domingo, 26 de abril de 2015

684. BUKAVU ES LA CAPITAL DE LA PROVINCIA DE SUR KIVU


Bukavu es  una ciudad de 500 mil habitantes  que está a   2.500 km  por tierra  o a tres  horas y media en  avión desde  Kinsasa.  Es la capital de la  provincia  Sur Kivu  que, habitada por casi 3 millones de personas,  está situada en el este de la República Democrática del Congo, orilla el lago Kivu, en la frontera con Ruanda.

Por supuesto, hasta hace cuatro  días, desconocía el nombre de esa ciudad y el de la provincia a la que pertenece; asimismo no tenía ni idea de  su situación en el mapa de África.

De lo único que tenía alguna  noticia, muy leve,  era de la inmensa riqueza mineral de la zona y de una monstruosa  guerra que había asolado  el este de la RDC hace unos años y de la que  parecían quedar  algunos rescoldos.

Pues bien, hoy he terminado  la lectura de  Micrófonos de paz, Conversaciones con Caddy Adzuba,  un libro de Elisa García Mingo  recién publicado  por  Casa de África y Los Libros de la Catarata y estoy tan  impresionado  que me he propuesto pedir a la autora información adicional para profundizar algo en el drama de Sur Kivu, en la tragedia de sus habitantes  y, sobre todo, conocer mejor  el esfuerzo, creativo y original de las periodistas de AFEM – SK, con  la Premio Príncipe de Asturias a la Concordia 2014, Caddy Adzuba a la cabeza, para conseguir  que las mujeres, los niños y también los hombres de la zona consigan una paz que hoy aún está lejos.

No, no haré  un resumen y menos una crítica del libro, no estoy cualificado para juzgar este trabajo aunque me   ha gustado y me ha hecho pensar, pero sí me permito recomendar su lectura a todo el que quiera saber algo de lo que es el salvajismo de la guerra y, especialmente,  a las muchas y buenas periodistas que a lo largo de los años han sido mis alumnas porque ellas, estoy seguro, de un modo u otro, van a aprender mucho y ayudar en algo a que  muchas mujeres,  destrozadas por una guerra repugnante, consigan la paz.    



sábado, 25 de abril de 2015

683. MAL DE ALTURA. DE PENSAR EN PECHUGAS Y DE ASALTAR ESPAÑA

Es bien sabido por alpinistas, viajeros y  también por la gente común, que subir a las grandes cumbres  o visitar  lugares   próximos al  cielo del mundo, si no se toman precauciones, produce, además de mucho cansancio, mareos, dolor de cabeza,  náuseas, nerviosismo, taquicardias, bajadas de tensión, problemas de sueño y otros males,  es lo que unos llaman  mal de altura y otros soroche.

Se, por experiencia,  lo malo que es el soroche, y por ello,  para evitar  males mayores,  siempre recomiendo a los viajeros que antes de que la hipoxia les afecte,  tomen  serias medidas: prepararse, beber matecito de coca,  ingerir píldoras de oxígeno y, sobre todo, caminar poquito y dormir solitos.

Pues bien, también  escalar en política, porque no toman precauciones,   enferma de soroche a quienes, imprudentes, se piensan vacunados y  no toman precauciones.

Y aporto dos ejemplos  muy recientes acaecidos en España;  aquí,  donde en lo alto se han  reunido uno  que en público que habla de pechugas y  otra  que dice que quiere asaltar España.

Más detalles: el señor, se llama Sánchez, ¡es progresista!, ¡en qué estaría pensando!, ha hablado  en público, sin rubor, de  pechugas, domingas o  teresas; la señora, se llama Cospedal,  ¡es popular!,  que, tan tranquila,  ¡que tía! , proclama a voces,  que quiere quitarnos,  eso sí es  asaltarnos,  a los hombres   el miembro ¿será por  ansiosa?,  y a las mujeres, ¿será por envidiosa? , las dos  miembras

domingo, 19 de abril de 2015

682. RODRIGO RATO FIGAREDO: RESPICE POST TE! HOMINEM TE ESSE MEMENTO!

¡Qué horror, qué horror!  Son las únicas palabras que atormentan mi pensamiento y  salen de mi boca cada vez que pienso, muchas,  en el drama que está viviendo  el Excelentísimo Señor Don Rodrigo Rato Figaredo y con él  las  personas que, como yo,  le aprecian, los miles que le admiran  y  los millones que  en algún momento de sus vidas le han  temido o envidiado.

