sábado, 31 de diciembre de 2011

437. RESUMEN DE 2011: UN AÑO PARA OLVIDAR



El año 2012, en España ha sido un año para olvidar: Se ha incrementado la pobreza, el malestar social, la incertidumbre sobre el futuro y, en nuestra sociedad,  quedan  muy pocos rescoldos para encender una nueva hoguera de esperanza.

El paro, la corrupción, los grandes esfuerzos sin fruto, la impotencia, el desánimo y el miedo,  han sido compañía nada grata en los días y en las noches de un año perverso.

Ahora, el penúltimo día de este diciembre,  el nuevo Gobierno de España, elegido por la mayoría de los españoles,  nos ha mostrado el  camino  que ha tomado  para cambiar las cosas y, quizá porque ese camino está lleno de espinas, ha aparecido un soplo de aire en la sociedad que puede encender el gran fuego de ilusión que nos hace falta.

Creo que, por ahora, aunque  lo que ofrece el Gobierno es  muy parecido a lo que nos ha dado el anterior y  no demasiado bueno, acaso, es posible, quizá,  que si hay algunos resultados, aunque sean pocos, en no demasiado tiempo, nos haya puesto en el camino de un Año 2012 que sea para recordar..

Y, porque lo importante son las personas, hoy, 31 de diciembre, deseo nuevamente a todos mis amigos, estén donde estén, que vivan el año 2012, teniendo Amor y estando en Paz.

sábado, 24 de diciembre de 2011

436. NAVIDAD 2011





Amiga, amigo nuestro,  en esta Navidad y en 2012, con el Niño Dios:
Transita caminos de esperanza y llena tu alma con  los frutos  de tu esfuerzo.
Siente la alegría de  querer, la necesidad de conseguir y el placer de compartir.
Ten protección en las tormentas,  escucha  la armonía de los truenos y llénate 
con  la fuerza de los relámpagos.
Goza  la  belleza de la luz  y  ve la luz  en  la oscuridad.
Y vive cada día  siendo  Amor y estando  en  Paz.
Con cariño
Cristina Benedicto y José Luís Mingo

martes, 20 de diciembre de 2011

435. SATISFACCIÓN Y MOTIVACIÓN EN TIEMPOS DE CRISIS (2)




Algunas  medidas, obvias para cualquier experto en gestión de personas,  para incrementar la satisfacción y la motivación de las personas en tiempos de crisis pueden ser las siguientes:

  •   La primera, absolutamente necesaria, más aún, imprescindible, es que en la empresa exista una comunicación limpia, abierta y amplia sobre la realidad que se esté viviendo en cada momento. Si no existe esta comunicación cualquier medida no solo es inútil sino contraproducente. Recordar además  que no es malo tener miedo y que exista el miedo en la organización;  cuando hay riesgos ciertos es de insensatos no tener miedo. Lo importante es tener valor y ser capaces de vivir en el riesgo  venciendo el miedo.
  • La segunda es trazar un plan para afrontar la situación que incluya dos aspectos absolutamente imprescindibles: El primero  dedicado a la reducción de costes y a la supervivencia  en el corto plazo y el segundo, aún más importante, orientado a la búsqueda y consecución de nuevas e innovadoras oportunidades en el  medio plazo.
  •  La tercera es que la dirección trabaje muy duro e implique en el trabajo a todo el equipo humano, informando formalmente, sobre la situación, los resultados y las perspectivas, estimulando la creatividad  y celebrando los éxitos aunque estos sean pequeños.
  • La cuarta es compartir los sacrificios y reconocer  el esfuerzo de  forma clara y fehaciente. Además, hay que  “anotar los méritos especiales en la lista de los esfuerzos” para su compensación futura (y cuando pase la crisis compensar con generosidad).
  • La quinta y pienso que muy importante, establecer un sistema de compensación variable que permita, si es necesario, reducir los costes a corto plazo y compensar con largueza los resultados en el medio plazo.
Estas medidas, sencillas de formular y nada fáciles de poner en marcha y mantener en el tiempo, no solo pueden contribuir a mantener la satisfacción y la motivación de los recursos humanos  de la empresa sino y esto es lo realmente valioso, pueden dar vida a un equipo ganador que vencida la crisis lance la empresa a éxitos que hubiera sido imposible soñar antes de la crisis.

jueves, 15 de diciembre de 2011

434. SATISFACCIÓN Y MOTIVACIÓN EN TIEMPOS DE CRISIS (1)



Actualmente en España además de  cinco millones de personas en situación de desempleo hay  al menos  otros cinco millones de empleados y pequeños empresarios aterrados ante la posibilidad de perder sus puestos de trabajo.

Sin entrar en el drama económico y moral que supone esta  situación para la sociedad, creo que es muy necesario reflexionar sobre el impacto negativo que se está produciendo en la satisfacción, en la motivación y en el rendimiento de las personas que trabajan en las organizaciones, para buscar  soluciones.

