sábado, 29 de enero de 2011

369. CUESTE LO QUE CUESTE Y ME CUESTE LO QUE ME CUESTE



Siempre que escucho en boca de alguien, para dar una orden, la expresión “cueste lo que cueste”, entiendo que está diciendo que quiere conseguir algo valioso sea el que sea el precio y que, por supuesto, para ello, el fin justifica los medios.

Al mismo tiempo, siempre entendido también que el “cueste lo que cueste”, implica evitar que lo que se haga perjudique a quien da la orden del cueste lo que cueste.

Es el “cueste lo que cueste” del general que quiere tomar una posición enemiga aunque lleve a la muerte a muchos de sus soldados. Quiere la victoria y la medalla.

Y lo es el “cueste lo que cueste” del empresario o del alto directivo que quiere reducir costes despidiendo personal. Si lo consigue él seguirá en la empresa, está estará mejor y él tendrá su beneficio.

Al igual que el “cueste lo que cueste”, del casero que quiere expulsar a su inquilino para disponer de su local son nadie dentro.

Y es el “cueste lo que cueste” del político que quiere ganar las elecciones para sentarse en el sillón del Presidente o del Alcalde del lugar.

Al final de todo “cueste lo que cueste” está la utilidad, el beneficio o la victoria de quien quiere, por los medios que sea, conseguir algo,

Evidentemente, cuando escucho a alguien un “cueste lo que cueste” me da miedo y si se lo escucho dos veces, mucho miedo..

Otra cosa es el “me cueste lo que me cueste”. Aquí cambian las cosas, lo que hay que conseguir es importante y es extremadamente difícil conseguirlo, pero conseguirlo es mucho más importante en sí mismo que la propia persona que acepta cualquier coste para alcanzarlo, incluida la pérdida de sus bienes, de su honor e incluso de la propia vida.

Es el “me cueste lo que me cueste” del padre o la madre que quieren la vida de un hijo gravemente enfermo.

Y el del héroe que “me cueste lo que me cueste”, arriesga su vida para sacar de una catástrofe a un niño.

O el pecador arrepentido que “me cueste lo que me cueste” quiere reparar el daño causado.

Y el del estafado que “me cueste lo que me cueste” quiere vengarse de quien de quitó su hacienda.

O el del marido engañado que “me cueste lo que me cueste”, a ella y a él les quitaré la vida.

Por supuesto, en todos los casos del “me cueste lo que me cueste” todos, absolutamente todos los medios sirven para conseguir esa algo, no existen límites. Por ello, nadie es más peligros para los demás y para sí mismo que alguien que quiere algo “le cueste lo que le cueste”, aunque implique meter a todos con él en el infierno.

Evidentemente, si tengo miedo cuando alguien dice “cueste lo que cueste”, cuando escucho el “me cueste lo que me cueste”, me entra el pánico.

miércoles, 26 de enero de 2011

368. LÍOS DE HOMBRES Y MUJERES





Llamo líos de hombres y mujeres a lo que todo el mundo entiende como líos de mujeres y de hombres, es decir, a los enredos entre hombres y mujeres que hacen lo que todos sabemos muy bien que no se debe hacer.

Aunque mi mujer y mis hijas dicen que no me entero de nada y, muy probablemente, tienen razón, de tiempo en tiempo, como casi todo el mundo, me encuentro con líos de hombres y mujeres o de mujeres y hombres, que al menos me incomodan y casi siempre me producen mucho  disgusto.

Es evidente que, aunque yo no me entere, debe haber muchos líos entre hombres y mujeres porque los líos con consecuencias, que supongo serán los menos, son muchísimos: A tenor de las estadísticas, más del siete por ciento de los hijos de las mujeres españolas no son del padre que cree ser su padre.
Por otro lado,  como tengo bastante habilidad para darme cuenta de lo que sucede entre las personas que me rodean, suelo darme cuanta de cuándo se está gestando el lío y siempre reacciono de la misma manera:  Me siento incómodo, no me entero y con el deseo de haberme equivocado, borro el tema de mi pensamiento y si tengo suerte no vuelvo a recordarlo nunca.

