SEGUNDA PARTE: DE LA SITUACIÓN ACTUAL
A partir de los datos, muy incompletos,
que se encuentran mediante búsquedas en Internet, podríamos afirmar que:
- En 2023, el total de habitantes en la Unión Europea era de 448,4 millones. Y de ellos, el 14%, 63,6 millones eran extranjeros.
- En 2023, el total de habitantes en España era de 48,6 millones. Y, de ellos, el 13,4%, 6,5 millones eran extranjeros; existiendo entre los extranjeros 880 mil marroquíes y 900 mil hispanoamericanos.
- En 2023 el número de total inmigrantes llegados a la Unión Europea estaba de cerca de los 3,8 millones, no llegando al 10% los ilegales.
Y de la mucha información que existe en los medios, contrastada con las vivencias y la experiencia de quien esto escribe, se pueden dar por ciertos los siguientes datos:
- Actualmente, en la Unión Europea y también en el Reino Unido, millones de inmigrantes e hijos de estos, en su mayoría desempeñando trabajos poco cualificados y mal pagados, están perfectamente integrados en la sociedad, con frecuencia ocupan puestos acordes con sus capacidades y, a veces, muy significativos en el mundo económico y de la política.
- En España, concretamente se puede afirmar que los inmigrantes procedentes de países hispanohablantes, y de otros de cultura judeocristiana, se integran pronto en la sociedad española y sus hijos son ya, en todos los sentidos, plenamente españoles.
- Los inmigrantes de cultura islámica, en su mayoría, aunque con mayor dificultad que los anteriores, también se integran en la sociedad europea y española, pero, entre ellos, como consecuencia de la intervención activa y la inversión de grandes cantidades de dinero por parte de los gobernantes de los países religiosamente más rigurosos, Arabia Saudita, e Irán, unida a la fuerza de grupos radicales que tratan de extender interpretaciones fundamentalistas de su religión, ha aparecido un número indeterminado y ahora creciente, de fanáticos que miran con simpatía la violencia, la usan, y cometen atentados, para conseguir sus objetivos.
- La adaptación de los inmigrantes en la sociedad requiere de estos grandes esfuerzos, tenacidad personal y apoyo, ya familiar, ya de instituciones públicas o privadas, para incorporarse a la vida social y laboral. Y, hay que recordarlo, en la inmigración de personas cualificadas, en algunos países, España es uno de ellos, los gobiernos imponen trabas, exclusivamente administrativas, al reconocimiento del valor jurídico de sus títulos académicos, que, sumándose a las de conseguir permisos de residencia y trabajo, dificultan y, en ciertos casos, llegan a frustrar su integración en la sociedad.
- Tanto en la Unión Europea como en España, existe un número indeterminado y creciente, de inmigrantes y de ciudadanos nacidos de padres extranjeros, especialmente entre los de origen en países musulmán que, se consideran marginados y han renunciado a integrarse como miembros “normales” en la sociedad y se consideran parte de la nación de sus progenitores.
- Todos los países de la Unión Europea, también en España, dedican gran cantidad de recursos económicos y sociales para apoyar a personas inmigrantes, incluidas las llegados ilegalmente, y sus familias; más a más, no pocos de ellos pueden vivir sin trabajar mediante el uso de ayudas públicas y privadas.
- Un buen número de ciudadanos de la Unión Europea, sobre todo los de las clases más bajas de la sociedad europea, contemplan a los inmigrantes en sus lugares de residencia como un gran mal, y ello por cuanto perciben que aquellos no responden a su cultura, les arrebatan empleos y ayudas sociales, bajan el nivel salarial de sus trabajos, generan violencia y tratan de imponer, a todos, las costumbres de sus países de origen.
- Los ataques del terrorismo yihadista en Europa, en gran parte cometidos por individuos de origen musulmán e incluso nacidos en la Unión Europea, aunque son menos que los que todos los días se producen en los países islámicos, están provocando, además de una intensa animadversión ciudadana frente a todo lo islámico, una gran inseguridad en las personas de origen musulmán y un retroceso en sus procesos de integración en la sociedad en que están asentadas, hasta no hace mucho tiempo, en paz y con tranquilidad.
- Existen unos intensos flujos de miles y miles de migrantes con origen en los muy convulsos países, asolados por la guerra, la persecución política, la inseguridad de la vida o la pobreza, del Oriente Medio, el Magreb o el África Subsahariana, llegan, cuando no mueren en el mar, en embarcaciones sumamente precarias a las costas griegas, italianas y españolas. Concretamente, entre el 1 de enero de 2023 y el 15 de mayo de 2024, arribaron islas Canarias 56.410 inmigrantes ilegales y, es bien conocido que otros varios miles murieron en el mar por naufragios de las precarias embarcaciones en las que viajaban.
- Y, es también bien sabido que la organización de estos flujos migratorios está en manos de mafias que cobran cantidades de entre 1000 y 6000 euros por persona para viajar, sin garantía de llegada, desde los puertos o playas de salida en Marruecos, Mauritania o el África subsahariana, hasta España. Esto ocurre de la misma manera en los flujos procedentes de las costas sur del Mediterráneo y Oriente Medio hasta las playas griegas e italianas.
