miércoles, 26 de julio de 2023

1076. DE ENCUENTRAR UN TESORO O UNA PERLA, VENDERLO TODO Y COMPRAR (MT 13,44-52)



 Cada semana leo y, en ocasiones escucho, siempre con atención, las homilías de Fray Marcos, el predicador dominicano que, desde hace años, ha iluminado mi pensamiento y regalado una forma nueva de ver el cristianismo, mi religión.

Y, hoy, en el calor de este verano, al abrir el correo, me he encontrado un texto tan extraordinario que, por diferente y apasionante, no puedo por menos que presentar, en un amplio resumen, sin comentarios, también como un regalo, para todos mis amigos, y que está a continuación.

 

El tesoro y la perla son dos símbolos con un mismo e idéntico mensaje, pero con  matices significativos. Una diferencia es que, en un caso, el encuentro es fortuito. Y en el otro, es consecuencia de una búsqueda. Otra es que en la primera se identifica el Reino con el tesoro, pero en la segunda se identifica con el comerciante que busca. Las dos opciones se hacen con un grado de incertidumbre. Los dos se arriesgan a deshacerse de todo lo demás. 

 

La parábola no juzga la moralidad de las acciones narradas. En efecto, tanto el campesino, como el comerciante, obran de forma fraudulenta y por lo tanto injusta. Los dos se aprovechan de unos conocimientos privilegiados para engañar. No actúan por desprendimiento sino por egoísmo. “Renuncian” a unos bienes para conseguir otros mayores. No es su objetivo vivir de otra manera, sino conseguir una vida material mejor. Da un ejemplo material, pero en el orden espiritual las cosas no funcionan así.

 

En estas comparaciones vemos claro cómo no todo lo que dicen es aprovechable. Jesús en el evangelio advierte una y mil veces del peligro de las riquezas; no puede aquí invitarnos a conseguirlas en sumo grado. El mensaje es muy concreto. El punto de inflexión en las dos parábolas es el mismo: “vende todo lo que tiene y compra”. Sería sencillamente una locura. Si vende todo lo que tiene para comprar la perla, ¿Qué comería al día siguiente? ¿Dónde viviría? Esa imposibilidad radical en el orden material es precisamente lo que nos hace saltar a otro orden, en el que sí es posible.

 

Hay dos matices interesantes. El primero es el abismo que existe entre lo que tienen y lo que descubren. El segundo es la alegría que les produce el hallazgo. Yo la haría todavía más simple: Un campesino pobre, que solo tiene un pequeño campo, en el que cava cada vez más hondo, un día encuentra un tesoro. O un comerciante de perlas que un día descubre entre las que tiene almacenadas, una de inmenso valor. Evitaríamos así poner el énfasis en la venta de lo que tiene, que solo pretende indicar el valor de lo encontrado. Se trata de un minucioso cálculo, que los lleva a la suprema ganancia.

 

No damos un paso en nuestra vida espiritual porque no hemos encontrado el tesoro que ya somos. Sin este descubrimiento, todo lo que hagamos por alcanzar una religiosidad auténtica, será pura programación y por lo tanto inútil. Nada vamos a conseguir si previamente no descubrimos lo que somos. Nuestra principal tarea será tomar conciencia de esa Realidad. Si la descubrimos, prácticamen­te está todo hecho. La parábola al revés no funciona. El vender todo lo que tienes, antes de descubrir el tesoro (que es lo que siempre se nos ha propuesto) no es garantía ninguna de éxito.

 

Un ancestral relato nos ayudará: cuando los dioses crearon al hombre, pusieron en él algo de su divinidad, pero el hombre hizo un mal uso de esa divinidad y decidieron quitársela. Se reunieron en gran asamblea para ver donde podían esconder ese tesoro. Uno dijo: pongámoslo en la cima de la montaña más alta. Pero otro dijo: No, que terminará escalándola y dará con él. Otro dijo: lo pondremos en lo más hondo del océano. Alguien respondió: No, que terminará bajando y la descubrirá. Al fin dijo uno: ¡Ya sé dónde lo pondremos! La colocaremos en su corazón. Allí nunca lo buscará.

