DE LAS AMENAZAS Y ESAS COSAS
Parto de un principio básico: las amenazas, objetivamente, son un mal, están contemplada como delito en el Código Penal, son también un gran peligro, y nadie las puede justificar.
Dicho esto, ante las amenazas que, mediante el envío de balas de fusil o de una navaja, han recibido dos ministros socialistas, el líder de la extrema izquierda y una alto cargo (político) de las Fuerzas de Seguridad del Estado, debo decir que, porque son delitos, repito, ni yo ni nadie los puede justificar.
Y ahora, permítaseme compartir mi preocupación ante las mencionadas amenazas:
Sí, estoy muy preocupado porque el servicio de correos, ha sido incapaz de detectar, por lo que sea, los sobres que contenían las balas de fusil. Y, me pregunto, ¿este hecho se ha producido por un accidente imposible de prever, o por la inepcia del equipo de directivo de los carteros, nombrado por el gobierno del doctor Sánchez?
Sí, estoy muy preocupado porque los servicios de seguridad de los ministerios, de la alto cargo, y del líder de la extrema izquierda, que, imagino, integrados por equipos de la Policía Nacional o de la Guardia Civil, no han detectado ni la navaja ni las balas de fusil. Y me pregunto, ¿dónde está la eficiencia y el buen hacer de nuestras Fuerzas de Seguridad del Estado? ¿los fallos que se han producido son accidentes imposibles de prever o están causados por la inepcia de los mandos (políticos) que dirigen a policías y guardias civiles?
Sí, estoy muy preocupado porque los líderes socialistas y comunistas objeto de las amenazas, sus correligionarios y los medios de comunicación que les son afines, culpan y responsabilizan, sin pruebas, de las amenazas, a un partido (VOX), que nunca ha recurrido a la violencia, y eso contra lo que ha sido y es habitual en el líder de extrema izquierda comunista y los miembros de su formación, que no solo justifican sino ejercen la violencia. Y me pregunto, ¿no estarán incurriendo en un delito, de calumnias o de amenazas, quienes acusan a VOX de incitar al la violencia?
Y sí, estoy muy preocupado, porque la forma en que se está gestionando todo el tema de las amenazas, me hace pensar que la ineficiencia del gobierno social comunista está llegando a límites intolerables, que está dentro de lo posible que, como es su costumbre, estén ocultando hechos o diciendo mentiras, para engañar a la sociedad y, de paso, conseguir, a la desesperada, algunos votos en las elecciones a la Comunidad de Madrid de la próxima semana.
Espero y deseo que el nivel de “tensión”, eso que comenzó a desatar hace unos años el socialista Zapatero, tanto agrada a los miembros de la coalición social comunista y están usando en la campaña electoral, dure solo unos días y que, una vez hayan perdido las elecciones en Madrid, dejen de quejarse y de mentir, para concentrarse, si pueden, en gobernar un poco mejor para los españoles y a mí se me quite mi actual gran preocupación.
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