jueves, 27 de junio de 2019

804. ANIVERSARIO



La sombra de la tarde y el sombrero panamá orientan y protegen mi paseo.  Tengo que caminar, lo dice el médico, me cuesta hacerlo, lo hago y no pienso.

En mi mano derecha el bastón, golpeando el suelo, me marca los pasos. En la mano izquierda, desde la correa, siento moverse a mi perra, lo hace despacio y con esfuerzo.

Ahora el bastón se queda quieto, es para limar peso al cansancio, lo sé y lo entiendo. La perra abre la boca, huele alrededor, dobla las patas, se tumba y descansa. Siento los ojos húmedos y la boca me sabe a lágrimas, mi alma se ha hecho oscurecer.

¡Vamos, levanta del suelo, camina…! La perra y el bastón arrastran la tarde sobre este camino tantas y tantas veces compartido.

Y sí, de pronto, por sorpresa, con alegría, como es ella, ahora, en la tarde,  mi mujer  camina  conmigo; mi brazo se goza con el tacto de su brazo, su cadera roza mi cadera, mis piernas sienten sus piernas,  apoyada su cabeza al ladito de mi hombro…me llena su perfume, su presencia calienta mi corazón, penetra mi pensamiento y llena mi alma;  no habla, lo dice todo sin necesitar palabras.

Ha sido un largo y precioso instante que se ha ido. Siento a la perra tumbada en el suelo y,  con el cuerpo apoyado en el bastón,  levanto la mirada: comienza a oscurecer y  solo huele a verano…

¿Será porque la perra es mayor y se acaba, será porque caminar me cansa, será porque el tiempo pasa, será porque la tristeza me acompaña?  No sé cómo lo ha hecho, ¡es tan difícil saberlo!, pero ella ha venido para hacerme el inmenso regalo de estar conmigo y alegrarme esta tarde y esta noche de añoranza.

lunes, 17 de junio de 2019

803. DICE EL PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS QUE LOS IRANÍES SON MUY, MUY MALOS…



En estos días, estimulados por Donald Trump,  su presidente,  los medios de comunicación  norteamericanos, nos dicen que Irán y los iraníes han atacado a varios petroleros, ninguno con bandera norteamericana, que navegaban tranquilamente por  el Golgo Pérsico. Esto puede ser causa de una nueva guerra en favor de la libertad, que declaren los muy decentes y democráticos americanos  al teocrático  y muy indecente Iran.

La verdad es que, de entrada me surgen las dudas, y ello acaso porque  de niño y de joven tuve la firme creencia de que el presidente William, McKinley, en 1898 había  justificado su  canallesca declaración de guerra, con posterior victoria, a España, hundiendo el Maine, un obsoleto acorazado lleno de tripulantes de raza negra, y acusando falsamente  a los españoles por lo que los propios norteamericanos habían hecho.

Más tarde, ya mayor, mi perspectiva cambió, dejé de considerar a los Estados Unidos como un país “desagradecido” (España contribuyo  eficazmente a su independencia), “asesino y mentiroso” (mataron a sus propios marineros y nosotros no hundimos el Maine),  “imperialista y canalla” (atacando y matando  a los pobres y santos  comunistas en Vietnam), y me convencía de que Estados Unidos era un gran país, lleno de gentes estupendas, que había salvado a  los europeos de Hitler y nos han protegido durante décadas del comunismo…además, sus empresas son estupendas y yo he trabajado en algunas de ellas, siempre con satisfacción y reconocimiento.

Incluso, cuando George W. Bush  justificó la guerra contra Saddam Husein en las armas de destrucción masiva que poseía Irak y eran una amenaza contra el mundo civilizado, yo, tonto de mí, me lo creí; y digo tonto porque las terroríficas armas de destrucción masiva solo estuvieron en la boca del presidente norteamericano y en las páginas o en las pantallas de sus medios de comunicación…cuyos editores resultaron ser igual de indecentes y metirosos que en 1897 y 1898 lo fueron William Randolph y Joseph Pulitzer, cuando atacaron injustificada, falsa e interesadamente a España.

Pues bien, ahora aún me debato en la duda, cuando veo al presidente norteamericano Donald Trump acusar a la teocracia iraní de atacar a petroleros que navegan por el Golfo Pérsico no puedo evitar que me entre una gran duda ycon gran tristeza, pienso que quizá va a resultar falso lo que he pensado siendo adulto y  era verdad lo que me dijeron y yo creí, cuando era niño: los norteamericanos,  bueno hay excepciones, con su presidente a la cabeza,  son mala gente y un peligro para la humanidad  y, como cuando  en 1898  robaron Cuba, Puerto Rico y Filipinas a España, ahora, en 2019 quieren  arrebatar y quedarse con algo muy valioso que ellos ansían y  hoy todavía es de  Iran…¡ojala me equivoque y tenga que rectificar! 


Y no, no tendré  que rectificar, el Presidente Trump, Randolph y Pulitzer son los Estados Unidos de Norteamérica y, efectivamente, paradigma de todo lo que yo puedo detestar e incluso odiar.

Y no, no tengo que rectificar, las ciudades, las empresas, las universidades, el cine, la literatura, el inconformismo, la generosidad, son también  los Estados Unidos de Norteamérica y  son paradigma de todo lo que yo puedo admirar e incluso amar.

Los Estados Unidos de Norteamérica son, desde hace un siglo, el imperio que domina el mundo y, es un imperio porque tiene no solo las dos caras de mi paradigma, tiene dentro de sí toda la gama, entre lo más detestable y lo del todo perfecto, de lo que ser puede ser siendo humano.

Por ello, detestando cuanto tienen de malo digo, con la misma  absoluta convicción con que lo dicen los norteamericanos,  God Bless America, Dios bendiga a los Estados Unidos