viernes, 24 de octubre de 2025

1213. COSAS DE VIEJO: DE FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS


Crecí en la creencia de que España había descubierto América y conquistado un Imperio en el que nunca se ponía el sol; ¡todo maravillas!,  los españoles éramos estupendos y quien dijera otra cosa era un ignorante o un mentiroso

Pasados los años, ahora tengo muy claro que gran parte de las creencias de mi niñez y primera juventud estaban basadas en  interpretaciones del pasado acordes con las  ideologías vigentes en España a mediados del siglo XX, y que poco a poco he venido matizando en unos casos y  corrigiendo en otros.

Y, de entre mis creencias de juventud me referiré a la figura de Fray Bartolomé de las Casas, el hijo de un encomendero, encomendero él mismo y más tarde fraile dominico, “Procurador y protector universal de todos los indios” (nombrado por el cardenal Cisneros), obispo de Chiapas, y autor de la Brevísima relación de la destrucción de las Indias.

Yo, en una familia conservadora y educado por los jesuitas, pensaba que ese fraile, ¡dominico tenía que ser!, era un exagerado y que, para colmo con su “libelo” había dado armas a los enemigos de España y haber hecho crecer la Leyenda Negra.

Y, la verdad, es que casi me sorprende que haya en estos momentos personas, no pocas amantes de la Hispanidad, que siguen creyendo lo que yo creía con quince años: ¡que malo y que loco era ese  Bartolomé de las Casas!

Pues mira, ahora pienso algo diferente: Fray Bartolomé  no era un dominico "antiespañol" que actuara fuera del sistema, era un producto genuino de la teología y la jurisprudencia española; la libertad para pensar y defender las propias ideas en el siglo XVI no solo era tolerada, sino que los argumentos que se plateaban eran analizados con seriedad y debatidos, cuando los temas eran importantes, en las más altas esferas del poder; más aún,  Fray Bartolomé de las Casas no solo fue un defensor de los indígenas, sino la prueba más clara del carácter ético y autocrítico de la Monarquía Hispánica, un  auténtico milagro en la Historia del mundo.

Y, ah, ciertamente, Fray Bartolomé, al escribir su Brevísima relación pudo ser muy, muy exagerado, y los enemigos, sobre todo anglos, aprovecharon la obra para cargar contra el Imperio; pero ¿no sería bueno pensar también en que su caso es un ejemplo claro de la capacidad, asombrosa, de introspección que tenemos los españoles, y en hasta donde pudimos en el pasado, ahora no lo sé, ser capaces de sacrificar en la  vida por un deber de conciencia?

Sí, creo que Fray Bartolomé fue un buen hombre que luchó por la justicia, al modo en que se hacía en su tiempo, y contribuyó a que nacieran las Leyes Nuevas de 1542; y creo además que todos los hispanos del mundo deberíamos estar orgullosos de un pasado en el que el carácter ético de nuestra Monarquía, la sabiduría encarnada en la Escuela de Salamanca y la libertad en el Imperio para pensar, difundir y defender las propias ideas,  fueron realidad.

 

Nota: para quienes con rotundidad y para quitar credibilidad a Fray Bartolomé, afirman que, antes de ser fraile ¡fue un encomendero!, quiero recordarles que Pablo de Tarso, perseguidor y látigo de cristianos, se cayó del caballo y se convirtió en San Pablo.




miércoles, 15 de octubre de 2025

1212. COSAS DE VIEJO: DE LOS OTROS, ¡ACASO UNA LOCURA!


El pasado domingo  asistí, en la Plaza de Colón, al acto de celebración del día 12 de octubre organizado por el Ayuntamiento de Majadahonda y presidido por nuestra alcaldesa; y debo decirlo, aunque fue agradable y en algún momento, ¡el izado de la bandera!,  casi emocionante, me sorprendió, ¡para muy mal!,  que ninguna de las personas que tomaron la palabra mencionara  la llegada de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo y, ¡no salgo de mi asombro!, brillara por su ausencia la idea de Hispanidad; más aún, pensándolo más tarde me di cuenta de que en el escenario donde se situaron “las autoridades”  había un gran cartel anunciando algo así como el  “Día de la bandera”, sin referencia al 12 de Octubre, al Descubrimiento o a la Hispanidad.  

