¡Victoria!
Mi
hija querida,
tan
llena de amor,
tan
soñada.
Fuiste
la más grande recompensa,
a
sinsabores y tristezas,
dudas,
dolores,
y
amorosas paciencias.
Muy
callada,
para
alegrar mi alma,
como
una sorpresa,
llegaste
a mis brazos una mañana.
Se
fueron los días amargos,
las
noches en vela,
y,
con amor y valentía,
hiciste
mi vida nueva.
¡Victoria!
Mi
hija querida,
tan
llena de amor,
tan
soñada, ¡gracias!
Para mi hija Victoria, en el día de su cumpleaños
2 comentarios:
Que regalo tan precioso para Victoria. Muchas felicidades para ella y un abrazo para ti.
Que bonito
Publicar un comentario