Estoy lleno de dudas, no se si llorar o reír: lo que ha hecho, abusar
de mujeres, el señor Errejón, destacado político de extrema izquierda, me
inclina a llorar, y mucho; el cómo han reaccionado sus correligionarias,
comunistas y socialistas, me hace casi imposible contener la risa mientras las
veo comportarse como lo que en realidad son: niñas caprichosas y malcriadas.
Lo explicaré: las señoras (¿?) comunistas, cual niñas malcriadas,
mentirosas ellas, juran y perjuran, sí perjuran, que no sabían nada, que ellas
son buenas y, porque son buenas, muy acusicas, si lo hubieran sabido se lo hubieran dicho a mamá para que castigase
a su malo, malo, muy malo, pequeño hermano. Además, por si acaso, han pedido, entre
lágrimas, a su mamá que castigue al
resto de sus hermanos, solo a los chicos, antes de que se porten mal, con un cursillo, en un rincón, para escribir mil veces “los niños no pegan a las niñas ni con una flor”
Las señoras (¿?) socialistas, también cual niñas malcriadas, trapaceras
ellas, aprovechando la ocasión, olvidando a sus hermanos de partido y a su primo comunista y abusón, acusan a sus vecinos, los
del PP “por no tener” los protocolos, ¿qué será eso?, que ellas sí tienen, les
valen para nada, para que siempre, siempre, se porten bien y cumplan lo del sí es sí.
Y, vuelvo a pensarlo, ahora mejor, recordando a los millones de madres, padres también, que han votado y
volverán a votar a esas niñas,
comunistas y socialistas, malcriadas, mentirosas y trapaceras, para que dirijan la sociedad española, se me
han quitado las ganas de reír y me he puesto a llorar.
Nota: la imagen que ilustra esta entrada está tomada de Sapos y Princesas, en Internet.