En la huelga general del día de ayer, del 29 de septiembre de 2010, si escuchamos las versiones de los propios sindicalistas, de los miembros del gobierno y de los políticos de todos los partidos, todos resultaron ganadores.
Los sindicatos ganaron porque, según ellos, paralizaron el país y el Gobierno está ahora obligado a rectificar.
El gobierno ganó porque la huelga, además de tener un alcance tan limitado que no necesita ni volver a replantearse las medidas que provocaron la huelga, ha contribuido a mostrar, una vez más, el talante social del gobierno y su bondadoso respeto a los sindicatos.
Para los políticos de la oposición la huelga ha sido una expresión más de la fatal política del gobierno y un paso adelante en el camino que lleva a este a la derrota en las próximas elecciones y a aquellos a ocupar el ansiado poder.
Sin embargo, esta huelga, al igual que la mayor parte de las huelgas, carece de ganadores, todos y especialmente quienes piensan o dicen que han ganado somos perdedores:
Los sindicatos porque además de no haber conseguido el propósito de la huelga, han facilitado que los ciudadanos descubran su notable y progresiva debilidad, incluso han incrementado la animadversión que existe hacia ellos en grandes sectores de la sociedad, animadversión que va a facilitar las medidas que contra el poder sindical, se van a producir en los próximos años.
El gobierno ha perdido porque sus grandes aliados durante los últimos años han pasado a ser sus más claros enemigos, ha demostrado la debilidad del apoyo que cuenta en la sociedad y el deterioro económico que ha generado la huelga es un problema adicional para las finanzas públicas y la recuperación social.
El principal partido de la oposición ha puesto de manifiesto las diferencias radicales que existen en su seno a la hora de plantear la oposición al gobierno, las relaciones con los sindicatos y la forma de gobernar. Es muy posible que, como subproducto de la huelga, se produzca una nueva batalla interna entre las actitudes de carácter liberal de una parte del partido, las posturas próximas a la socialdemocracia de algunos y la cúspide actual del partido, que lleva largo tiempo y le agrada, el dejar estar, decir y evitar hacer.
El resto de los partidos también quedan tocados: Unos por colaborar con un gobierno deteriorado que, hasta sus propios votantes, lo hace mal, otros porque deseando hacerlo, saben que si ahora lo hicieran perderían apoyo popular.
Los empresarios, los grandes y los pequeños, sobre todo los pequeños, han perdido todos o parte de sus ingresos el día 29 de septiembre sino que sus ventas se verán afectadas por el dinero que no van a poder gastar sus clientes en el próximo mes y en los siguientes.
Los activistas de los piquetes de huelga, todos, hicieron un esfuerzo, corrieron riesgos y, es seguro que muchos lo pasaron bastante mal. Para colmo, algunos recibieron algunos sopapos, otros han ido al hospital y puede unas decenas, dentro de unos meses, carguen con una condena de un juzgado penal.
Los ciudadanos que fueron informados o coaccionados por los piquetes de huelga es claro que el día de ayer no es uno de los que, por bueno, van a recordar.
Los ciudadanos que, de grado o por la fuerza, ayer no acudieron a trabajar sufrirán el descuento de un día de salario y de cotización a la seguridad social.
Y, los españoles todos, en la mala etapa que estamos viviendo, hemos conseguido que los inversores y los clientes que están en el extranjero tengan un nuevo motivo para desconfiar, no invertir y no comprar.
Pues bien, en la huelga de ayer, 29 de septiembre de 2010 nadie ha ganado, todos hemos perdido mucho, sin fruto y sin necesidad.
Ahora solo nos queda esperar que alguno de los habiendo perdido creen o piensan que han ganado, no intenten y consigan aprovechar la mala experiencia de la huelga general del día 29 de septiembre para embarcarnos a todos en una dura escalada de tensión social.
2 comentarios:
Palabras muy acertadas,
Pero que hacer cuando la clase obrera esta sola? los sindicatos comprados por el gobierno traicionan a quienes supuestamente protegen.
Que debemos de hacer? quedarnos sumisos y ver como nos van quitando más derecho, que nuestros padres y abuelos han luchado tanto por conseguir?
la huelga ha sido una pataleta por toda la regla, y por suerte o por desgracia amparada por los sindicatos... pero que es mejor o peor demostrar la desconfirmidad, o aceptarla de manera sumisa sin queja alguna?
Yo creo que es mejor demostrar un descontento, que aceptar un trato abusivo, de manera sumisa.
Si todo el pueblo español no fuera tan hipocrita, y fuera mas consciente y hubiera apoyado más dicha pataleta (huelga) se podria haber demostrado que aun el pueblo pinta algo en las decisiones y no somos unos zombies, que por desgracia y por comentarios se ha demostrado, que españa es una zombinación... que dentro de poco, lucharemos de en vez de ser 10 latigazos sean 8
Es bueno saber que hay gente que piensa como mi amigo el anónimo ya que la huelga es de principios no de sindicatos y espero que se rectifique ya que lo peor que tiene la reforma es el miedo que ahora tienen todas las clases sociales trabajadoras que si estas dejan de consumir y empezar a ahorrar dentro de un año esto será un caos.Un abrazo
Publicar un comentario