 

Hemos de aclarar que el tesoro no es Jesús, como deja entender Pablo, y sobre todos los santos padres. Jesús descubrió la divinidad dentro de él. Éste es el principal dogma cristiano. “Yo y el Padre somos uno”. Tampoco la Escritura puede considerarse el tesoro. En muchas homilías, he visto estas interpretaciones de las parábolas. La Escritura es el mapa, que nos puede conducir al tesoro, pero no es el tesoro. Tampoco podemos presentar a la Iglesia como tesoro o perla. En todo caso, sería el campo donde tengo que cavar (a veces muy hondo) para encontrarme a mí mismo.

 

Jesús no pide más perfección sino más confianza, más alegría, más felicidad. Es bueno todo lo que produce felicidad en ti y en los demás. Solamente es negativa la alegría que se consigue a costa de las lágrimas de los demás. Cualquier renuncia que produzca sufrimiento, en ti o en otro, no puede ser evangélica. Fijaos que he dicho sufrimiento, no esfuerzo. Sin esfuerzo no puede haber progreso en humanidad, pero ese esfuerzo tiene que sumirme en la alegría de ser más. Lo que el evangelio valora no es la renuncia. Lo que me tiene que hacer feliz, es descubrir la plenitud que soy.

 

El tesoro es el mismo Dios presente en cada uno de nosotros. Es la verdadera Realidad que soy, y que son todas los demás. Lo que hay de Dios en mí es el fundamento de todos los valores. En cuanto las religiones olvidan esto, se convierten en ideologías esclavizantes. El tesoro, la perla no representan grandes valores, sino una realidad que está más allá de toda valoración. El que encuentra la perla preciosa, no desprecia las demás. Dios no se contrapone a ningún valor, sino que potencian el valor de todo. Presentar a Dios como contrario a otros valores, es hacerle un ídolo.

 

Vivimos en una sociedad que funciona a base de trampas. Si fuésemos capaces de llamar a las cosas por su nombre, la sociedad quedaría colapsada. Si los políticos nos dijeran simplemente la verdad, ¿a quién votaríamos? Si los jefes religiosos dejaran de meter miedo con un dios justiciero, ¿qué caso haríamos a sus propuestas? En cambio, si de la noche a la mañana todos nos convenciéramos de que ni el dinero ni la salud ni el poder ni el sexo ni la religión eran los valores supremos, nuestra sociedad quedaría purificada. Por desgracia los intereses materiales son lo que mueven nuestra sociedad.

 

Tener claro que soy el tesoro supremo, la perla más valiosa me permite valorar lo que de verdad soy sin límites. No se trata de despreciar el resto sino de tener claro lo que vale de veras. El “tesoro” nunca será incompatible con todos los demás valores que nos ayudan a ser más humanos. Es una constante tentación de las religiones ponernos en el brete de tener que elegir entre el bien y el mal. Esta postura es radicalmente equivocada. Lo que debemos aclarar es cuales son las prioridades, en los valores. Debemos tener claro dónde está el valor supremo y que valores son relativos o falsos.

 

Nota: Divina humanidad, ¡Atrévete!, Lo que nos queda de Dios, y algunos otros libros de Fray Marcos Rodríguez se pueden encontrar en https://www.feadulta.com/es/






martes, 25 de julio de 2023

1075. DE UNA DESEABLE Y NO IMPOSIBLE GRAN COALICIÓN, O DE ALGO PARECIDO

 

Me dirán que España no es Alemania y que aquí, con “los otros”, es imposible, pero la realidad dice que también aquí, está demostrado, lo mejor y lo peor, todo es posible.

Con los resultados de las elecciones del domingo pasado, el Partido Popular, con sus 136 diputados, necesita 176, pese a quien pese, no puede gobernar.

El PSOE, con sus 122 diputados, si hiciera concesiones, muy, muy incómodas, a su derecha y a su izquierda, podría gobernar.

En cualquier caso, en mi opinión, es una locura gobernar contra la mitad de la población.

