miércoles, 29 de enero de 2014

524. LUGARES ASOMBROSOS Y POCO CONOCIDOS DE LA HERMOSA ESPAÑA

A la izquierda de la carretera, con  el Ocejón nevado al fondo, en un gran campo  de cereales  hay un gran agujero casi circular  con un diámetro superior a  cuarenta metros y  una profundidad  de al menos  siete metros, es  en realidad  una torca de yeso, en cuyo fondo  está   el cuerpo muerto  de un jabalí.


Ver en el  campo  un gran agujero, de 
esos que siempre pensamos  que se encuentran  a grandes distancias en el extranjero, es la primera  sorpresa de las muchas sorpresas  que nos regaló  Javier  en la preciosa  excursión  que  hice con tres de mis   cuñados,   Javier, Juan Manuel y  Gonzalo, el  domingo pasado por tierras de Guadalajara y Soria.



Un poco más allá, sin  tiempo apenas  para  reponernos de la  sorpresa, llegamos a  la  gran fábrica de muelas romanas talladas en esquisto donde  todavía se pueden ver, casi cortadas en las rocas, las muchas muelas que se dejaron allí cuando alguien, hace muchos siglos, dio la orden de abandonar la fábrica.

Avanzamos  unos kilómetros  hasta llegar a  Cogolludo, una ciudad del siglo XI,  que  conserva las ruinas de su castillo,  para desayunar  despacio  en la  plaza que asombra por las  muchas  y hermosas columnas de  los soportales y  la gran  fachada del Palacio de los Duques de Medinaceli.

Casi sin darnos cuenta, pasado un rato  estábamos entre  descuidadas ruinas, mirando  las algas rojas con caroteno en las  aguas salinas   de  lo que fue  quizá  un depósito de sal en  la gran mina de plata Santa Teresa en  Hiendelaencina.

Mientras paseamos las ruinas del antiguo   complejo minero fuimos descubriendo, de boca de Javier, lo que fue   desde la independencia de América hasta  comienzos del siglo XX, este  hoy pequeño pueblo  donde   sus  cerca de veinte mil habitantes  sacaron el mineral de la tierra  y  lo  trasformaron   en lingotes,   suficientes y de sobra para acuñar  las monedas que salieron en aquel tiempo de las cecas de España.

Más tarde,  paseamos  las tristes ruinas  de  la planta arquemetalúrgica  de plata La Constante, hablamos largo sobre el dolor y  la sangre que,  en Potosí  en Hiendelaencina y en todas partes,  ha acompañado siempre  la extracción y el tratamiento de  la plata.

¿No sería hermoso ver en una gran  pantalla alguna historia real de las muchas que existen  sobre la gran aventura e ingente drama que fue el Cerro Rico en  Potosí?

Entre alegres por haberlo visto y desolados por lo  nada  que queda de los tiempos de plata de Hiendelaencina, luego de ver los  carbones y troncos fósiles en la facies de Utrillas,  en la base del castillo de Atienza, paseamos  una bonita y cuidada ciudad que  no llegando  a  quinientos habitantes    vive   de  haber sido durante muchos siglos  enclave estratégico en una complicada  frontera entre  varios reinos de España.

Luego de la comida  castellana con manjares y  vino de la tierra, sin prisa, en Carrascosa pudimos ver, antes de  visitar el castillo romano, colocado en una fachada, un dintel romano seguramente robado en Tiermes,  lugar  éste que ya era importante antes de la destrucción de Numancia.

Pensaba yo que  habíamos  visto todo lo que se puede ver en un día bien aprovechado. Pero no, aún quedaba algo: Las encinas centenarias de Velderromán, el Castillo y la ermita de Caracena nos estaban esperando.



No añadiré nada, las  fotografías son suficiente para despedir un día en el que luego de salir a  oscuras de Caracena  y tomando café en Ayllón,  regresamos a casa para disfrutar contando cuanto había disfrutado paseando con mis cuñados por lugares  asombrosos  y poco conocidos de  la hermosa España.
 

 




sábado, 25 de enero de 2014

523. ¿HAY QUE DAR DINERO PARA LOS POBRES DE ÁFRICA?

Hace algunos días recibí unas bonitas fotografías de ciudades africanas en las que se refleja la belleza y el progreso del continente negro. Luego venía  añadido  un  comentario  señalando el   gran  abuso   de  los ricos africanos  que  disfrutan de  sus muchos dineros  mientras somos  los europeos  y los norteamericanos  quienes   ponemos  nuestros ahorros para que  los pobres de  África puedan  mal comer.