Sin embargo,  afortunadamente pocas veces, no puedo evitar  enterarme de que hay un lío y que, para mal, resulta ser siempre  un mal lío: Una engaña al marido, el otro a la mujer, los dos incumplen sus compromisos y hacen daño  a sus hijos. A mí eso no me gusta absolutamente nada. Cuando  veo un lío  no puedo evitar romper,  la relación con quienes están en el lío.

Los líos entre mujeres y hombres, en unos casos pueden ser pasión incontrolada, en otros amor enloquecido y en casi todos una gran falta de sentido común. No se puede  participar  en juegos de alto riesgo que abrasan a quien tiene los líos, destrozan  familias y producen dolor a los hijos. En mi opinión los líos son una gran desgracia.

De todos modos, en algunas ocasiones, los líos entre hombres y mujeres son tan solo gotas de esperanza que colman vasos de llenos de tristezas desamor y soledades. Son arreglos temporales que, si cuajan en el tiempo, pueden salvar a la mujer y al hombre de viejas desgracias. Cuando vislumbro que es esto lo que pasa, luego de dar gracias al Cielo, por supuesto no me entero y lo guardo en el olvodo.

Toda esta entrada viene a cuento de que no he podido evitar enterarme del comienzo de un lío que no me ha gustado nada, absolutamente nada.

domingo, 23 de enero de 2011

367. ALEMANIA OFRECERA TRABAJO A JÓVENES ESPAÑOLES EN PARO




Dicen los periódicos de hoy que la Sra. Merkel, se ha planteado resolver el déficit de profesionales que existe en la próspera Alemania, llevándose un buen puñado de jóvenes españoles bien preparados que aquí están en el paro.

Evidentemente la idea de la Canciller alemana es brillante. La escasez de personas talentosas y bien formadas comienza a ser un problema serio para las economías  dinámicas de todo el mundo y  esta escasez, de acuerdo con todos los estudios realizados, será cada vez más importante.

La Sra. Merkel lo tiene claro, la economía de su país necesita recursos humanos cualificados y ella va conseguirlos. Además, no solo va a disponer  de buenos médicos, ingenieros, economistas o diseñadores sin haber invertido un euro en su preparación, sino que va a incorporar a la sociedad alemana el talento y la capacidad directiva de personas de cultura europea que en poco tiempo se habrán integrado plenamente y sin problemas,  en la sociedad alemana e incluso, esta dentro de lo posible, mañana tendrán hijos a los que se preocuparán de educar bien y que contribuirán, como ciudadanos honestos, al bienestar de Alemania.

Supongo que hay no pocas personas en España, de esas que aspiran a igualarnos a todos por abajo,  que se enfadarán muchísimo y se sentirán ofendidas por la interesada acción de la Sra. Merkel porque quiere “quitarnos” un talento que aunque no usamos e incluso despreciamos, es “del pueblo”. Más aún, muchos se pondrán como hienas y pedirán al gobierno del Sr. Rodríguez Zapatero, que se resista a las presiones capitalistas de los prepotentes teutones.

Supongo también que al Sr. Rodríguez no le hará ninguna gracias “hacer favores” a “esa señora” que es todo menos creyente socialista, pero supongo también que, con tal de no enfadar  a la Sra. Merkel a la que debe mucho, dejará que se lleve  cincuenta mil,  y si ella quiere hasta cien mil,  jóvenes profesionales españoles que aquí están en el desempleo o subempleados. A fin de cuentas, aún restando cien mil, nos quedarán aquí no menos de otros seiscientos mil jóvenes bien formados disfrutando del paro.
Me ha alegrado mucho la noticia porque creo que en estos momentos y durante varios años, los jóvenes que se queden en España van a quemar muchas oportunidades para crecer profesionalmente y las van a quemar no solo porque puedan estar en el paro sino porque, aunque trabajen, durante los próximos años en España será muy difícil, casi imposible, trabajar en puestos que requieran el despliegue de una gran formación y mucho talento, aquí con trabajar duro y razonablemente será más que suficiente. Por ello quienes se queden en España tendrán el riesgo de quedar obsoletos para ocupar puestos verdaderamente relevantes en poco tiempo.

