viernes, 27 de junio de 2025

1186. COSAS DE VIEJO: DEL DÍA 28 DE JUNIO DE 2025

 

Mañana será  28 de junio de 2025, habrán pasado cincuenta y un años desde que Cristina y yo nos casamos; ocho desde que ella murió.

La vida, nuestra vida, ha estado llena, ¡cuánta fortuna!, de alegrías y tristezas, de buenos y malos tiempos, de salud y enfermedad, de ilusiones conseguidas y de esperanzas perdidas, plena, sobre todo, sin darnos cuenta, con un  amor sin final ni medida.

Miro a mí alrededor primero y a mi corazón luego, como siempre, la veo, mi alma se esponja, ella, Cristina está conmigo.

Y sí, hoy, en la víspera de su día, viejo, cansado, enfermo y, quizá, cerca del final de mi camino, alejando el dolor de mi pensamiento, doy gracias al Cielo por el amor que, tantos años y ahora mismo, compartimos.

miércoles, 25 de junio de 2025

1185. COSAS DE VIEJO: DE LA HISPANIDAD, LA LEYENDA NEGRA Y UNA INESPERADA OPORTUNIDAD


Nacido poco después de la Guerra Civil en una familia conservadora y educado en un colegio de jesuitas, hasta donde me alcanza la memoria siempre he sentido un profundo orgullo por ser español y, por ello, descendiente de los héroes que conquistaron un Imperio en el que no se ponía el sol.

Y, desde esta perspectiva, nací y me eduqué convencido de nuestra superioridad  sobre el resto de las naciones del mundo y, por supuesto, de aquellas  que hablaban nuestra lengua, el español, y cuyo conjunto era la Hispanidad. Además, para mí era evidente que  los españoles  todo lo habíamos hecho bien y la leyenda negra no era otra cosa que un cuento chino, creado por los enemigos ingleses, y basada en algunos, pocos, malos comportamientos que  en el lejano pasado tuvieron con los indios los antepasados, no los españoles, de los hoy  hispanoamericanos.

Afortunadamente, como he explicado muchas veces, pasados los años, viviendo y viajando por América y,  es importante, también  por España, poco a poco, sin darme cuenta, descubrí grandes verdades que, alterando por completo mi anterior punto de vista, me hicieron comprender la inmensa grandeza del Imperio y lo infundado de mi anterior orgullo, e implantaron en mi pensamiento el sueño de una nueva, o renovada, Hispanidad.

Sí, hoy estoy convencido de que, ¡cuanta fortuna!, hay  no una, hay una veintena de Españas, unidas en la misma cultura, la misma religión, las mismas virtudes y similares defectos, ¡somos iguales!, y la leyenda negra es un arma, ¡terrible!, de los enemigos anglos, para erosionar  la autoestima de los hispanos y evitar, ¡se pueden unir!, el resurgir del poder del Imperio.

Y sí, la leyenda negra es un arma que usa intensamente el enemigo y  contra ella que hay que luchar, ¡afortunadamente lo estamos haciendo en todas las Españas!,  pero, me digo una y otra vez, quizá estamos en una trampa: mientras nuestro esfuerzo se centra en iluminar el pasado, no trabajamos en lo que es más importante, en recrear lo que nos hizo grandes, la unidad  en el Imperio.

Sin embargo, muy a mi pesar, en el mundo de hoy, con los problemas que en todas partes tenemos, es imposible que tenga un mínimo éxito cualquier  proyecto formal y organizado para avanzar en la unidad; en el tiempo que ha pasado desde la muerte del Imperio las diferencias entre los países hispanos es demasiado grande y cada uno de ellos ya tiene suficiente con intentar capear su propio temporal.

No obstante, hay algo que la fortuna o los designios, ¡terribles para todos los  hispanos!,  de los líderes anglos de Norteamérica  nos han regalado como una preciosa oportunidad, no solo para resolver un problema sino para abrir la puerta a un nuevo tiempo de inmensa oportunidad: es la gestión conjunta, ¡no existe otra vía posible!,  de la emigración hispana en los Estados Unidos y, sobre todo, en nuestras propias naciones hispanas.