Las coincidencias entre el Partido Popular, centro derecha, y el PSOE, centro izquierda son muchas, y sus diferencias, mirándolo bien, muy pocas.

Y, es un hecho, entre los dos partidos tienen 258 diputados de los 350 que componen el Congreso y en conjunto, representan a la inmensa mayoría de los españoles.

¿No tendría sentido que ambos partidos se pusieran de acuerdo para gobernar?

¿Que cómo?: con el más hábil de los políticos españoles en muchos años, el doctor Sánchez, un socialdemócrata, al frente, es el más capaz; y, con él apoyo, dentro o fuera del gobierno, del también socialdemócrata, señor Núñez Feijoo.

Evidentemente las derechas derechas, las izquierdas izquierdas y los separatistas se pondrían muy enfadados e intentarían, gritando mucho, ¡traición, traición!, la oposición.

¿Sería, de verdad, después de lo que se han insultado entre ellos y, hasta ahora han prometido a todos, traición? No, solo sería un muy sensato cambio de opinión.

Y, mis queridos amigos, para terminar esta entrada, decir que tanto el doctor Sánchez como el señor Núñez Feijoo, porque además de querer, estoy seguro, lo mejor para España y los españoles, son valientes, audaces y muy astutos,  es más que posible que, entre los dos, se alcance ese gran éxito que puede ser, como la quieran llamar, la Gran Coalición.

 

Nota: la imagen que ilustra esta entrada está tomada de COPE en Internet




lunes, 24 de julio de 2023

1074. DE PERDER LAS ELECCIONES

 

Pues sí, ayer sufrí un buen disgusto: la derecha perdió las elecciones y el doctor Sánchez puede seguir en la Moncloa como presidente del gobierno del Reino de España.

Y, hoy, además de cuidar mis goteras, como es normal, he dedicado el día, sobre todo, pensando, a lamerme las heridas.

¿Cómo es posible que haya tantos españoles que prefieran las barbaridades que han hecho en estos años, y las que prometen y van a hacer en los próximos, los progresistas y sus socios separatistas?

¿Cómo es posible que la mitad de los españoles no vean el desastre al que nos llevan los políticos izquierdistas y separatistas?

Ah, es que tenemos un país lleno de ignorantes, que se han dejado engañar por aprovechados políticos social-comunistas e iluminados independentistas.

Ah, es que tienen razón quienes piensan que, con nuestra idiosincrasia, y la de los chinos, la democracia es una locura; no hay más que ver cómo progresábamos con Carlos III y el despotismo ilustrado; lo bien que lo hacía Franco, y cómo China va como un tiro.

Ah, es que los nuestros, nosotros, somos buenos y ellos, los otros, son malos.

Ah, es que nosotros sabemos y los otros no saben.

Y, ah, es que, además, los otros, los progresistas desperdician el dinero, mienten como bellacos y, en cuanto nos descuidamos hacen trampas.

Pues resulta que, pensándolo bien, no: ni mi mitad de los españoles es ignorante ni tampoco lo es la otra mitad. Cada persona, con la información disponible, elije y vota lo que cree que es mejor, o, a veces, menos malo, para ella, para su familia y, también, para la sociedad.

Y, si es así, quizá todos deberíamos ponernos en lugar de los demás, tratar de comprendernos y buscar lo mejor; pero ¡es tan difícil!

Es tan difícil que hasta en Estados Unidos, en Francia, en Bolivia y en España, en todas partes, la sociedad está partida y, ¡esto es lo peor!, parece que odiar, aplastar y destruir a la otra parte es el medio, malo para todos, que se está imponiendo.

Y, sabes qué, en momentos como este, aunque soy un descreído, pienso que al final, el auténtico y único camino es el, tan conocido como olvidado, amor al prójimo que, a los cristianos, nos descubrió Jesucristo.

Bueno, pido todas las disculpas por escribir, para mí y para mis amigos, algunas de las muchas cosas que hoy he pensado para consolarme, lamiéndome las heridas, por haber perdido.