Dice el Diccionario de la Real Academia que satisfacción es  acción y efecto de satisfacer o satisfacerse  y es también “cumplimiento del deseo o del gusto. El Diccionario añade que la palabra  satisfecho significa, además de "presumido",  “complacido, contento”.

En función de lo anterior, está dentro de lo posible que  una parte de las personas que actualmente  tienen trabajo, por el solo hecho de tener trabajo, hoy en día, estén satisfechas.

Sin embargo, si tenemos en cuenta que los factores que realmente inciden en la satisfacción en el trabajo, una vez se tiene trabajo, además de con la percepción de seguridad, se relacionan directamente con el poder y la autoridad del puesto,  la oportunidad de desarrollar la propia personalidad,  el prestigio dentro de la empresa, la posibilidad de pensar y actuar con libertad, las oportunidades de  autorrealización, los lazos de amistad, el sentimiento de estar bien informado, el  ayudar a otras personas o  sentimiento de estar haciendo algo que vale la pena;  tengo muchas dudas de que al día de hoy, cuando el miedo al despido está generalizado,  sea muy alta la satisfacción de las personas en las empresas.

Por otro lado, sobre  la palabra motivación, nos dice el Diccionario, que es “acción y efecto de motivar”, “motivo (causa)” y  “ensayo mental preparatorio de una acción para animar o animarse a ejecutarla con interés y diligencia”. Y motivar es  el   disponer del ánimo de alguien para que proceda de un determinado modo”.

De las acepciones de estas palabras  se podría desprender  que las personas deberían estar “muy motivadas”, ya que, por no perder el empleo, van a hacer cuanto haya que hacer en su trabajo para evitar la amenaza  del despido.

Esto encaja en  Pirámide de Maslow: Las personas requieren cubrir sus necesidades primarias (alimentación, techo y  un mínimo de seguridad),  antes de plantearse las  necesidades de pertenencia o, más tarde,  las de autorrealización.

Actualmente, las personas que trabajan  tienen satisfechas las necesidades primarias y acaso algunas de las secundarias, pero la ausencia de  un  mínimo de seguridad  puede estar incidiendo en que muchos factores  que hace viable una  auténtica motivación puedan estar ausentes.

No podemos olvidar que, todos los expertos lo saben bien,  existen hechos o  factores que afectan  directamente a la motivación de las personas (el propio contenido del puesto, el desarrollo personal, el grado de reconocimiento, la consecución de metas y la promoción profesional)  y que los denominados  factores higiénicos de la motivación inciden sobre algunas  necesidades que,   caso de no estar cubiertas,  producen insatisfacción, pero que si están satisfechas  no impulsan la motivación (las condiciones de trabajo, las relaciones interpersonales e incluso la retribución).

Y, mucho me temo que actualmente hay millones de personas en España  que, condicionadas por la incertidumbre sobre el futuro y el pánico  al desempleo, no solo están lejos de valorar  las posibilidades que ofrece una buena motivación, sino que asumen con resignada aceptación la presencia de  malas condiciones de trabajo, ambientes desagradables y  escasa retribución.

Si todo lo anterior fuera cierto, que lo es, ante un futuro incierto, en el que se va a incrementar el desempleo, se van a reducir los salarios, van a empeorar las condiciones de trabajo y la tensión social puede convertirse en algo habitual, el salir de la crisis se hace muy difícil y  es casi imposible generar oportunidades y  crear empleo.

¿Qué  se puede hacer para que vuelva a existir en las empresas un buen nivel de motivación? ¿Qué se puede hacer para que las personas acepten sacrificios, trabajen con ilusión, mantengan el esfuerzo y hagan crecer los negocios para conseguir resultados y crear empleo?

La teoría de Alderfer afirma que las necesidades y motivaciones de nivel superior pueden entrar en juego aún cuando las  necesidades de existencia no estén cubiertas, es decir, que cuando tenemos un objetivo vital importante podemos trabajar muy duro y con enorme ilusión, aun en las peores circunstancias y  con  muy poca retribución (es el caso de los misioneros cristianos, de los guerrilleros revolucionarios, de los cooperantes en países muy pobres o el de los  emprendedores impulsados por un  intensísimo deeo de triunfar). Y, en el otro extremo, es posible que cuando las necesidades superiores han sido frustradas (por ejemplo, las  expectativa de promoción o el incremento de sueldo),  las motivaciones de orden  inferior pueden seguir siendo el motor de la actividad (por ejemplo, la amistad con los compañeros o la necesidad de supervivencia).

Basándome  en esta teoría y  en la  experiencia personal de haber vivido y gestionado personas en situaciones ásperas, creo que en el mes de diciembre de 2011 y  en el año 2012,  tenemos no solo la posibilidad real de incrementar la motivación de las personas, incidir positivamente en la solución de la crisis y, poco a poco, subir la satisfacción de las personas con la aplicación de algunas medidas que siempre dan resultados.