Sí, hasta para quienes, por unos u otros motivos, han detestado a Rodrigo Rato, es una tragedia descubrir de repente, cayendo  de bruces, que el hombre capaz, culto, fiel a sus ideas,  honesto, buen amigo y difícil adversario,  no es un dios,  es solo un hombre, un hombre que llegado a lo más alto ha olvidado cuán fácil es  pasar de ser  admirado por  muchos  a ser  despreciado por casi todos, y  lo terrible que es, para cualquiera, dejar el cielo para  ocupar plaza en el infierno.

En los dos o tres días que han pasado desde que se  hizo pública la sospecha de  la Agencia Tributaria  sobre la existencia de posibles delitos fiscales en las cuentas de Don  Rodrigo Rato Figaredo  con la Hacienda Pública,  no dejo de pensar en el hombre que, sea inocente o culpable, ya ha sido condenado por la sociedad española y por millones de personas en todo el mundo, al descrédito y el deshonor.

Y me horroriza el dolor injusto  que se  habrá  infringido a  este hombre si, al final, siendo inocente de lo que se le acuse (ha sido ya condenado antes de saberse de qué delitos será, si se le acusa, acusado).

Pero me horroriza más todavía la tragedia terrible del Excelentísimo Señor  Don Rodrigo Rato Figaredo  si la Justicia determina que ha de ir a la cárcel porque,  para desgracia de todos y sobre todo suya, habiendo llegado a la cumbre  olvidó  en su momento el aforismo, que él seguro bien conoce, que dice: respice  post  te!   hominem te esse memento! (mira tras de ti! recuerda que eres un hombre).


Nota:


Don Rodrigo Rato Figaredo fue el extraordinario ministro que logró  la casi milagrosa recuperación económica de España en los últimos años del siglo pasado y que, con su buen hacer de entonces,  hizo posible que muchos españoles estuviéramos seguros de que era  y ha resultado  posible, salir de la crisis que, desde 2007, hemos sufrido.

lunes, 13 de abril de 2015

681. LO QUE YA SE Y PUEDO EXPLICAR SOBRE LA FELICIDAD

El 20 de marzo publiqué en este blog una entrada,  con el título “Saber explicar qué es la felicidad, para mí es muy difícil, si usted puede hacerlo, por favor, téngalo a bien y écheme una manita”, hoy, luego de leer, de preguntar, de escuchar  y de pensar, resumo en este artículo  lo que  hasta el momento  he conseguido saber y puedo explicar,  sobre qué es la felicidad.

Evidentemente, en el tiempo que aún tengo hasta el día 13 de junio de 2015, fecha en que disertaré sobre el tema en  el Círculo 10 Cuñados, espero conseguir progresos que, como es rigor, publicaré en el blog. Mientras tanto, aquí tienen lo que puede llegar a ser la base de la futura presentación.

SOBRE LA FELICIDAD

Para comenzar, una cita de  Rousseau

“Todo hombre quiere ser feliz; pero, para llegar a serlo, habría que empezar por saber qué es la felicidad”

Y mi  reflexión sobre esta idea: Sin explicar el  concepto, las tres grandes religiones monoteístas prometen, a quien se lo merezca, la felicidad en “la otra vida”, es decir, “después de la muerte”,  mientras que las religiones orientales, aspiran a ayudar al hombre a alcanzar la felicidad durante en cada  vida (ya que es precisamente ese el objetivo de la vida), hasta que el ser humano llegue a la cumbre de la existencia,  es decir,  llegar al Nirvana, al no ser.

Claro que hay científicos, filósofos y personas normales que piensan que dedicar tiempo o reflexión a este tema no es otra cosa que perder el tiempo…

Y, a continuación, otra cita, ahora de Bergson:

“Llamamos felicidad a algo muy complejo y confuso, uno de esos conceptos que la humanidad  ha preferido dejar en el terreno de la vaguedad para que cada uno lo perciba a su manera”

Tratando de avanzar  en una aproximación a lo qué  se entiende por Felicidad, resumo algunas propuestas:

·    La felicidad es un grado, alto, de gustar la vida…; esta idea probablemente  implicaría impresión no permanente  dependiente de las circunstancias.

·     Es proyección de la alegría sobre la totalidad de la existencia y  podría ser duradera en el tiempo.

·      Destellos, instantes, placer intenso, fugacidad, sensación de felicidad o plenitud.

Ahora bien, hasta ahora, ¿Verdad que con lo que hemos expuesto seguimos sin saber nada sobre qué es la felicidad?


Mi propia y  primera aproximación a la idea de felicidad:

La Felicidad creo que  puede ser algo próximo a la satisfacción que se siente al alcanzar un logro por el que se ha luchado mucho, la desaparición de una amenaza percibida como terrible, la sensación de plenitud que regala la visión de un amor muy  querido…

Sin embargo, debo decir que:

·    Con harta frecuencia, alcanzada una meta, incluso la más deseada,  la satisfacción obtenida no es perdurable, incluso puede ser  seguida de estados de desmotivación o ansiedad.

