DE
MI PROPIO BUENISMO
Pues
sí, como todo el mundo, utilizo para ver y comprender el mundo que me rodea primero
y sobre todo esa parte de la inteligencia que llamamos intuición y, más
tarde, cuando “ya sé de qué va la cosa”, lo refuerzo con esa otra parte de la
inteligencia que es el pensamiento racional, para completar mi posición mental
sobre el tema de que se trate.
Además,
debo añadir que, como a cualquier persona, me resulta entre imposible y muy difícil
que nadie pueda hacer que cambie mi posición mental mediante el uso de argumentos
racionales. Solo cambia mi forma de pensar cuando algo incide en mis emociones,
mi intuición ve las cosas de forma diferente y mi razón elabora una nueva posición
mental que siempre es al menos tan
sólida como la que tenía anteriormente.
Que ¿por
qué escribo esto? La razón es sencilla, uno de los lectores de este blog, en un
acertado comentario, me dice que “en mis lamentos”, sobre la situación actual
del entorno político, quizá por buenismo, olvido mencionar a “la feroz
oposición” que trata de derribar a toda costa al gobierno legítimo, elegido democráticamente.
Y, no
solo es posible, es seguro que mi amigo, por su forma de escribir es un amigo, tiene
razón: me olvido (aunque no siempre) de criticar los muchos errores, ataques despiadados, malas
decisiones, críticas injustas o desaforadas o la simple inepcia, de los
políticos que se oponen al gobierno legítimamente elegido. Además, acierta mí
amigo al recordarme que yo también caigo en el buenismo cuando por mi actitud
rebajo la gravedad o cedo con benevolencia ante la mala conducta y peores
maneras de los opositores al gobierno legítimo.
En
consecuencia con todo lo anterior, porque
mí amigo lector ha tocado mi parte
emocional, ha generado en mí una nueva intuición y me ha hecho pensar, he
tomado una decisión: con toda la libertad de expresión que me permite la Ley y
teniendo muy claro que el gobierno es legítimo, pienso seguir con “mis lamentos”, escribiendo en
contra de la inepcia, las mentiras, los desaciertos y acaso el narcisismo, del doctor Sánchez y su gobierno; pero no me
olvidaré de hacerlo también con la inepcia, las mentiras y los desaciertos de
quienes se oponen, como yo, al social – comunismo que nos gobierna.
Ah,
me encantaría que, legítimamente, en las próximas elecciones o mediante una
nueva moción de censura, el doctor Sánchez pasase a estar, aplaudiéndose a sí
mismo por todos sus aciertos, en la oposición.
Notas
- El
comentario que se menciona en esta entrada puede verse completo en la entrada 911 del
blog.
- Sobre
la forma de ver, conocer y comprender de las personas vale la pena leer un muy buen
libro: La mente de los justos del profesor Haidt.