viernes, 24 de octubre de 2025

1213. COSAS DE VIEJO: DE FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS


Crecí en la creencia de que España había descubierto América y conquistado un Imperio en el que nunca se ponía el sol; ¡todo maravillas!,  los españoles éramos estupendos y quien dijera otra cosa era un ignorante o un mentiroso

Pasados los años, ahora tengo muy claro que gran parte de las creencias de mi niñez y primera juventud estaban basadas en  interpretaciones del pasado acordes con las  ideologías vigentes en España a mediados del siglo XX, y que poco a poco he venido matizando en unos casos y  corrigiendo en otros.

Y, de entre mis creencias de juventud me referiré a la figura de Fray Bartolomé de las Casas, el hijo de un encomendero, encomendero él mismo y más tarde fraile dominico, “Procurador y protector universal de todos los indios” (nombrado por el cardenal Cisneros), obispo de Chiapas, y autor de la Brevísima relación de la destrucción de las Indias.

Yo, en una familia conservadora y educado por los jesuitas, pensaba que ese fraile, ¡dominico tenía que ser!, era un exagerado y que, para colmo con su “libelo” había dado armas a los enemigos de España y haber hecho crecer la Leyenda Negra.

Y, la verdad, es que casi me sorprende que haya en estos momentos personas, no pocas amantes de la Hispanidad, que siguen creyendo lo que yo creía con quince años: ¡que malo y que loco era ese  Bartolomé de las Casas!

Pues mira, ahora pienso algo diferente: Fray Bartolomé  no era un dominico "antiespañol" que actuara fuera del sistema, era un producto genuino de la teología y la jurisprudencia española; la libertad para pensar y defender las propias ideas en el siglo XVI no solo era tolerada, sino que los argumentos que se plateaban eran analizados con seriedad y debatidos, cuando los temas eran importantes, en las más altas esferas del poder; más aún,  Fray Bartolomé de las Casas no solo fue un defensor de los indígenas, sino la prueba más clara del carácter ético y autocrítico de la Monarquía Hispánica, un  auténtico milagro en la Historia del mundo.

Y, ah, ciertamente, Fray Bartolomé, al escribir su Brevísima relación pudo ser muy, muy exagerado, y los enemigos, sobre todo anglos, aprovecharon la obra para cargar contra el Imperio; pero ¿no sería bueno pensar también en que su caso es un ejemplo claro de la capacidad, asombrosa, de introspección que tenemos los españoles, y en hasta donde pudimos en el pasado, ahora no lo sé, ser capaces de sacrificar en la  vida por un deber de conciencia?

Sí, creo que Fray Bartolomé fue un buen hombre que luchó por la justicia, al modo en que se hacía en su tiempo, y contribuyó a que nacieran las Leyes Nuevas de 1542; y creo además que todos los hispanos del mundo deberíamos estar orgullosos de un pasado en el que el carácter ético de nuestra Monarquía, la sabiduría encarnada en la Escuela de Salamanca y la libertad en el Imperio para pensar, difundir y defender las propias ideas,  fueron realidad.

 

Nota: para quienes con rotundidad y para quitar credibilidad a Fray Bartolomé, afirman que, antes de ser fraile ¡fue un encomendero!, quiero recordarles que Pablo de Tarso, perseguidor y látigo de cristianos, se cayó del caballo y se convirtió en San Pablo.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido José Luis, no puedo estar más de acuerdo con tu reflexión sobre Bartolomé de las Casas !!

Anónimo dijo...

Muchas gracias por tus reflexiones. Leyendo el libro “España Diversa” de Eduardo Manzano se descubren formas de acomodarse a la situación de cada momento. Con reina como Isabel, que cuidó tanto el trato a los indígenas, manifestar acciones que denunciaba posibles abusos podría considerarse como ir haciendo méritos.