sábado, 21 de diciembre de 2013

519. EN NAVIDAD DE 2013, PARA 2014 Y PARA LOS AÑOS QUE VENGAN DESPUÉS,


Emilio Rodríguez es el autor el la  ilustración que sostiene nuestra petición al Niño Dios

martes, 17 de diciembre de 2013

518. ¿DESIDIA, IGNORANCIA, PREPOTENCIA DE LOS MUNÍCIPES DE MAJADAHONDA, NADA DE ESO O ALGO PEOR?



Sres. Responsables de Atención al Ciudadano
Ayuntamiento de Majadahonda

Señores:

El parque de la Laguna y el bulevar de la Avenida del Arzobispo, terminadas las obras   siguen, luego de muchos  días, cercados  por las vallas, algunas  de las cuales  se han deteriorado en estos días  tanto  que,  en cualquier momento,  pueden ser causa  de un accidente  serio  que, si se produce, además de un buen disgusto para todos,  puede suponer una desagradable  reclamación al Sr. Alcalde por daños causados a la integridad de los viandantes, o, Dios no lo quiera, que él, o algún  otro munícipe, tenga que sentarse en el  banquillo de los acusados para responder por haber causado, con las vallas, lesiones  graves, a un niño, a un viejo o simplemente, a un viandante.

Hecha la anterior observación,  nos preguntamos y preguntamos  a quién tenga en el Ayuntamiento la responsabilidad de contestar  las preguntas que formulan los ciudadanos a través de su Web: ¿Pueden decirme ustedes si la razón por la que el Parque de la Laguna y el bulevar de la Avenida del Arzobispo se mantienen cerrados por desidia, ignorancia, prepotencia de los munícipes, nada de eso  o  por algo peor?

Mi pregunta, aunque a ustedes, que son personas capaces, bien formadas y adecuadamente retribuidas, les parezca extraña, no es baladí: He escuchado en la calle tantas posibles razones por las que se  explica la no retirada de las vallas y la apertura del parque y el bulevar que, para mí,  es  casi  vital desentrañarlas.

Resumo algunas: El alcalde está tan ocupado que no tiene tiempo para inaugurar la obra; el técnico  municipal que tiene que recibirla  está  de vacaciones; los concejales son políticos, cobran, no se preocupan  y  van a lo suyo; lo que pasa es que los que han hecho la obra quieren cobrarla  y no la entregan porque el Ayuntamiento se niega a pagar; el Ayuntamiento se ha gastado la pasta  y  no quiere recibir la obra porque quiere meterla en lo presupuestos del próximo año; el césped, para que crezca bien, ha de estar rodeado de  amplias vallas durante muchas semanas; los concejales de Majadahonda no se ponen de acuerdo en el nuevo nombre que  van a dar a la plaza y eso es imprescindible para quitar las vallas; el Sr. Alcalde está pendiente de la agenda del  Sr. Presidente de la Comunidad  para fijar la fecha del acto; etc.

Es evidente que las muchas cosas  que dice la gente, porque no pueden ser todas ciertas, son  falsas e infundadas. Pienso,  además,  que  son fruto lamentable  de la mala imagen, absolutamente inmerecida,  que tienen  los políticos españoles y la  aún menos   merecida  que tienen los ediles  de Majadahonda, de  siempre   modelos de honestidad y  amigos del  buen  hacer.

Así, debo añadir  que estoy convencido de que el retraso en la apertura del parque y del bulevar no es de ninguna manera  por la  desidia o ignorancia de los funcionarios municipales. También estoy seguro de que no es por la  prepotencia de los munícipes. Estoy seguro de que no es por nada de eso y también estoy convencido de que tampoco es por algo peor, que no imagino,  del  ser, sentir o actuar  de nuestros munícipes.

Sin embargo, repito una vez más, como no se cuál es la verdadera razón por  la que  nuestro Ayuntamiento no elimina  las vallas del Parque de la Laguna y el bulevar de la Avenida, ruego a ustedes, que si saben, pueden y quieren,  me lo digan algo al respecto y, si gustan, lo hagan  a  la dirección de  este correo electrónico.

Reciban ustedes un atento y muy  respetuoso saludo
José Luis Mingo
Majadahonda


Nota:
Para su conocimiento les informo que en el día de hoy publico este texto en mi blog, http://joseluismingo.blogspot.com, bajo el título: ¿DESIDIA, IGNORANCIA, PREPOTENCIA DE LOS MUNÍCIPES DE MAJADAHONDA, NADA DE ESO  O ALGO PEOR?

domingo, 15 de diciembre de 2013

517. UN POEMITA ENCONTRADO POR AHÍ


RECORRIDO

He sentido correr los días,
sujetos mis pies al calor de la tierra
y a su frío.
He rozado con la frente  y con las manos
muchos aires  de  fuerza  nueva,
rota y renacida.
He gozado   colores   de  vida,
llenando mis oídos  con  susurros
apagados  y  revenidos.
He tocado con mi piel  gritos
acabados  que  avisan   nada
y  he aceptado que  son miedos.
Corta y  muy larga mi  esperanza, se hace seca
como   hoja caída y,  en el suelo,
está ella, hermosa, silente, despierta y  dormida.

