sábado, 21 de junio de 2014
532. POR UN RÁPIDO REFERÉNDUM EN ESPAÑA CON TRES PREGUNTAS MUY CLARAS
El
Rey, aunque no gobierna, es el Jefe del Estado y la cabeza visible de cuanto
significa España.
Pues
bien, el Rey Felipe VI, en el templo de
la Soberanía, ante las Cortes Generales, en el discurso de su toma de posesión
ha dejado claro que Él, al igual que la mayoría de ciudadanos, piensa que
España y los españoles necesita cambiar
y que en este cambio está la gran oportunidad para que nuestro país recupere
sus fortalezas y vuelva a ser tan grande como merece por sus méritos.
Pues bien, en España hay tres
temas cruciales que se encuentran
en la base de nuestra convivencia y cuya
solución entiendo que es
imprescindible para afrontar
sobre bases sólidas los enormes
desafíos del futuro. Estos temas son:
Así,
para no perder el tiempo, antes de hacer planes para cambiar y mejorar los mil aspectos
que necesitan ser cambiados y evitar dudas, obstáculos y retrocesos en la ejecución de
los mismos, entiendo que, con la
inspiración del Rey, el Gobierno de España debe convocar lo antes posible, sin
lugar a dudas para celebrarlo antes
de que termine el verano, un Referéndum vinculante con tres preguntas
muy claras:
España
es una gran nación y los españoles somos ciudadanos adultos, por ello creo que
tenemos derecho a elegir nuestro futuro y a que nuestro Rey y nuestros gobiernos sean fieles a la voluntad del pueblo soberano.
lunes, 16 de junio de 2014
531. EL MODELO ECONÓMICO ACTUAL ES MALO E INJUSTO, ¿SE PUEDE CAMBIAR POR OTRO MEJOR?
Llevo mucho tiempo pensando en los dramas que como consecuencia de la implantación global y casi universal del actual modelo económico capitalista se extienden por todo mundo y la verdad es que, como no veo un camino transitable para ir a otro mejor dejo el tema aparcado en la parte de atrás de mi cabeza y trato de olvidarle.
Sin
embargo, estoy convencido de que
el más loco de los sueños de un
profeta, el Papa Francisco es un
profeta, puede convertirse
en realidad. Si el fuego de una idea
prende en los corazones de los hombres estos encuentran la forma de hacerla realidad.
En
cualquier caso, las constantes
alusiones del Papa Francisco a la injusticia
del modelo económico no dejan de perturbarme
y me llaman a contribuir, en la medida de mis fuerzas, a la búsqueda
de ideas para cambiar el modelo o, al menos, atenuar sus
injusticias .
Lamentablemente, no soy capaz de ir más allá de ideas
preexistentes y
dispersas que, aún en el caso más
optimista, solo son paliativos para atenuar
las injusticias y acallar mi mala conciencias y que resumo a
continuación:
Los
hombres y las mujeres de nuestro mundo, en su inmensa mayoría, prefieren el bien al mal, están y se sienten
mejor viviendo en un sistema justo que
en otro injusto, en un modelo que se rige por criterios éticos que en un entorno
sin reglas de éticas. ¿No podríamos ser consecuentes con esta creencia compartida
por millones de personas en el mundo?
Durante
muchos años en el siglo XX se ha
defendido en la doctrina la exigencia que se consiguen buenos resultados mediante la aplicación de comportamientos éticos en la sociedad y en la economía.
Consecuentemente, millones de personas
y de empresas han aplicado como
políticas de gestión principios éticos: Tratar decentemente y retribuir con justicia
al personal propio, ofrecer
productos de calidad a los
clientes, no abusar de los proveedores, respetar a la competencia , pagar los impuestos y cumplir
las leyes, contribuir al bienestar en los lugares donde se
trabaja, cuidar el medio
ambiente, contribuir a la mejora del
entorno social, etc.
Miles
de empresas en el mundo han adoptado sistemas de calidad, el europeo EFQM,
el Iberoamericano y tantos otros. Pues
bien, en todos estos sistemas laten
trasfondos de justicia y equidad que
responden a modelos éticos que excluyen
la injusticia.
Incluso,
antes de que se extendiera la moda de
“dar valor al accionista” que
tanto se escucha hoy en las empresas, muchos discípulos de Peter F. Drucker y de Juan Martín de Nicolás, en Estados Unidos, en España y en todo el mundo, creíamos y creemos firmemente que el fin de la empresa es crear riqueza para todos y no solo, que también, para sus accionistas o sus propietarios .
Ciertamente
el sistema económico actual está produciendo grandes injusticias que aunque no mayores que
las del sistema comunista, dejan de ser terribles y ello nos lleva a pensar , con el Papa Francisco, que este modelo hoy es malo, radicalmente malo.
Así,
en medio de un mar de niebla, me
pregunto si valdría la pena trabajar duro , desde la doctrina y en la práctica empresarial, para implantar
con convicción y firmeza modelos
éticos de gestión empresarial y política. Y me
pregunto también si el sistema económico mundial actualmente
injusto, con la inclusión de
modelos éticos de gestión,
podría ser un poco menos injusto.
martes, 10 de junio de 2014
530. "ASOCIACIÓN INFANCIA Y CIRUGÍA EN DANGBO"
Rara
vez, como la lluvia en tiempos de gran
sequía, un chaparrón de alegría viene a recordarnos la importancia de la vida y
el deber que todos tenemos de contribuir al crecimiento humano donde cada uno vive y en otros los lugares a los que podemos llegar.
En
estos años apasionantes, cuando en todo el mundo se están produciendo tantos y tan
profundos cambios que parecen augurar mejores tiempos para la humanidad, las
personas normales, los ciudadanos de a pie, tendemos a pensar que uno hace o hacen las personas que nos son próximas, sirve para muy
poco o para nada.
En
nuestro fuero interno pensamos que los grandes éxitos y las grandes mejoras en el progreso de las personas y de la
sociedad global, igual que los grandes
retrocesos o los desastres sociales,
son fruto del trabajo de los gobernantes de cada país, de las
organizaciones internacionales, de los medios de comunicación o de las personas
importantes que tienen el poder y mueven el mundo a su voluntad.
Sin
embargo, la realidad es muy otra, los grandes cambios son resultado de la suma
de los pequeños cambios que hacemos, día a día, las personas “anónimas”
en todo el mundo.
En
estos días he recibido una gran alegría: Los fundadores de la La Asociación Infancia y Cirugía en Dangbo, luego de haber trabajado informalmente
sobre el terreno para conocer las oportunidades y medir sus
fuerzas, han dado vida legal a la Asociación
y, lo que es más importante, a trabajar inmediatamente en el desafío que
les impulsa, a prepararlo todo para
operar con regularidad en el Hospital Albergue del Amor
Redentor de Dangbo, en Benín (un pequeño
país de África que se encuentra entre Togo y Nigeria, en el Golfo de Guinea) a
pacientes que no pueden disfrutar de las
oportunidades para vivir que ofrecen los
avances de la cirugía de los países desarrollados.
Iniciativas
como esta son buena muestra de cómo las personas normales están
en la base de los maravillosos cambios
que la solidaridad y el buen hacer de las personas cambian, para bien, la vida
y el futuro de de la humanidad.
Muchas
gracias amigos de la Asociación Infancia y Cirugía en Dangbo por vuestra ilusión y vuestra generosidad.
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