Estas medidas, que son obvias para cualquier experto en gestión de personas,  para conocimiento de las personas ajenas al mundo de los recursos humanos, serán objeto  de  una próxima entrada.

martes, 13 de diciembre de 2011

433. MÁS NOS VALE QUE D. IÑAKI URDANGARÍN, AUNQUE SEA INOCENTE, LO ANTES POSIBLE, SEA DECLARADO CULPABLE Y CONDENADO A “LO PEOR”



No se si D. Iñaki Urdangarín se ha apropiado de dineros ajenos o no lo  ha hecho, no se si ha cometido delitos o se ha mantenido siempre dentro de la Ley y, lamentablemente, ya no importa que sea un santo o un delincuente porque, para todos los españoles, incluido el Rey de España, lo mejor que nos puede pasar es que un tribunal de justicia, lo antes posible, le declare culpable de múltiples delitos, le encierre en una mazmorra, le incaute todos sus bienes y haga pagar a su familia el dinero necesario para compensar con creces el daño causado.

Más aún, mejor sería para todos que D. Iñaki Urdangarín, no importa que sea inocente, lo antes posible,  acuda a un juez y se declare culpable de todo cuanto se le pueda acusar y de más cosas si es necesario, que acepte de entrada y con absoluta humildad la peor de las condenas y entregue, aunque haya de empeñar a sus nietos,  todo el dinero que lícita o ilícitamente hubiera obtenido en sus negocios más sus intereses, pida perdón a su mujer, a sus hijos, a toda su familia y a todos los españoles por todo lo malo que haya hecho.

No se si D. Iñaki Urdangarín es o no culpable de algún delito. No importa, lamentablemente para él, para su familia y para todos lo españoles, ha puesto en marcha o, acaso tan solo acelerado, un proceso que puede hacer desaparecer la Monarquía en España y eso es, aunque no sea delito, un crimen gravísimo que nadie, ni el Rey, ¡los sapos que  tiene que tragarse el Rey!, ni los españoles pueden perdonar.

domingo, 4 de diciembre de 2011

432. ADEMÁS DE INDECENTE, ES PERDER EL TIEMPO HACER LEÑA DEL ÁRBOL CAIDO



Ahora que el  Partido Socialista Obrero Español  ha perdido las elecciones generales y el Señor  Rodríguez Zapatero se  prepara para  abandonar el Palacio de la Moncloa, estamos asistiendo en España al más indecente de los espectáculos: El linchamiento moral del hombre que ha gobernado España durante los últimos ocho años.

En las calles, en los medios de comunicación, en las redes sociales, en las conversaciones de amigos, en los bares, en los autobuses, en Internet,  en todas partes  se escuchan las más agrias palabras  y los mayores insultos contra el hombre que los españoles elegimos en el año 2004 y  volvimos a elegir en 2008 para ser Presidente  del Consejo de Ministros.

El Señor  Rodríguez Zapatero esta siendo objeto de todos los insultos que caben en nuestro idioma: Desde inepto hasta malvado, desde estúpido  hasta  bandido, desde idiota hasta vendido, desde cobarde hasta maldito, desde tonto hasta enloquecido, desde maniobrero hasta malnacido, desde traidor hasta perdido,   y su persona  es objeto permanente  de todas las palabras malsonantes, desde la  primera hasta la  última, que hacen rico nuestro idioma y que, con frecuencia, ennegrecen nuestras lenguas.

Creo, y lo he escrito muchas veces, que el Señor Rodríguez Zapatero ha sido un muy mal presidente, que su gobierno ha hecho mucho mal a España y  a los españoles y que la herencia que deja es el peor de los  desastres.

Sin embargo, me parece  no solo inútil sino  absolutamente  innecesario el  que los españoles gastemos   tiempo y esfuerzos en insultar al  hombre  que elegimos y reelegimos entre todos, al hombre  que aplaudimos y halagamos casi todos   y al  que, para mal nuestro, permitimos hacer cuanto quiso hacer  durante demasiados años.

Pienso que lo sensato ahora es  olvidarnos de hacer leña del árbol caído y ponernos todos a trabajar para salir del embrollo en que estamos metidos sin gastar ni un minuto en  cosa distinta  de cambiar, para bien, las cosas.

Tiempo habrá, cuando haya pasado un tiempo y  la situación mejore,  para reflexionar sobre lo que ha sido este hombre, el por qué y el cómo  accedió al poder, las razones que nos hicieron reelegirle y los motivos por  los qué, sabiendo que no era apto, le mantuvimos en el gobierno.

Mientras tanto, dejemos tranquilo el recuerdo del árbol caído.

lunes, 21 de noviembre de 2011

431. ELECCIONES DEL 20 DE NOVIEMBRE DE 2011: SE ABRE UN NUEVO TIEMPO DE ILUSIÓN Y DE ESPERANZA



Ayer, en las urnas,  los españoles decidimos cambiar nuestro gobierno. Luego de ocho años de gobierno, los cuatro primeros  muy malos  y  espantosos los cuatro últimos, la pesadilla se ha terminado.