En todos, absolutamente en  todos los países hispanos, tenemos dificultades y problemas con las migraciones y ninguno de nuestros gobiernos ha conseguido resolverlos con éxito y convertirlos, aunque lo puedan ser, en oportunidad.

Por ello, sin pensar en los gobiernos, me planteo al menos dos posibles caminos para cambiar la situación actual: el primero es la creación, desde la sociedad civil,  quizá la Iglesia, las iglesias, los sindicatos y las organizaciones empresariales, de un Observatorio que analice la situación de las migraciones en el conjunto de la hispanidad e impulse  públicamente medidas inmediatamente aplicables a la realidad actual; el segundo, más viable en mi opinión, que sean las Fuerzas Armadas, todas al unísono,  ¡todos los países tienen ciudadanos emigrantes  o inmigrantes!,  quienes tomen las riendas del problema y encaucen posibles soluciones.

Solo con atenuar y medio resolver los problemas de los hispanos expulsados de los Estados Unidos, reducir las tensiones migratorias en las fronteras de México, facilitar las llegadas a España y  evitar mayores males, ¡pobres venezolanos!,  en Colombia y Chile, ya habríamos avanzado mucho.

¡Ah!, para terminar, me digo: cuando llegas a ser rico y poderoso las miserias y dolores del pasado pierden valor y hasta es un orgullo haberlos superado, ¡qué más da lo que fuimos si ahora tenemos y mandamos!

domingo, 22 de junio de 2025

1184. COSAS DE VIEJO: DE LO QUE DICE COPILOT SOBRE EL TRASTORNO NARSICISTA


Inquieto por las noticias que inundan los medios sobre el doctor Sánchez, el muy desagradable olor a corrupción que desprende e impregna todo en España, recordando el trastorno narcisista que, lo he leído muchas veces, este hombre padece, y tratando de saber cómo puede evolucionar un enfermo en su situación, he preguntado a Copilot, el chat de IA de Microsoft y he obtenido esta, ¡muy desagradable!, respuesta:

“El narcisismo es un rasgo de personalidad que implica una preocupación excesiva por uno mismo, una necesidad constante de admiración y una falta de empatía hacia los demás. El término proviene del mito griego de Narciso, un joven que se enamoró de su propio reflejo en el agua y murió al intentar abrazarlo.

Desde la psicología, se distingue entre rasgos narcisistas normales - que todos podemos tener en cierta medida - y el trastorno narcisista de la personalidad, que es una condición clínica más grave. Las personas con este trastorno suelen mostrar una autoestima inflada, fantasías de éxito o poder, y una fuerte necesidad de validación externa.

Existen distintos tipos de narcisismo, como el narcisista grandioso, el vulnerable, el encubierto y el maligno, cada uno con características particulares. Aunque puede parecer que estas personas tienen una gran confianza en sí mismas, muchas veces ocultan inseguridades profundas.

En algunos casos extremos, el narcisismo patológico puede estar vinculado a pensamientos o conductas suicidas, especialmente cuando se combina con otros factores como la depresión, el aislamiento social o una autoestima profundamente inestable.

Aunque desde fuera una persona narcisista puede parecer segura de sí misma, muchas veces esa imagen es una fachada que oculta un vacío emocional o una gran fragilidad interna. Cuando esa imagen idealizada de sí mismo se ve amenazada - por ejemplo, tras una humillación pública, una ruptura o un fracaso importante - puede desencadenarse una crisis emocional intensa. Algunos expertos llaman a esto depresión narcisista, y en ciertos casos puede llevar a ideación suicida”.


NOTA:

Copilot explica también que “El narcisismo maligno es una forma extrema y destructiva del narcisismo, que combina rasgos del trastorno narcisista de la personalidad con características antisociales, paranoides y sádicas. Fue descrito por primera vez por el psicoanalista Erich Fromm como “la quintaesencia del mal”, y más tarde desarrollado por Otto Kernberg como una de las formas más graves de patología de la personalidad.

