Nuestra
sociedad, como todas, se puede dividir en dos grandes grupos desiguales, el de
las buenas personas que son las menos y
el de las malas personas que son
las más..
Los
“buenas personas” están convencidas de
que todo el mundo es bueno y que si alguien, aunque lo haga con la más absoluta
maldad, viola y asesina a mujeres y niños, debe pasarse en la cárcel una
temporada lo más corta posible y luego, aunque no se haya arrepentido y sea
un grave peligro social, quedar en libertad.
Las
“malas personas” entienden que si alguien viola y asesina a niñas y mujeres
debe ser encerrado en la cárcel y quedarse en ella hasta que pasados muchos
años, si el asesino ha dejado de ser peligroso, se le pueda poner en libertad.
Ahora,
en España, los políticos de las izquierdas y algunos de las derechas, que son “buenas personas”, sabiendo lo malo que es estar en la cárcel para quienes están
en ella y lo incómodo que es para sus familiares y amigos ir a visitarlos , se
han planteado y acaso lo consigan, que
en España, hasta los más crueles e irredentos violadores y asesinos de mujeres y niños, aunque sigan
siendo muy peligrosos, queden el libertad.
Las
“buenas personas” lo tienen claro, los
padres, los hijos, los hermanos, los abuelos, los familiares y los amigos de las niñas y mujeres violadas y
asesinadas son “mala gente”, seres, que no personas, vengativos y llenos de
odio incapaces de perdonar al buen
hombre, al asesino, para que sin arrepentirse, salga de la cárcel y quede en
libertad. Y no solo eso, la gente que comprende a las víctimas del asesino y
quieren que se lo mantenga sine die en
prisión son también gente “muy mala”, vengativa y sin corazón, vamos, fachas
que mejor estarían muertos o en prisión.
Entre
las “buenas personas”, además de políticos hay juristas afirmando que “el Código Penal español es muy duro, de los
más duros, excesivamente duro”.
Pero es ¿duro comparado con qué?,
¿con otros vigentes en el mundo hoy que mantienen la pena de muerte?, ¿con
otros del ayer, que tenían entre sus
penas el ojo por ojo, la hoguera, el tormento en la rueda o la crucifixión? …
Las
“malas personas”, la inmensa mayoría de las que integran la sociedad española,
piensan de otra manera: un violador asesino de niñas y mujeres tiene que estar
en la cárcel muchos años y luego, si está arrepentido y ha dejado de ser un
peligro social, podría quedar en libertad.
Es
muy probable que “los buenos” consigan que en España se cambie el Código Penal
y que dentro de un tiempo, nunca excesivo, los delincuentes condenados por
violar y asesinar a niñas y mujeres queden en libertad.
Y
espero, ¡quiera Dios que no!, cuando un
violador asesino de niñas y mujeres salga
de la cárcel, en libertad, y se
acerque a las casas de los “buenos”,
estos, aunque sean “buenos” no lo dejen entrar.
Probablemente por escribir esto me descubro como un
detestable facha, y un mal hombre, vengativo y cruel que, ciertamente, porque
no soy un violador, para los “buenos”, sin perdón.
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