 

Hoy he dedicado un rato a navegar en la red  y   me he  asombrado al contemplar la belleza de  las ciudades, el trazado de las calles,  los magníficos edificios y  las imágenes de los hoteles de lugares como Luanda, Maputo, Kunasi, Jartún, Antananarivo,  Kinsasa, Accra, Duala, Ibadan, Conakry, Kano, Lomé, Ekuruleni, Bamaco, Abyyan,  Uagadugu  y Yaunde,  que son todas  ellas  ciudades con muchos habitantes  y  buenos hoteles.


Luego, pensando que acaso el comentario de quién me había enviado las fotografías acaso pudiera estar justificado, me he dado un paseo por las cifras de población y el PIB de las naciones de África.

 

Como los  datos son de fácil acceso solo media docena de números: El PIB per cápita de Estados Unidos es de 54. 600 dólares, el de España 30.750, el de la riquísima  en petróleo Guinea Ecuatorial llega a los 25.000, le sigue  Gabón con 17.600; luego viene la más normal Namibia que alcanza los 7.700 y poco a poco las cifras van descendiendo hasta los 3.300 de Ghana, los 2.000 de Chad, 950 de de Madagascar y los 360 de la República Democrática del Congo.

 

Evidentemente en estos todos los países de África hay ricos y hasta gente muy rica y el PIB per cápita solo quiere decir que si se divide todo el PIB del país entre el número de habitantes resultaría daría como resultado lo que a cada ciudadano le correspondería del total de su nación. Así pues, seguro que hay africanos que tienen un PIB  mucho mayor que  el PIB per cápita de los españoles  e incluso que el de los  norteamericanos.

 

Pero, también es evidente que el PIB de cada país y su PIB per cápita  nos dicen que lo que hay es lo que hay.  Y resulta, con los datos en la mano,  que por mucho que hagan  los ricos africanos para incrementar la riqueza de sus países  y mejorar el nivel de sus compatriotas, hoy por hoy,  aún contando con la  ayuda externa de organismos internacionales, de gobiernos de otros continentes y el apoyo de   ciudadanos generosos del mundo entero,  es seguro que en África, aunque  haya buenas ciudades y   gente que viva bien, salvo un milagro imposible,  el hambre, las enfermedades, la falta de educación y la gran pobreza seguirán, hoy por hoy, campando, por sus respetos.

 

En resumen: sí hay que dar dinero para los pobres de África.

 

Notas:  

  • Otra cosa es que   los africanos tengan  que  reducir su nivel de corrupción y, por el momento los  europeos  y los norteamericanos  deban  tener mucho cuidado para que las ayudas del exterior lleguen a los pobres  y no  pasen a engordar el patrimonio de  gentes sin escrúpulos.
  • El monumento incluido  en esta entrada se encuentra en la ciudad de Accra, en Ghanna

jueves, 23 de enero de 2014

522. DE LA MUY MALA COSTUMBRE DE DECIR MENTIRAS

El día 17 de diciembre publiqué en este blog una entrada  en la que recogía el texto que en esa fecha había remitido a  Atención al Ciudadano del Ayuntamiento de Majadahonda y ayer, 22 de enero, recibí una  respuesta que por su calidad e indudable interés pongo en conocimiento de mis lectores y  que en sus párrafos más relevantes dice así:

“…Respondiendo a su consulta le informo que el motivo del retraso en la apertura del parque, hasta el 20 de diciembre, se debió única y exclusivamente a la necesidad de garantizar la consolidación de los elementos vegetales, y evitar así ser estropeados antes de su crecimiento. Como sabe, se colocaron unos carteles informativos a lo largo del parque indicando las razones de su vallado. Un saludo…”

Hasta que llegué a  la cuarta línea del texto todo me pareció muy razonable. Sin embargo, las dos palabras  que he marcado en verde son una insidia  y la frase que sigue, marcada  en rojo, una enorme mentira ya que los mencionados carteles nunca fueron  colocados en las vallas.

Es una lástima que la costumbre de mentir que tienen nuestros políticos, ellas también,  les lleve a faltar a la verdad hasta el extremo de “soltar”, sin necesidad alguna, mentiras que hacen  imposible dar crédito a  las  verdades que, sin duda alguna, a veces dicen.

Dado que el correo que he recibido carece de  firma, entiendo que su redacción es responsabilidad de la Jefe de Prensa del Ayuntamiento, Dª Montse Velázquez García y de la Concejal de Participación Ciudadana, Comunicación y Urbanizaciones, Dª  Laura Nistal Marcos.

