sábado, 26 de julio de 2014
sábado, 12 de julio de 2014
535. LA POLIÉDRICA IMAGEN DE BRASIL 2014
La presencia que ha tenido Brasil en los
medios de comunicación durante los últimos años y especialmente durante las semanas del Mundial 2014, ha tenido un doble efecto: por una parte
todos hemos visto la pujante grandeza de un gran país que con razón está considerado como uno de los
más importantes entre los emergentes; y,
por otra, nos ha mostrado la pobreza, la desigualdad, la falta de educación
y muchas debilidades de la sociedad
brasilera.
La verdad es que yo me inclino a pensar que
lo bueno de Brasil supera con creces lo malo que ese país, como todos, contiene.
Sin embargo, la realidad es testaruda y los hechos, hay muchos, que no
pueden alterarse y con ellos se han llenado los periódicos, las pantallas de televisión, las tabletas y los
teléfonos móviles en todo el mundo: se ha visto la muy mala conjunción de
grandes riquezas e increíbles miserias; las muchas y grandes obras terminadas junto a no pocas
en exceso inacabadas; las fuerzas
policiales bien equipadas conteniendo a duras penas a manifestantes aguerridos sumamente descontentos; las grandes y hermosas ciudades con favelas miserables; los millones de vehículos perdiendo años en atascos detestables; la alegría de vivir mezclada con asaltos a mano armada; los más bellos paisajes
y la más pérfida destrucción de los
bienes de la tierra; la simpatía de las gentes trufada de trapacería, mala educación y repugnante prepotencia; y, lo peor de todo, la aparente alegría colectiva que quizá oculta cercanas y presentidas amarguras.
Sí, el Mundial 2014 ha descubierto al mundo
la más poliédrica imagen de un país lleno de contrastes en el que, para mal de
todos, no predomina el hermoso colorido
del trabajo bien hecho ni la paz que proporcionan las mejores esperanzas.
Ahora, hasta el final de los Juegos Olímpicos
de 2016 los brasileños tienen tiempo para limpiar algo los males que hemos
visto y volver a llenar los ojos del mundo con imágenes merecidas de los rasgos que hacen pensar a muchas personas, hoy menos que antes, que
Brasil es el mejor país del mundo.
miércoles, 9 de julio de 2014
534. FRAY EMILIO Y FRAY MARCOS, LOS DOMINICOS DE PARQUELAGOS, CELEBRAN SUS 50 AÑOS DE VIDA SACERDOTAL.
Fray Emilio y Fray Marcos, los dominicos de Parquelagos,
han celebrado hoy sus 50 años de vida sacerdotal.
La comunidad cristiana a la que sirven lo ha
celebrado con ellos y lo ha hecho con enorme alegría participando con ellos en la Eucaristía y en el ágape que ha
completado una mañana, para todos, llena de emociones
Escribir
sobre los conocimientos, las habilidades, las obras e incluso las virtudes de Fray Emilio y Fray Marcos
puede ser, además de sencillo muy gratificante. Explicar con rigor por qué Fray Emilio
es buen teólogo, experimentado periodista, delicado
pintor y extraordinario poeta, puede
ser, aunque ardua, una feliz tarea. Analizar
la finura del pensamiento teológico, la
capacidad de comunicación, la
sensibilidad y la obra escultórica de
Fray Marcos, puede ser, sin duda alguna, labor apasionante para ocupar años.
Sin
embargo, hoy, en este feliz aniversario, como mínimo discípulo de estos
maestros, dejo en su lugar sus obras y aplico todo mi esfuerzo para acercarme, para tratar de acercar a quien lea estas palabras,
al fuego de amor que es esencia al ser
profundo de Fray Emilio y Fray Marcos.
Las
muy pocas palabras de se encierran en dos líneas bastan para describir el conocimiento y la
vivencia profunda que ha dado sentido a la vida, al poder, a la fuerza, al ser
y al actuar de Fray Emilio y Fray Marcos.
Y son palabras sencillas, fáciles de entender y muy difícil, aún para ellos que
lo han hecho, aplicar: Dios es amor y, porque es amor, lo ha hecho todo, está en nosotros. Nuestro trabajo
es descubrirle, debajo de nuestro falso yo, dentro de nosotros y obrar en
consecuencia.
