domingo, 24 de abril de 2016

727. DEL NO GOBIERNO EN ESPAÑA

Si no fuera porque conozco las consecuencias que tiene para la economía, me encantaría seguir para siempre sin tener gobierno en España,  la vida sigue su curso,  los políticos mandan menos  y no  pueden continuar   subiendo  los impuestos.

Hay un precioso sol de primavera, ayer sábado  el Rey  entregó  a Fernando de Paso el Premio Cervantes;  hoy domingo,  correrán miles de personas en el Medio Maratón de Madrid  y millones, disfrutando  del buen tiempo,  llenarán calles, plazas y  parques de toda España; en las mesas familiares se disfrutará la comida del domingo con loas  al sabor inigualable de la paella, la bondad de la carne y las natillas de casa; por supuesto, habrá donde se  hable de la próxima boda en la familia,  de  algo bueno o menos bueno del trabajo, de la  próxima  visita al médico o de  la preocupación de todos  por  lo torpe que se está poniendo el abuelo.

Hoy la vida sigue con la normal tranquilidad que tienen  las personas de bien, esas gentes  a las que preocupa  lo importante y olvidan lo que no lo es, no  está en su mano o  resulta inevitable.

En las familias españolas hoy se hablará entre muy poco y nada de política, en realidad, aunque haya alguien a quién le parezca importante, para la mayoría  de los españoles es demasiado aburrido eso de  repetir siempre lo mismo: Que habrá nuevas elecciones, que se presentarán los mismos, que saldrá lo que salga, lo  mismo, que es una vergüenza,  que  son unos impresentables, siempre lo mismo.

En las familias de España, acaso porque nos lo enseñaron de niños, todos sabemos que lo peor que se puede hacer   cuando aparecen los problemas es echar  la culpa a los demás y estarse quietos, por ello, apechugamos con lo que hay  y  hacemos.  Claro que, algunos no lo aprendieron, son los pasados de  listos y  los más  soberbios, son  nuestros nada ilustres políticos.

lunes, 18 de abril de 2016

726. EL PAPA FRANCISCO EN LESBOS, ALGUNAS REFLEXIONES

Sí, el Papa Francisco ha viajado a la isla griega de Lesbos para estar con  los refugiados que allí sueñan con llegar a los países ricos de Europa y temen, con razón, que cualquier día, les  envíen  a Turquía para  que,  encerrados en campamentos,  hagan tiempo hasta que se encuentre un destino para ellos.

Sí el Papa Francisco ha dado un aldabonazo en las conciencias de muchos europeos y ha mostrado al mundo el egoísmo y la falta de amor al prójimo de los ricos y poderosos habitantes de la desalmada Europa y de sus desalmados dirigentes.

Sí, el Papa Francisco se ha conmovido cuando ha visto el inmenso dolor de los refugiados de Lesbos y  ha gritado al  mundo la falta de amor  y de generosidad que tenemos los europeos.

Sí, pero. Hay algunos peros que, aunque por expresarlos me hago acreedor a todos los insultos, a  los mayores desprecios y a ser condenado al infierno, pienso que es bueno decirlos bien alto.

El Papa Francisco tiene razón, está en su derecho y es su obligación, reclamar que se acoja a los refugiados, que se les integre en la rica sociedad europea.

Pero, el Papa Francisco, cuando habla lo hace desde la perspectiva cristiana  del amor, la caridad, el perdón y la misericordia, el amor que no pide nada, la caridad que no espera nada, el perdón setenta veces siete, la misericordia infinita de Dios que se extiende todos los días a  todos los seres humanos. Y, desde esta perspectiva nada importan los riesgos y las consecuencias que  los actos de  amor,  caridad,  perdón,  misericordia e incluso el sacrificio de quienes los realizan, para ellos mismos y para la sociedad europea.