Ambas, según se desprende de la web municipal, son periodistas, sujetas por tanto a un código ético, y  miembros destacados del Partido Popular que  perciben retribuciones, la primera de 40.954,27€ y la segunda de  62.493 euros anuales.
Cuando  en  muchos hogares de la ciudad se pasa mucho frío porque no hay dinero para calefacción es una pena que tengamos en el Ayuntamiento de Majadahonda personas que además de cobrar de los vecinos tienen  el descaro de faltar a la verdad.

Nota:

El texto de la comunicación objeto de esta entrada será próximamente tema de análisis y reflexión  en un Máster de Comunicación Política.

martes, 21 de enero de 2014

521. COSTES DE LA NO CALIDAD

En nuestra sociedad damos por supuesto que todos los productos y servicios que adquirimos o podemos adquirir en el mercado son  “de calidad” y, curiosamente, la mayor parte de las personas entiende erróneamente  que son  “buenos” y lo cierto es que  tanto los productos como los servicios suelen responder a las expectativas de los clientes y, cuando estos  los compran y los usan,  suelen  quedar satisfechos  y, en consecuencia, para ellos  son buenos.

Hoy he tenido una experiencia  que, por lo aleccionadora que es para explicar el coste de la no calidad, entendiendo ésta como “no ajustada a las especificaciones”,   no puedo perder  la oportunidad de contarla.

El día 4 de enero compré, en la sección de parafarmacia de El Corte Inglés de Pozuelo, dos pares de gafas para leer de cerca. Las gafas eran graciosas, venían dentro de  bonitos  estuches  y  sus colores muy adecuados para mi mujer que, cuando abrió el día de Reyes los  pequeños  paquetes  y se  puso  los lentes se vio muy guapa con ellas y yo quedé  del todo feliz con la compra.

Sin embargo, al ir a guardar uno de los pares en su estuche, descubrió que una de las patillas estaba mal terminada y hacía que en lugar de “buenas”, las gafas  parecieran recogidas  del rincón de los desechos. Como es natural, el tema no tenía ninguna importancia, cuando fuéramos a El Corte Inglés las cambiaríamos por otras.

Pues bien, esta mañana hemos ido a hacer el cambio. De entrada nos han pedido el vale de la compra y como no lo teníamos hemos acudido al departamento de  Atención al Cliente donde un señor muy amable nos ha dado un papel con los datos de la compra. Al llegar nuevamente a  la parafarmacia una señorita,  no muy amable y con un interesante  tatuaje en el brazo izquierdo, nos ha pedido la caja de las gafas. Al saber que no  teníamos la caja la señorita ha torcido el gesto y ha comenzado a decirnos que no podía hacer nada. Como el lógico  me ha parecido muy  correcta la posición de la señorita  y he estado a punto de darme y  la vuelta para marcharme,  no sé  si  despacho del director del establecimiento o a la estafeta de correos, para  enviar las gafas ,  como regalo,  al departamento de calidad,  al responsable de compras  o a algún directivo de El Corte Inglés.

Sin embargo, otra señorita,  mucho más amable que la anterior, se ha hecho cargo de la situación y luego de trámites que han durado muchos minutos nos ha entregado otras gafas  similares  y, con ello, entre contentos y disgustados, mi mujer y yo nos hemos marchado a casa.

Ahora veamos donde están los costes de la no calidad:
·     Mi mujer y yo hemos tenido en las manos un producto defectuoso comprado en El Corte Inglés, hemos ido a cambiarlo, hemos subido dos pisos a por el vale de compra, nos hemos sentido incómodos con la resistencia  de una  señorita vendedora, hemos tenido que esperar y cuando al final nos han entregado las gafas en lugar de gran  satisfacción nos hemos marchado incómodos y con  mala imagen de una de las señoritas y, por supuesto, de los jefes que la supervisan. Y, por cierto, es seguro que aunque el servicio que nos han prestado seguro que ha sido  muy bueno lo  hemos percibido como  malo y, hasta es posible que no  volvamos a  esa parafarmacia.
·       El señor de Atención al Cliente  ha entrado en el ordenador, ha buscado nutra  cuenta, ha localizado el dato, ha hecho uso de la impresora y nos ha entregado el vale de compra. Al final,  minutos de la persona, entrada en la red, gasto de impresora y de papel que es, todo ello, dinero pedido.
·   La señorita poco amable, seguro, se ha incomodado y ha sembrado una semilla de descontento en unos  clientes  que, por cierto, nunca volverán  a ser sus clientes  y ha conseguido un resultado: Tiempo y acaso dinero pedido.
·     La señorita amable que ha entrado otra vez en el ordenador, ha buscado otras gafas,  ha pedido alguna autorización,  ha empleado tiempo propio y del ordenador,  ha hecho de tripas corazón y solo ha conseguido, aunque ella no lo sepa, evitar que “alguien de arriba” hubiera dado la lata para enterarse de las razones por las que un cliente insatisfecho ha regalado unas gafas defectuosas al El Corte Inglés, en resumen: tiempo y dinero perdido.
·       Alguien, cuando la vendedora de la empresa fabricante de los lentes, regrese para recoger un nuevo pedido,  tendrá que entregarle las gafas defectuosas, explicar el tema y hacer papeles. Tiempo y dinero malgastado.
·    La vendedora tendrá que contar la historia en su empresa o, al menos hacer papeles.  Tiempo y dinero tirado al vacío.
·       En la empresa fabricante algo tendrán que hacer con las gafas defectuosas y escribir algún papel para hacer el  abono a El Corte Inglés y un apunte en la contabilidad. Además, vete tú a saber, puede haber algún incidente entre los departamentos de producción, calidad y ventas: Tiempo, incomodidades  y dinero gastado sin sentido.