viernes, 13 de diciembre de 2013

516. DE LAS COSAS DE MAJADAHONDA: ¿DESIDIA, IGNORANCIA, PREPOTENCIA DE LOS MUNÍCIPES, NADA DE ESO O ALGO PEOR?

En Majadahonda, la ciudad en la que vivo, hay un parque, el de La Laguna, que continúa, bajando por  el bulevar  de  una Avenida, la del Arzobispo, que se prolonga a través de varios estupendos parques, hasta el  gran espacio de monte bajo que, hoy por hoy  sirve de solaz a los majariegos que gustan de los placeres y rigores del campo.

Pues bien, los políticos municipales han tenido a bien, en estos tiempos de crisis,  mejorar el parque y  el bulevar  que, sin duda alguna,  merecían la corta  inversión de treinta y  tantos millones de pesetas  (lo siento, pero no recuerdo la cifra exacta).

Así, a lo largo de un par de meses, trabajando bien y a la vista de los vecinos y viandantes, operarios diligentes han levantado  suelos, movido tierra, enterrado  conducciones, construido alcorques, colocado bancos de madera, aparatos para disfrute de viejos y niños, puesto farolas, renovado adoquines y losetas, también han plantado césped y han colocado una valla de alambre alrededor de los más de mil  metros que circundan el parque y el bulevar.

Visto desde fuera, al pasar alrededor del parque por una acera estrecha, al lado de los hierros sueltos de la valla que pugnan por dañar los ojos de los niños y las piernas de los adultos, la obra, desde hace ocho días parece terminada y cuando, según dice algún vecino, quienes la hicieron  entregaron en su plazo,  la obra al ayuntamiento.

Claro que las buenas obras, a veces, son una cruz para quienes las impulsan, para quienes las  hacen, para quienes las padecen, para quienes de ellas se benefician y, especialmente, para quienes las pagan.

Así, como las vallas que cierran el parque y el bulevar obligan a los viandantes a subir y bajar la Avenida y rodear el parque por aceras  incómodas, estrechas y empinadas, los vecinos comienzan, algunos a murmurar y otros a protestar: Hace dos o tres días apareció, colgada de la valla, una pancarta, muy bien hecha por cierto, en la que se acusa  los  políticos municipales de malgastar el dinero y se insinúa que son corruptos; evidentemente, la pancarta, ya desaparecida, ha dado y sigue dando,  origen a mil cábalas sobre las razones por las que el bulevar y el parque se mantienen cerrados a pesar de   que parece  que  están ya  terminados.


Y claro, cada vez que veo la obra terminada, tan bonita,  con sus luces encendidas, y las vallas bien puestas,   mientras  con mi perra,  bajamos  y subimos  sorteando obstáculos  por la  acera, pienso y con un conato de mal humor me pregunto si nuestros munícipes no  quitan de una vez las vallas  ¿será por desidia, ignorancia, prepotencia, nada de eso  o algo peor?

jueves, 5 de diciembre de 2013

515. DE LO QUE HAY QUE CONOCER: EL TALLER DE PELETERÍA DOMINGO

En la calle Benito Prieto, en el barrio de Opañel, en pleno Carabanchel, en su Taller de Peletería, trabaja Domingo.

Maestro peletero, sonriente, calmado, prudente y, sin duda alguna, sabio, Domingo conoce todo sobre las pieles y  domina  todas sus hechuras, las  de  ahora y las de hace doscientos años.


Pieles de  ayer y de hoy, lujosos visones, zorros, armiños, martas y astracanes, abrigados  corderos y  hasta  modestos conejos,  se han convertido en el pasado y se convierten cada día,  de las manos de Domingo,  en  estilosos  y elegantes abrigos, chaquetones, estolas o capellinas que, no se cómo lo hace, coinciden  siempre con la piel,  la forma y la caída de la prenda  que a cada mujer mejor le sienta.

Conversar con Domingo es tomar conciencia de lo que es el saber profesional, disfrutar de sus palabras y absorber cuanto dice sobre cada una de las mil  pieles, de los infinitos forros, de su guarda y cuidado y, lo mejor de todo, sentir el amor de este hombre a una profesión que, según dicen, se acaba.
 

Y, algo más que,  cuando visitas a Domingo,  te alegra el alma: En un marco,  al lado de la puerta  abierta,  que separa  la tienda del taller, un metro por encima del  pequeño mostrador, luce un texto  que al leerlo  refleja con absoluta precisión  cómo es, cómo siente y  cómo se comporta el extraordinario profesional y la encantadora persona que es Domingo.
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