jueves, 29 de septiembre de 2016

743. AUNQUE NO DEL TODO, CASI UNA SORPRESA




Sí, ya sé que aunque hace un tiempito lo fui, ahora no soy el más joven de la familia, el más joven en el trabajo ni el más joven en casi ninguna parte.

Si es cierto que cada siete años se renuevan todas las células, ya he consumido  diez y  mi hálito de vida está engastado en el undécimo  de mis cuerpos.

Sí, es verdad  que mi pelo ha pasado del castaño oscuro al blanco plateado, que en mi rostro hay arrugas, que para oír  y masticar necesito no pocos refuerzos y que mis piernas me llevan cada día que pasa, con pasos más lentos.

Sí,  tengo que reconocerlo,  hay, más que antes, cosas que no entiendo y, año  a año, me atrevo a menos.

Sí, aunque no me gusta un pelo, a veces me veo un poco desgastado y, aunque me resisto, algo viejo.

Incluso, lo diré, me sorprendo leyendo, antes que otras cosas y siempre lo primero, el ABC por detrás, para saber si debo acudir a funerales o entierros.

Sí todo eso es cierto. Pero, como para vivir y disfrutar la vida no es necesario, como es poco agradable, salvo en contadas ocasiones, no lo pienso…

¿Qué por qué escribo esto?

En dos días, dos hechos que  han sido, aunque no del todo, malas sorpresas:

Ayer en la Misa Funeral de Jesús, persona excepcional, compañero del colegio y para mí  muy querido, me sorprendió lo mayor que estaba, “lo viejo” que parecía, cuando subió al Altar, el sacerdote, que oficiaba y que era también compañero del mismo curso del colegio. Pues bien, para animarnos, Jorge, así se llama nuestro pastor de almas, al comenzar su homilía, recordó a los asistentes la sorpresa que tuvo cuando hace cinco años, celebrando en la misma Iglesia, los 50 años de la salida del colegio, se dio cuenta de que sus compañeros eran “viejos”. Acaso,  porque es prudente,  no expresó en alto lo que pensaba de cómo estábamos los  compañeros que le escuchábamos  en ese momento.

Esta misma mañana, en el metro de Madrid, en la estación de Moncloa, una joven universitaria, se veía saliendo de su bolso un  libro de Derecho Mercantil, levantó la vista de su teléfono,  inmediatamente se puso de pie y me ofreció su asiento. ¡Qué susto! Por supuesto, agradecí su gesto y le rogué, casi imploré, que siguiera sentada en su asiento.

Pues bien, en la estación siguiente, Ciudad Universitaria, la chica salió del tren y con ella muchos viajeros, el vagón quedó casi desierto y yo, acaso por  la sorpresa,  muy cansado, me desplomé en el asiento…

Ahora, transcurridas varias horas, no dejo de pensar en las palabras que ayer nos regaló Jorge y en el gesto amable de la estudiante de Derecho: No son del todo una sorpresa pero…aunque no lo sea,  empiezo a parecer un poquito viejo.

domingo, 18 de septiembre de 2016

742. DE LAS BODAS DE ORO DE MARÍA ESPERANZA Y JOSÉ AGUSTÍN


Ayer, primero con  una preciosa Eucaristía en la que  renovaron las promesas de  amor y entrega mutua que, en la  misma Iglesia de San Ignacio de Torrelodones se hicieron hace 50 años y,  más tarde,  con una extraordinaria fiesta familiar, mi hermana María Esperanza y mi hermano José Agustín celebraron las Bodas de Oro de su matrimonio.

Celebrar las Bodas de Oro  de mis hermanos ha sido  un gran acontecimiento, sin duda uno de los más importantes de la vida, no solo de María Esperanza y de José Agustín, sino de toda  nuestra  familia y, acaso  de la toda nuestra sociedad que, aún sin saberlo, vive y perdura porque existe el amor.

Ayer, en un solo acto, José Agustín y María Esperanza, mis hermanos, abrieron sus almas y, en un día largo y  feliz, vivieron y  nos enseñaron,  a sus hijos, a sus nietos y  a toda nuestra familia,  el poder del amor.

Ayer, 50 años después de su matrimonio, cuando han  transitado juntos tanto camino del  sendero,  hermoso, pleno de  alegrías, trufado de dolores y encauzado por las  largas rutinas  que hacen llena la vida,  María Esperanza y José Agustín, en su plenitud,  en un acto, uno más,  de generoso amor, nos han mostrado y ofrecido,  como  espléndido  regalo, a sus hijos y a todos los suyos, donde está y como se hace para vivir  el camino de una vida plena  de felicidad  y  firme  amor.  