Luego, lo largo de esa tarde, ya en casa, mi ordenador se fue llenando con noticias positivas sobre  de la celebración del día 12 de octubre, y  con otras sobre algaradas callejeras y manifestaciones en España, estas en contra de la idea de Hispanidad; además los medios de comunicación me regalaron información sobre palabras de políticos relevantes hispanoamericanos, pronunciadas en este día en actos contrarios a la idea de Hispanidad;  incluso recibí un vídeo, ¡muy desagradable!, sobre la agresión grave, con tinta roja, contra un cuadro relativo el Descubrimiento, en el Museo Naval de Madrid, hecha en la mañana del mismo día, por dos mujeres, activistas violentas, que, al parecer, reivindicaban algo.

Y, pasados los días, anoche, quizá porque el cerebro es una máquina  difícil de controlar, me vi envuelto en una nube, ¡un horror!,  de pensamientos, ¡malos!,  sobre la experiencia en el acto de la Plaza de Colón y  las noticias recibidas más tarde  frente a mi ordenador: pensamientos sobre “los otros”, los  otros que no son ni piensan como yo, los  otros que son impresentables, ¡están locos!, ¡ los otros, que cada día son más agresivos, ahora gritan, insultan, pegan, destrozan y, como sigamos así, pueden ser capaces, ¡ya lo hicieron antes! de matar.

He pasado, ¡he vivido!,  una noche larga, en una mezcla de sueños ligeros y tiempos de lúcido insomnio, y, en estos padeciendo el  tormento de mil ideas sobre “los otros”, que a veces eran queridos, otras próximos, raramente tan solo  otros,  también los había que eran  adversarios y, al final, estaban los peores, los enemigos.

Por si lo anterior no fuera suficiente, seguí pensado más y más: el hombre, yo, nosotros, para poder vivir necesitamos, inexorablemente, a “los otros”, y, para sobrevivir y mantener la continuidad de la vida, son imprescindibles, ¡luchar y vencer es Ley absoluta!, a  los peores de “los otros”, a los enemigos.

Así pues, ¡es pavoroso!, estoy  obligado, estamos obligados, si queremos supervivir, luchar y destruir a los peores de “los otros”, a los enemigos; si no lo hacemos ellos vencerán y seremos nosotros los muertos.

Para terminar y, para justificarme, para justificarnos, por causar el mal a “los otros”, pienso y me grito:  si en la Naturaleza todo responde a una Ley y un Orden, lo que he pensado, de verdad, ¡de verdad!, lo puedo, lo podemos hacer, a fin de cuentas, ¡aunque acaso una locura!, es en nada  relevante.




domingo, 12 de octubre de 2025

1211. COSAS DE VIEJO: EN EL DÍA DE LA HISPANIDAD

 

Hoy, 12 de octubre de 2025, celebramos la llegada a América de Cristóbal Colón en el año 1492, y, con ella el nacimiento y la vida de la Hispanidad.

Y, porque siento que es un día muy importante, antes de salir a la calle para participar en la celebración que se hace en la  Plaza de Colón de Majadahonda, la ciudad en la que vivo, he dedicado un tiempo a la reflexión.

Y sí, es para mí, como para millones de hispanos, un orgullo descender de los gigantes que construyeron y mantuvieron un Imperio que duró trescientos años y del que, ahora, dos siglos después de su muerte, como restos insepultos, perduran vivas, en lo que fueron las Españas, una lengua, una religión y una cultura común, la Hispanidad.

