jueves, 27 de marzo de 2025

1138. COSAS DE VIEJO: DIVAGACIONES


Aunque a lo largo de los años, en este blog y en los libros que he publicado se refleja bien tanto mi forma de pensar y de sentir como el conjunto de mi trayectoria vital, hay un punto de mi intimidad que, acaso por pudor, hasta ahora no me he atrevido a comentar: es la  nueva y extraña experiencia de divagar sobre el final de la vida como algo lógico y natural.

Y, quizá para analizar y asumir yo mismo lo que me está ocurriendo y porque es posible que pueda ayudar a otras personas, jóvenes o de mí misma edad, a comprender algo que, seguro, sucede a no pocos viejos, escribo estas “divagaciones”.

Así, de repente, cuando tienes años, a mí en la proximidad de los 80, sin que pase nada, ni darte cuenta, “tropiezas” con una realidad: tu cuerpo se está deteriorando, ya lo está, y no hay más.

A las enfermedades crónicas, más o menos graves, se unen en un todo nuevas y permanentes molestias: debilidad en las piernas, no poderte agachar o levantar, eso de ver poco, oír menos, tener dolores y padecer un cansancio general, todo un conjunto de males que, lo sabes, solo pueden empeorar.

Y, esto es peor, no recuerdas lo que antes sabías, te cuesta  un gran esfuerzo imaginar, no encuentras palabras para lo que quieres expresar, y vas perdiendo capacidad para pensar, sentir y soñar.

Es claro, te dices, tal como estoy no puedo durar y, enseguida, lo piensas un poco y añades, ya soy viejo, hice lo que hice, no lo puedo cambiar y, morir, ¡menos mal!, es lo normal.

Repasas una y otra vez  el pasado y ves con asombro los  desastres que resultaron cosas que “salieron bien” y  lo muy buenas que fueron las consecuencias de las que, en su momento, “salieron peor que mal”.

Amores y desamores, aciertos y desaciertos, éxitos y fracasos, hacer lo que había que hacer, trabajar y trabajar; es como si al nacer, como a un ratón de hojalata, te hubieran dado cuerda para correr, sin pensar ni parar, hasta el final.

Y te sorprendes, más si cabe, cuando piensas y divagas sobre los grandes bienes y males del pasado, desde la manzana de Eva, la traición de Judas, la muerte de César, la vida de Cortés, la ruptura del Imperio, la Paz de París, la Guerra Civil, lo bueno que fue el Rey Juan Carlos I, o los años que llevamos  en España con un enloquecido doctor y los que se anuncian que van a peor; sí, pienso en todos ellos y en muchos más, unos me alegran y otros me entristecen. Y descubro que porque  todos ellos sucedieron vivimos y somos como somos quienes ahora estamos vivos…y que todo, todo lo que yo, cada uno de nosotros, ha hecho en su vida, al final para bien de unos y mal de otros, ha sido decisivo.

Y, para terminar, me digo: ¡déjalo José Luis, déjalo!, estás muy cansado, ¡deja de divagar!, a fin de cuentas, hagas lo que hagas, aunque sea nada, inexorablemente, para bien o para mal, condicionará el futuro, ¡es el destino!, y no lo puedes evitar.

lunes, 24 de marzo de 2025

1137. COSAS DE VIEJO: DEL VICTIMISMO Y LA IMPOTENCIA

 

Hoy, aunque luce el sol, quizá porque la lluvia de las últimas semanas y las noticias de esta noche en la radio, me han afectado, me siento pesimista y no puedo evitarlo: en el mundo enloquecido que nos está regalando el presidente norteamericano la mayor parte de los países está buscando, mediante el refuerzo o la construcción de nuevas alianzas, la forma de defenderse y sobrevivir a los ataques del señor Trump. Sin embargo, las naciones hispanas, víctimas seguras del prepotente y despiadado anglo, siguen intentando  minimizar los riesgos, contemporizando como pueden, cada una por su parte, sin intención de hacerlo juntas, con el enemigo común.