Fray
Marcos y Fray Emilio creen en Dios, creen en Jesucristo que es Dios, creen en el
hombre, que también puede ser Dios, creen en el Amor, que es Dios, que es Jesucristo
y que está dentro de cada hombre, escondido detrás de un falso yo. Fray Emilio
y Fray Marcos no creen en ídolos, no creen en el poder del conocimiento, ni en
el poder del dinero, no creen en el poder de las ideas ni en el de la
organización, no creen en oscuros misterios, en saberes ocultos o en intrincados dogmatismos, no creen tampoco
en aguerridos fanatismos ni en haceres milagrosos. Fray Marcos y Fray Emilio
han descubierto, han vivenciado y han
asumido con total consecuencia al Dios que es Verdad, es Amor y es Vida y han dedicado todos
y cada uno de sus 50 años como
sacerdotes dominicos a crecer ellos mismos en el Amor y a transmitir al mundo, lo que es Verdad, Amor
y Vida, para que gocemos todos el ser
cada día más amor, y por ser más humanos, estemos del todo imbricados en Dios.
Felicidades
Fray Emilio, felicidades Fray Marcos en el 50 Aniversario de vuestra Ordenación
sacerdotal.
Notas:
·
Obras
de Fray Marcos, de entre las que
destacamos Jesús vivió por nosotros, se pueden encontrar en FE
ADULTA http://www.feadulta.com/es/
·
Obras de Fray Emilio se pueden encontrar en su blog Poeta Emilio Rodríguez http://poetaemiliorodriguez.blogspot.com.es/ en
el que además se encuentran enlaces con
las direcciones electrónicas de una quincena de sus libros.
lunes, 7 de julio de 2014
533. DE LOS RECUERDOS GUARDADOS EN EL OLVIDO: ALFREDO DI STÉFANO
Hoy,
de entre los recuerdos que mantengo guardados en el olvido, al recibir la noticia de la muerte de Alfredo Di
Estéfano, ha regresado como si fuera ayer, la tarde de 1953 en que mis padres me llevaron a ver el
primer partido de la liga española que
jugaba la estrella recién llegada al Real
Madrid.
De
aquella tarde, probablemente memorable para Di Stéfano y para muchas de las personas que asistimos al
partido, recuerdo pocas cosas: lo incómodo
del asiento, estábamos sentados sobre unos cojines que hacían
menos duro el cemento de la grada; la mucha gente, yo no sabía que en el mundo hubiera tanta; el ruido insoportable de los gritos de los espectadores, especialmente los
de una señora muy gorda que, ante la mirada llena de reproches de mi madre, no
dejaba ni un momento de proferir insultos
a alguien; el humo,
mucho humo de cigarrillos y cigarros
puros que me hacía toser; y en el césped, inmenso, verde y liso, los futbolistas,
con números en la espalda, corriendo como descosidos detrás del balón.
Lo
recuerdo muy bien, me sentía muy contento porque era la primera vez que iba a un estadio y muy
orgulloso de ser mayor, tenía nueve
años, y poder asistir a un partido de
futbol. Y recuerdo a mi padre que, de cuando en cuando me preguntaba: ¿estás bien?, ¿te
gusta el partido?, ¿estás cansado?, pero, aunque hoy pienso que no me gustó nada de lo que viví
aquella tarde, cuando trato de recordar las
respuestas que di a mi padre, no consigo sacarlas del olvido.
Desde
entonces creo que toda mi vida he huido asistir a partidos de futbol y puedo
contar con los dedos de las manos las veces que luego de 1953 he presenciado, nunca por casualidad y muchas de ellas desde el palco presidencial, partidos
de futbol.
Sin
embargo, desde aquel día he sentido, ¿quién sabe por qué? una profunda
admiración por Alfredo Di Stéfano, la nueva estrella del Real Madrid de 1953. Me
he alegrado de sus éxitos y he lamentado
cuando no los ha tenido; le he acompañado a distancia en sus tiempos buenos y en sus épocas
menos buenas y ahora, cuando de su vida solo queda la memoria, doy gracias a Dios por haber dado la vida a este gran hombre y acaso por haber influido para que mis padres me llevaran,
cuando era niño, al primer partido de la liga española de 1953.
Descanse
en paz Alfredo Di Stéfano
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