martes, 28 de junio de 2016

736. DEL BREXIT COMO OPORTUNIDAD



Pues sí, los ciudadanos del Reino Unido han votado a favor de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea y, como es normal, además de disgustarme mucho, creo que la nueva situación obliga, nos obliga al resto de los europeos a reflexionar, con rigor y rapidez, para transformar la crisis en una nueva oportunidad.

Por ello, tras unos días de estupor  y acaso animado por  el retorno al sentido común que hemos mostrado los españoles en las elecciones del pasado domingo, comparto con mis amigos algunas ideas que comienzan a tomar forma y golpear en mi pensamiento.

En primero lugar, pienso que si hay un 52%  de electores  británicos que han dicho No a seguir en la Unión Europea, aunque  haya algunos, no sabemos cuántos, que ya  se han arrepentido,  más nos vale, aunque sintamos aprecio por ellos,  hacer que se marchen del todo y que lo hagan rápido, para que dejen de interferir en la construcción de un mejor modelo de Unión que genere nuevas ilusiones entre los ciudadanos europeos y elimine las no pocas dudas que todos tenemos sobre la eficiencia actual y la oferta de futuro que se nos ofrece  hoy desde Bruselas y Estrasburgo.

Pienso que estamos en un buen momento para avanzar en la unión bancaria, en la unión fiscal, en la monetaria  y, sobre todo, en la unión política. Y, realmente no es tan difícil: una parte, la más importante de la nueva legislación que aprueban, desde hace años, los parlamentos de los países de la Unión es mera transcripción de directivas emanadas de Bruselas, por ello,  va siendo hora de que el Parlamento Europeo sea el auténtico Poder Legislativo y que la Comisión Europea, de facto un legislativo, dé paso a un Poder Ejecutivo elegido por sufragio universal y, no hablo del Poder Judicial porque ya existen el Tribunal de Justicia de la Unión Europea  de Luxemburgo y, para darnos a veces buenos disgustos,  el  de Derechos Humanos de Estrasburgo.

Va siendo tiempo de que las Elecciones Europeas dejen de ser un  medio de los ciudadanos europeos para juzgar los comportamientos  de  sus gobiernos nacionales y  se conviertan en el instrumento  de todos para controlar al Ejecutivo que, en un Estado federal, manejará las Relaciones Internacionales,  las Fuerzas Armadas y las grandes políticas de la Unión.

Es evidente que si profundizamos en la Unión la haremos más fuerte  y menos frágil, quedará  a salvo de los populistas de derechas e izquierdas que, como  lo hicieron sus abuelos,  pueden matar  nuevamente la paz  que tenemos en Europa desde  1945.

Por todo ello, en mi opinión, el Brexit  puede y debe ser no una desgracia sino un buen regalo, el regalo, el  gran regalo de darlos la  oportunidad, la  gran oportunidad se ser más  Europa y más europeos.

Lamento mucho que los viejos campesinos ingleses, a su manera cultos, bien informados y, acaso con sus buenas  razones, justificado  orgullo y una pizca  de xenofobia,  hayan decidido que sus jóvenes se olviden  de participar en la creación del futuro de Europa, que en  la Unión Europea el inglés no sea lengua oficial y que los jóvenes europeos dejen de admirar la calidad del pensamiento y el buen hacer de las élites británicas; pero el futuro no está escrito y, pasados los años, quizá, los ingleses,  más pobres y  aún más pueblerinos que hoy, tengan que llamar a la puerta de los continentales para volver a ser europeos; mientras tanto, no hay que perder ni un minuto en pensando en ellos.

lunes, 13 de junio de 2016

735. EL BREXIT, SI TIENE ÉXITO, ES UN GRAN DRAMA PARA TODA EUROPA




Quizá porque nuestra fe en Europa es  casi absoluta y acaso también   porque estamos embebidos en la  espera de  unas elecciones  que, de una manera u otra, deben poner  fin a la incertidumbre política, los españoles,  a distancia  y sin preocupación, asistimos  como invitados de piedra, a los prolegómenos del referéndum que,  el  día 23 de  este mes,  se celebrará en el Reino Unido para decidir su permanencia o su salida de la Unión Europea.