·       Pero, creo que,  en todos los casos, la satisfacción es fugaz, se apaga en el tiempo, al igual que el placer…y el dolor. Por ello, está claro que la felicidad no es satisfacción.

·   Sin embargo, Alderfer me ha hecho recordar que podemos constatar, con absoluta certeza, la realidad de que,  en condiciones adversas, en medio del dolor, hay  personas que teniendo fuertes  metas de transcendencia, no solo mantienen por largo tiempo una  motivación intensa  sino que también viven  estados claros de felicidad, que además y asombrosamente  es duradera.

De lo anterior,  parece que la felicidad está más relacionada con el interior que con el exterior de la persona y, de alguna manera, con una idea de proyección de la vida desde dentro hacia fuera.

El problema de conocer y decidir en la búsqueda de la felicidad

Si fuéramos consecuentes con lo enunciado en los párrafos anteriores, y si la felicidad está más relacionada con el interior de la persona  que con el exterior y que se proyecta de dentro hacia fuera, es razonable plantearnos que debe haber algo, llamémoslo  “bien” que es posible descubrir con el conocimiento y elegir con la voluntad.

Y aquí nos encontramos una nueva dificultad: nuestra capacidad para conocer es limitada y no siempre acertamos. Todos los seres humanos queremos el “bien” aunque sea exclusivamente para nosotros, nadie elige el mal y  si lo elige es porque le parece que es el bien.

Estoy absolutamente seguro de que todos los hombres y, sin duda alguna, todos los seres vivos, todo lo que hacemos es para  buscar  “el bien”, que hemos conocido con nuestro cerebro y con nuestro cuerpo, sea bien  real  o ficticio. No olvidemos que el más terrible asesino, al matar  busca “su bien”, y que  el suicida se quita la vida porque  anhela su bien.

Pero, ¿Qué es el bien?

¿Es ausencia de sufrimiento? ¿Carencia de dolor? ¿Placer? ¿Dinero?, pues parece que no, que todo eso es insuficiente, probablemente, me parece que debe ser algo relacionado con la idea de armonía con la propia esencia del ser.

Y, recordando con  Séneca que “El sufrimiento hace daño, pero no es un mal…”  y que esta frase,  a poco que la  pensemos,  sabemos que es cierta y que  una reflexión profunda sobre el dolor y la muerte  es imposible obviar que en nuestra naturaleza está el dolor y está la muerte, parece imprescindible su aceptación para aproximarnos a la idea de la felicidad.

La importancia del Conocimiento Interior

Hasta ahora algunos  avances: la proyección desde  dentro  hacia fuera, la importancia del conocimiento, el descubrimiento del  “bien” y  la ida de armonía; nos llevan a reflexionar sobre la importancia del Conocimiento interior para saber qué es la felicidad y, si es posible, conseguirla.

Y, en esta vía, encuentro que la reflexión oriental y el  misticismo occidental resaltan, para alcanzar la felicidad aquella  y a Dios el otro, la importancia de la meditación que, al decir de todos, no es otra cosa que la búsqueda de la verdad interior, el conocimiento de qué somos y el sentido de la existencia.

Claro que, tanto en oriente como en occidente, nos advierten sobre la dificultad de la introversión, del análisis y reconocimiento del propio ser.

Y, llegado a este punto, me pregunto:

¿Por qué nos resistimos a mirar hacia dentro, al pozo que parece profundo, del propio yo?

Tengo muchas dudas, pero me inclino a pensar que la resistencia está en que existe en nosotros un profundo miedo, incluso terror, a que conocido el interior nos veamos obligados, sin remisión,  a avanzar por caminos agrestes y no deseados porque pueden suponer la renuncia al propio yo.

Y, como final, me pregunto,  si acaso el “bien” puede estar  en la  renuncia al yo sea en sí misma  La Felicidad o, al menos, el camino para llegar a  la ella.


Notas:

·    Espero que lo que he escrito no resulte en exceso confuso para el lector y que, en mis progresos sobre la idea de la felicidad pueda expresarme cada vez con mayor claridad.


