La Hermana Presentación López Vivar, herida de gravedad por una bomba en Rutshuru, ha perdido sus dos piernas.
El sacrificio de La Hermana Presentación es expresión del coste tremendo que puede tener el disfrute de un apasionado amor, ¡Bendita sea la Hermana Presentación! Benditas sean las muchas religiosas, los sacerdotes y los laicos que con fe o sin ella, dejan retazos de su vida, o la vida entera creando, en lugares que son infiernos, oasis de convivencia, amor y paz.
Lo siento, lo siento mucho. Lo siento primero por ella, también por su familia española, por sus hermanas religiosas en la República Democrática de Congo, por todas las personas que trabajan en pro de la vida y de la paz en países a los que aman y comprenden más que si hubieran nacido en ellos
Lo siento más todavía porque este hecho es muestra de la loca soberbia, de la tremenda codicia y de la absurda prepotencia de los dirigentes africanos.
Pero lo siento y me avergüenzo, aún más por mi mismo, por nosotros mismos, por quienes vivimos en lugares en los que aún en la peor de las crisis, podemos y podremos comer cada día, ir al médico, tener medicinas, seguir en la escuela y mantener la esperanza de un mañana mejor.
Lo siento porque permitimos a quienes nos gobiernan, que también somos nosotros, que permitan esta locura y que se beneficien, que nos beneficiemos, de la codicia y de la soberbia de esas gentes sin alma que en África, oprimen, roban y matan, a las que nosotros mantenemos donde están y cuidamos con gran esmero.
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