Y sí, al igual que millones de hispanos, pienso que, en estos tiempos convulsos, a todos nos iría mucho mejor si estuviéramos unidos que como estamos ahora, del todo desunidos, insignificantes en el concierto de las naciones y a merced de quienes nos dividieron en una veintena de trozos y, ¡qué cosas!, de sus actuales enemigos, que los tienen y son poderosos.

Y sí, también me digo, los abuelos de nuestros abuelos, gracias a Dios murieron en su tiempo y no pudieron sentir el inmenso dolor de ver cómo sus descendientes no supieron, no supimos, defender su herencia y perdieron, perdimos el Imperio.

Pero, no, me digo ahora, no voy a lamentarme, ni quiero que ningún hispano se lamente por las desgracias del pasado que nos permitieron nacer. No, con todo el egoísmo del mundo debo, debemos, agradecer a la Providencia o al Destino que el pasado fuera exactamente como fue.

Y, alegrándome por saber y sentir lo que fueron e hicieron mis, nuestros, mayores me reafirmo en mi sueño: que los nietos de mis, de nuestros, nietos, alegrándose del pasado que les hizo nacer, celebren, este día, el 12 de octubre, siendo ciudadanos, unidos, en una renovada y magnífica Hispanidad.

Y sí, estoy convencido, todo  lo que un hombre puede soñar otros hombres lo pueden hacer realidad.

Feliz día de la Hispanidad.



miércoles, 1 de octubre de 2025

1210. DE ALGUNOS TEMAS DE LA HISPANIDAD, MI NUEVO BLOG


El tiempo que pasé en Bolivia cuando era muy joven hizo  nacer en mi corazón un profundo amor por ese país, sus gentes y sus tradiciones; más tarde, quizá por las muchas veces que a lo largo de los años visité, siempre trabajando, la  mayor parte de las naciones iberoamericanas, el afecto que ya tenía a lo que fue el Alto Perú se extendió a toda Hispanoamérica.

Y, para reforzar esos sentimientos, ya mayor, durante diez años, como profesor de una materia en nada importante de un Máster en la Universidad Complutense, tuve la suerte de conocer y  tratar a un buen número de alumnos americanos, ya licenciados, y establecer con ellos una relación que, en algunos casos, todavía conservo.

Fruto de todo lo anterior, fue el buen número de entradas que he venido subiendo a lo largo del tiempo a este blog sobre temas relacionados con la actualidad hispanoamericana y la publicación de mi novela Retorno a lo imposible, la reconstrucción del Imperio, mi grito a favor de la creación de una nueva Hispanidad, publicada en 2022.

Pues bien, en los últimos meses he tenido la oportunidad de conocer y participar en las actividades de una nueva asociación para el impulso de la Hispanidad que ha nacido y está creciendo en Torrelodones; y, por ello he comenzado a documentarme y escribir sobre cuestiones relacionadas con temas que pueden ser interesantes para mí y para muchas personas en los países hispanos.

Pero, según he ido avanzando en este propósito, me he dado cuenta de que los temas sobre los que estoy trabajando tienen un interés relativo para mis lectores habituales y, además, requieren una extensión mayor que la normal en mí blog, por ello  y para dar publicidad a mis nuevos trabajos,  he decidido dar vida a un nuevo blog, Temas de la Hispanidad, que ya está abierto en

https://algunostemasdelahispanidad.blogspot.com

y contiene, para comenzar, una entrada, consistente en el Análisis  de las visiones de cuatro figuras relevantes en el estudio del pasado español: Pablo Victoria, Fernando Paz, Carlos Leáñez, y Eduardo Manzano, en sus obras Al oído del rey, La misión histórica de España, El futuro es hispano y España diversa.

Espero y deseo que, pese a mi deteriorada salud, mi nuevo blog, poco a poco, incremente su contenido, tenga interés  y sea de utilidad para las personas que en todas las Españas soñamos una nueva y mejor Hispanidad.