Hay que ser generosos, sí,  tiene razón el Papa Francisco, hay que acoger a los refugiados, hay que aceptar a los inmigrantes que escapan a la pobreza y a la tiranía de sus pueblos y sus dirigentes. Pero ¿Hay que aceptar que los refugiados  impongan a los alemanes, a los  suecos, noruegos o daneses, su presencia porque así lo desean o  así lo quieren? ¿Hay que aceptar que los refugiados, porque son seres humanos,  impongan su cultura a los europeos que ya tiene  la suya propia?

Hay que ser generosos, sí, tiene razón el Papa Francisco  pero ¿Tienen los europeos que  acoger a refugiados que son o pueden ser a corto plazo  islamistas radicales dispuestos a matar  europeos para extender el Islam?

Hay que sufrir con los que sufren, hay que evitar el horror de los campos de concentración, hay que facilitar la llegada a Europa a  los desgraciados que consiguen no morir ahogados en el Mediterráneo, pero ¿Tienen los pobres europeos que ser más pobres porque, para dar bienes o dinero a  los pobres refugiados, tienen que dejar de recibirlos ellos?

Sí, el Papa Francisco tiene razón, hay que acoger a los pobres refugiados de cultura islámica porque son seres humanos, pero, ¿Es tan malo que esos seres humanos acepten integrarse en Europa, como no  lo están haciendo los que llegaron primero,  sin pretender imponer a sus huéspedes la Ley del Corán?

Pues sí, el Papa Francisco tiene razón, tanta razón que por lo que estoy escribiendo, la gente buena de la Iglesia me llamará  pecador y la también buena del progresismo comunista, si se entera de lo que pienso, me tildará de   cristiano, injusto, cruel,  fascista y, hasta es posible, de criminal  feo.

Y unas reflexiones finales:

Sí, hay que acoger a  refugiados, pero en toda Europa y en el resto del mundo, no en donde quieran ellos instalarse.

Sí, hay que acoger a  refugiados, pero no hay que permitir que con ellos entren islamistas radicales que vienen a hacernos  la  guerra.

Sí, hay que acoger a refugiados, pero debemos  permitir que nos  colonicen,  son los que llegan quienes han de adaptarse y no somos nosotros quienes tenemos que adaptarnos a ellos.

Ah, y prefiero que quienes vengan estén bautizado, incluso si son ateos.

Tengo muy claro que, aunque el Papa Francisco tiene razón y hay   que acoger a los refugiados, no podemos aceptar que en  unos años, por  la fuerza, nos impongan la Ley de la Blasfemia o el Ramadán.

Y  que es obligación de los gobiernos europeos acoger refugiados, pero  también lo es  evitar para sus ciudadanos el riesgo de, por obrar con buenas intenciones,  ocupen  plazas en el infierno.


De todos modos, para  no sentirme injusto, debo decir que,  seguro, el Papa Francisco al proclamar que los refugiados deben ser acogidos, no excluye  que los gobiernos  tomen precauciones para evitar los peligros que tiene para Europa y los europeos la llegada masiva e indiscriminada de miles o millones de personas a nuestro suelo.

sábado, 16 de abril de 2016

725. ABRIL, AGUAS MIL


Llueve mucho en  este abril: Los refugiados fatal, las guerras igual,  hay terremotos;  por ahí, poca paz   y aquí   el  desgobierno es  total; no cesan los escándalos, la  tranquilidad es poca y las  incertidumbres muchas: ¡Este abril es de aguas mil!

Ganas me dan de ponerme una venda en los ojos, taparme los oídos y  meterme  debajo de la cama para no  mojarme  y no enterarme,  hasta que  deje de llover y escampe.

