viernes, 18 de marzo de 2022

986. DE CISNES NEGROS Y DE UN HITO EN LA HISTORIA

 

Aunque por muchas personas es bien conocida la idea, la metáfora, formulada en 2007 por Nassim Taleb en  su libro,  El cisne negro, entiendo que, para ayudar en el conocimiento de lo que realmente significa la invasión rusa de  Ucrania y la guerra que estamos viviendo, es bueno aclarar algunos conceptos.   

Se entiende por cisne negro el acontecimiento aparecido por sorpresa que produce un gran impacto socioeconómico y que, una vez pasado es analizado retrospectivamente de modo que parezca lógico, explicable y normal que se hubiera producido. Ejemplos típicos de “cisnes negros” serían la caída el muro de Berlín, el comienzo de Primera Guerra Mundial o la Pandemia de 2020,  acontecimientos no esperados, del todo imprevistos, que han sorprendido al mundo y que, una vez se han producido, resulta que, aplicando el sentido común, además de lógico, había sido “normal que ocurrieran”.

Evidentemente, un acontecimiento, ya sea la Pandemia, los atentados del 11 de septiembre de 2001, u otros que puedan causar un gran impacto socioeconómico, para algunas personas y organizaciones puede haber sido “previsto” y “muy esperado”; además,  porque es un “cisne blanco”, pueden prepararse, o se han preparado,  para afrontarlo y lo han  convertirlo en una gran oportunidad. Y, el mismo acontecimiento, para otras organizaciones, para otras personas, la mayoría, porque no había sido previsto, era inesperado y ha aparecido por sorpresa, ha sido un “cisne negro”, para el que no estaban preparadas, aunque sea lógico y explicable a posteriori.

Evidentemente, para aclarar aún más la idea, recordemos que, como es bien conocido, a menor escala, las empresas son especialmente vulnerables a sus propios cines negros, ya que la aparición de nuevos productos, nuevas tecnologías u acontecimientos imprevistos pueden causarles enorme impacto e incluso hacerlas desaparecer.

Y, ¿es la guerra de Ucrania un cisne negro?

No, invasión rusa de Ucrania y la guerra que se está librando en estos momentos en esa nación europea, digan lo que digan los medios de comunicación de las partes en litigio, no es un cisne negro, es un hito, el primero realmente visible, en el cambio de era que estamos viviendo en estos tiempos.

Es, acaso, parte del último intento de los anglos, Estados Unidos y el Reino Unido,  para seguir siendo el poder hegemónico, al menos en occidente, eliminando la competencia europea; y de Rusia, en su anhelo de recuperar el  imperio perdido o, al menos, proteger sus fronteras. Y es el hito que estudiarán los niños del mañana como comienzo de la hegemonía china en el planeta tierra.

¿O, no?



lunes, 7 de marzo de 2022

985. DE LA GUERRA Y ESAS COSAS


Quizá porque nací en 1944,  en España,  cuando se libraba en  Europa la II Guerra Mundial,  y viví, entonces sin darme cuenta,  el  horror de la guerra  y  los terribles tiempos de la postguerra,  ninguna idea  me produce mayor espanto que  la de volver a vivir la angustia de la guerra.

Además, siendo muy joven, casi un niño, acaso porque era importante para mi padre, porque había participado en ella, hacerme entender lo que  significaba la guerra, me hizo leer Los cuatro jinetes del Apocalipsis, la novela de Vicente Blasco Ibáñez, en una edición cuya portada recogía, como anuncio de su contenido, el cuadro del pintor romántico ruso Víktor Mijáilovich Vasnetsov.

Y, curiosamente, también desde entonces, en mi pensamiento, la palabra guerra es la imagen de los terribles jinetes, la Guerra, el Hambre, la Peste y la Muerte, en la obra que representa el mayor de los males, la guerra,  en la que todos horrores  posibles están reunidos.

Así, quizá porque los españoles, los europeos, aprendimos lo que es la guerra, aunque a lo largo de nuestras vidas en el mundo no ha dejado de haber muchas, en Europa, salvo en el desastre yugoslavo, ¡un loco nacionalista!, la guardamos en el fondo de nuestras almas y, por sus horrores,  la olvidamos.

Incluso, en estos últimos tiempos, cuando el virus de la pandemia, como una peste nueva, ha puesto en peligro y se ha llevado la vida de millones de personas, los españoles, los europeos, en paz y  sin pasar hambre, nos hemos sentido muy afortunados porque nuestra generación ha sido la primera en la historia que no ha hecho la guerra.