 

 

 

 

lunes, 29 de septiembre de 2025

1209. COSAS DE VIEJO: DE UN PEQUEÑO PERCANCE Y UNA REFLEXIÓN


El  jueves pasado, volviendo a casa desde Torrelodones, me confundí de tren y, en lugar de llegar en diez minutos a Las Rozas, donde me esperaba un taxi para ir a casa en Majadahonda, en media hora estaba en Pitis, una estación del ferrocarril al norte de Madrid con fama de ser hogar de gitanos, paraíso de la droga y nido de delincuentes.

No pasa nada José Luis, me dije más tranquilo al bajar del tren y  verme en una estación moderna, bien iluminada en la que se movía gente normal; en un rato vendrá otro tren que me devolverá en muy poco tiempo a Las Rozas; ahora solo tengo que llamar al taxi para que no se preocupe por el retraso y me espere.

Pues bien, ¡cosas de viejo!, por alguna razón desconocida mi teléfono estaba mudo, ¡qué problema!, mira que si el taxi se marcha, mira que si la emisora avisa a la policía, mira que si se  enteran mis hijas…

Afortunadamente tuve suerte, mientras, bastante inquieto, esperaba sentado en un banco, en el andén, la llegada del tren que me devolvería a casa, me di cuenta de que en el banco contiguo una mujer joven, el  pelo negro y vestida de obscuro, leía algo en su teléfono. Me acerqué a ella y le pedí que llamara por mí al taxista, ella, muy amable, marcó el número que le dicté, y me pasó el teléfono para que yo hablara; lo hice, y agradecí, ¡muchísimas gracias, ha sido usted muy amable señora!, y me quedé tranquilo.

Enseguida y poco a poco, hasta que media hora después el tren arribó en Las Rozas, mantuve una interesante conversación con Ana, la joven mujer se llama Ana, es, me lo dijo así, de Honduras, trabaja cerca de Pitis, vive en el sur de Madrid,  con su hermana, el resto de su familia está en su país; ella está contenta de vivir aquí y piensa traer pronto a su hermana menor; solo  tiene un problema, aunque su sueldo es bueno, ignoro cuanto de bueno, ella y su hermana necesitan más dinero, su familia es grande, madre, hermanos, hermanastros, sobrinos, tíos…necesitan comida, remedios, pagar cosas, no trabaja nadie, y son insaciables.  

Cuando, luego de despedirme de Ana y agradecerle de nuevo y desearle lo mejor, me bajé del tren en Las Rozas y lo vi marchar, con gran tristeza, me hice esta reflexión: ¡cuan valientes, buenas, sacrificadas y generosas son estas mujeres que solas emigran a países lejanos y, para colmo, abriéndose camino y ganando bien poco, alimentan a familias llenas de zánganos y aportan divisas para que políticos ineficientes y corruptos disfruten de bienestar!

Y me digo: ¿no sería mejor para todos, para ellas también, que estas mujeres fueran un poco menos generosas, algo más egoístas, y guardaran para sí el dinero que tanto les cuesta ganar?  

 

 

 

 

sábado, 27 de septiembre de 2025

1208. COSAS DE VIEJO: DE POR QUÉ EL FUTURO ES HISPANO

 

Hace dos semanas tuve ocasión de escuchar al hispanista venezolano Carlos Leáñez Aristonuño en la presentación, en Torrelodones, de su libro Por qué el futuro es hispano, y, porque fue una gratísima sorpresa me prometí leer el libro y publicar un resumen en este blog.

Pues bien, he leído el libro dos veces, deprisa la primera y, por su gran valor, muy despacio, la segunda, y he dedicado un buen tiempo a reflexionar sobre los planteamientos, apasionantes, que el autor nos ofrece en esta obra. 