Pero entre las aguas de abril,  en mi pueblo  hay niños recién  concebidos y otros, no pocos,  recién   nacidos; la electricidad  alumbra las  calles y  las casas;  el  agua sigue en los grifos;  muchísimos coches en todas partes;  funcionan los colegios y  hay plazas para curarnos  en los hospitales; en los mercados abunda y   podemos  comprar  comida;  cada día que pasa hay menos personas en paro y hasta tenemos recursos para invitar a que vengan refugiados y  gentes de otras partes…


Claro que, cuando por descuido veo esas cosas  casi me asusto,  lo reconozco, porque  el agua que cae, de verdad moja poco. Y,  porque  soy un español terco, pronto supero el espanto, abro la boca y  grito muy fuerte, como metiendo miedo: ¡Qué horror este  año, tenemos  un  abril  de aguas mil!

sábado, 2 de abril de 2016

724. NO A LOS EXÁMENES DE SELECTIVIDAD DURANTE EL RAMADÁN


La Comisión Islámica de España (CIE) ha solicitado al Ministerio de Justicia  que los exámenes de Selectividad, necesarios para acceder  a la Universidad, no se celebren durante el Ramadán.

En mi opinión, salvo que se produzca un milagro, y los milagros no existen, la petición de los musulmanes dará lugar a un cambio: todos los jóvenes españoles y sus familias, verán desplazarse las tradicionales fechas de acceso a la Universidad a las fechas que cada año consideren más adecuadas los imanes del Islam.

Entiendo que los estudiantes musulmanes, obligados al ayuno, pueden ver disminuida su fortaleza y puedan disminuir su rendimiento si se examinan durante el Ramadán. 

Entiendo que todos los españoles merecen tener las mejores condiciones para mostrar sus conocimientos y alcanzar las mejores calificaciones, es justo y así debe ser.

Sin embargo, pienso que existe la posibilidad, por parte de los clérigos musulmanes de dispensar a los miembros de la fe de Mahoma de ayunar cuando hay  motivos justificados, parece un exceso obligar a todos los españoles a cambiar las tradicionales fechas de estos exámenes  porque “es mejor” que los  alumnos musulmanes  ayunen durante el día que permitirles comer para estar fuertes durante las pruebas.

Claro que, también en mi opinión, lo que hay detrás de la petición de la Comisión Islámica de España   al Ministerio de Justicia solo es un pasito más en el propósito de los musulmanes, también de los no radicales, de islamizar España, Europa y el mundo.


…claro que, los progresistas españoles, que no dejan de perseguir cuanto es tradición o práctica de la religión católica, aplaudirán y apoyarán el cambio en las fechas de los exámenes de Selectividad  para que no coincidan con el Ramadán…y los políticos, acomplejados y cobardicas  de los partidos no progresistas, para que  no les llamen intolerantes…  

jueves, 17 de marzo de 2016

723. EL LÍDER DE PODEMOS SABE DE PURGAR Y YA LO ESTÁ HACIENDO

La verdad es que me ha sorprendido que lo haya hecho  tan pronto; me hay sorprendido  que Pablo Iglesias, el líder de Podemos, no haya  esperado a llegar al gobierno para comenzar las purgas. En muy pocos días ha expulsado de los puestos de responsabilidad de su partido a un buen número de disidentes y, sin duda, lo seguirá haciendo.

El líder comunista, universitario de pro,  está estudiado, conoce la historia y sabe qué  hacer para  conseguir el  poder y mantenerse al frente: está en los libros, para eliminar la disidencia,  hay que ser firme ser  y aplicar la purga.

Purgar es eliminar la disidencia, generar pánico y   asegurar  absoluta  obediencia. Nadie puede ser un obstáculo, nadie puede oponerse, nadie puede discrepar y si alguien lo hace, se le purga. La purga, al principio es destituir  del cargo, más tarde  desterrar al  exilio y, finalmente, matar a quien piensa diferente.

El maestro de las purgas,   José Stalin, comenzando por  Trotsky, purgó a miles de comunistas, a unos los mató y a otros  los  desterró en Siberia.  Bien es verdad que los muertos y desterrados no comunistas fueron no miles  sino  millones.

Por supuesto Mao o Pol Pot, en China y en Camboya dejaron cortos los logros del maestro ruso de  las purgas.

En Cuba, el  bondadoso anciano que es hoy  Fidel Castro,  probablemente sin mala  intención, usó la purga,   primero con  Camilo Cienfuegos,  más tarde  con Arnaldo Ochoa  y no se olvidó   de su antiguo  amigo   Gutiérrez Menoyo.  Por supuesto, en su bondad revolucionaria, el líder comunista ha encarcelado y expulsado  sacado de su país  a cientos de miles de cubanos.