Afortunadamente, en nuestras sociedades hispanas, está despertando y creciendo el interés y el deseo de conocer y reivindicar lo positivo del Imperio y avanzar hacia una nueva Hispanidad,

Y, aunque creo que eso es bueno, muy bueno, me perturba pensar que, al menos por ahora, incluso entre quienes participamos en esta idea existe todavía un profundo sentimiento de derrota que, trufado con victimismo, es un obstáculo que, si no lo superamos, hace imposible la victoria.

Sí, es verdad que los franceses, los holandeses y los anglos, sobre todo los anglos, vencieron al Imperio y lo destrozaron. También es verdad que arrasaron España y robaron tierras y otras riquezas del resto de las Españas. Y, no cabe ninguna duda, lo hicieron porque consiguieron y usaron la complicidad de muchos españoles.

Nos lamentamos por ello, y nos  lamentamos tanto que, como pidió la sultana Aixa a su hijo Boabdil el Chico, allá en 1492, desde que fuimos derrotados, no dejamos de llorar como mujeres lo que no supimos defender como hombres.

Y  llorando, llorando mucho, como amantes traicionados, vivimos solos, escondidos en rincones separados, enrabietados, impotentes y  resignados, culpando a los demás de nuestras desgracias y, al mismo tiempo, llenos de rencor, soñando venganza y haciendo nada.

Además, por si acaso, por si se nos acaban las lágrimas, de cuando en cuando, los anglos, para que no olvidemos que “estamos derrotados” nos dan otro palo, en Chile, en Argentina, en México, en cualquiera de las Españas, y ahora mismo, persiguiendo en Estados Unidos a los hispanos y golpeando nuestras economías y nuestras almas.

Y, me pregunto: ¿Qué ha de pasar para que, olvidada la impotencia, dejemos de seguir llorando, hablemos entre nosotros, obviemos nuestros rencores, nos perdonemos y, recuperado el ánimo, unidos, o al menos aliados, nos defendamos y ataquemos, con vocación de victoria, a quienes, realmente, los anglos, nos derrotaron?

jueves, 20 de marzo de 2025

1136. COSAS DE VIEJO: DE SABER LO QUE NOS UNE Y DE LO QUE NOS SEPARA


Los modos de enfocar el señor Trump las relaciones entre su país, los Estados Unidos de Norteamérica, y el resto del mundo, especialmente con Canadá, México y la Unión Europea, de alguna manera propias y similares a los que  aparecen en los procesos de divorcio entre cónyuges con largos años de convivencia, además de preocuparme por la incertidumbre que generan en la construcción del futuro, me han hecho pensar, y mucho, en la necesidad y la oportunidad que tenemos los hispanos, sobre todo los americanos, de participar unidos, como protagonistas y no como espectadores, en el diseño del nuevo mundo.

Los hispanos todos los sabemos, estuvimos unidos durante tres siglos, y ahora, dos siglos y medio después de la muerte del Imperio, aunque seguimos unidos en una cultura común, vivimos repartidos en una veintena de países, unos mayores y otros menores, que carecen, por “pequeños”, de la dimensión suficiente para defender su independencia y sus intereses en las batallas por el poder, la hegemonía y la riqueza que en estos momentos están librando los Estados Unidos de Norteamérica y la República Popular China como principales contendientes,  Europa, junto a Rusia y, acaso India, como actores secundarios y el resto del mundo como espectadores que pagan, o pagarán, gran parte de un espectáculo muy peligroso.

Sin embargo, al igual que los miembros de una familia cuando se separan, sobre todo si la separación es traumática, al romperse el Imperio, cada una de las veinte naciones hispanas,  aunque todas parten de las mismas costumbres, de los mismos valores, de la misma cultura en suma,  para adaptarse al nuevo entorno y tener éxito, han ido desarrollando su actividad  modificando sus modos de hacer y modificando aspectos de su cultura, con lo que progresivamente, van siendo diferentes de sus hermanas de la misma familia, con las que incluso “llevándose  bien”,  tienen y mantienen intereses encontrados, viejas o nuevas rencillas, agravios y desconfianzas.