Evidentemente, la situación en España sigue siendo hoy igual de terrible que ayer, seguimos teniendo un terrible desempleo, la economía está paralizada  y nuestros socios europeos pueden ayudar solo en una pequeña parte. Las empresas apenas  superviven y  muchas  familias están inmersas en un pozo lleno de angustias.

Sin embargo, la situación de España, en unas horas ha cambiado por completo: Los votos de los españoles han inyectado un inmenso caudal de ilusión y han abierto nuevamente un tiempo de esperanzas.

El nuevo Presidente del Gobierno de España, D. Mariano Rajoy, que está  demostrado ser un hombre capaz,  tiene ahora el mayor desafío y el mayor honor que puede tener un español: Hacer posible que sus compatriotas,  los españoles, trabajando duro, haciendo las cosas bien y  manteniendo la constancia, sin distraernos en lo inútil, volvamos a ser, para nosotros mismos y para todo el mundo, un referente en la consecución de muchos y  bien merecidos éxitos.

Mi alegría por  el triunfo  de D. Mariano Rajoy y del Partido Popular es inmensa. Gracias a Dios, los españoles, aunque de cuando en cuando hacemos locuras, sabemos volver, casi siempre a tiempo, a la senda de la cordura.

martes, 15 de noviembre de 2011

430. ANTE LAS ELECCIONES DEL 20 DE NOVIEMBRE de 2011



El próximo domingo, 20 de noviembre de 2011, se celebrarán en España Elecciones Generales.

Aunque todas las Elecciones Generales son importantes por cuanto  en ellas decidimos  quién nos va  gobernar durante los próximos  cuatro años, en esta ocasión los resultados del recuento de los votos que emitiremos el próximo domingo son, en mi opinión, cruciales para el  futuro de España y acaso extremadamente  relevantes para el devenir de  Europa.

Durante los últimos ocho años, desde que cometimos es desacierto de elegir en 2004 al Sr. Rodríguez Zapatero y la locura de reelegirle en 2008, nuestro país ha pasado de ser un referente de éxito y grandes aciertos, a convertirnos en  una nación empobrecida, desanimada, y  problemática en Europa.

Nuestra situación actual es, económicamente,  muy difícil. El desempleo es terrible, el endeudamiento de las administraciones públicas y de las familias españolas es angustioso, nuestras empresas tienen dificultades para sobrevivir a la crisis y la independencia de nuestro gobierno está limitada por las exigencias de los tenedores de la deuda y el dictado de los países, Francia y Alemania, que han gestionado mejor que nosotros la crisis y, lo que es peor, estamos llenos de desesperanza.

Sin embargo,  los españoles seguimos teniendo, a pesar del gobierno socialista, buenos profesionales, buenos empresarios, buenos escritores, buenos actores,  buenos deportistas, muchísimos  jóvenes bien preparados  y un puñado de buenos políticos. Seguimos siendo una gran nación y solo nos hace falta para volver a la senda de la ilusión y la prosperidad un gobierno fiable, con sentido común, que sea capaz de hacer las reformas que  no hemos hecho en estos años y  de generar confianza dentro y fuera de España.

Estoy absolutamente convencido de que un  gobierno del Partido Popular es la mejor elección que podemos hacer el próximo domingo para  dinamizar la capacidad y la voluntad de los españoles para salir del desastre y, en pocos años, volver a la alegría de crear riqueza, contribuir como un socio leal al bienestar de Europa y  participar como bien sabemos hacerlo, al progreso de la humanidad.

viernes, 11 de noviembre de 2011

429. PARA QUÉ CAMBIAR LO QUE FUNCIONA



Cada vez que leo o escucho la frase “para qué cambiar lo que funciona”, me entran los escalofríos.

La frase es propia de personas que piensan poco, personas que, acaso por carecer de capacidad de abstracción o tener  esta muy limitada, desconocen que en cualquier solución que exista para un problema se encuentra latente al menos un nuevo problema que inexorablemente aparecerá  mañana.

Y, por supuesto, cuando algo se mantiene  estable, cuanto más estable se mantiene más se aproxima  a dar  problemas, los problemas  pueden hacerse  mayores, es menos viable evitarlos  y se incrementan las probabilidades  de que “lo que funciona” sea causa directa de los mayores desastres.

Algunos ejemplos:

Vas  cinco  días al casino y siempre has  ganado. ¿Para qué cambiar lo que funciona?

El hombre guapo que para mantenerse guapo cada mes  se opera la cara para estar cada vez más guapo, ¿Para qué cambiar lo que funciona

La fábrica de hoces que  ha fabricado y vendido, en grandes cantidades,  durante años y años las mejores hoces del mundo. ¿Para qué cambiar lo que funciona?