 

sábado, 24 de junio de 2023

1073. PUES RESULTA QUE SÍ, QUE SON IMPRESENTABLES


Cuando apenas falta un mes para las elecciones generales, los partidos de “la derecha”, Partido Popular y VOX, sin escuchar el clamor de sus votantes, ¡hay que echar a Sánchez!, en lugar de llegar a acuerdos, se necesitan el uno al otro, para gobernar juntos en cientos de ayuntamientos y algunas comunidades autónomas, se han embarcado en una nube de reproches sobre quién tiene la culpa de que ellos, solo ellos, no se pongan de acuerdo y, al parecer, estén los dos dispuestos a dar los gobiernos a las izquierdas o a repetir las elecciones.

Y, mientras tanto, la mayor parte de los votantes “de derechas”, pensando que “al final se pondrán de acuerdo”, se preparan para votar a VOX o al Partido Popular y, esta vez seguro, echar al doctor Sánchez de la Moncloa.

Pues mira, no, nuestros políticos “de derechas”, al parecer, son tan impresentables como los “de izquierdas”, y son capaces de darnos cualquier mala sorpresa.

¿Que qué sorpresa? Pues, por ejemplo, y no es la peor, que el Partido Popular se alíe con el PSOE, con o sin el doctor Sánchez, para gobernar en coalición, en la Moncloa, en autonomías y ayuntamientos, y hacerlo, más o menos, como se ha gobernado en los últimos años y, con ello, preparar en retorno del sanchismo para dentro de cuatro años.

Pues sí, con lo que estamos viendo, me pregunto si vale la pena gastar el tiempo para ir a votar al Partido Popular o a VOX el 23 de julio, al paso que vamos me seduce más quedarme en casa repitiendo una y otra vez las palabras, cuando renunció a su escaño,  del candidato separatista  a la alcaldía de Barcelona en las elecciones de mayo: “…que os den…”

Nota: las imágenes de los líderes del Partido Popular y de VOX que ilustran esta entrada, están tomadas de Internet.



domingo, 18 de junio de 2023

1072. DE LO DEL PRÓXIMO GOBIERNO DE ESPAÑA

 

Después de las elecciones autonómicas y municipales del pasado 28 de mayo, cuando la suma de los partidos de “las derechas”, Partido Popular y VOX, derrotó a la suma del doctor Sánchez, “las izquierdas” y los separatistas, no pocos españoles reflexionamos sobre el cómo y el por qué debe ser nuestro próximo gobierno.

Y, porque para interpretar el presente es preciso conocer el pasado, debemos recordar que, con indudable éxito e inmenso progreso  para la nación y sus gentes, durante los cuarenta años que van desde 1978 hasta 2018, hasta que accedió a la presidencia el doctor Sánchez, aunque con matices guerra civilistas en el mandato entre 2004 y 2011del presidente Rodríguez Zapatero, la gobernación del Reino de España ha estado en manos de eficientes políticos del centro político, unas veces, del socialdemócrata PSOE y otras del conservador Partido Popular.

Sin embargo, el mapa anterior, como consecuencia del atentado de Atocha en 2004 que llevó al poder al entonces socialdemócrata PSOE y la gran crisis de 2008 – 2014 que se lo devolvió al Partido Popular, sufrió un tremendo cambio: la extrema izquierda, ocupada hasta entonces por un partido comunista, IU, casi marginal, vio nacer con enorme fuerza una nueva formación, Podemos, de corte bolivariano que, por otro lado, dejó al PSOE muy debilitado; y la derecha quedó partida en tres grandes grupos, a la derecha VOX, muy pequeño al principio, un nuevo pujante y liberal Ciudadanos y un mermado Partido Popular. Resultado del nuevo mapa político fue el acceso, mediante una moción de censura primero, en 2018 y elecciones, en 2019, después, del doctor Sánchez y su gobierno de coalición con la extrema izquierda y el apoyo de todos los separatistas, incluidos los herederos del horror terrorista de ETA.