Pero no, para nuestro horror, en Europa, los españoles también estamos de nuevo en guerra. El Zar ha enviado a los soldados, jóvenes sin culpa, de Rusia, cual jinetes del Apocalipsis, a hacer la guerra a su nación hermana, a Ucrania y, ¿alguien lo duda?, a conquistar y someter, con las armas, el hambre, también la peste, y la muerte, a Europa.

Un solo hombre, uno solo, el Zar de Rusia,  ¡pienso en el jesuita Juan de Mariana!, ha desencadenado la guerra, morirán, moriremos muchos europeos, que, sin desearlo ya estamos, en guerra. Y, lo peor, cuando termine, luego de tanto sufrimiento, como en el pasado, de verdad, de verdad, ¿está en nuestra naturaleza?, habremos aprendido entre muy poco y nada.  




 

 

sábado, 19 de febrero de 2022

984. DON JOSÉ AGUSTÍN MAROTO CARBONELL HA MUERTO

 


Hoy, 19 de febrero de 2022, en Torrelodones, a los 82 años, ha fallecido don José Agustín Maroto Carbonell.

Y, con el corazón encogido, quizá para aplacar el gran dolor que es la muerte de José Agustín para su mujer, mi hermana María Esperanza, sus hijos, sus nietos, para mí y para toda nuestra familia, recojo en estas líneas, algunas,  pocas,  de las mil imágenes que guardo en la memoria de la muy rica y  poliédrica personalidad de mí, más que cuñado hermano, José Agustín.

Veo, en una tarde de verano, a José Agustín, joven, casi un niño, orgulloso, estrenando, para domarlas, las botas altas que habría de usar unos días más tarde, en la Academia de Zaragoza.

Y le veo de teniente en el Batallón del Ministerio del Ejército, y cortejando a mi hermana; y en su boda con María Esperanza, ¡cuántos uniformes cargados de condecoraciones!, y en sus otros muchos destinos como militar, lleno de amor a la patria, entregado a España.

Y sus primeros pasos, fue un pionero, como psicólogo miliar, y, confundidos en el tiempo, el nacer y crecer de sus hijos; y su siempre rica espiritualidad.

Y, más tarde, el teatro, su gran afición, viviendo con intensidad, e interpretando como actor, con total acierto, los papeles más difíciles, cómicos y también dramáticos; y en las salas de reuniones, formando a directivos para hacerlos mejores.

Y, trabajando en su casa de Torrelodones, con sus manos, hasta hacer de un pedregal el mejor, es precioso, jardín.

Y en los tiempos difíciles su fe, su fortaleza y su amor a la justicia,  para defender frente a todo, sus fuertes convicciones, su fe y  su amor a las personas.

Y, en  sus últimos tiempos, como Juez de Paz; sí, el buen militar, el buen psicólogo, el buen actor, en su papel de hombre, sobre todo, bueno, con generosidad, regaló a las gentes de Torrelodones su saber, su experiencia, y su amor a las personas para aportar a los demás, justicia y, sobre todo,  amor y paz.

Sí, José Agustín Maroto Carbonell, ha sido un buen hijo, un buen marido, un buen padre, un hombre del todo bueno, que ha pasado por la vida, como entregado militar, haciendo lo que el deber y su conciencia le decían.

Descansa en Paz José Agustín, has sido y serás siempre en mi memoria, el mejor hermano mayor de nuestra gran y muy buena familia.




jueves, 17 de febrero de 2022

983. DE LOS LIOS DEL PARTIDO POPULAR

 

El Partido Popular, durante muchos años referente  de la derecha política española, ha entrado en una nueva y profunda crisis que, siendo  la más grave de cuantas ha padecido desde su fundación, además de alejar la posibilidad de sustituir en el gobierno de la nación  a la izquierda política, puede hacerlo desaparecer y, con ello, enrarecer  y radicalizar hasta extremos hoy  olvidados la convivencia entre los españoles.

El Sr. Casado, presidente del Partido Popular, ahora ha puesto de manifiesto las consecuencias de  dos decisiones que entendemos fueron en su momento  muy meditadas: en octubre de 2020 la primera,  enfrentarse con firmeza y sin tapujos con VOX, el partido que representa, con fortaleza creciente,  a una parte de la derecha sociológica y política española; y, la segunda, hace unos meses, controlar a la vencedora en las elecciones de Madrid, posible adversaria en el  medio plazo de la estrategia de la cúpula de su partido y,  quizá, de la propia figura del  actual líder popular.