Gran Bretaña es  aproximadamente el 20%   la economía y de la población  europea, más o menos lo que Cataluña  representa en  España, es decir, una parte muy importante de nuestras  fortalezas  y, sobre todo, de nuestra capacidad y de nuestro potencial para afrontar el futuro en el entorno de una  economía globalizada. Por ello, sin duda alguna, la sola posibilidad de que se produzca  el Brexit   tendría que tenernos con el alma en vilo.

Pero, aún siendo esos aspectos  de la permanencia del Reino Unido tan importantes   para Europa (y para nosotros),  mucho mayor es la relevancia de la  presencia  británica en los marcos  sociológicos y políticos  de la configuración actual  y futura de la Unión Europea y , como consecuencia,  de la convivencia entre las naciones y entre los ciudadanos de las naciones europeas.

En momentos  tan difíciles  como el que ahora vive Europa,   debemos recordar  que la CEE, el Mercado Común como precedentes y   la  actual  Unión Europea, han sido el gran instrumento  que nuestros líderes descubrieron,  crearon y  desarrollaron   con éxito,  para evitar, después de  que sufriéramos   dos guerras en el siglo XX,   nuevas  matanzas entre europeos.

Y, no solo eso, aunque la mayor parte de quienes vivimos en este continente no lo recordemos,   solo a partir  de  los años sesenta  en los países occidentales  y  de  ahora mismo en los orientales ,  gracias a  la existencia de la Unión Europea,  hemos   podido superar, con gran éxito,  el autoritarismo,  la pobreza endémica , las  constantes  tensiones sociales, el mayor de los fanatismos  y  la inmensa  violencia crónica de  nuestras sociedades.

Sin embargo, cuando la situación global de  Europa se está deteriorando, cuando las circunstancias  en que vivimos se asemejan cada día un poco más a las que,  en los años treinta del  Siglo XX,   nos llevaron a la guerra civil en España  y  a la mundial  en Europa, a los males que nos acechan se ha sumado la locura de poner en riesgo la Unión Europea.

Hoy, cuando asistimos al retorno del fascismo, disfrazado de populismo de derechas y de izquierdas, cuando  los valores de la democracia son puestos el duda, cuando  el sistema de libre mercado  y la propia  existencia de la Unión Europea son cuestionados por los líderes fascistas europeos,  Gran Bretaña, que en el pasado ha  sido la  barrera frente al  totalitarismo y la gran defensora de la democracia, por obra de la mezquindad de un grupo de políticos ingleses, sí, solo ingleses, se dispone ahora a decidir si quiere seguir cumpliendo su gran papel en Europa o si quiere, con su salida de la Unión, poner en riesgo cierto el progreso y  el mantenimiento de la paz, sí, de  la paz, en Europa y también, con seguridad, en Gran Bretaña.

Europa, es cierto, tiene enormes  problemas, pertenecer a la Unión tiene muchos inconvenientes, pero si, comenzando por  el Reino Unido, comienzan a abandonarla  otras naciones, con altísima probabilidad, Europa  habrá  entrado en el mismo camino que, tantas veces en el pasado, nos ha llevado a  vivir en el infierno.

Nota:
Ahora mismo me preocupa  y me espanta que la extrema izquierda gane las elecciones de junio y  gobierne en España,  pero de un mal gobierno, aunque sea costoso,  se sale. Ahora bien, si los británicos  salen  de  la Unión Europea  no creo que  ese mal pueda repararse.

martes, 7 de junio de 2016

734. ¿SALES A JUGAR?, EL NUEVO LIBRO DE MARÍA PASCUAL



De cuanto he visto este año, y  he visto mucho, en  la Feria del Libro de Madrid he encontrado algo que ha superado todas mis expectativas, es  ¿Sales a jugar?,  el nuevo libro de la  gran ilustradora María Pascual, en una cuidadísima edición de editado  Narval.

Y, al ser ¿Sales a jugar?, aunque algo más, sobre todo, ilustración, incluyo a continuación las direcciones de  cuatro páginas en las que se puede ver lo que es este libro y  algunas notas sobre su autora, María Pascual.