Lleno de tristeza, he de decir que estoy abrumado por
la tragedia que ha causado la gota fría, sobre todo, en Valencia, Málaga,
Albacete y Almería; con hasta ahora cerca de doscientos muertos y no se sabe cuántos
desaparecidos, no dejo de pensar en las personas muertas, en sus familias, y en
aquellas que sufren la incertidumbre de no saber nada de sus familiares desaparecidos.
Y, en estos días, lamento también, aunque en menor
grado, la carrera de los políticos para culpar de la desgracia, todo lo que
pueden, a sus adversarios, mientras hablan de la calidad, demostrada inútil, de
su gestión.
Por ello, además de pensar en que las ayudas, de todos, deberían llegar, y pronto, a quienes lo han perdido todo y a los pueblos que han visto destrozada su economía, entiendo que los ciudadanos deberíamos conocer con verdad, detalle y rigor, las respuestas a, por lo menos, las siguientes preguntas:
- ¿Había construcciones u otros obstáculos en cauces de ríos o torrentes? ¿Por qué?
- ¿Las previsiones meteorológicas fueron correctas en tiempo y forma?
- ¿Los avisos a la ciudadanía fueron acertados y adecuadamente difundidos?
- ¿Por qué razón o razones los ciudadanos no han escuchado o atendido las alarmas emitidas?
- ¿La gestión de las operaciones de rescate ha sido eficiente? Por qué?
- ¿Quién será responsable de tomar medidas para que esto no vuelva a suceder?
Nota: la imagen que ilustra esta entrada está tomada de 20 Minutos en Internet
No hay comentarios:
Publicar un comentario