENTRA ALGO QUE HACER



Las personas de mi entorno saben que en los últimos años he ido reduciendo progresivamente mi actividad profesional como consultor y que ya no me acosa la presión de hacer el trabajo y terminar bien.


Lo he hecho por tres razones, la primera porque tengo menos capacidad de trabajo, la segunda porque, aunque no dejo de estudiar, siento que voy perdiendo el tacto de la realidad empresarial y, la última, acaso la más importante, porque no necesito trabajar mucho para tener un buen pasar.


Sin embargo, en los últimos meses, cuando abro la agenda me cuesta encontrar huecos para atender a las personas y responder con seriedad a las cuestiones que me plantean.


Los temas son siempre los mismos,siempre dificultades, “no vendemos”, “no cobramos”, “tenemos excesos de personal”, “cunde el desánimo”, “a este paso vamos a tener que cerrar”, “tenemos todo el dinero de la familia metido en la empresa y ya ves...” Al final la pregunta es muy sencilla: ¿Qué puedo, que podemos hacer?

Estudio cada caso deprisa y con cuidado. Deprisa porque los problemas no deben esperar, nada mejora si se hace nada. Con cuidado porque la supervivencia de las empresas y el trabajo de las personas, son bienes con los que no se puede jugar.


Mis opiniones o consejos, aunque no estoy seguro de su acierto, parece que, al menos, sirven de estimulo y animan a actuar a quienes me consultan.


¿Que qué propongo? Más o menos siempre lo mismo:


Hay que trabajar y trabajar, hablar con los clientes, preguntarles qué podemos hacer por ellos, ofrecerles algo realmente útil para ya, para ahora mismo, por un precio ajustado, sin darles problemas. Ir ya a los mercados en que aún hay crecimiento, sin lujos, sin abrir oficinas, sin crear estructuras, captando pedidos para atender inmediatamente. Ahorrar hasta donde sea imposible ahorrar y no dejar de gastar en lo que hay que gastar. Hablar con las personas. Ser leal, cuidar, en lo peor, a los “mejores”, no importa su la edad ni su antigüedad. Además, si alguien tiene que salir de la empresa sustraer a las personas sobrantes con decencia. Y trabajar y trabajar.


Evidentemente, hay que estudiar cada caso. Aunque puedan parecer iguales, todos son distintos y las soluciones, aunque también sean casi iguales, siempre han de ser específicas y diferentes.


¿Qué cómo se qué decir y qué hacer?


No, no soy un mago, solamente tengo el poso de saber que da el haber vivido y pensar luego sobre lo que has vivido. Tener muy claro que el cambio está en la naturaleza humana y en el progreso de la sociedad, saber que lo mejor de ayer seguro que no es mejor que lo peor de mañana. Y, sobre todo, sobre todo, saber que hay que buscar en los problemas donde se esconden las oportunidades.


Siempre hay oportunidades, solo hay que ponerse a buscar para encontrarlas.

Y esto lo se muy bien, muy porque he tenido la muy dura fortuna de estar en situación de decidir y de poder hacer en los años setenta, cuando llegaron a España los efectos de la subida del petróleo del 73 y se enredaron en los vericuetos de la transición.
Pude participar en las difíciles partidas, de los años 80, en las que perder suponía cerrar la empresa y ganar el lanzar como misiles al cielo a viejas empresas.
Recuerdo haber estado en los infaustos postres de la Expo de Sevilla y las Olimpiadas de Barcelona y haber sufrido, sufrido mucho, en los ásperos cambios que el principio del siglo trajo, antes de llegar las alegrías, a algunos sectores concretos.


¿Por qué escribo esto?


Acaso para consolarme en un día que el cansancio pesa por lo que he visto, he escuchado y he dicho.


Y, también quizá, para animar a mis lectores, para decir a todos, una vez más, que en las situaciones difíciles siempre hay oportunidades. Si no fuera así, José Luís solo tendría que ocuparse de preparar algunas clases y darlas bien.

domingo, 9 de noviembre de 2008

206. EL PRESIDENTE GEORGE W. BUSH ES UN SANTO


Yo pensaba, más aún, estaba convencido, de que el Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, George W. Bush era una persona normal, con sus aciertos y sus errores, con sus cosas buenas y con sus cosas malas, con sus virtudes y con sus defectos.
Pensaba también, error de los errores, que, como la mayor parte de las personas normales, él no perdonaba las afrentas, de palabra y obra, que, en público y en privado, le habían hecho sus enemigos y que, por supuesto, cuando alguien le daba una buena bofetada jamás hubiera puesto la otra mejilla. Por tanto, yo creía que el presidente americano no era un santo.