Deseo a la Sra. Merkel, a los jóvenes que se acojan a su oferta, a los alemanes y a nosotros los  españoles, que el proyecto sea en todo  un gran éxito. 

miércoles, 19 de enero de 2011

366. SEGURIDAD JURÍDICA Y ARBITRAJE INTERNACIONAL


Hasta diciembre de 2010 nadie, ni dentro ni fuera, había  dudado nunca que España fuera un Estado de Derecho en el que, desde tiempo inmemorial, había seguridad urídica.  Por supuesto, la seguridad jurídica implica que no se puedan aprobar normas que con  efecto retroactivo  atenten contra los derechos de .las personas físicas o jurídicas.

Pués bien, el Gobierno del Sr, Rodriguez Zapatero, sin encomendarse a Dios ni al Diablo y, por supuesto, sin escuchar la opinión de los expertos, en diciembre de 2010, con el propósito de reducir los altísimos costes de la energía fotovoltáica, decidió reducir, con efecto retroactivo, la rentabilidad de las inversiones realizadas por propios y extraños durante los años anteriores en la puesta a punto y la explotación de este negocio.

El propósito del Gobierno era razonable, el coste de la energía fotovoltáica era altísimo, una barbaridad sin duda. La razón de ese muy alto coste era el que, en su ánimo de impulsar las energías limpias, el Sr, Rodriguez Zapatero, había establecido normas jurídicas que aseguraban una muy alta, altísima, rentabilidad a los inversores que pusiesen sus dineros en negocios de energías renovables y que, estos inversores, sin dudar de la seguridad jurídica española, habían puesto y ganado mucho, muchísimo dinero, en estos negocios. 

Visto lo mal que estaban la situación, el Gobierno de España decidió cambiar las cosas y se empleo a fondo: Decidió que la rentabilidad de las inversiones en energía fotovoltáica tenian que ser razonables y tenian que serlo no ya a partir de la fecha de publicación de la nueva norma jurídica, que es lo normal, lógico y plenamente asumible por inversores y juristas españoles o extranjeros, sino desde que los inversores, hace uno, dos, tres o más años, pusieron su dinero en estos negocios. Es decir, el Gobierno quiere quitar a los inversores lo que les prometió y dio en muchos casos hace unos meses o unos años y quiere hacerlo porque  le da la gana.

Cuando los inversores, especialmente los extranjeros, recibieron la noticia, como es natural, se enfadaron mucho y, de entrada, dijeron al Gobierno que lo que había hecho atentaba contra sus derechos y que, aparte de no invertir un dólar o un euro más en España, harían lo que hiciera falta para que se respetasen sus derechos.

Ahora, el Gobierno del Sr. Rodríguez Zapatero o el que le suceda en su momento, tendrá que explicar, justificar y luego perder, ante un tribunal de arbitraje internacional, al que está jurídicamente obligado a acudir por  la llamada de los inversores perjudicados, la norma jurídica que con efectos retroactivos y atentando contra los derechos de terceros, aprobó en diciembre de 2010.

Será una mala noticia para el Gobierno de España dar marcha atrás en la expropiación de los derechos de los inversores, será también una mala noticia para las arcas públicas españolas que no van a obtener unos dineros que hacen mucha falta, pero será una muy buena noticia, una magnífica noticia el saber que, aunque no lo quiera el Sr. Rodriguez Zapatero, España ha sido y sigue siendo un Estado de Derecho en el que no se pueden publicar normas jurídicas con efectos retroactivos que vulneren los derechos de los españoles ni de de los extranjeros.

domingo, 16 de enero de 2011

365. PARA BIEN O PARA MAL, LA LEALTAD AHORA ES SITUACIONAL


A lo largo de los últimos treinta o acaso cuarenta años, se ha convertido poco a poco en normal y hoy está socialmente admitida la ruptura habitual de los votos matrimoniales o  religiosos contraídos inicialmente para toda la vida; es normal el abandono de la práctica religiosa prometida en el bautismo, el cambio radical de ideas políticas es más que frecuente y hasta han sido sustituidas por sus opuestas no pocas acepciones de lo que está bien y de lo que está mal.