Por ello, ante el desafío y la oportunidad que tenemos los hispanos en estos momentos de cambio en el mundo, y para no perdernos en la discusión sobre el pasado que, aunque es bueno conocerlo no podemos cambiar, entiendo que es imprescindible trabajar, con tenacidad y rigor, más allá de la cultura, que también, en lo que concretamente nos une y en lo que nos separa, en nuestras fortaleza y debilidades, y hacerlo en todos y cada uno de los entornos económico, sociológico, jurídico y político, que condicionan, ahora mismo, las auténticas posibilidades de éxito en el diseño y desarrollo de un proyecto común.

Y ello, es responsabilidad, no solo de los políticos de nuestras naciones, lo es también, y sobre todo, de la sociedad civil, de los ciudadanos,  que, a fin de cuentas, son quienes, con su voluntad y su trabajo, marcan el destino de las naciones.


Nota: El creciente interés, generalizado en todo el mundo hispano, por estudiar y conocer el pasado del Imperio, superar la leyenda negra y reivindicar la idea de Hispanidad, es, en mi opinión, una muy clara manifestación de la necesidad, sentida, todavía difusa y, por aparentemente imposible, no claramente formulada, de volver a la unidad que sentimos los españoles de todas las Españas.

lunes, 10 de marzo de 2025

1135. COSAS DE VIEJO: DE LA MUJER O EL MARIDO ABANDONADO


La ruptura del vínculo entre los Estados Unidos de Norteamérica y Europa, creado en los comienzos del siglo XX y mantenido hasta ahora, me recuerda muchas de las expresiones que he escuchado repetidas veces de quienes han sufrido el fin de su matrimonio, sus familias y allegados:

-       Tengo que dejarle, quiero vivir mí vida

-       Ya no es lo que era, se ha vuelto insoportable

-       Es que lo gasta todo, es insaciable

-       No lo puedo entender, después de tantos años, me ha abandonado

-       Soy idiota, le perdoné una vez y mira cómo me paga

-       Le va a dejar en la ruina

-       Él es un golfo, pero mira que ella…

-       Y, lo peor, ¡con su enemiga!

-       Es que es tan guapa la muy bruja…

-       Menos mal que no tenían hijos

-       Los hijos son mayores

-       Estaba visto, es una abusona

-       Pobre, ¿qué va a hacer ella  ahora?

-      ¡Se lo haré pagar!, no se va a ir de rositas

-      Se ha ido con él solo por dinero

-      Tienes que buscar un buen abogado e ir a por todas

-     Te lo he dicho muchas veces, es una mala persona

-     Después de todo es lo mejor, pronto encontrarás un nuevo amor.

Evidentemente, cada una de estas frases, además de constatar hechos, encierra un cúmulo de sentimientos que hace muy difícil recomponer la relación y, lo que acaso es peor, encontrar caminos para que la ruptura no cause mayores males a ninguno de los dos.

Por ello, tengo la sensación de que ella, la insaciable, quejica, la Vieja Europa, su belleza ajada y desconcertada, todavía cree que el nuevo amor por Rusia de los Estados Unidos de Norteamérica es solo una aventura pasajera y, con sus mañas de vieja sabia recuperará al marido o, a menos, si persiste en su locura, lo dejará malherido.

Simultáneamente, los Estados Unidos, una vez ha dado el paso de anunciar el divorcio, se siente joven, es libre y quiere seguir siéndolo, Europa es un lastre, le importa un pepino, ya no la quiere, y ¡ahorrando mucho dinero!, va a disfrutar el placer de  vivir junto a la  joven, exótica, fuerte, bella, inquietante y misteriosa Rusia.