Estaba muy, pero que muy equivocado, George. George W. Bush es un santo y lo ha demostrado con creces.

No solo ha perdonado las peores afrentas sino que ha invitado a su casa a quien insultó a su madre, ofendió a sus hermanos y le escupió en la cara.
Ha preparado una buena comida a quien le abandonó cuando le agredían y empujó a otros a hacer lo mismo.
Está dispuesto a escuchar en la sobremesa las anécdotas de quien no ha dejado durante años de infamar su nombre.
Y, estoy seguro, está preparado para sonreír a su próximo cuando en la mesa, no se si antes, durante la comida o mientras toman una taza de café, sin pelos en la lengua, delante de todo el mundo, le vuelva a llamar feo.

Por tanto, creo que el Presidente George W. Bush es un santo, un gran santo, y se que el universo verá como, antes o después, mejor después que antes porque para hacerlo debe culminar su vida con una santa muerte, subirá al cielo y a los altares.

Yo desde ya y mis nietos desde que conozcan su historia, seremos devotos siempre de San George W. Bush.

jueves, 6 de noviembre de 2008

205. DESEO DE CORAZÓN AL NUEVO PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA UN GRAN Y FELIZ MANDATO


No se si estoy contento o descontento, si hubiera podido votar en las elecciones del pasado martes lo hubiera hecho por el muy buen presidente que, en mi opinión, hubiera sido el senador John McCain.

Sin embargo, estoy esperanzado porque los Estados Unidos de Norteamérica tienen un nuevo Presidente, el que hace el número 44 desde el nacimiento de esa gran nación, el Senador Obama, que ha llegado al cargo más poderoso e importente de la tierra con los votos del casi cincuenta y tres por ciento de los electores de su país.
El nuevo Presidente, el Senador Barack Obama, no solo ha obtenido una gran victoria electoral sino que, además, ha sabido generar, primero en Norteamérica y luego en el resto del mundo, la enorme ilusión de cambiar, para mejor, el mundo difícil de nuestro tiempo.
Tengo claro que Estados Unidos es una gran nación, fuerte, creativa, generosa y, sobre todo con ciudadanos que aman la libertad y que han creado instituciones que la garantizan y mantienen desde hace más de doscientos años.

He de reconocer que el aprecio y respeto que hoy tengo por los Estados Unidos no es fruto de la casualidad sino del conocimiento y de la reflexión sobre su historia, su forma de vida y los modos de ser y de actuar de sus cudadanos, de sus empresas y de sus instituciones.

Vivi los años de mi infancia y los de mi primera juventud en un oscuro “antiamericanismo” fraguado en los últimos años del siglo XIX con la guerra perdida, sin posible revancha, en 1898, cuando la derrota pesaba como una losa en lo que era entonces España.

Además, la posición germanófila en la II Guerra Mundial de una parte de la sociedad española y el marxismo pro soviético de otra parte de la misma sociedad, eran alimento diario para el rencor y casi el odio hacia todo lo que eran y significaban los Estados Unidos de Norteamérica.

Yo era entonces un niño normal, un español normal la época, cuando con la soberbia prepotente que da la ignorancia, compartía mis sentimientos con muchos españolesde entonces.

Más tarde, poco a poco, el leer, viajar y, sobre todo, conocer personas y pensar, me hizo ir cambiando primero el pensamiento. Mas tarde, sin apenas darme cuenta, los viejos sentimientos negativos se fueron trocando primero en respeto y luego en un profundo afecto por la gran nación que son los Estados Unidos de Norteamérica.


Regreso ahora a mi esperanza ante la victoria del Senador Obama, ante su próxima presidencia

El nuevo presidente conoce muy bien su país y ha demostrado que comprende muy bien los anhelos de sus conciudadanos y sabe que por compartirlos ha logrado alcanzar la presidencia. Estoy seguro por ello de que sus comportamientos van a estar siempre orientados a conseguir lo que entienda como lo mejor para los suyo.

Además, el nuevo presidente americano tiene un profundo y vital conocimiento de las muy diferentes realidades de lo que es el mundo fuera del ser y de la cultura de su país. Sabe que el mundo es un todo y que el trozo de América que le ha nombrado es solamente una parte de ese todo en el que no puede mandar aunque sí influir.
Y sabe que para que exista y se mantenga el bienestar y el progreso en su tierra es imprescindible que una parte de ese progreso se comparta con quienes hoy no son amigos e incluso son fanáticos enemigos de cuanto encarnan los Estados Unidos.