En la vida laboral, muy importante para casi todas las personas por cuanto el trabajo es el  medio de vida, nos encontramos con que cualquier personas, cualquier que sea un nivel en la organización o su cualificación profesional,  puede ser despedida y, por supuesto, esa misma persona no deja de estar atenta al mercado de trabajo para marchar, sin problema alguno, a otra empresa en la que pueda tener más o estar mejor que en la anterior.

Los despidos masivos vividos en los últimos años han terminado, en mi opinión para muchos años, con cualquier posibilidad de que se establezcan vínculos de lealtad entre las personas y las organizaciones en las que aquellas  trabajan,

El reconocimiento social de la pérdida de la lealtad lo tenemos en la práctica de subastas a la baja que usan muchas  organizaciones para sus  compras a proveedores y los condiciones especiales que, a cambio de “tiempos de permanencia” solo se dan a los clientes que amenazan marcharse de las compañías de telefonía, seguros, u otros  servicios en cualquier ámbito de la economía.

La lealtad, desde mi punto de vista uno de los valores más relevantes de cuantos han configurado la cultura y la sociedad occidental,  ha pasado de ser un valor real a una práctica situacional: Yo se que tu serás leal conmigo mientras a ti te interese, y yo seré leal contigo exactamente lo mismo, mientras a mi me convenga.

Las consecuencias de la extensión social de la lealtad situacional, si no encontramos la manera de cambiar las cosas, pueden hacer, para bien o para mal, que muchas personas vivan la vida como una guerra en el que para poder vivir es  imprescindible  matar.

miércoles, 5 de enero de 2011

364. EL AÑO COMIENZA MUY, MUY BIEN

Como dice mi mujer, tenemos mucha suerte, realmente somos personas afortunadas.

Luego de las fiestas de Fin de Año y Año Nuevo, el lunes tres de enero, pasadas las siete y media de la tarde, en el kilómetro 108, viniendo de Extremadura, nos estalló el neumático de la rueda trasera izquierda del coche y aunque a 120 Km. por hora por hora no resultó complicado controlar el vehículo no dejamos de pasar un mal trago.

Afortunadamente, en el momento de la explosión vimos como se abría, a mano derecha, una salida de la autovía, la última de Talavera. Con la rueda en el suelo recorrimos los doscientos y pocos metros que nos separaban de un luminoso de Talauto, un concesionario de Peugeot.

Aunque nuestro coche no era de su marca, el personal estaba de recogida y el taller a punto de cerrar, los profesionales de de Talauto tuvieron la amabilidad no solo de sacar del fondo del maletero la “rueda de galleta” y sustituir con ella la destrozada por la explosión, sino que, sin cobrarnos nada, nos acompañaron a un buen taller donde pudimos calzar con neumáticos nuevos las ruedas que precisaban recambio. Antes de las nueve de la noche, muy contentos de nuestra suerte, estábamos nuevamente de camino hacia Madrid.

Realmente tuvimos mucha suerte. Si la explosión hubiese sido un poco antes o un poco después hubiéramos tenido que llamar a la grúa y esperarla en un arcén (creo que con mi habilidad, en plena autovía, cambiar la rueda hubiera sido extremadamente peligroso), luego buscar un taller donde hubiera disponibles las poco frecuentes “gomas” que calza el porche, pagar quien sabe qué precio por el servicio y  hasta es posible que hubiéramos regresado a casa mucho más tarde y de peor humor que el muy bueno que nos acompañó el resto del viaje. Además y esto es lo peor, no hubiéramos conocido a los buenos profesionales de Talauto ni seguramente hubiéramos encontrado el taller profesional  que nos cambió las cubiertas.

Sí, tiene razón mi mujer, somos gente afortunada, nada más comenzar el año, luego de unas buenas fiestas de Fin de Año y Año Nuevo, después de haber disfrutado con mis hermanos la estancia en Torremenga, la suerte nos ha regalado explotar sin consecuencias una rueda y conocer a la buena gente que son los profesionales de Talauto en el Km. 107,500 de la Antigua Carretera N-5