·    Mi agradecimiento a todas las personas que me han enviado sus ideas y vivencias sobre qué es la felicidad. Espero de su generosidad que sigan haciéndome artífice de sus conocimientos y de sus experiencias.

sábado, 11 de abril de 2015

680. UNA APROXIMACIÓN AL CONFLICTO BOLIVIANO – CHILENO POR UNA SALIDA SOBERANA AL OCÉANO PACÍFICO

Por el interés que ha despertado en múltiples lectores, reproduzco a continuación este artículo  fue publicado hace algunos días  en   NOTICIAS COMENTADAS 

Como consecuencia de la Guerra del Pacífico (18791883) y del Tratado de Paz y Amistad de 20 de octubre de 1904 entre los dos países, Bolivia perdió 120.000 kilómetros cuadrados de su territorio y 400 Kilómetros de costa en el Océano Pacífico. 

Para Bolivia y para los bolivianos, la pérdida de su salida soberana al mar ha sido, durante todo el siglo XX y lo sigue siendo en la actualidad, la gran tragedia nacional a la que desde siempre han intentado poner remedio mediante un acuerdo con Chile para que este país ceda a Bolivia una salida al mar, es decir, que Bolivia tenga la soberanía de un espacio de litoral y un corredor terrestre que enlace ese litoral con su actual territorio.

El contencioso por la salida al mar es extremadamente complejo por razones múltiples de entre las cuales pueden ser especialmente relevantes las siguientes: El Tratado de 1904 es claro, el litoral que antes fue boliviano es hoy  chileno y Bolivia carece de legitimidad para cambiar lo que fue firmado; cualquier posible cambio en la soberanía sobre los territorios del norte de Chile en los que podría establecerse el litoral y el corredor boliviano, está sujeta a la aceptación de Perú, país también afectado por la pérdida de territorios en la Guerra del Pacífico, que tiene tratados internacionales con Chile que así lo confirman; la existencia del corredor con soberanía boliviana haría desaparecer la vecindad entre Chile y Perú y la comunicación directa entre ambas naciones e incluso alteraría las fronteras marítimas hoy existentes; y, por último, los ciudadanos del norte de Chile son chilenos desde hace más de un siglo y ni ellos ni el resto de sus compatriotas parecen dispuestos a que dejen de serlo ni a que vivan en un país extranjero.

Y, para añadir dificultades a la  posible solución al conflicto, hay que añadir otro grave problema que no figura en ningún documento pero que subyace en cualquier posicionamiento: Las actitudes de desconfianza de los ciudadanos de ambos países que consideran no  fiables ni  a las autoridades ni a los ciudadanos del otro país, y que ven  imposible  llegar un  acuerdo que pueda cerrar  definitivamente el conflicto. 

Pues bien, en la continuada búsqueda de la salida al mar, en abril de 2013 Bolivia abrió un nuevo camino, una nueva vía: Planteó ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya una demanda contra Chile en la que solicita al Tribunal Internacional que se exija a Chile abrir negociaciones de buena fe para procurar espacio con soberanía en el litoral y en el corredor.

Y ahora, en el mes de mayo de 2015, ambos países han de presentar sus alegaciones ante ese Tribunal.

El tema preocupa profundamente a todos los bolivianos y también, no cabe duda, a las autoridades y al pueblo chileno.
Pero, ¿Qué argumentos tiene Bolivia para acudir al Tribunal Internacional si el Tratado de 1904 es claro y nadie puede exigir a Chile la renuncia a sus derechos?
Los juristas bolivianos han hecho un gran trabajo y han encontrado, además de posibles incumplimientos del Tratado de 1904,  una vía legal nueva y diferente a las usadas hasta el presente, para exigir a Chile la celebración de las negociaciones de buena fe para dar la salida al mar a Bolivia: No cuestionan el Tratado de 1904, trabajan a partir de la teoría de “los actos unilaterales de los  Estados” consistente en que las promesas de las más altas autoridades de un país (Jefes de Estado, Primeros Ministros o Ministros de Exteriores) a las autoridades del  otro país, e incluso sus declaraciones públicas sobre un tema, pueden crear la obligación para el Estado al que representan  de cumplir las promesas formuladas.
El planteamiento boliviano es acertado, hay múltiples promesas de mandatarios chilenos relacionadas con la negociación de la salida al mar de Bolivia, existen precedentes en la aplicación de la teoría en ámbitos jurídicos internacionales y, aunque desde el punto de vista jurídico no es relevante, pone de manifiesto ante la opinión pública internacional conductas poco éticas (prometer y no cumplir muchas veces)  por parte de los mandatarios chilenos a lo largo de un siglo.
Claro que, Chile tiene también, además de buenas  razones para impugnar la competencia de la Corte Internacional de Justicia de La Haya para juzgar el contencioso tiene tres argumentos, dos buenos y un tercero muy poderoso: El primero es que el Tratado de 1904 fijó la frontera entre Chile y Bolivia; el segundo es que  Bolivia tiene acceso al mar en virtud del Tratado de 1904; y el tercero, en contra de lo planteado por Bolivia en relación con los actos unilaterales de los Estados, es que, como sucede en todos los procesos de negociación, cualquier acuerdo parcial no genera obligación alguna hasta que se ha alcanzado, aprobado y ratificado el acuerdo global; y ello es así por cuanto atentaría contra el principio general de seguridad jurídica y haría imposible que hubiera ningún tipo de negociación compleja si los acuerdos parciales tuvieran validez sin que estos estuvieran incluidos y refrendados en el global de la negociación.