Algunas características clave incluyen:

  • Grandiosidad extrema y necesidad de poder absoluto.
  •  Falta total de empatía y desprecio por los demás.
  • Comportamiento manipulador, agresivo o incluso cruel.
  • Paranoia, especialmente frente a críticas o amenazas percibidas.
  • Deshumanización de quienes lo rodean, ya sea en el entorno familiar, laboral o social

A diferencia del narcisismo grandioso o vulnerable, el narcisismo maligno no solo busca admiración o validación, sino que también puede disfrutar del sufrimiento ajeno y ejercer control mediante el miedo o la intimidación.

No está reconocido como diagnóstico oficial en manuales como el DSM-5, pero muchos expertos lo consideran una subcategoría clínica importante por su impacto destructivo en las relaciones y en la sociedad".

 

 

 

 

 

 

 

viernes, 20 de junio de 2025

1183. COSAS DE VIEJO: DE LA PROXIMIDAD DE LA MUERTE


El pasado miércoles, 18 de junio de 2025, murió Javier Herrero, compañero en el colegio de Areneros y amigo muy querido desde que éramos niños.

Javier, el segundo hijo  de una gran familia, era Ingeniero de Caminos, inteligente, capaz y, ante todo, un hombre siempre dispuesto a cualquier sacrificio para hacer el bien y cumplir con su deber.

La muerte de Javier, aunque esperada, ha sido para mí un fuerte golpe, un golpe de tristeza y de realismo: una vez más en los últimos meses he sentido la inevitable proximidad de la muerte.

Y, quizá por ello, en estos días, con profundo  dolor por la muerte  de Javier, junto a él, con inusitada frecuencia se reúnen en mi pensamiento  los recuerdos y la presencia de las personas, muchas, también muertas, con las que he compartido la vida.

Así, una y otra vez, sin miedo, abro la puerta  del  desván, obscuro y polvoriento, de la casa en que viví de niño, para encontrar, con vestidos entre blancos y grises,  cual fantasmas amables y sonrientes, a mi mujer, a mis padres, a mis amigos; y, dejando atrás la tristeza, me asombro y me alegro: ¡me hablan, han pasado la muerte y siguen vivos!

Y, por enésima vez, doy gracias al cielo, además de haber vivido, he llegado a viejo; y, ante  la inevitable proximidad de la muerte, me alegro, no estaré solo, volveré pronto a estar con los  muchos míos que ya  se han ido.

lunes, 16 de junio de 2025

1182. SE LLAMA JULIA, HA NACIDO EL VIERNES Y ES MI NIETA


Pues sí, es lo mejor, lo más importante que me ha pasado en mucho  tiempo: el viernes pasado, 13 de junio de 2025, día de San Antonio, nació Julia, la menor y, acaso, la última de mis nietas. 

Y, al ver a Julia en brazos de su madre y pensarlo luego, mi alma de abuelo se esponja en una mezcla de emociones, algunas encontradas, y  sueño para Julia   que sea una mujer buena, con una vida llena de amor y esperanza, con éxitos  y, también con  dolor, tristeza y algunos desamores.  

No, no quiero para Julia, tampoco para Luis, Mateo, Olivia, Mariana, Constanza, Cristina y Pablo, una vida plácida, tranquila, sin dolor y  sin esfuerzo; ansío para ella y para todos mis nietos, todos los bienes posibles, pero también trabajos sin fruto, ilusiones no alcanzadas, desengaños amorosos y tiempos obscuros; la vida no es un valle de lágrimas, pero solo las lágrimas permiten apreciar y gozar la fortuna inmensa que es haber nacido.

