martes, 24 de marzo de 2020

822. PREOCUPACIÓN…(CORONAVIRUS 8)


 Pues resulta que sí, que el miedo el libre y, para mí asombro, me está alcanzando.

Aunque tengo bien llena  la despensa y  el congelador sé que no tiene fondo, cada día con mayor frecuencia, viene el miedo para avisarme:  aunque te resistas José Luis, tendrás que salir de casa, dentro de cuatro días has de comprar en la farmacia.

El miedo es libre, lo sé, no me preocupa dejar este mundo, pero mis hijas me han dicho, cada una a su modo, las dos lo mismo: “papá, ahora  no estoy para que me des disgustos”, y, porque no está Cristina, es a ellas a las que estoy obligado a tener un sano miedo.

Y salir a la calle… hoy  en Madrid hemos alcanzado algunos más de los 1.500 muertos. Dicen los expertos que por cada 100 infectados hay  entre 0,05 y 0,07  muertos. Por eso, si salgo a la calle,  es más que posible que un  virus me vea, le guste mí olor y me asalte.

Está claro que me va a costar mucho, cuando tenga que hacerlo,   salir a la calle.

1 comentario:

Antonio dijo...

Llevas razón en cuanto al miedo sano. Hay que tenerlo. Y más los que estamos en una edad de asumir riesgos innecesarios. El argumento de no dar disgustos a nuestros hijos es muy bueno.