Ayer, 10 de noviembre,
en la Biblioteca Francisco Umbral de Majadahonda, tuvo lugar la presentación de
mi último libro, Escrito en la pandemia.
Y, aunque pueda parecer extraño, el cariño de Josemari Mazarrasa que hizo la presentación, y el de las personas que nos acompañaron en el acto, justifican más que suficiente el tiempo y la dedicación que he empleado en escribir mi relato sobre lo que he visto, escuchado y, sobre todo, sentido, durante los largos meses, de marzo de 2020 a junio de 2021, de la terrible pandemia que se ha llevado, solo en España, más de 120.000 vidas, ha dejado una crisis económica sin precedentes y, esto es lo peor, nos ha sumido en un mar de incertidumbres del que nadie sabe cómo podemos salir.
El libro, es verdad, como bien explicó Josemari Mazarrasa, tiene algo de biografía, un poco de reflexión, cierta crítica al gobierno, bastante tristeza y, gracias a Dios, un atisbo de esperanza, todo ante el futuro incierto que anuncia el mundo nuevo y desconocido que estamos descubriendo al comenzar este siglo XXI.
Pero también, Escrito en la pandemia es, o trata de ser, un relato sobre lo que ha sido, desde la perspectiva de su autor, la vida diaria en los largos y difíciles meses que ha durado lo peor de la pandemia; y esto, porque puede ayudar a que no se pierda del todo el recuerdo de la primer a gran tragedia de este siglo, es su gran virtud.
Y sin más, con mi agradecimiento a todos los amigos que asistieron conmigo a su presentación, termino la reseña de lo que ha sido para mí la inmensa satisfacción de haber dado vida a Escrito en la pandemia.
Nota
Escrito en la pandemia está editado y se
encuentra, junto al resto de mis libros, en Amazon.