Y, ahora, lo mejor de todo: mientras doy gracias a Dios por  el nacimiento de Julia, siento que mi mujer, ¡gracias Cristina!, hoy ha venido a estar conmigo y soñar juntos la continuidad de nuestras vidas.   

viernes, 13 de junio de 2025

1181. COSAS DE VIEJO: DEL DOCTOR SÁNCHEZ Y SU TROPA DE GOLFOS


Pues mira, ayer se hizo público un informe de la Guardia Civil en el que queda muy claro que los tres hombres de confianza, los que le auparon al poder, del doctor Sánchez, incluso él mismo, son unos auténticos golfos, una tropa de golfos, con muchas papeletas para ir a la cárcel.

No, no entraré en detalles, no hace ninguna falta, de ellos  están llenos los medios de comunicación, incluidos, ¡pobres!, los que se benefician de las dádivas generosas  del doctor y su cohorte.

Tan solo unos breves apuntes sobre cinco temas que, aunque sin sorprenderme, han  atraído mi atención:

El primero, aunque su doctorado ya era un indicio sólido, confirmar que antes de ser el jefe de la tropa y  del PSOE, el doctor Sánchez ya era un golfo que andaba con otros golfos muy golfos.

El segundo, que los amigos golfos del doctor Sánchez son tan golfos que, siendo amigos, gustan grabarse, ¡por si acaso dejan de serlo!, sus propios  y ajenos delitos.

El tercero, me pregunto cómo es posible que los amigos golfos del doctor Sánchez tuvieran, para hacer golferías, tantos amigos, también golfos, en la Administración y en empresas públicas y privadas; nunca imagine que en España hubiese tantos y tantos golfos.

El cuarto, me asombra  comprobar que el poder de la emoción es tan fuerte que aún queda un buen puñado de votantes y cuadros del PSOE, beneficiados o no de la generosidad del doctor Sánchez, que siguen convencidos de que ¡todo es mentira!, que ¡el doctor es un santo!, y de qué malos y golfos somos todos los demás,

Y quinto; me asusta  la idea, ¡él no tiene límites!, de que el doctor Sánchez, a la cabeza de su tropa de golfos, ¡para salvarnos de las desgracias!, si se ve muy apurado, uno de estos días, intente dimitir a don Felipe y  proclamarse Rey de los Golfos y de lo que quede de  España.

martes, 27 de mayo de 2025

1180. COSAS DE VIEJO: DE MIS FANTASMAS


Ayer, ¡qué cosas!, después de años, me encontré con Juan, uno de los  muy pocos fantasmas que guardo olvidados en la memoria.

Al verlo, casi asustado, en la duda del qué hacer, por un momento me quedé muy quieto y luego, ¡por si acaso!, abrumado por los recuerdos, salí corriendo.

 Sí, lo se bien, la imaginación, de cuando en cuando, me hace regalos, a veces buenos y, en ocasiones malos.

Y, Juan, ¡qué extraño!, es una insólita mezcla de mucho malo y algo bueno: muy malo porque me espanta y algo bueno porque, para defenderme, me inspiró  en su momento  un “asqueroso” relato de humor negro: Juan Gordo Feo, el homenaje a un necio, que ayer volvió, como un fantasma, a llenarme de miedo.

No, no contaré más de ayer, pero, para que mis lectores comprendan mis temores, ofrezco a continuación las primeras páginas de ese relato.

 

JUAN GORDO FEO

 

1.    EL COMIENZO

 

Achaparrado, poco pelo que nace a media frente, ojos saltones, barba gris y descuidada; en el frío y en el calor viste camisas de marca descoloridas por el tiempo, viejos y arrugados pantalones vaqueros, y calza sucios mocasines que en otro tiempo fueron buenos

Su voz, algo aguda y siempre blanda, es un chorro de sonidos a veces con sentido, que dicen pocas o casi ninguna palabra.

 Es Juan Gordo Feo, “El Conocido”, Gordo por su padre, Feo por su madre. La vida hace malos regalos y esos, desde niño, son sus apellidos.

Hoy, 2 de enero de 2018, Juan, a sus 60 años, como lo hizo su abuelo, va a dar otro paso, será el definitivo, no se lo dirá a nadie, tomará un avión, se marchará a América, desaparecerá y cambiará su vida.

