Un trece de enero,
después de la nevada,
tu madre te puso en mis brazos,
y te vi, recién nacida.
Eras mi niña bonita,
eras nueva luz en mi alma,
eras, Cristina, mi vida,
eras mi hijita querida.
Y, queriéndote mucho,
en el sol de aquel día,
mirando tus ojos cerrados,
soñé para ti lo mejor de la vida.
Y hoy, hijita querida,
pasados los años,
desgastados mis recuerdos,
aún te siento en mis manos.
Eres mi niña bonita,
eres luz en mi alma,
eres, Cristina, mi vida,
eres mi hijita querida.
Hoy, trece de enero,
como aquel otro día,
sigo soñando, para ti, mi hijita
lo mejor de la vida.
13 de enero de 2022, día de tu cumpleaños
jueves, 13 de enero de 2022
981. CRISTINA, MI HIJITA QUERIDA
jueves, 6 de enero de 2022
980. LOS REYES MAGOS HAN VENIDO, HAN DEJADO REGALOS, Y SE HAN MARCHADO
Hoy, como todos los años, sin faltar ninguno, han venido a mi casa Melchor, Gaspar y Baltasar, los Reyes Magos, y, porque han hecho ruido o porque soy viejo, en plena madrugada, me he despertado, he saltado de la cama y me he levantado.
Muy deprisa, enseguida, de pie, desde la puerta del salón, lo he visto todo: los Reyas Magos, los tres, en una esquina, muy quietos, sonríen, me están mirando. En cada sitio hay paquetes, grandes para los nietos, otros más pequeños, son para sus padres cierto; y, en mi sillón, al aire, sin envoltura, al descubierto, una nube de incienso, con gotas de mirra y luz de oro, me llama y me acerco.
Escucho palabras suaves, preciosas, las mejores de mis recuerdos, mis pensamientos se hacen de bienes, de los bienes más queridos y olvidados; y, al final, ¿estoy soñando?, el mayor de los regalos: la felicidad del amor y del ser amado.
Alzo hacia la esquina mis ojos mojados;
ellos, los tres Reyes Magos, de nuevo me
han mirado y, en un instante, sonriendo, han desaparecido, se han marchado…
Nota:
La imagen está tomada de guiainfantil.com
viernes, 31 de diciembre de 2021
979. 2021, EL AÑO QUE HE, QUE HEMOS VIVIDO, ENTRA YA EN EL OLVIDO
Termina el año 2021, el segundo de
la pandemia, quizá el año ¿peor?, más ¿difícil? ¿extraño? ¿apasionante?, ¿completo?,
de mí, de nuestra vida.
El año, largo, con sus días mezclados
y confundidos con el primero de la pandemia, nos ha permitido, nos ha obligado,
bajo la luz del sol, la lluvia, el frio,
la nieve y el calor, que no han cambiado,
a vivir, casi simultáneamente, momentos de salud, enfermedad y duelo, con amor
y desamor; noches de incertidumbre,
pensamientos álgidos y depresivos; estados
de profunda tristeza y, también, de alegría; extraños encuentros e inesperados
desencuentros; solidaridad y egoísmos, impotencias,
miedos, pánico quizá, y, a veces, pocas,
de felicidad intensa.
Sí, en 2021, en el año que hoy
termina, se han reunido, con la pandemia, al mismo tiempo, emociones, hechos y situaciones,
tantas, que, porque es imposible recordarlas, se aprestan, confundidas en un
todo, a esconderse en el rincón que para el olvido tiene la memoria.
Sí, de este año 2021, el segundo de
la pandemia, hoy, antes de que termine, todo, todo lo que he, que hemos vivido,
dejando apenas rastros confusos, comienza esconderse, quizá para siempre, junto
a lo soñado y no vivido.
Sin embargo, por todo y, a pesar de
todo, lo que he, lo que hemos vivido, porque este segundo año de la pandemia ha
sido, como ninguno, tan difícil, tan extraño, tan colmado de dolores y tan
lleno de emociones, pienso, creo, y me prometo a mi mismo que se mantendrá
siempre escrito, con fuego, en mi
memoria y nunca, nunca, olvidaré lo que ha sido.
Ah, deseo a todos un FELIZ AÑO 2022, como decía la vieja canción, con
salud, dinero y amor…
miércoles, 29 de diciembre de 2021
978. DE LOS PEQUEÑOS E INCÓMODOS ERRORES. ESTAR EN LA LUNA
Anoche, antes de abandonarme al
sueño, ¡es tan difícil perder las viejas costumbres!, hice un repaso del día y,
porque era miércoles, organicé en mi cabeza el plan para hoy, el día jueves y,
muy tranquilo, dejé de pensar y me quedé dormido.