Para impulsar la economía incrementamos la construcción de viviendas y el acceso al crédito, cada vez más viviendas, cada vez más créditos, cada vez más crecimiento, cada vez más recalentamiento y, ¿Para qué cambiar lo que funciona?

Evidentemente, porque  siempre existen oportunidades para mejorar, hay que cambiar lo que funciona antes de que sea demasiado tarde.

martes, 8 de noviembre de 2011

428. DE LOS RECUERDOS GUARDADOS EN EL OLVIDO: DE CUANDO LOS ESPAÑOLES ÉRAMOS MUY, MUY POBRES.



Los españoles  los irlandeses, los portugueses, los italianos, los griegos y también los alemanes, hemos sido muy pobres y sabemos muy bien  lo  malo que es ser pobres.

Acaso por eso, pienso permanentemente en los dramas tremendos que están viviendo los griegos, no en  la tragicomedia que protagonizan los dirigentes helenos, que me importan nada, sino en las  personas que han perdido su empleo, en las que  han perdido sus casas, en  las personas normales que están próximas a perder la más pequeña de las esperanzas y a los miles  de hombres y mujeres que ya han preferido voluntariamente (¿?) abandonar  vida para salir de sus  desgracias. 

Y, a las terribles imágenes de lo que se viven en Grecia, golpeando mi pensamiento,  se añaden  las tragedias  que están sufriendo, en estos días,  millones de personas en Portugal, en Italia y en España: Desempleo, escasez, falta absoluta de recursos, desahucios, tristeza, tantos suicidios y terrible desesperanza.

Como si fuera ahora, vuelven a estar ante mis ojos, las casas pobres, sin agua, el suelo de tierra pisada,  hogar de leña, colchones en el suelo, a veces  con la luz de una bombilla de veinte. Los pantalones raídos, desproporcionados y con culeras renovadas, jerséis tejidos de lanas viejas, calcetines  zurcidos mil veces, abrigos, quien los tenía, muchas veces vueltos. Zapatos que ya  no  eran zapatos, alpargatas y pies calzados con pedazos de neumático atados con cuerdas. El pan negro, el frío, los sabañones, el hambre y la  tos, la tos terrible que llenaba el cementerio.

Vuelvo a caminar por calles oscuras, llenas de barro y de charcos. Siento, como entonces,  el viento  frío que llenaba mi pueblo en invierno y el calor tórrido, el olor a suciedad y la falta de agua que traía el  verano. 

Revivo, escenas que comprendo ahora, llenas de  incultura, miedo, pobreza, amargura y resentimiento. Entiendo, con sesenta años de retraso, el dolor y la cercanía de las muertes violentas, el sentido de la palabra “checa”,  el por qué de las balas que encontrábamos medio enterradas en todas partes, la importancia de cuidar las gallinas, el enorme valor del gorrino, el cuidado de las pequeñas huertas  y el  qué no se tiraran jamás las mondas.

El trapero y el carro de la basura que llevaba a los muertos. Lo lejos que quedaba el cementerio…

Y luego, más tarde,  el queso amarillo  y la leche en polvo que era buena y, todos los días, todos los días, en la Estación del Norte, cientos de hombres, en silencio, vestidos de oscuro, sin abrigos, maletas de madera atadas con cuerdas, que emigraban, para poder  vivir, a  la lejana Alemania.

En el tren de la noche, escupiendo vapor y carbonilla,  la cuerda de presos, delgados siempre, las caras tristes, chupadas y, hoy lo se, desesperadas y hambrientas. Los guardias civiles, en el tren o caminando, con el tricornio, el fusil  y el capote,  ¡que frío pasaban!

Que pobres éramos los españoles, que pobres eran los portugueses entonces, que pobres los italianos y cuanto dolor se añadía en aquellos años al vivir de los alemanes con la guerra perdida.

Y pienso que,  si hemos sido capaces de dejar muy atrás aquella terrible pobreza, ahora que sabemos y tenemos  mucho más  es seguro que vamos a salir de  ésta.

sábado, 5 de noviembre de 2011

427. DE LA SITUACIÓN DEL MUNDO Y DE LAS COSAS IMPORTANTES




Realmente, la acumulación de cosas malas a nuestro alrededor  y el saber de  las muchas otras, también malas, que están ocurriendo en el mundo  deberían ser razón más que suficiente para, como cuando éramos niños y había tormenta,  meternos  debajo de la cama y quedarnos allí escondidos hasta que, sin ver ya el reflejo de los relámpagos y ni escuchar  el estallido de los truenos, alguien nos dijera que había pasado la tormenta.

Sí, están pasando cosas muy malas. La economía está muy mal, el desempleo azota la sociedad y muchas personas, en millones de familias, sufren agobios, están en la pobreza y sufren necesidad.  

Sí, nuestros políticos son, o al menos, han sido hasta ahora  un desastre, nuestras empresas menos fuertes de lo que pensábamos, los baúles que guardaban nuestras riquezas eran arcas llenas solo de ilusión.

