En las elecciones generales del 19 de noviembre de 1933, la derecha española obtuvo una importante mayoría que le permitió acceder al gobierno y, con ello, promover las reformas que, para reducir el tremendo desempleo y salir de la crisis económica, se hacían imprescindibles.
El Partido Socialista, con el apoyo de su sindicato, la UGT y el resto de los partidos y sindicatos de izquierdas, con inclusión de los movimientos antisistema, ante las medidas del gobierno, tensionaron las calles hasta convertir el ambiente en absolutamente irrespirable.
Evidentemente, pese a sus esfuerzos, como la tensión en las calles no había sido suficiente para recuperar el gobierno, el Partido Socialista organizó y puso en marcha, en la primera semana de octubre, a diez meses de haber perdido las elecciones del año anterior, su Revolución, que aunque solo triunfó en Asturias y fue sofocada por el Ejército, fue el comienzo de la Guerra Civil.
En las elecciones generales del 20 de noviembre de 2011, la derecha española ha obtenido una amplia mayoría que le ha permitido acceder al gobierno y, con ello, promover las reformas que, para reducir el tremendo desempleo y salir de la crisis económica, se hacen imprescindibles.
El Partido Socialista, con el apoyo de su sindicato, UGT y del resto de los partidos y sindicatos de izquierdas, con inclusión de los movimientos antisistema, mientras se prepara una huelga general para hacer fracasar las medidas del gobierno, está haciendo subir la tensión en las calles para que el ambiente se convierta en absolutamente irrespirable y la izquierda pueda en solo dos años, volver al gobierno.
Evidentemente, es poco probable que en el mes de octubre el Partido Socialista haya recuperado el gobierno de España. Y, me pregunto con algún temor: ¿Será el Partido Socialista Obrero Español capaz de pensar e intentar repetir el error que cometió en 1934?
Pienso que para evitar las barbaridades de 1934, los dirigentes del Partido Socialista deben ser extremadamente prudentes, muy cautos, comunicar muy bien y colaborar cuanto puedan con los dirigentes sensatos, que los hay, del Partido Popular que, a su vez, también deberían ser extremadamente prudentes, muy cautos, comunicar muy bien y colaborar cuanto puedan con los dirigentes sensatos, que los hay, del Partido Socialista.
Y esto, por la cuenta que nos tiene a todos, incluyendo a quienes desean tensar el ambiente en las calles.
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