Progresista es, lo dice el Diccionario de la Lengua Española, la persona con ideas avanzadas que tiene la actitud que esto entraña.
Dicen las gentes y especialmente los políticos de izquierdas que son progresistas, es decir que son partidarias del progreso, de ir hacia adelante, de avanzar.
Por ello, se les llena la mente y la boca de ansia por introducir en la legislación normas que faciliten el aborto y la eutanasia.
Es preciso y muy importante avanzar en la libertad de las personas para hacer, con su cuerpo, lo que a cada uno le venga en gana.
Y, en consecuencia, para facilitar al resto de las personas interesadas, para que hagan, también, lo que les venga en gana.
¿Seguro que todas las embarazadas, cuando se lo exige el novio, el marido o su madre, quieren abortar al niño que se mueve en su tripa?
¿Seguro que el abuelo quiere morirse para dejar de molestar cuando los deudos están deseando heredar?
Creo que con el tiempo, si avanzamos por esta vía, progresaremos lo suficiente para poner en la Ley que los niños, al nacer primero, luego a los dos años y en su momento, mientras no se puedan defender, siguen siendo fetos que se pueden abortar.
Y que ancianos con 81 años al principio, luego con 70, y más tarde cuando el yerno lo diga, deberán celebrar la Fiesta de la Despedida e irse, sin chistar, al lugar de Punto Final.
Por otro lado, desde que el mundo es mundo, la realidad dice que cuando alguien quiere matarse o matar, lo vemos todos los días, no hay Ley que lo pueda evitar y regular lo inevitable, como llover o nevar, que no es, en absoluto, progresar.
Sí, aunque no sea progresista, en el tema del aborto estoy a favor de la Sra. Sarah Palin y me encanta saber que hay muchos millones de personas que, por lo que piensa en este tema, le van a votar.
En mi opionión, ser progresista es querer avanzar en educación, en bienestar, en libertad y nunca en matar.
Dicen las gentes y especialmente los políticos de izquierdas que son progresistas, es decir que son partidarias del progreso, de ir hacia adelante, de avanzar.
Por ello, se les llena la mente y la boca de ansia por introducir en la legislación normas que faciliten el aborto y la eutanasia.
Es preciso y muy importante avanzar en la libertad de las personas para hacer, con su cuerpo, lo que a cada uno le venga en gana.
Y, en consecuencia, para facilitar al resto de las personas interesadas, para que hagan, también, lo que les venga en gana.
¿Seguro que todas las embarazadas, cuando se lo exige el novio, el marido o su madre, quieren abortar al niño que se mueve en su tripa?
¿Seguro que el abuelo quiere morirse para dejar de molestar cuando los deudos están deseando heredar?
Creo que con el tiempo, si avanzamos por esta vía, progresaremos lo suficiente para poner en la Ley que los niños, al nacer primero, luego a los dos años y en su momento, mientras no se puedan defender, siguen siendo fetos que se pueden abortar.
Y que ancianos con 81 años al principio, luego con 70, y más tarde cuando el yerno lo diga, deberán celebrar la Fiesta de la Despedida e irse, sin chistar, al lugar de Punto Final.
Por otro lado, desde que el mundo es mundo, la realidad dice que cuando alguien quiere matarse o matar, lo vemos todos los días, no hay Ley que lo pueda evitar y regular lo inevitable, como llover o nevar, que no es, en absoluto, progresar.
Sí, aunque no sea progresista, en el tema del aborto estoy a favor de la Sra. Sarah Palin y me encanta saber que hay muchos millones de personas que, por lo que piensa en este tema, le van a votar.
En mi opionión, ser progresista es querer avanzar en educación, en bienestar, en libertad y nunca en matar.
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