 

2.    LA ESCAPADA

 

Juan mira, con el pensamiento perdido, el agreste paisaje que forman las nubes iluminadas por el sol, ahí abajo está el mar, se dice con seguridad

Una azafata mayor, con cara de ajo, es tan vieja que debe de ser la sobrecargo, murmurando algo, ha pasado su brazo derecho sobre la tripa de Juan y ha cerrado con un manotazo la cortinilla de la ventana por la que él estaba mirando.

Han apagado las luces y aunque son las cinco de la tarde en la cabina ya es de noche.

Nunca puedo estar, no hay manera de que me dejen pensar, se queja en silencio Juan, antes de que su mente vuelva al plácido descanso que es el silencio y dormitar.

Está acostumbrado, cuando duerme nunca lo hace del todo y cuando está despierto tampoco lo está del todo, para él eso es lo natural. No entiende que la gente duerma profundamente ni que en el tiempo de vela no sienta sueño. Qué bien lo he hecho, qué sorpresa se van a llevar, un día estoy y al siguiente no estoy.

El día de Nochebuena, cuando leyó el WhatsApp de su amigo Bernardo, tomó la decisión: ya está bien, unos me roban, otros no me pagan y nadie me deja en paz; Antonia siempre enfurruñada, que me corte el pelo, que me afeite la barba, que me cambie la ropa, que no coma, que no me duerma, que me marche a trabajar…y luego a dormir solo en el sofá, ¡se va a entera!. Mi ex, qué bruja; mi hija, seguro no es mi hija. tanto estudiar, tan importante, y al final, como su madre, la tía cochina, cuando no le doy pasta se pone loca de atar. Hace mucho que no hablo con mi ex, por joderme se ha liado con el abogado…qué mala leche tiene el cabrón, me ha dejado sin negocio y Antonia dice que lo merezco, que no me puedo quejar, que es por mi culpa, por no pensar y por jugar… todas, ¡qué cabronas!, son tal para cual. Y Antonia, la peor de todas, harto me tiene, tanto quejarse y tanto quererse casar, y no, no me da la gana, la saqué de la mierda, ahora se va a enterar…y las idiotas de la tienda, ¡qué mala leche!, cuando vean que solo  queda la mierda…¡que se pongan a llorar!

Llama a la azafata, como en todos los viajes, le ha tocado el asiento que tiene la consola de juegos estropeada, no se enciende o está loca.

Ella, la de la cara de ajo, con una sonrisa, aprieta una tecla, la pantalla se ilumina y dice: ¡ya está! Pues sí que tiene las tetas pequeñas, será otra guarra… Sus dedos regordetes pulsan las teclas…una película, otra película, un documental… ¡qué aburrido!; palpa la bolsa que guarda debajo de sus piernas, tiene cuatro cosas y mucho dinero, todo el que ha podido reunir desde que recibió el WhatsApp, en billetes de 100, 200 y 500, mucha pasta, más que suficiente para empezar, cualquier cosa que haga me va a dar aún más pasta… Bernardo se las sabe todas, si no fuera por él…¡qué buen amigo!

Despierta sobresaltado, el avión es un hormiguero, azafatas con carros, gente que va y viene, ¡van a mear! Con esfuerzo palpa debajo de sus piernas, tiene los pantalones húmedos, ni lo nota, no encuentra nada, por si acaso mira en el asiento vacío que queda a su izquierda y se escucha gritar: ¡Dónde está mi bolsa!, ¡Dónde está mi dinero!, ¡Me han robado!  A su alrededor dos o tres pasajeros se tapan los oídos para no escuchar los agudísimos sonidos sin sentido que salen del cuerpo tembloroso del gordo feo que enloquecido agita las manos debajo del asiento. La azafata de la cara de ajo, la que tiene las tetas pequeñas, se acerca con una sonrisa, mira la mugrienta bolsa, con olor a orina, que hay en el pasillo, evita tocarla y pregunta: ¿le pasa algo señor? ¿esta bolsa es suya señor? Juan, sorprendido, con increíble agilidad, se retuerce, se estira se agacha, toma la bolsa, la pone sobre su regazo y la abraza. Pues claro que es mía…lo puedo demostrar. No hace falta señor, está claro que suya, está sucia y mojada, además desprende su mismo olor… ¿desea usted desayunar?

