Hay en la sociedad española existe un número no pequeño de personas que sufren en sus vidas, como tragedias propias, sucesos familiares acaecidos mucho antes de su nacimiento.
Es tremendo saber que muchas personas, en lugar de estar satisfechas y agradecidas por el simple hecho de haber nacido, sienten como baldón imborrable que la abuela lista y con buena pechuga lograse llevar al altar a un abuelo golfo o medio tonto, que solo sentía por ella, algunos ratos, mucha pasión. Y que luego durante años y años, a mantener “el secreto” familiar porque “somos una buena familia” que respeta la moral y la religión.
Es horroroso pensar que hay todavía personas que rinden culto a un abuelo, menos mal que ya murió, que además de usurero, estafador, golfo, mal hombre y ladrón, hacía la vida amarga a cuantos trató, mientras cultivan y hacen crecer en la familia la historia, absolutamente falsa, del buen abuelo que era en todo un amor.
Es espantoso “tener que ocultar” que el abuelo o el tío Paquito, además de esquizofrénico era un violador. Y horrible saber que en una honesta y progresista familia de izquierdas o en otra igual e honesta, religiosa y desde siempre de derechas, circula la sangre de un cruel golpista de derechas o un no menos bárbaro “matacuras” de izquierdas y pensar que es imprescindible, para poder vivir, tener que callarlo.
Y no deja de ser patético que el secreto, tan horroroso , transmitido, luego de bien confesada, por la madre moribunda a su hija muy querida y puritana, es que ella lo es del ya fallecido primo con el que consolaba, cuando joven y necesitada, el calor de sus entrañas, se haya convertido, para la madre y alguna nieta en dolor del alma.
Es evidente que las verdades ocultas generan mentiras que crecen con los años y que siempre llegan a ser absurdas, pero también es evidente que las tragedias mientras no se asumen como parte del pasado familiar y se mantienen, medio ocultas, siguen siendo, en el seno de las familias, vividas.
Afortunadamente los cambios en la sociedad han reducido la importancia de muchos “secretos familiares”, que ya no es, en muchas ocasiones “mantener ocultas las mentiras”, pero, lamentablemente todavía hay y habrá en el futuro, muchos hechos del pasado que de no tener cerca una buena ayuda o acertar a encontrarla, seguirán siendo, para muchas personas tragedias vividas.
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