jueves, 17 de marzo de 2016

723. EL LÍDER DE PODEMOS SABE DE PURGAR Y YA LO ESTÁ HACIENDO

La verdad es que me ha sorprendido que lo haya hecho  tan pronto; me hay sorprendido  que Pablo Iglesias, el líder de Podemos, no haya  esperado a llegar al gobierno para comenzar las purgas. En muy pocos días ha expulsado de los puestos de responsabilidad de su partido a un buen número de disidentes y, sin duda, lo seguirá haciendo.

El líder comunista, universitario de pro,  está estudiado, conoce la historia y sabe qué  hacer para  conseguir el  poder y mantenerse al frente: está en los libros, para eliminar la disidencia,  hay que ser firme ser  y aplicar la purga.

Purgar es eliminar la disidencia, generar pánico y   asegurar  absoluta  obediencia. Nadie puede ser un obstáculo, nadie puede oponerse, nadie puede discrepar y si alguien lo hace, se le purga. La purga, al principio es destituir  del cargo, más tarde  desterrar al  exilio y, finalmente, matar a quien piensa diferente.

El maestro de las purgas,   José Stalin, comenzando por  Trotsky, purgó a miles de comunistas, a unos los mató y a otros  los  desterró en Siberia.  Bien es verdad que los muertos y desterrados no comunistas fueron no miles  sino  millones.

Por supuesto Mao o Pol Pot, en China y en Camboya dejaron cortos los logros del maestro ruso de  las purgas.

En Cuba, el  bondadoso anciano que es hoy  Fidel Castro,  probablemente sin mala  intención, usó la purga,   primero con  Camilo Cienfuegos,  más tarde  con Arnaldo Ochoa  y no se olvidó   de su antiguo  amigo   Gutiérrez Menoyo.  Por supuesto, en su bondad revolucionaria, el líder comunista ha encarcelado y expulsado  sacado de su país  a cientos de miles de cubanos.

Ahora,  en  Venezuela, Nicolás  Maduro, el amigo de Podemos, para  quitarse problemas, además de  perseguir  y encarcelar  a los opositores, por si acaso,  purga con fiereza a los que fueron seguidores del caudillo Chavez.

Decía al comienzo de esta entrada que me ha sorprendido lo pronto que ha comenzado Pablo Iglesias, el líder de Podemos, a aplicar la purga y, realmente me da miedo. Todos sus antecesores comunistas esperaron  más tiempo para purgar a quienes les ayudaron a subir y luego, imprudentemente, disintieron.


A quienes,  por ahora, son  fieles a Pablo Iglesias,  solo les puede  salvar de ser purgados que quienes detestamos  ver a los comunistas gobernar España, antes de que lleguen al poder, también por nuestro bien, no les dejemos.

domingo, 6 de marzo de 2016

722. AYER, SE CASARON ROCÍO Y JORGE, MIS SOBRINOS

Solo  para sentir la fuerza del amor y la continuidad de la vida,  aun sin invitación, vale  la pena asistir a la celebración de una boda. En el presbiterio de una iglesia, en  la sala de un juzgado, o ante  el altar  de  las bodas celtas, cuando, antes de recibir la bendición del  oficiante, sacerdote,  juez de  paz  o madre  druida,  los  novios se miran al darse el sí, siempre se desprende de ellos un resplandor del amor que llena el espacio y penetra en los corazones de quienes asisten a la boda.

Y, cuando, como ayer, quienes celebran su matrimonio,  quienes se casan, son miembros de la familia, la intensidad de sus sentimientos, estalla en el corazón y llena el alma de  quienes les queremos.

Ayer, en la boda de Rocío y  de Jorge, mis sobrinos, al  calor de  una boda grande, con  la  iglesia iluminada, los  ritos  de siempre,  trajes  de ceremonia,  los rostros emocionados y los oídos alerta, resonaron  sus palabras de compromiso eterno.

Ayer, en la boda de Jorge y Rocío, los novios, con su felicidad, más allá de lo solemne y de lo festivo, me regalaron, nos regalaron a todos,  el  sentir de  su  amor, el inmenso regalo de Dios que es  vida y prolongación de la vida.

Rocío y Jorge,  felices y enamorados, ayer comenzasteis  vuestra  vida de casados, por ello, con todos los vuestros,  pido a Dios  y os deseo de corazón que  lo que  ahora sentís  sea la   llama  que alimente una gran  hoguera de amor en la que viváis por  siempre. 

jueves, 3 de marzo de 2016

721. DEL DEBATE DE INVESTIDURA, ALGUNAS CONCLUSIONES

Durante el día de ayer, he escuchado, sin asombro, hablar en el Congreso de los Diputados, a los líderes de los cuatro grandes partidos españoles y a los de unos cuantos de los que representan a otros minoritarios, en el Debate de Investidura para el nombramiento de un nuevo  Presidente del Gobierno de España.
Obviando, aunque sea relevante para el futuro, para cuando tengamos un nuevo gobierno, no comento ahora las aportaciones de los partidos menores y me centro en las conclusiones que he sacado, luego de pensar bastante,  de las  intervenciones de los representantes del Partido Socialista, Sr. Sánchez, del Partido Popular, Sr. Rajoy, de Podemos, Sr. Iglesias y de Ciudadanos, Sr. Rivera. Son las siguientes:

Primera conclusión:
Hay tres partidos, Partido Popular, Partido Socialista y Ciudadanos, que piensan, dicen y ofrecen a los españoles  aproximadamente lo mismo: una sociedad abierta y plural, que vive y se desarrolla  en una economía de mercado, en un estado del bienestar, con enfoques más o menos socialdemócratas, en un entorno de amplia libertad y respeto a los valores que inspiran y  han inspirado tradicionalmente a la Unión Europea.
Entre los tres partidos tienen 253 escaños de los 350 que hay, en total en el Congreso; pero  ninguno de los tres, por sí solo, alcanza los 176  necesarios para formar gobierno. Lo normal sería, si están tan próximos, que pactasen entre ellos y se terminase con la situación de interinidad que tenemos desde el 20 de diciembre del año pasado. 
Hay otro partido, Podemos, que salido de la Universidad, se nota mucho, tiene 69 escaños y  responde a las  expectativas de los partidos  comunistas que aspiraron,  llegaron al poder  y fracasaron, en la Europa del siglo XX, y reflejan los valores, aspiraciones y modos de hacer de Fidel Castro durante cincuenta años,  han arruinado Venezuela en pocos años y lo han intentado, aunque de milagro, no lo han  conseguido en Grecia.
Este partido, ni con los votos de todos los minoritarios (algunos de estos jamás les apoyarían) puede  aspirar a formar gobierno. Ahora bien, Podemos ha irrumpido en la política española arrebatando la bandera de la Izquierda al  Partido Socialista y, desde una posición radical, trata de alcanzar el poder de la mano de este partido, entrar con los socialistas en el gobierno,  comérselos primero e instaurar más tarde un régimen comunista, de corte  populista similar al venezolano.
En conclusión: En principio es que,  si  los españoles  queremos tener gobierno y no queremos un populismo americano,  o un comunismo soviético, la única solución es que el Partido Popular y el Partido Socialista con o sin Ciudadanos por medio, pacten y entre los dos nos gobiernen en una Gran Coalición.

Segunda conclusión:
Sin lugar a dudas, con o sin razones fundadas, entre los líderes del Partido Socialista y del Partido Popular existe una animadversión que, siendo  cómica, por sus consecuencias, es dramática: ni uno ni otro están dispuestos a pactar entre ellos para dar paso a un gobierno que desarrolle el  programa que requiere la difícil situación de España, anteponiendo sus fobias al interés común.
El único líder político que parece, por sus palabras y su conducta en el Congreso de los Diputados, es el de Ciudadanos, el Sr. Rivera que se ha constituido en puente entre socialistas y populares y es, en mayor o menor grado,  respetado por ambos partidos y, sobre todo, por los votantes de ambos partidos.
El líder del Podemos, pescando en el rio revuelto, ya sin tapujo  alguno, trata de aprovechar la situación para llegar al poder o, al menos, expulsar al Partido Socialista de la escena política  española de hoy y hacerlo para siempre. Además, está tratando de conseguir y lo está consiguiendo, dividir a la sociedad española en dos bloques antagónicos, uno azul y otro rojo, para lograr, ochenta años después, que nos odiemos y matemos mutuamente como tantas veces lo hemos hecho en el pasado.
Parece muy claro que la mayor parte de la sociedad española desea un futuro de progreso, sin sobresaltos, que permita, en paz, mantener y hacer crecer el bienestar de los españoles y rechaza el enfrentamiento radical entre unos y otros.
Conclusión: En la situación actual, si los demás no llegan a un acuerdo, que parece muy difícil, solo puede progresar el populismo de Podemos.

Conclusión final:
Si  ahora no es posible que los señores Sánchez y Rajoy, con razón o sin  ella,  pueden ponerse de acuerdo, entiendo que lo razonable, aunque sea muy difícil, sería que socialistas y populares llegaran a uno de estos pactos:
·       Que gobierne ya  el Sr. Rivera con ministros populares y socialistas
·       Que desaparezcan los señores Rajoy y Sánchez y sus sucesores se pongan de acuerdo para que uno de ellos o un tercero, acaso Rivera, gobiernen juntos  durante un tiempo
·       Que el Rey proponga a los partidos y estos acepten, un presidente independiente que elija ministros también in dependientes.

Y, en mi opinión, porque además existe la casi certeza de que en unas nuevas elecciones  los resultados serían muy similares a los actuales, me pregunto, ¿por qué no llegar ahora a uno de esos pactos y terminar con la situación actual?