Sin embargo, en cuanto a elaborar un resumen crítico de esta obra de Carlos Leáñez, porque mi tiempo es escaso y hay quien puede hacerlo, la Inteligencia Artificial, tan bien y posiblemente mejor que yo, he pedido  auxilio a Copilot, Gemini y Chat GPT; y con  lo que he recibido de las tres “inteligencias”, en un ratito, he preparado esta entrada con el  propósito de loar el trabajo del autor y animar a todos mis amigos a leer, reflexionar y, para que, en lo que cada uno pueda, avanzar en el camino que se nos ofrece a los hispanos de todas las Españas en la construcción de un futuro en común y mejor.

Y, sin más, entramos en Por qué el futuro es hispano, El poder global de la hispanidad a través de la población, la lengua y el ciberespació", el libro de Carlos Leáñez Aristimuño, publicado por  Sekotia S.L. (Primera edición: 13 de mayo de 2025), 224 páginas, e  ISBN: 978-84-19-97972-8

 

El comienzo

El libro comienza, antes del Prólogo, con tres sentencias que merecen ser reproducidas: 

Dos principios católico-romanos me resultan admirables y los comparto sin titubeo, a saber: que todos los seres humanos son hijos de Dios, si lo hubiera, y que están dotados de libre albedrío. María Elvira Roca Barea

Juzgo importante la conservación de la lengua de nuestros padres en su posible pureza, como un medio providencial de comunicación y un vínculo de fraternidad entre las varias naciones de origen español derramadas sobre los dos continentes. Andrés Bello

Saber que procedemos de una gente que se batió con los tres océanos nos defiende de la tentación de acostumbrarse a una charca. Adelaida Sagarra

 

Para centrar la lectura:

Las ideas principales que ofrece el libro son:

  •  Revalorización de la Historia Hispánica: El libro explora las raíces de la "grandeza histórica" hispana y busca desmontar los "relatos inhabilitantes" y la Leyenda Negra que mantienen al mundo hispano fragmentado y sin una visión de futuro unificada.
  • El Español como Territorio Común: la lengua española como el verdadero lazo y territorio compartido de los hispanohablantes, un cimiento para la acción y el conocimiento.
  • Ciberespacio como Factor Acelerador: el ciberespacio facilita los "procesos centrípetos" de cohesión que pueden convertir a la hispanidad en una potencia global, superando la dispersión territorial y la debilidad de los Estados nacionales fundados en el siglo XIX.
  • La Necesidad de Cohesión: superar la fragmentación y aprovechar el potencial del "trinomio" para evitar la "irrelevancia sostenida" o el "naufragio" en el panorama geopolítico global
  • El Rol de Estados Unidos: incluso Estados Unidos, con su creciente   que la cultura hispánica es consustancial al país.

  

La Batalla Cultural y el Desarme de la Leyenda Negra

El autor dedica parte del libro a analizar lo que él llama los "relatos inhabilitantes" o "narrativas desempoderadoras".

  • Desmontar la Leyenda Negra: Se argumenta que la persistente Leyenda Negra contra España y la Hispanidad es un artefacto de guerra cultural que ha sido, inaudita y exitosamente, internalizado por los propios hispanos. Esta narrativa de "oprobio" y "atrocidades" ha amputado la memoria colectiva y ha generado complejos de inferioridad que impiden a los hispanos reclamar su "grandeza histórica" y proyectarse con orgullo. 
  • La Crítica a la Secesión: Leáñez cuestiona el relato tradicional de las "independencias" en América, sugiriendo que la secesión no liberó a los pueblos de la opresión, sino que, en muchos casos, llevó a la creación de Estados "precarios" y la instauración de oligarquías locales que, mediante políticas erróneas, empobrecieron a la población e incluso despojaron de tierras a los indígenas (un despojo que atribuye a las nuevas repúblicas y no al Imperio original).
  • Un Nuevo Relato: El objetivo no es solo defender el pasado, sino usar una versión histórica veraz como base para un relato cohesionador e inspirador de cara al futuro, evitando la nostalgia y promoviendo el "mestizaje" como valor fundacional.

