lunes, 14 de octubre de 2024

1149. COSAS DE VIEJO: DEL MIEDO Y LA CONSPIRACIÓN


En estos días próximos al 12 de octubre, muy a mi pesar, veo cómo la leyenda negra sobre de todo lo que ha sido, es, y, ¡qué curioso!, puede ser el futuro de la Hispanidad, de la mano ahora de activistas woke norteamericanos e izquierdistas, españoles y mexicanos, está cobrando nuevos impulsos y gran actualidad.

Y, me digo: si han pasado 200 años desde que murió el Imperio español, ¿por qué sigue viva y se reactiva ahora, junto a los estereotipos despectivos contra lo español, con mayor crudeza que en el pasado, la leyenda negra y se producen ataques, en Estados Unidos, a todo lo hispano?

A bote pronto, tengo una respuesta: los grupos humanos, desde siempre, y los políticos ahora, para cohesionar a los suyos, han creado y fomentado el enfrentamiento con enemigos exteriores, reales o potenciales, ¡mejor si son débiles o no se pueden defender!, a los que consideran nocivos o muy peligrosos, como forma de mantener e incrementar su propio poder.

Evidentemente, este razonamiento puede explicar los ataques a lo hispano en Estados Unidos, el fomento del odio a España y lo español en México, o el posicionamiento activo a favor del odio al pasado y la leyenda negra de los radicales socialistas y comunistas españoles e hispanoamericanos.

Sin embargo, aunque entiendo muy lógico lo anterior, me asalta una duda que va creciendo a la par que reflexiono sobre ella: ¿Y si los estereotipos negativos, los ataques a lo hispano y leyenda negra, además de lo anterior, fueran el fruto de una decisión previa tomada en el pasado y mantenida en el presente?

Y, esta duda, de pronto, se enriquece con una indudable certeza: siempre, desde el siglo XIX  cuando cualquier país hispano, comienza a despegar, en lo político y en lo económico, algo ocurre que rompe la tendencia; desde Argentina hasta los años 30, México entre 1950 y 1970 hasta  España, entre 1990 y 2005, pasando por Perú, entre 2005 y 2015, Colombia entre 2000 y 2015 y Bolivia, entre 1993 y 1997.

E inmediatamente, surge y golpea mi pensamiento una idea que, por parecer  locura, en principio, me resisto a aceptar: ¡es fruto del miedo anglo, y todo parte de una permanente, creada y sostenida por ellos, conspiración! 

Romper el Imperio fue, para los anglos, un enorme esfuerzo que culminó con éxito, pero no por ello desapareció el miedo, quizá justificado, que tienen a su resurrección. De ahí, que luego de 200 años, siga muy viva y ahora, porque en este siglo  ven el peligro más cerca, se intensifique la conspiración.

Bien es verdad que todo  esto quizá lo escribo porque estando convencido de que los hispanos de todas las Españas, seguimos siendo lo mismo de iguales que en el Siglo XVIII, y me resisto a pensar que somos distintos y peores, puede ser fruto de los deseos de revancha de un perdedor; pero, acaso, no.

Por cierto, ¿no es curioso que, aunque golpeados y vencidos, los hispanos seguimos sin conocer, o venciendo, el miedo?


Nota: la imagen de Simón Bolívar que ilustra esta entrada está tomada de Wikipedia, en Internet.






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