A mí, como a casi todas
las personas mayores, me gustan los niños y, de entre todos los niños, a los
que más quiero, como es natural, es a mis nietos.
Los nietos son el gran
fruto del amor y son la prolongación de la vida, al pensar en ellos, al verlos,
al estar con ellos, al tocarlos, al sentirlos cerca, el alma se esponja y, de
alguna manera, te sientes pleno.
Los nietos, es verdad,
manejan a los abuelos, lo se bien y no me importa, sientes lo que ellos quieren
que sientas, haces lo que ellos quieren que hagas y te alegra.
Por eso, hoy ha sido un
día especial y muy lleno: he estado en la escuelita de Olivia para contar un
cuento, como cuentan los cuentos los abuelos a los nietos. Ella, Olivia, tiene
tres años, es pícara, osada, simpática, alta y morena, desafía a su madre y su
voluntad es de hierro, cuando me ve se ríe, hace un gesto, me mira y unas veces
viene a darme un beso y otras sale, para llamar mi atención, corriendo. Pues
bien ella, porque lo han hablado en la clase, se ha pasado varios días pidiendo
a su madre que el abuelo fuera hoy a verla a la escuelita y que contase un
cuento; yo hoy tenía un día muy ocupado
pero era imposible no ir a contar el cuento.
No se si doce, quince o
veinte niños, ¡son tan pequeños!, Juan, Paula, Clara, Alejandra, Laura, Héctor...sentados
en el suelo, Olivia mirando a todos, pegadita a su abuelo, ¡presumiendo!
¿El cuento?, No
importa, los niños escuchan el tono de voz, sienten el afecto y en sus cabecitas,
digas lo que digas, disfrutan porque un abuelo les está contando, a ellos y
solo a ellos, un cuento.
A lo largo de mi vida
he hablado en muchos lugares, en aulas
universitarias, en salas de reuniones, en despachos, al aire libre, en estudios
de radio, en televisión e incluso en templos, pero nunca, había hablado en una
escuelita a niños de tres años, contando un cuento; y, la verdad es que lo que he
sentido hoy, con Olivia apoyada en mí cuerpo, viendo disfrutar a los niños, ha
sido, además de nuevo, lo más hermoso.
Gracias Olivia, hoy has
hecho un precioso regalo a tu abuelo.