Sí, en el mundo, por el mundo, hay mucha y peor pobreza, hay muchas y muy malas enfermedades y hasta sigue habiendo guerras, desolación y muchísima miseria.

Sí, nuestros dirigentes, los nuestros y los de más allá, lo están haciendo muy mal, rematadamente mal, y parece que cada idea que se les ocurre para arreglar las cosas es peor que la que creyeron buena el día anterior.

Sí, pasan unas cosas tremendas en nuestra casa, en nuestro pueblo, en nuestra patria, en cualquier parte del mundo.

Sin embargo todas esas cosas tremendas que nos están pasando no son, ni por asomo, peores que las que han rodeado la vida de nuestros padres y de nuestros abuelos, aquí y en el resto del mundo

Tampoco la ruptura del bienestar  que hemos tenido hace cuatro días y del que  aún gozamos, o la pérdida de las ilusiones es algo nuevo ni peor que lo que sufrieron nuestros padres y nuestros abuelos.

El estado del mundo puede parecer muy malo y hasta serlo, como lo ha sido desde que el mundo es mundo y, sin embargo, aunque nos importe mucho, realmente, de verdad, de verdad, importa poco.

Las cosas que nos importan de verdad, además de comer, que en nuestra sociedad es y será muy difícil, aunque a nuestros abuelos les sonase a milagro,  morirse de hambre, es la continuidad de la vida, la consecución de los sueños, el amor, la amistad, la paz interior y la normalidad de la vida.

En la situación actual del mundo de hoy, lleno de problemas, un caos sin aparente solución, hay, por más que nos empeñemos en no verlo, mucho amor, muchos sueños y un inmenso anhelo de conseguir cosas en la vida.

Por ello, estoy seguro, quizá  porque lo he leído en los libros o acaso porque  está en mi memoria genética, de que en medio de todo lo que pasa en el mundo, no hay que angustiarse en demasía porque la solución la sabemos todos, la tenemos escrita en el alma: Cuidar el amor, luchar por los sueños  y  disfrutar la vida.

lunes, 31 de octubre de 2011

426. CROSSING A WATERSHED, UNAWARES. UN ARTÍCULO DE PAUL KENNEDY

 

He leído en las páginas de opinión de The New York Times un artículo de Paul Kennedy, profesor de la Universidad de Yale, extremadamente interesante sobre la situación que atraviesa el mundo actual  y que, en mi opinión,  cualquier persona  preocupada por lo que pueda ofrecernos el futuro debería tener conocer.

Bajo el título el sugestivo título Crossing a Watershed, Unawares, (Cruzando una cuenca, sin darnos cuenta), el autor presenta la posibilidad de que en estos momentos nos encontremos, tener conciencia de ello, en una encrucijada histórica que va a transformar  el mundo que conocemos en algo completamente distinto.

Un cambio de ciclo que puede ser tan importante como los acaecidos  entre 1480 y 1530, la segunda mitad del Siglo IXX o en los pocos años que van entre 1919 y 1939.

Como razones que justifican el que estamos ante el cambio presenta el autor cuatro grandes transformaciones de la realidad que hemos vivido durante los últimos años: La constante erosión del dólar como moneda de reserva, la erosión y parálisis del proyecto europeo, la carrera de armamentos que se está produciendo en  tanto en el Asia Oriental como  en el Sur de Asia y el progresivo deterioro de las Naciones Unidas.

Creo que la mayor aportación del autor del Profesor Kennedy  es  el haber  integrado  la visión de cuatro  grandes problemas actuales o potenciales de nuestro mundo como indicios significativos de un cambio global de la realidad del mundo y no tan solo  como hechos o problemas  aislados, graves sí, pero no concatenados entre si y menos todavía como partes de un proceso total.

Nota:
El artículo completo puede leerse en el siguiente enlace: http://www.nytimes.com/2011/10/26/opinion/26iht-edkennedy26.html

domingo, 30 de octubre de 2011

425. ANTE LA TENTACIÓN DE PERDONAR Y OLVIDAR LOS ASESINATOS COMETIDOS POR MIEMBROS DE ETA


Ante la tentación que puede existir y, sin duda existe, en muchos políticos y en parte de la sociedad española,  de que el Estado “perdone” a reclusos miembros de ETA las penas que les han sido impuestas por los tribunales  por  ser autores de asesinatos   y  que, además,  “se olviden”  y deje sin juzgar a los autores de otros delitos de asesinato  que, hasta ahora, han conseguido escapar a la Justicia,  como ciudadano  español tengo derecho y creo que obligación de decir lo que pienso, por ello  desde aquí, lo expreso:

Sin acudir a la Constitución ni a  nuestro Código Penal, por si alguien piensa que no están vigentes,  el Artículo 3 de la  Declaración Universal de Derechos Humanos dice que: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona” y, sin duda alguna,  los miembros de ETA lo han violado.

El artículo 7 de la misma Declaración, afirma que  “todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley” y que,  por tanto, a todo el que  ha cometido un asesinato le ha de ser aplicada la ley. 