Imágenes de pasados, presencias olvidadas  y  palabras perdidas  en el tiempo, retornaron ayer,  con  una  explosión de amor,  para desvelar la belleza  sin igual   del  devenir, precioso, intenso, íntimo y compartido  de las vidas ejemplares  de José Agustín y María Esperanza; y lo hicieron  para quitarnos a todos  los  oscuros lienzos  que ocultan los sentimientos,  para abrir nuestras  almas y  participar  con ellos del enamoramiento primero y luego  del  amor  que, entre los dos,  han hecho crecer durante los 50 años que han pasado desde que  se prometieron  verdadero y eterno  amor.

Muchas gracias María Esperanza, muchas gracias José Agustín por vuestra vida de amor; porque habéis  celebrado  vuestras Bodas de Oro y, con ello, nos habéis hecho sentir, como siempre y aún más, a todos los vuestros,  el infinito valor de la Vida y, con ella, del Amor que tenéis y  compartís.

lunes, 5 de septiembre de 2016

741. QUE BUENOS SON, NUESTROS PRÓCERES COMPITEN EN BONDAD





Nada más terminar, fallido, el segundo  Debate de Investidura de 2016,  saltó  al aire y llenó los oídos de los españoles una irrelevante noticia: un  ex ministro dimitido del actual gobierno en funciones ha sido designado, por ese mismo gobierno,  Director Ejecutivo de un importante organismo internacional.

Y, aunque los plumillas,  ignorantes y desagradecidos, han llenado los medios de comunicación con envidiosas y falsas insidias, entiendo que el gobierno que más ha hecho contra la corrupción desde que el mundo es mundo, ha obrado, con gran bondad: ha reducido el paro, ha dado empleo a un pobre político  que, por haber trabajado muy bien al servicio de los ciudadanos,  no ha encontrado mejor acomodo para seguir trabajando que echar una solicitud, aplicar se dice ahora, para un puesto donde lo había…y lo ha ganado.

Me alegra, me alegra mucho comprobar que el gobierno en funciones es bondadoso y  sigue el ejemplo del  gobierno anterior, cuando  aquel envió, a  la señora de las   miembras,  como experta, en el exterior; y, por supuesto, con ello se emula a la gran regidora que recién ha colocado a su marido  una silla cercana a ella.

Y, aunque los plumillas, ignorantes y envidiosos,   lo critiquen,  yo me alegro de verdad, no me gustaría ver, estaría feo, a personas doctas,  capaces, eficientes y doctas, compitiendo con negros venidos en pateras  para pedir, siempre sonriendo, una limosna en la puerta de  Marcadona o de  Ahorramas.

Menos mal, menos mal que nuestros próceres  son justos y compiten en bondad, aman a sus  próximos y actúan con generosidad.

sábado, 3 de septiembre de 2016

740. ¡QUÉ BUENOS, QUE BUENOS SON, SÁNCHEZ Y RAJOY!



Entre el 31 de agosto y el  2 de septiembre de 2016, en el Congreso de los Diputados, con  la  finalidad de elegir  un nuevo Presidente del Gobierno, ha tenido  lugar el segundo  Debate de Investidura de 2016.

Todo ha sido como en marzo, en  el mismo escenario, con el mismo  libreto, los mismos   actores,  pese a la buena voluntad de todos,  terminó sin éxito: seguiremos con el  gobierno es funciones, es decir, sin gobierno.

Y esto se ha producido a pesar de que,  según afirman en público y en privado cualificados representantes del Partido Socialista y del Partido Popular, sus líderes, el Señor Sánchez y el Señor Rajoy, son personas excepcionales, líderes carismáticas, hombres de estado y personas de bien.  Son, los dos, el mejor regalo que, para ganar el futuro, nos ha regalado del cielo.

Por tanto y habida cuenta que nuestros políticos, que  son gente honesta, seria, con alta cualificación en todas las artes y las  ciencias, entienden que el Señor Rajoy y el señor Sánchez son el colmo de la excelencia, convocarán nuevas elecciones para que los españoles,  cambiemos de pensar y demos, porque lo merecen, suficientes votos para que uno de esos dos señores aplaste al otro y pueda gobernar.

Tal como vamos, por  voluntad  del otro, se llame el otro Sánchez o Rajoy, doctos ellos,  los españoles,  usaremos nuestro tiempo, ¡qué placer!, para ir  votar el día de Navidad. Y no se contentarán con eso, el Domingo  de Ramos  volveremos a votar y, porque son muy, muy generosos y saben de nuestros gustos, nos dejarán votar otra vez para diciembre, acaso  el día   anterior a la siguiente  Navidad.

¡Qué buenos, que buenos  son,  Sánchez y  Rajoy!