lunes, 7 de marzo de 2022

985. DE LA GUERRA Y ESAS COSAS


Quizá porque nací en 1944,  en España,  cuando se libraba en  Europa la II Guerra Mundial,  y viví, entonces sin darme cuenta,  el  horror de la guerra  y  los terribles tiempos de la postguerra,  ninguna idea  me produce mayor espanto que  la de volver a vivir la angustia de la guerra.

Además, siendo muy joven, casi un niño, acaso porque era importante para mi padre, porque había participado en ella, hacerme entender lo que  significaba la guerra, me hizo leer Los cuatro jinetes del Apocalipsis, la novela de Vicente Blasco Ibáñez, en una edición cuya portada recogía, como anuncio de su contenido, el cuadro del pintor romántico ruso Víktor Mijáilovich Vasnetsov.

Y, curiosamente, también desde entonces, en mi pensamiento, la palabra guerra es la imagen de los terribles jinetes, la Guerra, el Hambre, la Peste y la Muerte, en la obra que representa el mayor de los males, la guerra,  en la que todos horrores  posibles están reunidos.

Así, quizá porque los españoles, los europeos, aprendimos lo que es la guerra, aunque a lo largo de nuestras vidas en el mundo no ha dejado de haber muchas, en Europa, salvo en el desastre yugoslavo, ¡un loco nacionalista!, la guardamos en el fondo de nuestras almas y, por sus horrores,  la olvidamos.

Incluso, en estos últimos tiempos, cuando el virus de la pandemia, como una peste nueva, ha puesto en peligro y se ha llevado la vida de millones de personas, los españoles, los europeos, en paz y  sin pasar hambre, nos hemos sentido muy afortunados porque nuestra generación ha sido la primera en la historia que no ha hecho la guerra.

Pero no, para nuestro horror, en Europa, los españoles también estamos de nuevo en guerra. El Zar ha enviado a los soldados, jóvenes sin culpa, de Rusia, cual jinetes del Apocalipsis, a hacer la guerra a su nación hermana, a Ucrania y, ¿alguien lo duda?, a conquistar y someter, con las armas, el hambre, también la peste, y la muerte, a Europa.

Un solo hombre, uno solo, el Zar de Rusia,  ¡pienso en el jesuita Juan de Mariana!, ha desencadenado la guerra, morirán, moriremos muchos europeos, que, sin desearlo ya estamos, en guerra. Y, lo peor, cuando termine, luego de tanto sufrimiento, como en el pasado, de verdad, de verdad, ¿está en nuestra naturaleza?, habremos aprendido entre muy poco y nada.  




 

 

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