Pero, en estos tiempos de gran convulsión, el cambio no se detiene, va a más y lo hace hacia situaciones inimaginables por los ciudadanos y menos todavía, por los políticos. Así, el gobierno del doctor Sánchez ha alterado nuevamente el mapa político: ha conseguido, en la izquierda, llevar al PSOE más allá de la socialdemocracia, reducir a bolivarianos y comunistas, a casi nada; y fortalecer a la derecha, sobre todo al Partido Popular, eliminando a los liberales de Ciudadanos y haciendo más sólido el voto a VOX.

 Y, esto lo ha conseguido el doctor Sánchez en base a políticas orientadas a dividir y enfrentar a la sociedad española, a crear y mantener una fuerte confrontación izquierda – derecha, similar a la creada por las mismas izquierdas en la década de los años 30 del siglo pasado, que le permitiera mantener su indefinida  continuidad en el gobierno de España, y  todo ello mediante la aprobación de medidas legales contrarias del sentir del común de los ciudadanos de todas las ideologías, especialmente la derecha y el centro sociológico, tales como la supresión del delito de sedición, el indulto a los golpistas catalanes, las leyes del Sí es Sí o de Memoria Democrática, concesiones a los separatistas vascos herederos de ETA, subidas de impuestos, cambios en la política internacional y, sobre todo, sus permanentes ataques verbales a todo cuanto significa “la normalidad” y “el sentir” de la parte, importantísima, no radicalmente izquierdista o separatista, de la sociedad española.

Así, dicho lo anterior, llegamos al momento actual, junio de 2023, momento en que se están constituyendo los gobiernos autonómicos y municipales en función de los resultados de las elecciones del pasado 28 de mayo, estamos inmersos en la preparación de las elecciones generales del próximo día 23 de julio y, en mi opinión, muy necesario expresar lo que muchos españoles pensamos sobre  el  cómo y por qué deben ser los gobiernos que ahora nacen y el que salga de las urnas en las elecciones generales del próximo mes de julio.  

Y, en este punto, cuando parece evidente que esos nuevos gobiernos pueden y deben estar gestionados por la suma de los dos partidos de “derechas”, uno solo, el más grande, el Partido Popular, en la mayoría de los casos no puede hacerlo solo, aparece un curioso factor que acaso, aparentemente, puede distorsionar lo que, en principio, es obvio: el extraño complejo de una parte de influyentes políticos populares  y de votantes que dudan,  se resiste al pacto con los de VOX y ello  por cuanto este partido está marcado, aunque no lo es, por la presión mediática socialista y comunista, desde su nacimiento, como “ultraderechista” y “fascista”, gracias a la intensa  presión  y constante  propaganda mediática socialista y comunista que,  segura de su superioridad moral, intenta dividir y mantener dividida y débil a la derecha,

Así, se da la paradoja de que los políticos y ciudadanos de “centro y de derechas” que han comprado “valores” y “creencias”, en gran parte falacias, solo se sienten seguros cuando reciben “la bendición” de intelectuales y políticos socialistas y comunistas. Necesitan el aplauso de quienes no les han votado y no les votarán nunca, de esos que, desde su manida superioridad moral y siendo enemigos acérrimos de la Iglesia o del cristianismo en general, aplauden a los jerarcas eclesiásticos cuando alguno de ellos manifiesta opiniones contrarias a las de la mayoría de los creyentes.

Y no, en mi opinión, esa creencia de que “las derechas” necesitan permiso de  “las izquierdas” en su toma de decisiones, a pensar de la indudable debilidad intelectual que es propia de nuestra clase política, no debe pesar y no pesará en la obligación de los partidos del Partido Popular y VOX de pactar gobiernos de derechas para corregir y superar los grandes males que ha causado en España el doctor Sánchez en su indecente gestión de la coalición social comunista; la razón es triple: en primer lugar, los ciudadanos de “centro y de derechas”, en este año de 2023, han votado y van a votar  con el fin primario de “echar a Sánchez”; en segundo lugar,  el ansia de poder es absolutamente irresistible para los políticos de todos los colores  y ahora, los de derechas, jamás van a perder la oportunidad de gobernar aunque “sea un horror”, pactar con alguien que piensa casi del todo lo mismo que ellos; y, en tener lugar, los políticos saben que, si  ahora no pactan, sus votantes se van a enfadar mucho con ellos y eso puede significarles la ruina.

