DE LAS VACUNAS EN CHILE, CON INMENSA Y SANA ENVIDIA
Desde Bolivia, mi buen y querido amigo, el doctor Andrés Torrez Villagómez, persona honesta, formada y capaz, a través de Facebook me envía un artículo de Cristián Torres que, publicado en infobae ayer, 12 de febrero de 2021, versa sobre la adquisición de vacunas contra el virus de la pandemia y el proceso de vacunación que se está desarrollando en Chile.
Es un magnífico trabajo que, sin duda alguna, nos ofrece a los lectores españoles materia de reflexión sobre el tema, vital en estos momentos, de la vacunación contra el virus de la pandemia y es también un buen motivo para hacer grande la muy sana envidia y admiración que todos debemos sentir ante la magnífica labor que el pueblo y el gobierno de Chile están realizando para hacer frente al gran mal que está asolando el mundo.
Y, porque el artículo merece difusión y puede leerse completo en el enlace que se incluye a continuación, en esta entrada me limito a presentar algunas de las ideas que con mayor intensidad han golpeado mi pensamiento durante la lectura del texto y la posterior reflexión sobre su contenido
El enlace al trabajo de Cristián Torres es:
Y, ahora, mis propias reflexiones:
- Chile, un país situado en “una esquina” del mundo, entre los Andes y el Pacífico, con un PIB per cápita en 2019, de 13.195 euros, en el mes de diciembre de 2020 se comenzaron a recibir las vacunas que su gobierno, con enorme esfuerzo, había comprado en los meses anteriores. Y ahora, en estos momentos, en febrero de 2021, luego de que el Presidente de Chile, fuera vacunado el primero, los chilenos están recibiendo la vacuna contra el virus y antes de que termine el mes de junio, tienen vacunas de sobra, estará vacunada el 80% de la población, y al final de este año todo Chile estará inmunizado.
- España, con un PIB per cápita en 2019 de 26.430 euros, el doble que Chile, contando con que lleguen las vacunas que ha comprado la Unión Europea, el gobierno dice tener el objetivo de conseguir que al final de septiembre estemos vacunados el 70% de los españoles. Evidentemente, la credibilidad del presidente Sánchez, aunque tiene el título de doctor, no es grande, ha mentido tanto que, aunque diga la verdad, es difícil que alguien lo crea. Por supuesto, el gobierno, en la campaña de vacunación se ha lavado las manos y esta ha quedado a cargo de las diecisiete comunidades autónomas, para que estas, cada una a su modo, haga lo que bien pueda. Además, nuestro gobierno, para estimular el deseo de los españoles a vacunarnos, de entrada, ha descartado vacunar al rey (es joven), a los miembros del gobierno (tienen miedo a vacunarse), y han hecho de la imagen de una anciana de casi cien años el icono perfecto de la Gran Vacunación en España.
- En Chile, las autoridades, para afrontar el drama y gestionar la pandemia y conseguir vacunas, desde el principio, pusieron en marcha un equipo interdisciplinario encabezado por los ministros de Salud, el de Ciencias, la cancillería y los mejores expertos del país (también estuvieron presentes la Universidad Católica, el Instituto Milenio y otras instituciones de gran prestigio), y por supuesto, operando con criterios de cooperación, respeto a la verdad y transparencia.
- En España, luego de negar la existencia de la pandemia, el Ministro de Sanidad, hombre ajeno al mundo de la medicina, apoyado en un médico carente de prestigio, operando entre la ignorancia y la mentira, desde el comienzo de la pandemia, sin que nadie conozca las causas, en lugar de reunir a los mejores especialistas, con la ayuda de su portavoz, ese medico sin saber y sin principios, “inventó”, un comité de expertos que no existía.
- En Chile, en el mes de mayo de 2020, cuando el virus había matado a 827 chilenos, mientras luchaba para evitar muertes, comenzó a gestionar, con los grandes laboratorios del mundo (en Chile no es posible crear y producir grandes cantidades de vacunas), la adquisición de vacunas
- En España, en el mes de mayo de 2020, con 27.000 muertos en cifras oficiales (40.000 en las no oficiales), el gobierno, aunque en España es posible y se está haciendo, crear y fabricar vacunas, dejaba pasar el tiempo haciendo nada, llorando, a la espera de que “alguien”, los grandes laboratorios extranjeros, o la Unión Europea, “hicieran algo” para salvarnos.
- En Chile, a partir de mayo y, en pleno julio, el equipo responsable de la consecución de las vacunas estaba a pleno rendimiento, había entrado en contacto con los grandes laboratorios internacionales y comenzado a resolver los enormes problemas, incluso los económicos, que podrían obstaculizar la consecución del objetivo: proteger la vida y la salud de los chilenos. Los hombres y las mujeres responsables del proyecto, hemos de decirlo, dando siempre lo mejor de sí mismos han trabajado sabiendo que si ellos no conseguían las vacunas, nadie lo haría por ellos para vacunar a los chilenos
- En España, en Julio de 2020, el gobierno social comunista que tenemos, proclamaba, a gritos, por boca de su presidente, en televisión y en todos los medios de comunicación, en mensaje con este, casi textual, contenido: “España, gracias a mí, ha vencido al virus, hemos salido más fuertes y más unidos, por eso, ahora ha llegado el verano y todos tenemos que tomarnos una buenas vacaciones (yo y todos los ministros, los primeros).
- En septiembre, los chilenos ya estaban, además de tener papeles firmados con los grandes laboratorios, “haciendo cosas”, las que se habían comprometido a hacer, para tener las vacunas lo más pronto posible.
- En septiembre, en España, a su regreso de las vacaciones, bajo la sombra ya de la tercera ola, el gobierno, cual si fuera el viejo Pilatos, se lavó de nuevo las manos y tomó sus dos mayores decisiones; la primera: las vacunas no son cosa nuestra, son algo de lo que tiene que ocuparse la Comisión Europea; la segunda: eso de curar a los contagiados y de sufrir los muertos queda para la gente que lo padece y los sanitarios que, bajo el amparo de las comunidades autónomas, harán lo que puedan hacer. Y, por supuesto, el gobierno social comunista ha conseguido hacer suyo ese viejo dicho que dice así: “ veremos a ver qué pasa, si es bueno mío es, y si es malo, de otros sea”.
- En Chile, cuando termine la pandemia, los chilenos, sanos y orgullosos de su éxito, seguirán, muy probablemente, más unidos que antes, más y mirando con ilusión hacia un futuro mejor que saben posible y lo tienen merecido.
- En España, cuando acabe la pandemia, los españoles estaremos tan hartos y desunidos que, con gran dolor y muy poca esperanza, si Dios no lo remedia, nos pasaremos un muy largo tiempo, perdidos
Sí, está claro que Chile, un país emergente, porque tiene buenos dirigentes, lo está haciendo bien en la pandemia, es un éxito para los chilenos, es un buen paso para que su país tenga un futuro mejor y es un ejemplo para el mundo entero.
Y sí, España, un país rico y desarrollado, porque hemos sentado en el gobierno a un grupo selecto de social comunistas, soberbios, incompetentes, zánganos y, porque no han evitado la muerte de miles y miles de compatriotas, malnacidos, estamos, como dije antes, si Dios no lo remedia, perdidos.
1 comentario:
Magníficas reflexiones sobre el enfoque de la pandemia. Enhorabuena, José Luís.
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