Ahora,  en  Venezuela, Nicolás  Maduro, el amigo de Podemos, para  quitarse problemas, además de  perseguir  y encarcelar  a los opositores, por si acaso,  purga con fiereza a los que fueron seguidores del caudillo Chavez.

Decía al comienzo de esta entrada que me ha sorprendido lo pronto que ha comenzado Pablo Iglesias, el líder de Podemos, a aplicar la purga y, realmente me da miedo. Todos sus antecesores comunistas esperaron  más tiempo para purgar a quienes les ayudaron a subir y luego, imprudentemente, disintieron.


A quienes,  por ahora, son  fieles a Pablo Iglesias,  solo les puede  salvar de ser purgados que quienes detestamos  ver a los comunistas gobernar España, antes de que lleguen al poder, también por nuestro bien, no les dejemos.

domingo, 6 de marzo de 2016

722. AYER, SE CASARON ROCÍO Y JORGE, MIS SOBRINOS

Solo  para sentir la fuerza del amor y la continuidad de la vida,  aun sin invitación, vale  la pena asistir a la celebración de una boda. En el presbiterio de una iglesia, en  la sala de un juzgado, o ante  el altar  de  las bodas celtas, cuando, antes de recibir la bendición del  oficiante, sacerdote,  juez de  paz  o madre  druida,  los  novios se miran al darse el sí, siempre se desprende de ellos un resplandor del amor que llena el espacio y penetra en los corazones de quienes asisten a la boda.

Y, cuando, como ayer, quienes celebran su matrimonio,  quienes se casan, son miembros de la familia, la intensidad de sus sentimientos, estalla en el corazón y llena el alma de  quienes les queremos.

Ayer, en la boda de Rocío y  de Jorge, mis sobrinos, al  calor de  una boda grande, con  la  iglesia iluminada, los  ritos  de siempre,  trajes  de ceremonia,  los rostros emocionados y los oídos alerta, resonaron  sus palabras de compromiso eterno.

Ayer, en la boda de Jorge y Rocío, los novios, con su felicidad, más allá de lo solemne y de lo festivo, me regalaron, nos regalaron a todos,  el  sentir de  su  amor, el inmenso regalo de Dios que es  vida y prolongación de la vida.

Rocío y Jorge,  felices y enamorados, ayer comenzasteis  vuestra  vida de casados, por ello, con todos los vuestros,  pido a Dios  y os deseo de corazón que  lo que  ahora sentís  sea la   llama  que alimente una gran  hoguera de amor en la que viváis por  siempre. 

jueves, 3 de marzo de 2016

721. DEL DEBATE DE INVESTIDURA, ALGUNAS CONCLUSIONES

Durante el día de ayer, he escuchado, sin asombro, hablar en el Congreso de los Diputados, a los líderes de los cuatro grandes partidos españoles y a los de unos cuantos de los que representan a otros minoritarios, en el Debate de Investidura para el nombramiento de un nuevo  Presidente del Gobierno de España.
Obviando, aunque sea relevante para el futuro, para cuando tengamos un nuevo gobierno, no comento ahora las aportaciones de los partidos menores y me centro en las conclusiones que he sacado, luego de pensar bastante,  de las  intervenciones de los representantes del Partido Socialista, Sr. Sánchez, del Partido Popular, Sr. Rajoy, de Podemos, Sr. Iglesias y de Ciudadanos, Sr. Rivera. Son las siguientes:

Primera conclusión:
Hay tres partidos, Partido Popular, Partido Socialista y Ciudadanos, que piensan, dicen y ofrecen a los españoles  aproximadamente lo mismo: una sociedad abierta y plural, que vive y se desarrolla  en una economía de mercado, en un estado del bienestar, con enfoques más o menos socialdemócratas, en un entorno de amplia libertad y respeto a los valores que inspiran y  han inspirado tradicionalmente a la Unión Europea.
Entre los tres partidos tienen 253 escaños de los 350 que hay, en total en el Congreso; pero  ninguno de los tres, por sí solo, alcanza los 176  necesarios para formar gobierno. Lo normal sería, si están tan próximos, que pactasen entre ellos y se terminase con la situación de interinidad que tenemos desde el 20 de diciembre del año pasado. 
Hay otro partido, Podemos, que salido de la Universidad, se nota mucho, tiene 69 escaños y  responde a las  expectativas de los partidos  comunistas que aspiraron,  llegaron al poder  y fracasaron, en la Europa del siglo XX, y reflejan los valores, aspiraciones y modos de hacer de Fidel Castro durante cincuenta años,  han arruinado Venezuela en pocos años y lo han intentado, aunque de milagro, no lo han  conseguido en Grecia.
Este partido, ni con los votos de todos los minoritarios (algunos de estos jamás les apoyarían) puede  aspirar a formar gobierno. Ahora bien, Podemos ha irrumpido en la política española arrebatando la bandera de la Izquierda al  Partido Socialista y, desde una posición radical, trata de alcanzar el poder de la mano de este partido, entrar con los socialistas en el gobierno,  comérselos primero e instaurar más tarde un régimen comunista, de corte  populista similar al venezolano.
En conclusión: En principio es que,  si  los españoles  queremos tener gobierno y no queremos un populismo americano,  o un comunismo soviético, la única solución es que el Partido Popular y el Partido Socialista con o sin Ciudadanos por medio, pacten y entre los dos nos gobiernen en una Gran Coalición.

Segunda conclusión:
Sin lugar a dudas, con o sin razones fundadas, entre los líderes del Partido Socialista y del Partido Popular existe una animadversión que, siendo  cómica, por sus consecuencias, es dramática: ni uno ni otro están dispuestos a pactar entre ellos para dar paso a un gobierno que desarrolle el  programa que requiere la difícil situación de España, anteponiendo sus fobias al interés común.
El único líder político que parece, por sus palabras y su conducta en el Congreso de los Diputados, es el de Ciudadanos, el Sr. Rivera que se ha constituido en puente entre socialistas y populares y es, en mayor o menor grado,  respetado por ambos partidos y, sobre todo, por los votantes de ambos partidos.
El líder del Podemos, pescando en el rio revuelto, ya sin tapujo  alguno, trata de aprovechar la situación para llegar al poder o, al menos, expulsar al Partido Socialista de la escena política  española de hoy y hacerlo para siempre. Además, está tratando de conseguir y lo está consiguiendo, dividir a la sociedad española en dos bloques antagónicos, uno azul y otro rojo, para lograr, ochenta años después, que nos odiemos y matemos mutuamente como tantas veces lo hemos hecho en el pasado.
Parece muy claro que la mayor parte de la sociedad española desea un futuro de progreso, sin sobresaltos, que permita, en paz, mantener y hacer crecer el bienestar de los españoles y rechaza el enfrentamiento radical entre unos y otros.
Conclusión: En la situación actual, si los demás no llegan a un acuerdo, que parece muy difícil, solo puede progresar el populismo de Podemos.

Conclusión final:
Si  ahora no es posible que los señores Sánchez y Rajoy, con razón o sin  ella,  pueden ponerse de acuerdo, entiendo que lo razonable, aunque sea muy difícil, sería que socialistas y populares llegaran a uno de estos pactos:
·       Que gobierne ya  el Sr. Rivera con ministros populares y socialistas
·       Que desaparezcan los señores Rajoy y Sánchez y sus sucesores se pongan de acuerdo para que uno de ellos o un tercero, acaso Rivera, gobiernen juntos  durante un tiempo
·       Que el Rey proponga a los partidos y estos acepten, un presidente independiente que elija ministros también in dependientes.

Y, en mi opinión, porque además existe la casi certeza de que en unas nuevas elecciones  los resultados serían muy similares a los actuales, me pregunto, ¿por qué no llegar ahora a uno de esos pactos y terminar con la situación actual?