Para terminar este artículo en  Noticias Comentadas, decir que, como en todos los casos en que un asunto se somete a un tribunal de justicia, no es posible predecir el resultado del contencioso planteado por Bolivia contra Chile, pero lo que sí se puede afirmar con absoluta certeza es que tanto para Bolivia como para Chile, también para Perú y acaso para todos los países de América, encontrar el modo de sacar de su tragedia a Bolivia y al pueblo boliviano es un imperativo al que todos estamos obligados.

miércoles, 1 de abril de 2015

679. EN ALEMANIA TAMBIÉN CUECEN HABAS

Aún espantado  por la tragedia del avión Airbus A320 de la compañía Germanwing, filial de Lufthansa,  en su vuelo BarcelonaDüsseldorf, el 24 de marzo, al igual que muchas personas en España, respiré con alivio al saber que la compañía y su tripulación eran alemanes y que,   aunque lo sentía  mucho,  responsabilidad del drama, correspondía a Alemania y a los alemanes.

Por supuesto, en los primeros momentos, como todo el mundo, pensé en un fallo indetectable en alguna parte del  avión, nunca en un error humano  y menos todavía en un mal mantenimiento de la aeronave.  Claro que, me dije entonces, ¿qué hubieran pensado millones de alemanes,  y qué hubieran publicado sus periódicos o qué comisiones de investigación, porque había víctimas alemanas,  hubiera reclamado la poderosa Canciller de Alemania, si  el Airbus A320 hubiera sido de Iberia Express, filial de Iberia?

Más tarde, cuando se ha sabido  que el causante de la muerte de las 150 personas había un joven copiloto alemán,  con muy pocas horas de vuelo, enfermo y no controlado por los servicios médicos y de seguridad de Lufthansa, me he preguntado también: ¿Qué hubieran pensado los alemanes si este pobre chico se hubiera llamado López? ¿Qué hubieran publicado los medios alemanes si los psicólogos y los médicos que habían tratado a lo largo de los años al copiloto López hubieran sido españoles? ¿Qué reclamaciones hubiera hecho el gobierno alemán al español por el nulo control de los organismos españoles sobre la autorización para volar que habrían concedido al Señor López?

Por  supuesto, en los medios de comunicación alemanes se habla de la corrupción que hay en España y tienen razón al criticarla  pero, me pregunto: ¿Estarán los alemanes orgullosos de que una de las empresas ejemplo de corrupción sea alemana? ¿Les alegraría que en España se publicasen todos los días los millones de euros que esa empresa ha  pagado en  todo el mundo  para comprar voluntades? Y ¿sería justo que los españoles pensásemos que todos los alemanes con corruptos?

Es evidente que el España algunas veces somos extremistas y los alemanes y sus medios de comunicación se alarman por el ascenso de los “comunistas” de Podemos, pero,  ¿qué pensarían los alemanes y qué dirían sus  medios de comunicación  si en España, casi todos los días, aparecieran noticias sobre el crecimiento constante de muy peligrosos movimientos neonazis en toda Alemania?

Es evidente que los alemanes y sus medios de comunicación de quejan, con razón,  de lo manirrotos que han sido los gobiernos del sur de Europa y del desastre de Grecia, pero; ¿Qué dirían los alemanes y sus medios de comunicación si en los periódicos y en las televisiones  españolas, francesas,  irlandesas, portuguesas y  griegas, todos los días se recordase cómo gestionaron ellos su economía en los años 30,  que  Hitler llego al poder ganando las elecciones y que Alemania salió adelante gracias a  que el resto de los europeos les perdonaron las deudas por  los daños que habían causado durante la guerra,  y a la  ingente ayuda  de los norteamericanos?


Pues bien, aunque pueda perecer lo contrario, me gusta Alemania, me gustan los alemanes y creo firmemente  que  ellos y su país  tienen muchas virtudes, pero la verdad es que los ciudadanos y los medios de comunicación alemanes deberían pensar un  poquito y  recordarse  a sí mismos, por el bien de todos,   que  también en Alemania cuecen habas.