Y mucho me temo que, por aquello de los sentimientos, una, Europa, con poco dinero, agraviada en desamor, y el otro, Estados Unidos, sumido en el ahorro y la pasión, van a tener un divorcio atroz.

viernes, 7 de marzo de 2025

1134. COSAS DE VIEJO: DE LA OPORTUNIDAD EN LOS TIEMPOS CONVULSOS

 

Para empezar, hemos de recordar  que, aunque el hombre, en su naturaleza, tiene insertos dos preciosos dones: uno el de imaginar en su mente y otro, el de hacer realidad lo que ha imaginado; no todos los hombres poseemos ambos dones en la misma proporción, algunos estamos más orientados al pensamiento y  otros lo estamos a la acción; y que, además, el uso y la utilidad de los dones, de las capacidades, que cada ser humano tiene viene condicionado por el entorno y las circunstancias en que está viviendo.

Por ello y quizá porque ya puedo hacer poco y solo me queda pensar, cada día que pasa veo más claro que estos tiempos de cambio, tan convulsos, están llenos de oportunidades para imaginar y  construir un futuro mucho mejor.

Y, concretamente, en lo que se refiere a mí pasión,  la Hispanidad, estoy convencido de que, aunque hasta ayer era bueno, ¡lo sigue siendo!, estudiar, comprender y difundir el pasado, es aún  mucho más importante dar un nuevo paso y luego otro más: analizar el presente primero y, enseguida, diseñar un futuro y hacerlo realidad.

En esta línea, podríamos decir qué, aunque desconocemos mucho la historia del Imperio, sabemos lo suficiente del pasado y lo suficiente, al margen de la cultura, de lo que son hoy necesidades comunes en las tierras que fueron, son todavía, las Españas; por ello pienso que sería bueno dejar de soñar y, empezando por lo obvio, usando nuestra imaginación, buscar lo que pueden ser, ahora mismo, grandes oportunidades, y convertirlas en realidad.

Y no hay que esperar a tenerlo todo estudiado, hay que aprovechar los tiempos convulsos, ¡para algunas cosas son mejores!, se puede ir paso a paso, ¡deprisa!, allá donde aparecen las oportunidades. Por ejemplo, parece claro, que, aunque existen otros dominios, la casi totalidad de los correos electrónicos que usamos los hispanos en todo el mundo son gmail, yahoo o Hotmail:  los buscadores que usamos, aunque hay otros, son Google, Bing o Yahoo, bueno también hay quien usa  Baido; y en Inteligencia Artificial, existen más, Chat GPT, Gemini, Copilot y, ¡no es frecuente todavía!, DeepSeek. Y, si los aranceles cuestan disgustos en todos los países al sur de los Estados Unidos de Norteamérica, ¿no sería bueno, en lugar de enfadarnos y hacer poco, o ponernos en manos de los chinos, impulsar y comenzar  a usar todos un buscador hispano, un correo hispano y un chat de IA también hispano?

Y, como en lo anterior, hay otros campos en los que ahora mismo existen oportunidades, solo hay que pensar…y actuar.

Nada, nada sucede por casualidad, todo es fruto de la imaginación y de la voluntad; el futuro no está escrito y, en parte, ¡mucha!, además de soñarlo, se puede hacer realidad.


Nota: copiar y luego mejorar es la mejor forma que los seres humanos hemos usado, desde que existimos, para progresar.

jueves, 6 de marzo de 2025

1133. COSAS DE VIEJO: AMIGOS DE HISPANOAMÉRICA


El pasado martes, 4 de marzo de 2025, de la mano de don Francisco Masso, ¡muchas gracias Paco!, tuve  la fortuna de participar en una reunión, impulsada por la gran señora que es doña Cristina Grueso, la segunda  del grupo de amigos, varios de ellos escritores, que han decidido contribuir, haciendo algo, al conocimiento de la realidad de lo que fue el Imperio y, sobre todo, a impulsar desde lo que fuimos y lo que ahora somos los españoles de todas las Españas,  hacia un futuro común.

