Como en un sueño,
en el aire se insinúa su figura,
su cabello de entonces,
de cuando era largo y negro,
la chispa en sus ojos,
sus labios abiertos.
Con el alma llena,
y el mayor de los anhelos
tiendo los brazos y me acerco,
ella me mira, hace su gesto,
grito ¡te quiero! y ella sonríe,
me espera en el cielo.