MUERTOS EN LA PANDEMIA
En estos días, cuando en la sociedad, sobre todo por el avance en el proceso de vacunación, se extiende la idea y la clara sensación de que la pandemia ha terminado, al leer o escuchar en los medios de comunicación el número de muertos en la jornada (menos de un centenar y con tendencia a la baja), no deja de causarme espanto ver u oír, antes de la cifra, tres terribles palabras: “solo han muerto”, 73, 60 o 52 personas. Y si, como está previsto, en los próximos meses la inmensa mayoría de los españoles estamos vacunados, evidentemente, aquí la pandemia habrá desaparecido.
Si en esta semana, en un accidente ferroviario, en el desplome de un edificio o en un incendio, hubieran muerto 73, 60 o 52 personas, todos los medios y todos los ciudadanos estaríamos horrorizados por la magnitud de la tragedia.
Sin embargo, venimos de largos meses de pandemia y ahora, acostumbrados a escuchar los datos diarios de cientos o miles de muertos, lo de estos días nos parece nada; nada para quienes o no somos hijos, nietos, hermanos o amigos de las personas fallecidas, que ellos sí, sufren el dolor enorme de una pérdida inmerecida.
Pero ¿cuántas vidas se han perdido? ¿cuántos han sido los muertos en la pandemia? ¿y cuántas personas han sufrido la muerte de seres queridos en los dieciséis meses que llevamos de pandemia?
Y, con tristeza no lo sabremos nunca, los números oficiales, por voluntad o incapacidad de los gobiernos, son, como mucho aproximados y, con razón, puestos en duda por los medios y por la población.
En España, en estos momentos (mayo de 2021) la cifra oficial de fallecidos está próxima a los 80 mil, la que resulta del análisis del exceso de fallecidos a partir de las cifras de periodos anteriores añade 7 mil al número anterior (en total 87 mil), y en los medios aparece con frecuencia la aún más terrible cifra de 120 mil. Por ello, si como se anuncia, en menos de un año, la pandemia desaparece, los números finales de muertos estarán muy próximos a los actuales.
¿En el mundo? El número “oficial” de fallecidos que en estos momentos se maneja es de 3,6 millones. Pero la realidad no la sabemos ahora y no la sabremos nunca, en muchos lugares la pandemia no está controlada y es imposible llegar a conocer lo que ocurre en países que no cuentan con estadísticas fiables, o que, teniéndolas, por unas u otras razones, ocultan la verdad.
Claro que esta primera pandemia del siglo XXI, ha dejado muchos menos muertos que la “Gripe española” (alrededor de 260 mil en España que entonces no llegaba a los 22 millones de habitantes y 50 millones de los 1.900 que había en el mundo). Además, hay que recordarlo, han muerto sobre todo personas mayores de 70 años y hace un siglo en su mayor parte los fallecidos fueron jóvenes y niños.
Y, aunque los números fríos esconden el peso de la tragedia, hemos de recordar aquí, el dolor inmenso que dejó a nuestros abuelos la pandemia del Siglo XX, cuando perdieron a tantos de sus hijos y, el también el durísimo trance que, ahora en el Siglo XXI, supone la muerte de tantos y tantos de nuestros mayores.
Para terminar: si en un cálculo muy burdo, suponemos que cada persona fallecida tenía cuatro personas a las que amaba y por las que era amada, por la pandemia, hoy en España, tenemos más de 1 millón de compatriotas de luto y casi 15 millones en el mundo. Sí, hemos vivido una gran tragedia que, por desgracia, todavía no ha terminado.
Nota
La fotografía está tomada de Facebook