 

La Estrategia Geopolítica


El libro  propone una "rebelión hispanista" que no debe ser pasiva, sino metódica a través de:

  • El Liderazgo de Madrid: Señala que Madrid se ha consolidado espontáneamente como la primera capital auténticamente panhispánica de la historia, sirviendo de punto de encuentro cultural y económico, y un centro de gravedad para la diáspora.

  • Política Lingüística como Inversión: Aboga por una política lingüística activa. Insiste en que hablar en otra lengua en foros internacionales o científicos es un error político y una inversión en lengua ajena. Promueve la idea de que la defensa y el uso pleno del español es la clave para que los hispanohablantes podamos defender nuestros intereses a nivel global con plenitud.
  • Mitigar el sesgo anglosajón en la IA: Alerta sobre la urgencia de asegurar que la Inteligencia Artificial y los algoritmos no transmitan subrepticiamente valores y normas culturales ajenas, instando a mitigar el sesgo anglosajón en el desarrollo digital. 
  • La biculturalidad de EE. UU.: Afirma que Estados Unidos inevitablemente deberá aceptar su naturaleza bicultural y bilingüe, ya que la cultura hispánica es consustancial y no puede ser exterminada o relegada, un factor que cambia el mapa geopolítico de la hispanidad.

La propuesta de Leáñez tiene una base en la filosofía del lenguaje y la antropología cultural de la Hispanidad, a los que hay que añadir el eje católico, el mestizaje y la unidad en la diversidad.


  • La Lengua como Base Cognitiva y Cultural:  La lengua es no solo un medio de comunicación, es el cimiento del pensamiento humano y la cultura.
  • El Lenguaje funda la Cultura: La lengua es la matriz sobre la cual vivimos y que nos separa de los mandatos puramente biológicos y genéticos. Nuestra lengua nos da los "conceptos en la cabeza" para percibir y dar contorno a la realidad (la idea de "puerta," "árbol," etc.).
  • La Plena Posesión Lingüística: Dominar sus registros, leer y escribir con solidez, es esencial para tener ciudadanos críticos, que agreguen valor y que puedan participar en una democracia verdaderamente deliberativa. La ignorancia o el uso deficiente del español perpetúa la incapacidad de la comunidad.
  • Lengua Materna (Fuerza Afectiva): El español tiene una fortaleza inexpugnable porque el 94% de sus hablantes lo tienen como lengua materna (lengua de afectos y familia), no solo como una lengua instrumental. Esto hace muy difícil desplazarlo.
  • El Eje Católico, el Mestizaje y la Unidad en la diversidad. Existen dos códigos esenciales que diferencian a la Hispanidad de otros bloques culturales (como el anglosajón o el árabe). El Eje Vertical Axiológico: La Hispanidad funciona sobre un trípode (población, lengua y cultura/historia compartida), siendo la cultura de base católica el eje vertical (axiológico) que establece un "deber ser" moral. Y la  Unidad en la Diversidad en el sentido de que la civilización hispánica, desde su origen, en América se basó en el mestizaje y  en la aceptación de diversas lenguas y costumbres con unas mínimas reglas de convivencia religiosa y política. Este modelo es intrínsecamente superior y más equilibrado que el modelo anglosajón de "relegar o exterminar."



Un Plan de acción en 9 puntos:

 

1.  Construcción de un relato común renovado. Superar la leyenda negra y otros mitos desmoralizantes. Sustituirlos por un relato positivo que dé orgullo y cohesión al mundo hispano.

 

2.  Defensa y promoción del español. Convertir la lengua en un “territorio común sin fronteras”. Reforzar la enseñanza, uso institucional y presencia internacional del idioma.


3.  La “ñ” como símbolo de identidad. Reivindicarla como emblema cultural panhispánico en el mundo digital y tecnológico.

 

4.  Ciber Hispanidad política. Aprovechar internet como espacio de organización comunitaria. Crear foros, redes, plataformas y medios digitales panhispánicos.

 

5. Educación y formación en clave hispana. Diseñar currículos que valoren la historia común, la literatura y la filosofía en español. Contrarrestar visiones distorsionadas del pasado.