- Los gobiernos de la Unión Europea están obligados a invertir grandes sumas de dinero a evitar la salida de emigrantes de sus países de origen, a la protección de los inmigrantes ilegales recién llegados y, sobre todo a la de los que ya viven en sus territorios.
- Además de lo anterior, hay que recordar que en la Unión Europea no existe una política común sobre inmigración y la presencia de esa multitud de inmigrantes ilegales es un grave problema, sin solución por ahora, no solo para Italia, Grecia o España, también para Alemania, sino para toda la Unión.
- Desde el punto de vista de los países emisores de emigrantes, tanto legales como ilegales, los pagos de estos o de sus familias a las mafias, los hacen para tener una vida mejor, suponen una doble y terrible pérdida: de la capacidad para generar riqueza por las personas de mayor fuerza e iniciativa, y de dinero que podría ser invertido para generar empleo y bienestar en sus propios países. No obstante, las remesas que los emigrantes instalados en Europa envían a sus familias son muy importantes para estas y para los gobiernos de esos países; de alguna manera, apoyar la emigración es o puede ser una inversión, aunque envenenada, rentable para las familias y para los estados.
Por otro lado, para añadir problemas a los muchos enunciados anteriormente, en relación con la inmigración, es imprescindible tener en cuenta que:
- Europa está perdiendo población nativa, los europeos estamos envejeciendo, no tenemos hijos, necesitamos mano de obra para mantener la economía y cubrir las necesidades de millones de ancianos a los que “alguien”, habrán de ser inmigrantes, tendrá que mantener.
- Los inmigrantes que llegan a Europa, no pocos bien formados, en su mayoría carecen de preparación para incorporarse a trabajos cualificados y hay que formarlos, pero una significativa proporción de ellos, especialmente los procedentes de culturas no judeocristianas, se resiste a aceptar los modos de vida europeo y tienden a conservar hábitos propios de sus culturas que hacen casi imposible su integración efectiva en sus nuevos lugares de residencia.
- El Consejo y el Parlamento Europeo han aprobado, un Pacto de la UE sobre Migración y Asilo el 14 de mayo de 2024, cuyas medidas se espera sean efectivas en junio de 2026. El Pacto establece una serie de normas que servirán para gestionar las llegadas de manera ordenada; crear procedimientos eficientes y normalizados; y asegurar un reparto equitativo de la carga entre los Estados miembros.
- No obstante, son muchas las organizaciones no gubernamentales y partidos de izquierdas a consideran un retroceso grave en el asilo que, en opinión de Amnistía Internacional, “provocará un mayor sufrimiento y pondrá a más personas en peligro de sufrir violaciones de derechos humanos en cada paso de su trayecto”. Y, por el contrario, no son pocos los partidos de derechas que consideran insuficientes, por blandas, las reformas previstas.
- En algunos países europeos y, en España, sobre todo, en amplios sectores de la sociedad, existe la percepción, justificada o no, de que el actual gobierno social comunista, además perseguir a la religión católica, favorece intensamente la musulmana; y, se le acusa, además, de estar consiguiendo votos mediante la masiva concesión de facilidades para conseguir la nacionalidad española a todo tipo de inmigrantes y ayudas excesivas a los ya instalados en España,
Y, para incrementar las múltiples visiones y controversias sobre la inmigración, especialmente la que se refiere a personas de cultura no judeocristiana, se están extendiendo, impulsada por líderes, gobernantes incluso, anglosajones y del norte europeo, rusos también, cada día con mayor fuerza varias ideas, que de seguir avanzando pueden llegar a producir tremendos dramas humanos y costes económicos muy, muy importantes. Son las siguientes:
- La primera, muy celebrada en los medios de derechas nacionalistas, se puede resumir diciendo: “aquí solamente pueden instarse y vivir personas que respeten y se integren en nuestra cultura, judeocristiana, y quienes quieran mantener la suya propia deben marcharse a sus propios países o quedarse en ellos.
- La segunda: es inadmisible que en Europa se permitan, en aras al derecho de libertad religiosa, el incremento del número de mezquitas y la protección de los creyentes, mientras en los países de religión islámica el cristianismo no está protegido e incluso es perseguido.
- La tercera: es también inadmisible que los gobernantes de países fundamentalistas en lo religioso, Arabia Saudí e Irán, por ejemplo, aporten grandes sumas de dinero para potenciar la presencia del islam radical en Europa.
- La cuarta: debería estar prohibido, para los musulmanes vivir en Europa; todos ellos como, a comienzos del siglo XVII, los moriscos en España, deberían ser expulsados.
Concluida esta presentación, no exhaustiva, sobre la situación actúa y la problemática l de la emigración en Europa, surge ante nosotros una pregunta inevitable: qué podemos y queremos hacer los europeos y los españoles ante este problema, tan grave ya, y peligroso hacia el futuro?
Pero esto queda para una tercera y última entrada, “Las soluciones”, sobre “La emigración y esas cosas”
Nota: la imagen que ilustra esta entrada esta tomada del Heraldo de Aragón, en Internet..
2 comentarios:
Cómo aprendo contigo! Gracias por compartir tus conocimientos! Además escribes y describes magistralmente. Un beso
Estoy de acuerdo con Carmen, se nota la experiencia del escritor y pongo el valor además en la objetividad de la exposición. Gracias José Luis.
Mariano
Publicar un comentario