Si los políticos hacen componendas que alteren el texto y el espíritu de la ley estarán  eliminando el derecho de todos los españoles a la Justicia y, con horror, debo recordar que cuando en una sociedad no hay Justicia, mal que a todos nos pese, inexorablemente se extiende la Venganza.

Claro que, podrán decir esos políticos que “las víctimas tienen que  perdonar a los asesinos”

Y añadiría, las víctimas  “perdonarán si quieren perdonar, están en su derecho de no perdonar y, perdonen   o no perdonen, todos seguimos teniendo  el mismo e inalienable derecho a la Justicia”

viernes, 21 de octubre de 2011

424. EL ANSIA RECAUDATODIA DE LOS AYUNTAMIENTOS Y LA CARADURA DE LOS POLÍTICOS. DOS EJEMPLOS: EL IBI DE MAJADAHONDA Y LA ENTRADA DE VEHÍCULOS EN TORRELODONES



Creo que no hace falta explicar a nadie la fea costumbre que tienen  muchos ayuntamientos españoles de no pagar a sus  proveedores y  el hábito de enfadarse que tienen los  alcaldes cuando alguien les reclama lo que legalmente es  suyo.

Tampoco hace falta explicar con cuanto rigor y efectividad  embargan los ayuntamientos  las cuentas corrientes de los ciudadanos cuando estos  no han pagado  algún impuesto municipal o una multa de aparcamiento, y  cómo jamás un alcalde español ha considerado la posibilidad de no embargar la cuenta de un  ciudadano por  la cuantía de un  impuesto no pagado más los recargos que procedan,  porque el contribuyente se pueda  quedar sin dinero  para  comprar  comida para sus hijos cuando el ayuntamiento se haya adueñado, muy legalmente, del dinero de la cuenta.

Y, ciertamente, tampoco hay que explicar  que muchos alcaldes no  se cansan de decir, de palabra y  por escrito,  que ellos, siempre buenos y benéficos, velan mejor que nadie por el bien de sus vecinos.

Sin embargo, hoy no me resisto a comentar el ansia recaudatoria de los ayuntamientos y la caradura de los políticos mediante el relato  de dos  ejemplos que he visto en los últimos días: me refiero, en primer lugar,  a la carta del  Excelentísimo o acaso  solo Ilustrísimo, Señor Don  Narciso de Foxá Alfaro,  que acompaña a la notificación municipal del pago del IBI, en Majadahonda  (donde, por cierto,  aún no he escuchado las disculpas del Sr. Alcalde ni las de su partido, por las barbaridades de sus antecesores en el manejo de los fondos municipales);  y, en segundo lugar  a la tasa  que cobra el ayuntamiento de Torrelodones por un vado para la entrada de vehículos.

Veamos la amabilidad de D. Narciso:

He recibido una carta de este señor (escrita en una hoja de papel que cuesta dinero y que no se si habrá pagado), en la que, muy   benéfico él,  me dice que ha subido el IBI una media del 6,5% . Luego, cuando miro el papel que acompaña a su  carta, ¿quién la habrá redactado?, resulta que a mi me ha subido, en este  año de enorme y amarga crisis un  7,27%,.

Evidentemente, si un 7,27% de incremento en un impuesto está bien para el Sr. Alcalde,  creo que quienes votamos a  D. Narciso somos unos estúpidos porque dimos nuestro voto a alguien que tiene una visión del dinero se los ciudadanos  más que  próxima a la del Presidente Rodríguez Zapatero que a la que parece tener (esperémoslo) el Sr. Rajoy.

Por otro lado, en su carta,  D. Narciso  para darme a conocer su generosidad, buen sentido y magnanimidad, me explica que ha hecho milagros para que la subida sea tan reducida y culmina su muy elaborada  comunicación,  resaltando  su buen hacer,   con el anuncio  de que el año que próximo,  como este año, se  portará igual de  bien y  me subirá  el impuesto  lo que  le apetezca pero sin llegar a la cantidad máxima que le permiten  las leyes del  denostado, por despilfarrador,  Sr. Rodríguez Zapatero.

D. Narciso, en lugar de tomarme por un idiota, que lo soy por haberle votado, si fuese un  alcalde como es debido, un Sr. Alcalde me hubiera dicho algo así como:

“Sr. Vecino, he reducido los gastos del Ayuntamiento X euros, he eliminado Y empleados, he enviado a su casa a  Z  asesores de mi partido, he suprimido todos los eventos, he prescindido del  coche y como en mi casa,  mis concejales trabajan en sus empresas y no cobran del municipio,  etc. pero,  lo siento muchísimo, sigo sin tener suficiente dinero para pagar a los proveedores y a los funcionarios municipales  y, por ello, lo siento mucho,  te voy a sacar del bolsillo casi un 8% más en el IBI que el año pasado. Espero que el año próximo pueda reducir los gastos para poder cobrarle lo menos posible.”