 

6. Fortalecimiento de la sociedad civil hispana. Crear redes de asociaciones culturales, ONGs y grupos de reflexión  hispanistas. Articular diálogos transnacionales más allá de los gobiernos.

 

7.  Unión simbólica en la diversidad. Reconocer las diferencias regionales (México, España, Caribe, Andes, Río de la Plata…), pero promover símbolos y valores compartidos.

 

8.  Influencia en la esfera internacional. Posicionar al bloque hispano como actor geopolítico mediante diplomacia cultural. Promover proyectos conjuntos (educación, ciencia, tecnología, cultura).

 

9.  Acción ciudadana cotidiana. Incentivar que cada hispanohablante asuma un rol activo: leer en español, producir contenido digital en español, difundir la cultura y defender la lengua.

 


La conclusión más relevante

El hispanismo es un movimiento contraflujo que está generando una conciencia colectiva capaz de revertir dos siglos de narrativas inhabilitantes. 

El gran reto es pasar de ser un "gigantesco mercado" que las grandes potencias quieren explotar, a ser un actor que agrega valor y ejerce soberanía real.

Si la Hispanidad consigue esta "anagnórisis" (reconocimiento de su verdadera identidad y potencial), podrá dejar de ser "cáscara de nuez a merced de las corrientes" y volver a coescribir la historia global.



 

 

 


jueves, 25 de septiembre de 2025

1207. COSAS DE VIEJO: DE LA CONCIENCIA, DIVAGACIONES

 

Hace algunas semanas, en un evento social, tuve ocasión de escuchar a una persona, en principio culta y sin duda muy rígida en su pensamiento, asegurar que la Ley Natural, grabada por Dios en el corazón de los hombres, era la única y suprema norma para garantizar el progreso del ser humano y, como tal todos estamos obligados a obedecerla.

Y, aunque la forma y el fondo con que esa persona usó su visión de la Ley Natural para tratar de imponer sus  ideas, algunas de las cuales me parecieron simples locuras, casi me llenaron de ira y me incitaron a protestar, para no alterar el hasta aquel momento muy agradable acto, guardé silencio y guardé lo escuchado en el olvido.

Por otro lado, una noche de la semana pasada, en el inquieto  insomnio que me produjo una nueva e inesperada gotera, tuve la extraña experiencia de escuchar la voz de la conciencia; sí, repito, la voz de la conciencia.  

Ante mi asombro, hablando bajo, casi un susurro, pero muy claro, desde lo más profundo de mis entrañas, mí conciencia, ¡era ella!, me instaba con urgencia a hacer algo que por unas u otras razones había dejado en el olvido, y que debía terminar antes de que fuera demasiado tarde.

Está claro, ¡tienes razón!, me dije. Y hoy, con cierta tranquilidad, estoy cerca de terminar lo que la conciencia me había ordenado.

Y, ahora, en esta mañana tan luminosa del septiembre madrileño, ambos hechos, lo escuchado en el acto social sobre la Ley Natural y de la voz de mi conciencia, por alguna razón que desconozco, se han unido a mis propias experiencias en la vida, a lo poco que recuerdo sobre el Derecho Natural, el iusnaturalismo y el positivismo, que estudié en el primer curso de la carrera, y a las teorías que el profesor Haidt presenta en su libro La mente de los justos, necesito expresar algunas de las ideas que me han alterado mi corazón, enturbiado mi pensamiento y perturbado la paz en mi alma.

Siempre, desde que tengo uso de razón, he sabido distinguir el Bien del Mal, y he tenido muy claro que mi obligación, era elegir el bien y, a lo peor, el mal menor. En consecuencia, cuando supe de ella, acepté de buen grado y para toda la vida, la Ley Natural y la existencia de la conciencia.