Por ello, estoy seguro de que en los próximos años vamos a ver un esfuerzo serio y apasionante para mejorar la vida, el progreso y la pasión de ser más, de los ciudadanos norteamericanos y de las personas que vivimos en el resto en mundo.

Sin embargo hay tres o cuael tro pequeñas grandes cosas que me preocupan y me hacen temer el próximo mandato presidencial:

Me refiero a la tentación de frenar los progresos del libre comercio en favor de la protección de los sectores débiles o menos competitivos de la economía norteamericana, que puede acechar al hasta ahora Senador Demócrata.

Me refiero al peligro que puede existor de abandononar a su suerte, en pro de una falsa paz, al Estado de Israel, al Líbano, a Irak o a Georgia. O que se pueda aceptar una nueva derrota de todos nosotros en Agfanistan, o que no responda cuando fanáticos con poder, de todo el mundo le afrenten y le insulten mientras le exigen, sin razón alguna, cada día más y más.

Me refiero a la no imposible posible renuncia a que en Bolivia, Venezuela, Cuba, Nicaragua y algún otros país de los que hablan español, sus naturales vivan en libertad.

Me refiero a que para “asegurar el bienestar” desde la nueva Administración se desplieguen controles y controles que frenen la iniciativa que da la libertad.

Me refiero a que, se incrementen, en todo el mundo quizá, los impuestos, para pagar un transitorio bienestar o que se incrementen los gastos, se frenen las inversiones y, sobre todo, que se planifique la economía cada día un poco más.

De todos modos, hoy puede en mí la esperanza y mi ilusión sobre los temores que me embargan. Y puede la esperanza porquem afortunadamente, el mayor valor de los norteamericanos es su amor a la libertad.

Creo que el cuadragésimo Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica es valiente, tiene conocimientos, capacidad y una gran voluntad. Por ello le deseo, desde el mayor de mis respetos, un extraordinario y feliz mandato.

sábado, 1 de noviembre de 2008

204. ES PRUDENTE SER CIEGOS, SORDOS Y, SI ES NECESARIO, MUDOS


“No hay mayor ciego que el que no quiere ver”, “no hay peor sordo que el que no quiere oír”, son dichos que se encuentran en todos los idiomas, son expresiones del lenguaje diario que refleja la capacidad del ser humano para no admitir aquello que no le gusta, que le desagrada, o le puede suponer un contratiempo.

“En boca cerrada no entran moscas”, al igual que “al que quiera saber, poquito y al revés”, son también frases hechas y consejos que la sabiduría popular aporta a la educación de los súbditos, que no ciudadanos, de países en los que se mantiene, en manos poco diferentes, el ejercicio del poder, como en el Antiguo Régimen.

¿Ejemplos?. De verdad, ¿Alguien los necesita?

Yo mismo, para evitar ser considerado, “troglodita”, “momio”, “antidemócrata”, “antiguo” o “mala persona”, por gentes que están absolutamente seguras de tener la razón absoluta al pensar lo que piensan, y por no querer que me consideren mas sordo y más ciego que el mayor ciego y el mayor sordo, prefiero muchas veces hacerme el mudo.

Pero, ¿Es razonable aceptar, casi como si fuera bueno, ser mudo?

Sí, es razonable. Es razonable porque evita “ser distinto”, porque nadie quiere ser la oveja negra, esa que es distinta y a la que en la reunión de los pastores se elige para ser la oveja muerta.

Claro que las personas no siempre pueden ser razonables, y hasta es irresistible la necesidad de “hacer locuras”, de gritar lo que se piensa.

Y cuando lo haces, resulta que hay otras gentes que confiesan, casi sin pudor, con profundo alivio y no poca alegría, que ellos también piensan que el aborto es un crimen, la eutanasia una barbaridad, el matrimonio un contrato entre un hombre y una mujer, la esquizofrenia una limitación absoluta para ser presidente de gobierno, y que, para colmo, si fueran norteamericanos, el cuatro de noviembre no dudarían votar al candidato republicano.

Acaso los demás también tengan mucho de ciegos que no quieren ver o de sordos que no quieren oír. Y acaso también, de cuando en cuando, les vendría bastante bien saberse callar.