Y, claro, esta mañana, sin necesidad
de pensar, como un autómata, he hecho
todo, todo lo previsto: desayunar, tomar las medicinas, hacer la cama, lavarme
la cara, ponerme colonia, vestirme de presumir y abrir el ordenador, leer el
correo, enviar algunos mensajes y
escribir un poco; ¡bien José Luis, bien!.
Pero, ¡maldito pero!, a las diez y media
me asalta una duda, ¿habrá zoom esta mañana?, ¡qué mayor está Ramiro, no ha
enviado el enlace y, aunque es muy listo, tiene olvidos!
Inmediatamente, sin incomodarme, con
naturalidad, casi con elegancia, sin necesidad de pensar ni ánimos de ofender,
por desmemoriado, a mi amigo, en el grupo de WhatsApp, escribo; ¿Tenemos hoy
zoom, Ramiro?; y me quedo tan pancho.
Escribo dos versos, ¡qué bien, han
salido fluidos!; y, enseguida, una señal en el icono anuncia mensaje, -es de Ramiro,
me digo -, pero no, el mensaje no es de Ramiro, es de Gaspar y dice: Jose, no te despistes hoy
es miércoles, el zoom será mañana -, inmediatamente, porque soy educado, me
disculpo como puedo: -tienes razón Gaspar, estoy un poco peor de lo normal, que
ya es mucho. Abrazos.
Y, del todo desolado, dejo caer la
cabeza y la recojo con las manos, trato de no llorar, de recuperar la calma, de
no llamarme idiota, perdonarme el error y ¡que horror!, pensar en qué hacer con
el tiempo de un miércoles para el que no tengo previsto nada, menos mal que, al
menos, ya tengo organizado lo que haré mañana.
Pues bien, no hay mal que por bien
no venga, y, por aquello de que siempre es bueno aprovechar las experiencias, escribo
esta entrada; quizá alguno de mis amigos sonría cuando vea, en José Luis, la poca importancia
que, aunque incomodan mucho, tienen los pequeños errores que cometes porque
estás, como cuando eras niño, en la luna.
martes, 28 de diciembre de 2021
977. DE LA NUEVA VARIANTE DEL COVID, LA ESPAÑOLA
Hoy, 28 de diciembre, acaso por lo señalado de la fecha, la pantalla de mi ordenador, desde la madrugada, está soltando, uno por cada noticia que llega, múltiples y asombrosos destellos
- Qué la nueva variante del Covid, la española, rejuvenece a los viejos y ya no mata…
- Que la nueva variante del Covid, la española, hace a las chicas ser chicas y a los chicos ser chicos…
- Qué la nueva variante del Covid, la española, llena a la gente con seny y mata la rauxa
- Qué la nueva variante del Covid, la española, hace de la verdad verdad y borra las mentiras
- Qué la nueva variante del Covid, la española…
- Qué la nueva variante del Covid, la española…
- Qué la nueva variante del Covid, la española…
Es por la fecha, me digo, son tantas
y tan extrañas las noticias que, el seny me lo dice, no pueden ser ciertas, son bulos, solo bulos, inventos del demonio para confundir mi mente desgastada….
Y, en mi desconfianza, desde que
abrí el ordenados por la mañana, dos veces cada minuto salgo de mi pantalla y pregunto a Google; de las noticias que me llegan no
encuentro nada, ni siguiera en las páginas
“fake” aparece nada, nada de nada.
Rendido a la evidencia, contagiado
por la nueva variante del Covid, la española, acepto la verdad y, porque soy generoso, la cuento y,
corriendo, antes de que me encierren por loco, corro a mi cama y, bajo la
colcha, pensando en luces y preciosos destellos, me escondo…
domingo, 26 de diciembre de 2021
976. EN RECUERDO DE LA TÍA CARMEN
Hoy, 26 de diciembre, me he levantado pensando, con no
poca añoranza, en la tía Carmen, la hermana mayor de la madre de mi mujer; hoy es el día de su cumpleaños, más de cien, no
recuerdo cuantos, y mis ojos y mi alma se han llenado con su presencia y la fuerza de su corazón lleno
de amor.
La tía Carmen, una mujer capaz, recta y bien formada, miembro
desde joven, de la IT, la Institución Teresiana
fundada en los años 20 del siglo pasado por el Padre Poveda, fue una mujer con dos grandes
pasiones: el amor a Dios al servicio de los demás, y su familia; y esto lo
escribo ahora, porque lo obvio muchas veces es lo primero que olvidamos, y
porque, quizá, es lo que explica el valor de una valiosa tradición familiar
que, los años, el devenir de la vida y la muerte de los mayores, hoy, con gran
tristeza, no podemos celebrar.
