martes, 29 de diciembre de 2020

913. DE LA NUEVA NORMALIDAD 57

 

DE MI PROPIO BUENISMO

 

Pues sí, como todo el mundo, utilizo para ver y comprender el mundo que me rodea primero y sobre todo esa parte de la inteligencia que llamamos intuición y, más tarde, cuando “ya sé de qué va la cosa”, lo refuerzo con esa otra parte de la inteligencia que es el pensamiento racional, para completar mi posición mental sobre el tema de que se trate.

Además, debo añadir que, como a cualquier persona, me resulta entre imposible y muy difícil que nadie pueda hacer que cambie mi posición mental mediante el uso de argumentos racionales. Solo cambia mi forma de pensar cuando algo incide en mis emociones, mi intuición ve las cosas de forma diferente y mi razón elabora una nueva posición mental que siempre es  al menos tan sólida como la que tenía anteriormente.

Que ¿por qué escribo esto? La razón es sencilla, uno de los lectores de este blog, en un acertado comentario, me dice que “en mis lamentos”, sobre la situación actual del entorno político, quizá por buenismo, olvido mencionar a “la feroz oposición” que trata de derribar a toda costa al gobierno legítimo, elegido democráticamente.

Y, no solo es posible, es seguro que mi amigo, por su forma de escribir es un amigo, tiene razón: me olvido (aunque no siempre) de criticar los muchos  errores, ataques despiadados, malas decisiones, críticas injustas o desaforadas o la simple inepcia, de los políticos que se oponen al gobierno legítimamente elegido. Además, acierta mí amigo al recordarme que yo también caigo en el buenismo cuando por mi actitud rebajo la gravedad o cedo con benevolencia ante la mala conducta y peores maneras de los opositores al gobierno legítimo.

En consecuencia con todo lo anterior,  porque mí amigo lector ha tocado mi  parte emocional, ha generado en mí una nueva intuición y me ha hecho pensar, he tomado una decisión: con toda la libertad de expresión que me permite la Ley y teniendo muy claro que el gobierno es legítimo,  pienso seguir con “mis lamentos”, escribiendo en contra de la inepcia, las mentiras, los desaciertos y acaso el narcisismo,  del doctor Sánchez y su gobierno; pero no me olvidaré de hacerlo también con la inepcia, las mentiras y los desaciertos de quienes se oponen, como yo, al social – comunismo que nos gobierna.

Ah, me encantaría que, legítimamente, en las próximas elecciones o mediante una nueva moción de censura, el doctor Sánchez pasase a estar, aplaudiéndose a sí mismo por todos sus aciertos, en la oposición.  


Notas

  • El comentario que se menciona en esta entrada  puede verse completo en la entrada 911 del blog.
  • Sobre la forma de ver, conocer y comprender de las personas vale la pena leer un muy buen libro: La mente de los justos del profesor Haidt.

 


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