El pasado día 8 de septiembre, a los 96 años, luego
de 70 de reinado, ha fallecido la reina Isabel II.
Los ingleses y todos los anglos lloran su muerte, el
rey Carlos III promete seguir la estela de su madre, y de todos los rincones del
mundo, incluidos los del que fue el Imperio Británico y los del mundo hispano, llegan a Londres sentidos mensajes de duelo y
dentro de unos días se celebrará el gran y solemne funeral que cerrará del todo
su reinado.
Sí, la Reina Isabel II ha sido una gran reina de
Inglaterra, la reina que, como reina, vivió y, quizá sufrió, la independencia
de India, Paquistán y otras cincuenta naciones; contempló el deterioro del
poder económico del Reino Unido sin, pese a su gran fortuna, una de las mayores
del mundo, poder evitarlo. Padeció el horror de no pocas guerras coloniales y
una larga guerra civil en su propia casa, en Irlanda del Norte. Nombró a 15,
unos buenos y otros menos buenos, primeros ministros. Estuvo al tanto de los esfuerzos
de sus gobiernos, laboristas y conservadores,
a partir de 1951, hasta la entrada de Gran Bretaña, en 1973, y más tarde, ya
dentro, de las mil dificultades para el progreso de la Unión Europea, hasta su
salida, aún plagada de marrullerías, en 2020.
Y sí, ¡qué cosas!, a pesar de todo lo anterior, los
anglos del Reino Unido y todos los anglos, lloran la muerte de la reina Isabel
II, y los medios de comunicación de la Unión Europea, de los países hispanos y
de todo el mundo, con sentidísimos mensajes, acompañan en el sentimiento a los súbditos
de ese gran país al que solo, solo y exclusivamente, desde hace seiscientos
años, le ha importado y le importa, cueste lo que cueste, su propio beneficio.
Y, sí, también yo, lamento la muerte de la reina
Isabel II del Reino Unido, creo que fue una gran señora, una gran reina para
los anglos y un ejemplo de sabiduría, entrega y buen hacer para todos los reyes
que aún quedan en el mundo.
1 comentario:
Nosotros en cambio tenemos al rey Emérito exiliado, al que no se le reconoce su labor de democratizar España y de cohesionar los diferentes territorios. Respetado por muchos españoles existen intereses en desprestigiarlo y expulsarlo de la vida social y política española. No declaró unos ingresos recibidos e ingresados fuera de España. Después regularizó su situación. No me parece tan grave. Tuvo una amante que le sacó mucho dinero, tampoco me parece tan grave. La monarquía británica se ha enriquecido con impuestos a los campesinos y trabajo de esclavos de las colonias, pero esto no se tiene en cuenta. En fin. Que cada uno piense lo que quiera. Gracias, maestro.
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