En
el Reino de España avanzamos, la mayor parte de los ciudadanos sin darnos
cuenta y algunos horrorizados, en el camino que, marcado por el presidente
Rodríguez y seguido por el doctor Sánchez, sin duda alguna, nos lleva al
desastre.
En
mi opinión, con el decidido propósito de revertir el modelo de convivencia
social creado con la Constitución de 1978, y hacer realidad el sueño de los
líderes, Prieto y Largo Caballero, del PSOE de la II República, el actual
gobierno, con el unánime y decidido apoyo de los segmentos más radicales,
comunistas y socialistas, de la
izquierda política, poco a poco están
rompiendo la Ley de Leyes, enfrentando a los ciudadanos y acercándonos a un posible
retorno a los años 30 del siglo XX.
Los
radicales socialistas y comunistas, además, usando sus mayorías en las Cortes y
la complicidad del Tribunal Constitucional, avanzan en su terrible propósito, mientras
exigen, con todo el descaro, la obediencia a ciega a todas las normas legales a
quienes se oponen o simplemente, no apoyan sus desmanes.
Las
circunstancias de hoy, lo sabemos bien, no son iguales que hace un siglo; el
bienestar y no la pobreza, está instalado en nuestra sociedad, pero para el
doctor Sánchez y los suyos, el sueño es el mismo: a toda costa, hay que
destruir a quienes piensan diferente, e implantar su propia visión de la vida y
de la convivencia.
Así,
hay indicios más que suficientes para pensar que, noventa años después de
perdida, para ganarla ahora, las izquierdas radicales quieren reanudar la
Guerra Civil.
Y,
asombrosamente, la mayor parte de la sociedad ve, sin enterarse o sin querer
enterarse, lo que está pasando. Los ciudadanos normales, la mayoría, porque
todavía no perciben en sus propias vidas las consecuencias de las acciones de
comunistas y socialistas, aún con algunas quejas callan, al igual que lo hace
el mayor partido de la oposición, el PP, que parece estar esperando, a que el
doctor Sánchez, sin necesidad de hacer algo, caiga solo.
Pero,
¿pueden salir del Gobierno quienes, oprimiendo a millones de españoles, lo
están ostentando?
Evidentemente
no, el doctor y los suyos van a intentar, por todos los medios, mantenerse y afianzando su poder
indefinidamente.
Pero,
y esto es lo peor, estamos muy cerca de
llegar a la sangre, para eso solamente son necesarios dos hechos: que el
Gobierno comience a usar, porque carece de límites, las detenciones arbitrarias
y la violencia física contra los disidentes, y que estos, asustados por el
peligro, para defenderse, olvidando la
legalidad formal, se alcen, también sin reparar en los medios para derribar y aplastar, si cabe, por completo al
actual Gobierno y a sus aliados.
Claro
que, en ese momento, ¡Dios no lo quiera!, la Guerra Civil, tan llena de dolor y
sangre, que perdieron los socialistas y comunistas hace 85 años y desean ganar
ahora, la tendríamos servida.