PRIMERA PARTE: DE LA ENFERMEDAD SOCIAL
Es un hecho incontrovertible, que los
seres humanos, para supervivir han de estar y cooperar juntos, en grupos organizados que, cuando
nacen, se convierten y comportan como seres vivos que obedecen al ciclo vital
de la naturaleza, es decir, nunca son estáticos: nacen, crecen, se desarrollan
y mueren.
Y, a lo largo de la historia, todos
lo sabemos, son casi infinitas las sociedades que, siempre en un tiempo
limitado, han nacido, crecido, muerto y,
asombrosamente, al morir, porque con ellas no mueren todas las personas que las
integran, han dejado paso al nacimiento de nuevas sociedades que, conservando más
o menos de los caracteres de la anterior, con mayor o menor éxito, mantienen el
gran bien que es la vida y la evolución.
Así, sin forzar el razonamiento,
podemos afirmar que el conjunto de la actual sociedad, la española, en la que
estamos integrados los españoles , siendo fruto de la muerte de anteriores
sociedades, de las que se conservan rasgos, nació con la Constitución del año
1978, creció sana y se hizo fuerte hasta
el final del siglo XX y, a partir del comienzo del siglo XXI comenzó a
infectarse por la sensación de estar padeciendo, unos ciertos y otros
imaginados, mil males, denunciados y
propagados intensamente por un puñado de
individuos deseosos de cambiar la sociedad y convertirse en sus amos.
De esta manera, en los últimos años,
por la acción, plenamente consciente, decidida y eficaz, de los gobernantes
socialistas, el señor Rodríguez y el doctor Sánchez, con el apoyo de sus
aliados comunistas y separatistas, la sociedad española ha entrado en múltiples
y cada día mayores disfuncionalidades y avanzando hacia un profundo e irreversible cambio; cambio que implica, en
estos momentos, que lo que todavía es “la sociedad española” se esté dividiendo,
o ya esté dividida, en “varias sociedades”, enemigas acaso irreconciliables y enfrentadas
entre sí.
Y, en resumen: hoy, año 2024, nos
encontramos que el ser vivo que es la sociedad española sufre una enfermedad avanzada
que ha alcanzado un cierto grado de irreversibilidad e implica una muy grave alteración en muchos de sus órganos y en
el organismo como conjunto; además, es tan grave la enfermedad que, aunque desaparecieran
algunos de los gérmenes más nocivos que la producen, por ejemplo el doctor
Sánchez y algunos de sus más próximos colaboradores, no estaría salvada, y la
sociedad se mantendría en peligro de muerte.
Por otro lado, como afirman los
médicos, y es verdad, cuando un paciente sufre una enfermedad muy grave, aún
con los mejores tratamientos, solamente se evita la muerte si ese paciente anhela
vivir y lucha intensamente por conseguirlo.
Pero ¿la actual sociedad española quiere
evitar la muerte y anhela intensamente seguir viviendo?
Responder a esta pregunta, y hacerlo con acierto, es responsabilidad deber de cuantos pensamos en el bien futuro de nuestra sociedad y, más tarde cuando tengamos claro si la sociedad española nacida en 1978, tan gravemente enferma, puede curarse y avanzar hacia un futuro mucho mejor o, si ya es imposible mantenerla viva y es un hecho inexorable que va a morir, obrar en consecuencia.
Y, en busca de una respuesta a la pregunta planteada, analizando sin pasión los hechos más significativos de nuestra realidad, luego de esta, en dos entradas sucesivas, presentamos los síntomas, varios posibles diagnósticos, y más tarde, si lo descubrimos, los tratamientos para la enfermedad o, si no existe y fuera fatal, un diseño posible para la sociedad que va a nacer cuando la actual termine de vivir.
1 comentario:
Muy interesante, hacia donde va la sociedad española??
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