Así, en resumen, pienso que será, y será bueno que el Partido Popular y Vox pacten un gobierno realmente de derechas, sin concesiones a la “superioridad moral”, que no la tiene, de las izquierdas.

 

Nota: los logotipos que ilustran esta entrada están tomados de Internet.




lunes, 29 de mayo de 2023

1071. DE LAS ELECCIONES MUNICIPALES DEL 28 DE MAYO DE 2023

 

Pues sí, resulta que las derechas, el Partido Popular y Vox, mostrando el deseo de los españoles de salir del desastre que es la alianza de las izquierdas, en las elecciones de ayer, 28 de mayo de 2023, han barrido al Partido Socialista del doctor Sánchez y suma de comunistas.

Y, porque la derrota de las izquierdas es evidente, el presidente del gobierno social- comunista, acaso por la presión de la parte todavía socialdemócrata del su partido, en el día de hoy, ha convocado elecciones generales para el día 23 del próximo mes de julio.

Ante estas dos grandes noticias, que me alegran en extremo, entiendo que entramos en un tiempo, apenas ocho semanas, en que el clima político español será del todo agitado y las gentes de nos oponemos a cuanto significa el doctor Sánchez  tenemos que estar preparados para lo peor, y ello porque  el Gran Narciso, como lo ha hecho en los últimos cinco años, junto a  las extremas izquierdas, lo intentará todo para conservar el poder o, al menos, para preparar la peor  situación  en el país, de modo que el nuevo gobierno de las derechas encuentre  las mayores dificultades en una gestión que, antes de mejorar el futuro, ha de remediar los inmensos daños que ha producido en España el  social- comunismo.

Y, en este gran día, disfrutando también porque la lluvia, tan necesaria, al fin ha llegado, dejo de escribir para pensar en como puedo contribuir, durante los días que vienen, a que los resultados de las elecciones del 23 de julio sean aún mejores para las derechas que los ya muy buenos que se ha cosechado en las elecciones municipales y autonómicas de ayer.

Nota: la imagen con los resultados de las elecciones en la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid esta tomada de vozpópuli en Internet.




jueves, 25 de mayo de 2023

1070. DE LAS COSAS DEL PSOE, SINCRONICIDADES

 

La verdad es que en estos últimos tiempos y, sobre todo, en las últimas semanas, no salgo de mi asombro: al gran Partido Socialista Obrero Español, PSOE, garantía de honradez, colmo del buen hacer y paradigma de todo bien, dirigido hoy por el doctor Sánchez, el más veraz de los doctores, le han salido candidatos a las elecciones del próximo domingo 28 de mayo de 2023, que han sido detenidos por la Guardia Civil acusados de intentar fraudes para salir elegidos.

Y, como es evidente, el primer caso, el de Almería, sin duda es casualidad; el segundo, el de Murcia, porque, ¡seguro!, no están relacionados por una relación de causalidad, podría decirse que también puede ser casualidad. Sin embargo, mucho me temo que estamos ante un caso de esos tan extraños que entran, sobre todo si hubiese nuevas detenciones, en el concepto, acuñado por Carl Jung, de sincronicidad, es decir, la coincidencia temporal de dos o más acontecimientos, no relacionados entre sí causalmente, cuyo contenido significativo es idéntico o semejante.

Por ello, hay que reconocerlo, el doctor Sánchez, el más perfecto de los seres humanos, el inmenso líder del PSOE,  tiene un nuevo y extraordinario mérito, porque, estoy seguro, dirige y controla su partido con mano de hierro, y jamás permitiría acciones fuera de la más rigurosa ética política, los casos de fraude detectados hasta el momento no responden a la causalidad, ha incorporado al extraordinario acervo del PSOE esa cosa tan interesante, hasta ahora única en política, que son las sincronicidades.

Valgan pues estas mis palabras para felicitar el doctor Sánchez y al PSOE por este nuevo éxito conseguido, sin duda, por su buen saber y extraordinario buen hacer.

Nota: la imagen que ilustra esta entrada está tomada de Wikipedia, en Internet.