Parece
que, en estos tiempos, el acoso, los abusos sexuales y esas cosas, son una
terrible epidemia que está extendida por todo el mundo, que las medidas
adoptadas por los estados son insuficientes, que las sanciones jurídicas y
sociales son demasiado leves y que nadie está libre de sospecha.
La
Iglesia Católica que, durante muchos años, considerando el acoso, los abusos
sexuales y esas cosas como pecados contra la Ley de Dios y no delitos contra la
Ley de los Hombres, protegió a los pecadores, olvidó a las víctimas y ocultó los
hechos. Como es natural, cuando la realidad salió a la luz se produjo una
fortísima condena social, a la Iglesia, a sus Obispos, a sus pastores y a todas
sus organizaciones, además muchas personas de alejaron, quizá para siempre, de
la Institución que, por otra parte, sigue estando bajo permanente sospecha.
Aunque
menos conocida en España, la situación es similar en otras confesiones
cristianas, luteranas, anglicanas, metodistas, presbiterianas, evangelistas,
pentecostales, etc. todas son acusadas, con razón, de tener o haber tenido en su seno no ya pecadores y simples
pervertidos, sino delincuentes sexuales, que han sido protegidos por sus
pastores, que además, han olvidado a las
víctimas de unos pecados que eran también
delitos.
Además,
en las fuerzas armadas de los países desarrollados, desde Estados Unidos hasta
España, desde el Reno Unido hasta Italia, donde en los Códigos de Leyes
Militares el acoso, los abusos sociales y esas cosas están tipificados como
delitos graves, no es infrecuente tener, desde los medios de comunicación
noticias sobre el comportamiento delictivo de militares. En el caso de soldados,
de otros países, (cristianos, musulmanes y de otras religiones), a veces en
misiones de paz de las Naciones Unidas, los abusos de todo tipo son pan de cada
día. Y, curiosamente, la imagen pública y el prestigio social de las fuerzas
armadas no ha sufrido tanto como el de las Iglesias Cristianas…
Y,
en estos días, casi simultáneamente, tenemos noticias del acoso, abusos
sexuales y esas cosas, en el mundo del cine y, ¡qué horror!, en Oxfam y, según
parece en alguna otra de las grandes ONGs.
En
el caso de las actrices en el mundo del cine, las denunciantes, han destrozado
para siempre la carrera profesional de varios “mitos” de la industria y, según
he leído en alguna parte, tienen en vilo a muchos otros personajes que temen,
ser denunciados, con razón o sin ella, por cualquier actriz.
En
el caso de Oxfam y quizá de otras ONGs
de referencia, me ha parecido sorprendente que hayan tenido
la osadía de justificar sus actuaciones explicando que “han despedido” a sus
colaboradores, (y a alguno de ellos recontratarlo en otro país), que han cometido
acoso o abusado sexualmente de personas,
y han “mejorado” sus protocolos de actuación hacia el futuro, pero, para
proteger su propia imagen o evitar daños a sus colaboradores, no los han denunciado
a las autoridades correspondientes, es decir, más o menos como hizo la Iglesia
Católica, Estos comportamientos, a mi me
hacen pensar que detrás de Oxfam y de
alguna otra de las grandes ONGs prevalece el espíritu comercial y e importa menos el de desinteresada humanidad, y que si hacen “el bien” es más para captar y
mover dinero que por otra cosa.
Un
último caso: el comportamiento de las empresas, grandes y pequeñas, que cuando descubren
situaciones de acoso, abusos sexuales y esas cosas, procuran primero no enterarse;
luego, si no tienen más remedio, hacer algo; y casi siempre, evitar denunciarlo…
¡un horror!
Bien,
hasta aquí los comportamientos de las organizaciones y la importancia de
perseguir el delito, ambos temas de extremada relevancia, ahora deberíamos
reflexionar sobre otros aspectos del tema: el papel de los denunciantes,
mujeres, hombres y organizaciones, y el efecto de sus denuncias en las personas
que, con razón o sin ella, son o pueden ser denunciadas. (Es bueno recordar las
denuncias falsas que, por malos tratos, han hecho no pocas mujeres a sus
parejas para obtener ventajas en procesos de divorcio).
Pero
profundizar algo más sobre este último tema requiere una segunda entrada que
incluiremos en este blog.
1 comentario:
Me parece muy acertado, las reflexiones que has hecho sobre el tema que no por viejo esta olvidado, como se ve últimamente con los casos que tu citas y otros muchos que no sabemos. El tema es complicado de atajar y mas de discernir la realidad, pero bueno es, que no se olvide y oculte para intentar, por lo menos, concienciar de la gravedad del asunto aa todos los niveles.
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