Con la mano derecha, la izquierda sujeta la bolsa, sin usar los cubiertos ni atender a lo que hay sobre la bandeja, engulle la comida, sorbe ruidoso las bebidas, ¡qué asco!, echa para atrás el asiento y, con placer, se pone a eructar,

Mira el mapa en el frontal del avión, sigue sobre el mar, aún queda mucho para llegar, intenta poner en marcha la consola, pulsa el botón para llamar a la azafata, pasa el tiempo y no viene, ¡qué tía asquerosa!, ¡estará seguro agrandándose las tetas… la muy guerra! ¿Desea algo señor?, se despierta, no, nada, no ve que estoy durmiendo…

Una voz áspera le vuelve a despertar: por favor, pongan el asiento en posición vertical que vamos a aterrizar.

Sigue la fila de los pasajeros, Dice al policía, cuando le pregunta dónde se va a alojar, aunque no tienen ni idea: como siempre, en el hotel Meliá.

Mira las cintas que poco a poco se van llenando de maletas, bolsas y paquetes, la suya no aparece; no quedan equipajes, la cinta se detiene, ¡otra vez me han perdido el equipaje!, se da un golpe con la mano en la cabeza, la bolsa le golpea un ojo, ¡qué idiota, si solo tengo mi bolsa, se me olvidó facturar!

Ve a Bernardo, viste guayabera blanca, ¡qué elegante!, hacerle señas con las dos manos, Acelera el paso, le abraza, el otro se separa enseguida, huele de asco, fatal.

Son las siete de la tarde, ha oscurecido, desde un coche aparcado cerca, dos mulatas preciosas, entre sonrisas, les hacen señas, son mis chicas, aclara el amigo, ¡pues están buenas!,  una se pone al volante, se llama Mara, a su lado Bernardo, y detrás Lita que enseguida se pega a él y, de entrada, le acaricia muy sensual la mano…

Es noche cerrada, estamos en Boca Chica: ya llegamos, verás qué bien estamos; estoy en tus manos Bernardo, los amigos son para algo, ¡joder!

Un mulato enorme le despierta gritando: que te levantes gordo, que apestas, y mira que eres feo. Aún es de noche. Está en el suelo, medio vestido y mojado, con un insoportable dolor de cabeza, desorientado. ¿Dónde está Bernardo? ¿Dónde están las chicas? ¿Dónde me lavo la cara?

Grita el mulato: ¡serás Palomo!

Pronto está en la acera de un paseo desierto, con luz del amanecer, huele a mar, le han sacado del coche con la cara enrojecida por las bofetadas y el cuerpo machacado por las patadas. Se palpa el cuerpo buscando algo, nada, no tengo nada, ¡qué mierda!, Bernardo, no puede ser, no puede ser que el muy cabrón, como ha hecho con todos, a mí que soy su amigo, me haya dejado en la calle, aquí, y sin nada…

Entre el paseo y el mar una fila de palmeras, cuatro plantas y  poco más. Se sienta en un sombrajo, esto es El Malecón, aquí he estado yo, no puedo con mi alma, la cabeza me va a estallar…

No se mueve, no respira; una patada a ver qué pasa, no pasa nada

¿Tú crees que está muerto?, Otra patada y otra más. ¿Qué pasa?, ¡me vais a matar!

El calor es insufrible y no puede ni andar ni hablar.  Cae al suelo, piensa: ¡la insulina!,  y luego nada.

…///….

 


Nota: este libro está editado en Amazon y hay versiones en tapa blanda y digital.