Y, debo decirlo, los participantes, los temas tratados y el desarrollo de la reunión me han impresionado. No es frecuente ver reunidas tantas personas capaces y bien formadas aportando  sus  conocimientos y opiniones, no siempre coincidentes, y decididas a poner, dejando aparte diferencias, sus capacidades y su trabajo al servicio de una meta compartida y apasionante.

El grupo, aunque tiene nombre, Amigos de Hispanoamérica, todavía carece de estructura y, cuando la tenga, será, no puede ser de otra manera, muy liviana: un blog, una página Web, y alguna coordinación.

Las actividades previstas inicialmente, además de las necesarias para la operatividad del grupo, estarán dedicadas principalmente al análisis y difusión de los procesos de evangelización y el papel de la mujer en las Españas durante la vida del Imperio

Los miembros del grupo, en pocas semanas, ya superan los treinta y, se esperan próximas incorporaciones, especialmente de amigos americanos.

Y, finalmente, para terminar esta entrada, porque nada sucede por casualidad, todo es consecuencia del impulso, consciente o no, de personas que lo hacen nacer, y porque  los tiempos de cambio que estamos viviendo en el mundo suponen una inmensa oportunidad para construir un futuro mejor para nuestros hijos y nuestros nietos, quiero expresar mi profundísimo agradecimiento a los impulsores de Amigos de Hispanoamérica y mi alegría al poder participar, pese a mi edad y mala salud,  en el desarrollo de este precioso proyecto.

 

 

Nota: para quienes tengan interés o, al menos, simple curiosidad sobre temas relacionados con aspectos básicos, muchos olvidados, de lo que fue el Imperio, incluyo a continuación la referencia de algunos libros de indudable valor y calidad.

  • Imperiofobia y leyenda negra: Roma, Rusia, Estados Unidos y el Imperio español. Elvira Roca Barea. Editorial Siruela. 2024
  • Hernán Cortés: Encuentro y conquista. Juan Miguel Zunzunegui. Editorial Grijalbo. 2020
  • La disputa del pasado: España, México y la leyenda negra, Emilio Lamo de Espinosa. Editorial Turner. 2021
  • Madre patria: Desmontando la leyenda negra desde Bartolomé de las Casas hasta el separatismo catalán. Marcelo Gullo Omodeo. Editorial Espasa.2021. 
  • Eso no estaba en mi libro de Historia del Imperio español. Pedro F. Barbadillo  Editorial Almuzara. 2020


martes, 4 de marzo de 2025

1132. COSAS DE VIEJO: DE LA CONTINUIDAD DE LA VIDA


Voy a tener otra nieta, es un inmenso regalo del Cielo y estoy lleno de alegría. La niña, es una niña, todavía no tiene nombre, es pequeñita  y preciosa, ya la siento en mi alma y  sueño para ella lo mejor de la vida.

Pero, ¡qué cosas!, enseguida, cada día, todos los días, ¡cuando tienes lo mejor, el miedo, como el lobo de Caperucita, viene a enseñarte  la patita!: ¿no pasará nada?, ¿crecerá bien la niña?, ¿estará bien mi hijita?

Sí, me digo, la continuidad de la vida, porque es  lo  mejor del mundo, está llena de peligros. Para no morir en las angustias, tengo que cerrar la mente y pensar solo en el bien que es ¡inmenso milagro!, la  continuidad de la vida.

Y sueño, sé que la niña, mi nieta, en el vientre de su madre, me siente, sonríe y, sin hablar, me habla, sabe que su vida comienza y la mía se acaba, pero, me dice: abuelo, yo también te quiero.  Y lo sé, cuando ella sea mayor y del abuelo y sus angustias recuerde nada, porque en el amor no cuenta la distancia, ni nieta llevará en la suya un trocito de mi alma.