Cuando observo el convulso mundo en que vivimos tengo muy claro que el
modelo de organización social, la democracia, que ha estado más o menos vigente
en Occidente y en gran parte del planeta en el último siglo, no tengo duda
alguna sobre su situación: está acabada, su estado es terminal, muy pronto habrá
desaparecido y habrá sido sustituido por otro, probablemente por la dictadura.
De todos es sabido que la democracia es uno
de los varios modelos de organización
social y que hay otros, al menos oligarquía,
aristocracia, tiranía, monarquía, o dictadura, y todos ellos han sido
intermitentemente usados para organizar la convivencia, en formas más o menos
puras, desde que los hombres comenzaron a vivir en sociedad.
Y, para ser breve, resulta que los grandes
principios de la democracia, los más apreciados por la sociedad, la libertad
individual, la propiedad privada y el sufragio universal, están evolucionando para dar paso a la necesidad de seguridad, al
igualitarismo y a la reducción de la libertad individual frente a un, cada vez
más poderoso, aparato de estatal.
Es evidente que este hecho conduce a un
cambio en el modelo de organización social y que, este, ¡lo vemos! ya se está produciendo.
Y, ¡qué cosas!, en estos momentos,
cuando los políticos que gobiernan o aspiran a gobernar las naciones, con sus partidarios aplaudiendo,
avanzan, desde la democracia liberal, hacia
modelos dictatoriales, el doctor Sánchez o los presidentes Putin y Trump son
estereotipos claros, resulta que en la sociedad occidental, sabiendo lo que
está sucediendo en la realidad, “todo el mundo”, sigue
loando “la democracia” y nadie se atreve
a presentar y menos todavía, a impulsar otro modelo, la aristocracia, de
organización social.
Sí, la Aristocracia, el gobierno de
los mejores, en mi opinión es, en estos momentos el modelo de organización
social que podría salvar a nuestra sociedad de las locuras a las que pueden
llevarnos las dictaduras que ya se están imponiendo.
Y, aunque nadie lo diga, o al menos yo
no lo he escuchado, la Aristocracia, ¡no es una barbaridad!, la tuvimos en
España unos años en el siglo XX y en el XXI está en marcha en China y se
vislumbra en otros países de Asia.
Lo normal es que la democracia, aquí y
ahora, devenga en dictadura, pero será porque quienes pensamos que eso no es
bueno no nos atrevemos a pensar y menos aún a luchar, todavía somos libres para
hacerlo, por otra alternativa, una Aristocracia.
4 comentarios:
La aristocracia o el gobierno de los aristoi, los mejores, se ensayó en Grecia como la democracia. Creo que las democracias en una sociedad de masas y tecnificada,es casi inviable. Lástima, pero me temo vamos a otra cosa peor porque ¿cómo vamos a esperar con los mimbres que tenemos, un gobierno de los aristoi?
Amiga mía, muchas gracias por tu comentario. Sin embargo y pese a todo, soy optimista, y creo que hay esperanza, los seres humanos tenemos muchas capacidades que no siempre aprovechamos; podemos dormirnos pero también podemos despertarnos, sobre todo si tenemos fe, trabajamos y nos ayudamos unos a otros.
Cómo se determina quiénes son los mejores, el que corra más rápido, JJOO, el mejor economistas, el que más gane, Elon Musk?, el que más agreda, Trump?. Parece que el problema es en el método de elección y en los que se ofrecen como elegibles porque lo hacen
Muchas gracias por su comentario; y, bueno, si ya estamos en la forma de elegir a los mejores es que el modelo parece interesante, me parece que hemos avanzado mucho
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