Hace treinta y cinco años, quizá más, luego de haber realizado
una intensa y valiosa misión social y apostólica en Portugal, la tía Carmen volvió
a España para seguir aquí ayudando a los demás a ser mejores, y con cerca de
sesenta años, no solo opositó y ganó una cátedra de Lengua Española que
desempeñó hasta su jubilación, sino que, además, emprendió otra muy difícil tarea,
mantener unida a su familia.
Así, la tía Carmen, desplegando todas sus habilidades
y todo su cariño, poco a poco, en silencio y derrochando amor, se fue ganando las
voluntades de los hijos y especialmente de los nietos, entonces muy jóvenes, de
sus hermanas. Y, cuando hubo conseguido “la fuerza” suficiente, no fue fácil, dio
un segundo paso: comenzó a reunir, cada 26 de diciembre, para celebrar el día
de su cumpleaños, a toda la familia, a sus hermanas, sobrinos y nietos, en una
comida, casi siempre, en un buen hotel
de la calle Zurbano.
Aquellas comidas, lo sé bien, contribuyeron con éxito
a mantener la relación y la unidad en una familia en la que son frecuentes “las
ideas propias” y los “caracteres fuertes”.
Cuando, ya mayor, murió la tía Carmen, durante dos o
tres años, sus hermanas mantuvieron la celebración y
luego, tras el fallecimiento de mi suegra, la tía Chelo, mujer de inmensa
bondad, asombrosamente, para bien, normalmente
en tiempo de Navidad, una vez al año, consiguió seguir reuniendo en una estupenda cena, en
recuerdo de sus hermanas, a toda la familia.
Y hoy, con profunda nostalgia, lamento que el
fallecimiento de la tía Chelo, la pandemia y, sobre todo, el devenir de la
vida, haya terminado con la tradición que era, en la familia de Cristina, de mi
mujer, celebrar el cumpleaños de la tía Carmen y con ello, debilitado lo que
era su principal propósito, mantener unida a la familia.
¿Podría, cuando termina la pandemia, volver a
celebrarse el cumpleaños de la tía Carmen? Así lo deseo, y espero que, porque ella fue santa, haga ese precioso milagro desde el cielo.
En todo caso, y como siempre, hoy, en tu día, tía Carmen, te deseo un muy feliz cumpleaños.
jueves, 23 de diciembre de 2021
975. DE LA IMAGINACIÓN RECAUDADORA
Aunque siempre me ha sorprendido la imaginación de los
gobernantes, incluso de los bastante obtusos, para sacar dinero hasta de dónde
no lo hay, de cuando en cuando, en cuando recibo alguna noticia que me llena de estupor.
Así, hoy he leído en Los Ángeles Press, que
el alcalde de Tuxtla Gutiérrez, la capital de Chiapas, Carlos Morales Vázquez, está intentando introducir en
su municipio el impuesto sobre el alumbrado público y, la verdad, a mí nunca se
me hubiera ocurrido. No estoy seguro de que don Carlos consiga abrir este nuevo grifo en el bolsillo
de los tuxtlecos, pero siendo como es
él, miembro de MORENA, ese partido
mezcla del nuestros PSOE y PODEMOS, que, con AMLO al frente, manda en México, si no lo echan antes, es muy posible
que lo consiga.
Pero
no, no es lo del impuesto sobre las luces de la calle lo que más me ha sacudido
de la noticia, es lo que añade quien la
firma, Carlos Z. Cadena, y me ha recordado los dos ingeniosos impuestos, el de las
chimeneas y el de las ventanas, que el rey Carlos II regaló a sus súbditos
ingleses, que cuando hace bastantes años, estudié la
carrera, me impresionaron, sobre todo el primero, por su indudable crueldad.
Pues bien, para terminar esta pequeña
entrada, debo decir que he dudado, y no poco, escribirla y publicarla, el deseo de compartir con mis amigos los
hechos curiosos de los que tengo noticia fiable, ha podido con mi temor a que
estas ideas lleguen a oídos de nuestros MORENOS y que, para satisfacción de progresistas
y rufianes, se incorpore en las próxima declaración de la renta un recargo adicional: “entre
el 15% y el 25%, según los ingresos, por
farolas, chimeneas y ventanas”.
Nota:
El artículo aludido en esta entrada se
encuentra en: Alcalde morenista de Tuxtla Gutiérrez quiere cobrar
impuestos por alumbrado público - Los Ángeles Press (losangelespress.org)