Me podrán decir que la culpa de todo la tenemos mi  mujer y yo por no haber guardado el vale de compra y la caja de las gafas y, lo que es peor, porque somos “unos clientes  desagradables  y prepotentes” que s  además de no respetar las normas queremos  cambiar unas gafas porque tienen una patilla defectuosa. Y, seguro que quien eso nos diga y aunque añada cosas  peores, tendrá razón.

Sin embargo, mi mujer y yo somos, desde hace cuarenta años clientes del El Corte Inglés, nos gustan sus tiendas, nos gusta su atención al cliente, nos sentimos orgullosos de sus éxitos,  creemos que somos buenos clientes y que  El Corte Inglés  nos respeta y aprecia.

No, ni mi mujer ni yo, ni las señoritas que nos han atendido somos los causantes de todo lo anterior. La culpa de todo la tiene el error  de producción, el error del control de calidad o los errores que se hayan podido producir  en otros departamentos  del fabricante de los lentes.

Claro que, cuando se produce y sale al mercado algo sin la calidad correcta,  se genera la posibilidad de que quien ha cometido el error  haya abierto la  puerta a un sin fin de problemas que pueden costar, además de dinero, a muchas personas  muchísimos disgustos.

sábado, 4 de enero de 2014

520. 2014: UN NUEVO AÑO LLENO DE ILUSIÓN Y PLENO DE ALEGRÍAS

El año 2013, para mí, para muchos españoles y para miles de millones de ciudadanos del mundo, sin duda alguna  ha sido un año duro y muy difícil. Pero, también sin duda alguna, ha sido para mí, un año lleno de alegrías, de amor y de esperanzas.

Ahora, cuando tengo ante los ojos el muy difícil año 2014 que anuncian sin pausa,  los pregoneros del pesimismo, por  momentos siento miedo: Nuestra salud está en peligro y es cierto; nuestra economía repunta despacio, lo se bien y me preocupa; hay desempleo y nuestra gente vive peor que antes, quien no lo vea está ciego; hay, lo se con total certeza, tristeza y desamor, el  miedo nos acompaña,  las seguridades del pasado se han perdido y las nubes más  negras anuncian nuevas tormentas.

Pero,  también  sin duda alguna, estamos ante el  muy ilusionante, maravilloso y llenos de alegrías,   año 2014: Podemos tener  salud y  aunque esta no sea la mejor, disfrutaremos  la  alegría de vivir; los problemas económicos, luchando y trabajando duro siempre se resuelven, el amor siempre renace y la alegría hace ver en la  más fuerte  tormenta el  arco iris más  hermoso.

Sí, es cierto que en 2014 seguirán existiendo enfermedades, dolor y muerte; habrá desempleo, desigualdades y mucha  emigración; no se terminarán los políticos corruptos ni las crisis económicas; el centro del mundo estará más lejos de Europa y más cerca de China; se irán consolidando y veremos mejor los inmensos cambios que están haciendo nuevo el viejo mundo en que nacimos.

Pero, también es cierto que en 2014 habrá muchas salud y vida en el mundo;  seguirán reduciéndose  las desigualdades, habrá más empleo y menos pobres en el mundo;  iremos aceptando la normalidad de los ingentes cambios y lo más importantes, lo más importantes de todo, es que seguirá  habiendo amor, seguirán naciendo niños y los hombres y mujeres del  mundo lucharán día a día, todos los días, para hacer realidad las ilusiones y los sueños que  dan, desde que la tenemos, sentido a la Vida.

Sí, el año 2014 se presenta como un nuevo año  lleno  de  ilusión  y  pleno de alegrías.