Desde el pasado viernes, durante los pocos
ratos en que he podido apartar mis pensamientos de otros temas personales, para
mí mucho más importantes que el tremendo drama del desempleo, la crisis económica
o la desesperanza en que vive la
sociedad española, no he dejado de rabiar, maldecir y, en silencio, llamar
idiotas al Sr. Rajoy, a sus ministros y a todos los dirigentes del Partido
Popular, hoy en el Gobierno de España.
Incluso me he preguntado una y mil
veces si el Sr. Rajoy y los miembros de su Gobierno se han vuelto tontos,
rematadamente tontos.
Sin embargo, desde mi obligación de
ciudadano español razonablemente informado, he dejado por un rato otros temas y
publicar esta entrada en mi blog.
Miren ustedes, a mi no me gustan
absolutamente nada las políticas socialdemócratas y no me gustan porque pienso
que hay otras, las que antes de las elecciones defendía el Partido Popular, que
estoy seguro serían mucho más efectivas para salir de la crisis, crear empleo y
retornar al camino de la prosperidad.
Sin embargo, el Sr. Rajoy, haciendo muy
bien lo que comenzó a hacer, como supo y pudo, en su última etapa su antecesor el Sr. Rodríguez Zapatero, ha logrado en un solo año, 2012, un enorme milagro, sin precedentes
en la historia económica española: Ha evitado el rescate y la cesión de la soberanía a Bruselas, ha reducido enormemente el gasto del sector público, incluido el de las Comunidades
Autónomas y los Ayuntamientos, ha saneado el Sistema Financiero, ha reducido la
dependencia de España de la financiación
exterior, ha hecho la Reforma Laboral ,
ha puesto las condiciones para que
estemos viendo, desde hace meses, regresar
la inversión extranjera y para que las grandes empresas españolas repatríen capitales y reduzcan sus cifras de apalancamiento,
para que veamos avanzar a una velocidad inimaginable hace unos años a miles de empresas medianas e incluso pymes de todos los sectores, en los más diversos mercados, ha reducido en
cifras significativas el número en empleados del sector público e incluso ha
dado algunos pequeños pasos para desbancarizar una parte de la intermediación
financiera para las pequeñas empresas... El
Gobierno del Sr. Rajoy ha hecho las cosas bien, yo diría que muy bien, aunque
hubiera podido hacerlas mejor si se hubiera atrevido a no actuar como si fuera
un socialdemócrata de toda la vida…
Es verdad que el paro es enorme, seis
millones de parados es una cifra horrible pero dentro de lo que ha crecido el paro
en este año hay miles de personas que ocupaban puestos en las
administraciones públicas y que las
expectativas empresariales contemplan la contratación de personal en un buen número
de empresas a lo largo del año 2013 y más aún en 2014.
Es verdad que el Gobierno, nos lo
dijeron el viernes, es capaz de hacer
nuevamente la barbaridad, por llamarlo de alguna manera, de subir los impuestos
y es verdad que todavía sigue habiendo miles de “amigos enchufados” que no aportan valor y cobran sueldos que no merecen en las administraciones
públicas y que está pendiente una reforma profunda de las administraciones públicas…
Pero, el Sr. Rajoy, ¿Se ha vuelto tonto y se han vuelto tontos los ministros
cuando dicen que la recuperación va para largo cuando la tenemos al alcance de
la mano? O, el Sr. Rajoy, ¿Se ha cansado
o tiene miedo de hacer lo que todavía hay que hacer y piensa dejar a otros para que más tarde o nunca hagan las ingratas tareas
que todavía hay que hacer para que España vuelva a ser un país fuerte, con confianza
en sí mismo, sin complejos y con unos ciudadanos capaces de ganarse la vida con
su trabajo y ganársela bien?
Espero que lo del pasado viernes del
Sr. Rajoy y de sus ministros haya sido
una simple “pájara” de esas que tienen
los mejores ciclistas y de las que luego de descansar unas horas además de reponerse,
en el caso de los campeones, se olvidan.
Nota:
Para
quien quiera ver números que avalan cuanto estoy diciendo, recomiendo encarecidamente
leer el contenido del informe publicado en la dirección de Internet
http://operarbolsa.blogspot.com.es/2013/04/desde-mi-atalaya-macroeconomica_28.html.