Sin embargo, cuando he llegado a viejo y he vuelto a plantearme los grandes misterios de la existencia humana, Dios, la Vida, la Transcendencia, la Libertad, la Religión, o el Amor, que normalmente resuelves, aceptas y olvidas en la juventud, una u otra vez, mi mente se ha llenado de dudas.

Hoy no se si lo que alimenta, lo que hay, en mi conciencia es fruto de la Ley Natural o es fruto de las enseñanzas,  firmes y seguras de mis padres y de mis educadores, que sembraron en mi mente los Diez Mandamientos, los Mandamientos de la Santa Madre Iglesia, los Pecados Capitales, las Virtudes Teologales, las Bienaventuranzas, o el cuidar a los niños, hacer los deberes, no mentir, no insultar, no maltratar, respetar a las mujeres, dar limosna a los pobres,  o comer como es debido, es decir, cumplir las normas de convivencia, urbanidad, propias de mi entorno familiar y social,

Y, tampoco sé si mi distinción del Bien y el Mal viene dada porque el Bien tiene, según me dijeron, sus recompensas: ser bueno y tener la conciencia tranquila o ir, después de la muerte, al Cielo; o ser malo y tener castigos: comer en la cocina, quedarte sin postre, padecer remordimientos, ir a la cárcel, ir al purgatorio o, en el peor de los casos, ir al infierno.

Incluso, para incrementar mis muchas dudas, pensando en las consecuencias de elegir libremente hacer el bien el bien o el mal, resulta que lo que en un momento puede ser un gran bien acarrea, pasado un tiempo, grandes males, por ejemplo, en el extremo, salvar la vida a alguien que fue luego un gran asesino; o grandes males, matar a otro alguien que, de seguir vivo, hubiera causado un holocausto. Es decir, al final, todos los seres humanos somos y existimos como  fruto  de la suma imprescindible de todo el bien y de todo el mal.  

Pero, volviendo al tema de la conciencia: las investigaciones de notables psicólogos de nuestro tiempo, al analizar la inteligencia, han descubierto que esta no es una, ni es homogénea en su contenido, ni en sus grados, ¡se puede medir!, ni tampoco lo es en su distribución en las personas. Hay, entre otras muchas inteligencias, la verbal, la inteligencia espacial, la inteligencia artística, la inteligencia abstracta, inteligencia práctica, inteligencia emocional e inteligencia ética, con el añadido actual de la Inteligencia artificial. Y, mira por dónde, resulta que una persona puede tener, en distintos grados, o no tener en absoluto, alguna de esas inteligencias, y, en el caso concreto de la inteligencia ética; eso de saber distinguir  y elegir entre el bien del mal, sería la conciencia, que solo la tiene una parte, alrededor del 15 %, del conjunto de la población, el resto hace el bien o el mal, da lo mismo, en función de lo que a cada uno agrade o interese en cada momento, con el solo límite del precio, en premio o castigo, que haya de pagar por su elección.

En resumen, la conciencia existe, pero es escasa y, aunque pueda ser Ley, solo es natural para unos pocos, para el resto de los hombres cumplir  lo que en una cultura es bueno o malo, el sacrificio ritual de seres humanos, tener varias mujeres o venerar a los ancianos, es mera imposición, mediante premio o castigo, de la minoría que tiene conciencia o de gentes que, sin tenerla, posee la fuerza para conseguir que los demás hagamos  lo que en cada momento convenga.

Ahora una pregunta: ¿tengo yo conciencia? La verdad es que no lo sé, aunque haya escuchado su voz, ¡solo una vez en mi vida!, y distingo entre el  bien y el mal, entre lo que yo pienso que es el bien y el mal, puede ser porque está grabado en mi corazón como Ley Natural o que lo haya aprendido de mis padres y de mi sociedad antes de tener uso de razón.

Y, para terminar, otras varias, terribles dudas: ¿Fueron malos o buenos los destructores del Imperio español? ¿Son buenos o malos el presidente Trump o el doctor Sánchez? ¿Soy bueno yo cuando distingo entre hombres buenos y malos?