En cualquier caso, centrándonos en el enfrentamiento entre el Sr. Casado y la Sra. Ayuso, acaso el menos importante pero sin duda el más peligroso para el futuro del partido, los ataques y contrataques en el seno del Partido Popular, sea cualquiera la verdad, el hecho es que todo se ha gestionado muy mal: hay cosas que no se pueden hacer y, si se hacen hay que hacerlas muy bien….y, en este caso, hay cosas, algunas,  seguro que  se han hecho y se han hecho muy  mal.

Hay quien afirma que detrás de todo el lío está la mano larga del doctor Sánchez; pero aunque así fuera, el que en el Partido Popular se haya caído en una trampa  es  muestra clara  de la limitada valía de los líderes de ese partido y de la necesidad imperiosa de sustituirlos antes de que la derecha española se vea condenada a un  ostracismo casi eterno.



jueves, 3 de febrero de 2022

982. DEL VIERNES 4 DE FEBRERO DE 1944 Y DEL MISMO VIERNES DE 2022


El viernes 4 de febrero de 1944, en Madrid un día frío en medio del invierno, aparte de lo mucho malo que estaba sufriendo el mundo en guerra, no sucedió nada que, por entonces y menos ahora, fuera importante, y esa fecha del calendario quedó en el olvido.

Mañana, viernes 4 de febrero de 2022, habrán pasado setenta y ocho años y al igual que todos, todos los 4 de febrero, será otro día en el que, Dios lo quiera, no sucederá nada y será otra fecha que, una vez pasada, también quedará en el olvido.

Pero el mismo día, el viernes 4 de febrero de 1944, también un día caluroso en medio del verano, sí sucedió algo que, para muchas personas, ¡nunca sabremos cuántas!, fue importante, muy importante: la vida me hizo nacer y alumbró un nuevo eslabón, un eslabón de amor para prolongar más lejos la cadena de la vida.

Mañana, viernes 4 de febrero de 2022, habrán pasado setenta y ocho años y al igual que todos, todos los 4 de febrero, será otro día en el que, Dios lo quiera, no sucederá nada y será otra fecha que, una vez pasada, para mí y para quienes me siguen en la cadena de la vida, por unos años, no quedará en el olvido… ¿o sí?





jueves, 13 de enero de 2022

981. CRISTINA, MI HIJITA QUERIDA


 

Un trece de enero,

después de la nevada,

tu madre te puso en mis brazos,

y te vi, recién nacida.

 

Eras mi niña bonita,

eras nueva luz en mi alma,

eras, Cristina, mi vida,

eras mi hijita querida.

 

Y, queriéndote mucho,

en el sol de aquel día,

mirando tus ojos cerrados,

soñé para ti lo mejor de la vida.

 

Y hoy, hijita querida,

pasados los años,

desgastados mis recuerdos,

aún te siento en mis manos.

 

Eres mi niña bonita,

eres luz en mi alma,

eres, Cristina, mi vida,

eres mi hijita querida.

 

Hoy, trece de enero,

como aquel otro día,

sigo soñando, para ti, mi hijita

lo mejor de la vida.

 

 

13 de enero de 2022, día de tu cumpleaños



 


jueves, 6 de enero de 2022

980. LOS REYES MAGOS HAN VENIDO, HAN DEJADO REGALOS, Y SE HAN MARCHADO

 

Hoy, como todos los años, sin faltar ninguno, han venido a mi casa Melchor, Gaspar y Baltasar, los Reyes Magos, y, porque han hecho ruido o porque soy viejo, en plena madrugada,  me he despertado, he saltado de la cama  y me he levantado.

Muy deprisa, enseguida, de pie, desde la puerta del salón, lo he visto todo: los Reyas Magos, los tres, en una esquina, muy quietos, sonríen, me están mirando. En cada sitio hay paquetes, grandes  para los nietos,  otros más pequeños, son para sus padres cierto; y, en mi sillón, al aire, sin envoltura, al descubierto, una nube de incienso, con gotas de mirra y  luz de oro, me llama y me acerco. 

Escucho palabras suaves, preciosas, las mejores de mis recuerdos, mis pensamientos se hacen de bienes, de los bienes más queridos y olvidados; y, al final, ¿estoy soñando?, el mayor de los regalos: la felicidad del amor y del ser amado.

Alzo hacia la esquina mis ojos mojados; ellos, los tres Reyes Magos, de nuevo  me han mirado y, en un instante, sonriendo,  han desaparecido, se han marchado…

 

Nota:

La imagen está tomada de guiainfantil.com