Escondido en La Vera, añorando con
tristeza las cerezas que, por las
lluvias, este año se han perdido sin llegar a nacer y embebido en la angustia
de aprehender el sentido, que no encuentro, de la vida torturada de las mujeres
que sufren en el maltrato, la violencia
y el desamor, he leído El año de los
tulipanes, la novela de Javier del Prado
que, por su belleza estética y la profundidad de su contenido es, para mí, un libro muy especial.
Sin embargo, porque El año de los tulipanes, además de una novela,
es un precioso compendio de cuidada poesía, en esta entrada ofrezco, sin más palabras, la portada
y la contraportada de este libro que, como a mí, a muchas
personas les va a encantar.
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