En los últimos años los españoles nos hemos acostumbrado a beber
muy buenos vinos y, porque hay muchos, a
muy buenos precios. Por ello, como es normal, no hacemos demasiado
caso ni del vino que tomamos ni de la bodega que lo ha producido.
Sin embargo, en mi caso concreto, cuando tropiezo con un vino excepcional,
además de comprar unas cajas, no dejo de compartirlo con mis amigos para mostrarlo con orgullo y recibir los
parabienes que merezco por mi hallazgo.
Por ello, hoy comento mi descubrimiento de un vino que vale la pena conocer
y degustar, el Carralasmayas 12 +12.
Esta magnífico vino de la Tierra de Castilla y León viene de Esguevillas de Esgueva, una villa en la que no
viven más de 300 almas, a 35 kilómetros
de Valladolid, a 25 de Renedo, 20 de Valbuena y 25 de Pesquera, donde una pequeña empresa familiar, la Bodega el Recodo, cultiva con esmero unas pocas hectáreas de viñas cuyas uvas tempranillo recoge y luego transforma en un producto de excelencia.
Por supuesto, a lo largo de este diciembre de 2014, el Carralasmayas
12 + 12 será el vino que ofreceremos en casa para el
goce de quienes se sienten con nosotros alrededor
de la mesa.
NOTA:
Para los que gusten saber antes de probarlo, cómo es el Tinto Carralasmayas 12+12 de la Cosecha 2010, os diré
que: a la vista, tiene un bonito color cereza
picota con leves tostados, es brillante,
con buena capa y excelente lágrima; en la
nariz es de intensidad media-alta, muy
perfumado, envuelve y regala toques a madera bien integrados con fruta
madura y un punto especiado; en la boca, es franco al ataque, amplio, aterciopelado y lleno de matices, se aprecia la fruta acompotada y la madera bien
ensamblados, de persistencia media-alta deja un
muy buen recuerdo que invita a beber.
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