Y yo, en lugar de enfadarme con D. Narciso y pensar  que no se merece estar en el puesto que está, estaría muy  orgulloso de haber votado a un señor que además de político es un Señor.

Y ahora el caso de Torrelodones:

En una zona sin alcantarillado, en una calle sin asfaltar en la que no hay   aceras ni alumbrado publico, por tener una puesta para que salgan los coches de un jardín, el Ayuntamiento de Torrelodones cobra, no lo recuerdo con certeza  solo 7 o acaso  17,  euros al año.

Evidentemente la Sr. Alcaldesa, buena administradora ella, aplica con energía  aquello del  “con muchos pocos  se hace un mucho”

domingo, 16 de octubre de 2011

423. CUANDO LA JUSTICIA SALE POR LA PUERTA LA VENGANZA ENTRA POR LA VENTANA.

Cuando Hammurabi, hace más de tres  mil quinientos años,  dictó su Código,  aportó a la humanidad un maravilloso regalo, mediante el cumplimiento de la Justicia quedó excluida   la aplicación de la venganza.

En la sociedad occidental hoy se considera bárbara la primera ley  que estableció  una pena cierta para un delito cierto: “Ojo por ojo, diente por diente”.

Si  alguien robaba algo no solo tenía que  reintegrarlo,  además  tenía que entregar al a su víctima  la misma cuantía de lo  que hubiera robado. Si alguien sacaba a otra persona un ojo, estaba condenado a perder el mismo ojo. Si alguien mataba  a alguien, estaba condenado a la misma  muerte. Es decir, se establecía un equilibrio, justo entonces y acaso ahora,  entre el delito y la pena.

¿Eran duras las sanciones del Código de Hammurabi? Sin duda podrían ser muy duras, eran equivalentes a la dureza de los daños que había causado el autor del delito.

Hammurabi, con su Código dio un paso de gigante en la convivencia de la sociedad. Al establecer las penar y hacerlas cumplir, eliminó el terrible mal de la venganza de los ofendidos que, sin lugar a dudas, buscaban, antes de Hammurabi  y también ahora, causar a quien les había dañando un mal mucho mayor, el máximo que se pudiera lograr, a quien les hubiera causado el mal.

Con el Código  del  rey  de Babilonia ya no era posible que tú, si tu enemigo había matado a tu hijo,  matases  a todos  sus hijos, a sus mujeres, a sus padres, a sus hermanos y torturases hasta la muerte a ese enemigo. Habías de conformarte con la justicia: Ojo por ojo, muerte por muerte y, la deuda quedaba saldada y la sociedad se  mantenía  en un equilibrio  de  justicia y pacífica convivencia.

La evolución de la sociedad occidental ha hecho que el “ojo por ojo, el diente por diente y la muerte por muerte”  no sean  aceptables  en su sentido literal y que  las lesiones se hayan sustituido por indemnizaciones o la muerte por penas de cárcel, que en España pueden ser cortas.

La razón del cambio en la cuantía de las penas no está en absoluto en “la exageración o la dureza de las sanciones”, está por el contrario en la filosofía que sostiene  la convivencia social: Antes se trataba de castigar al delincuente y calmar  o compensar al ofendido, hoy se trata tan solo de “reinsertar al delincuente en la sociedad”, sin que la  sanción tenga nada que ver con la  satisfacción de  quien hubiera sido dañado.

De esta filosofía social, por supuesto “más humana” y “más generosa”, viene el que los delincuentes condenados a muchos años de cárcel por terribles  crímenes y horribles delitos puedan salir a la calle, reinsertados, habiendo pasado en prisión tiempos notablemente más cortos que aquellos a los que habían sido sentenciados.

Y, claro, esto puede ser  defendido por los políticos, aceptable con normalidad   por la  sociedad y mal soportado, pero soportado  por los ofendidos,  cuando el delincuente, efectivamente, sale de la cárcel porque realmente se ha  reinsertado.

Sin embargo actualmente, en España, estamos en usa situación  terrible. Una parte del partido socialista, una parte de los partidos y de la sociedad vasca y una parte de la sociedad española, ante las presiones de ETA, de unos delincuentes que amenazan con seguir matando si no se les reconoce la legitimidad de los asesinatos que han cometido, si no se otorga  a los homicidas la consideración de inocentes de la sangre  que han derramado y  no se les saca de las cárceles, ellos seguirán matando. 

Tristemente, si la  parte del partido socialista, la parte de los partidos,  la parte de la sociedad vasca y la parte de la sociedad española que están a favor de “hacer la paz sin vencedores ni vencidos”,  logran que el Estado acepte sus tesis y, poco a poco, “como se pueda”, saque a los hombres y mujeres que están en la cárcel por haber asesinado a otros hombres, a otras mujeres y a varios  niños, porque los condenados por haberlo hecho  han sido reinsertados mediante el “proceso de paz”, los padres, los hijos, los nietos, las familias, los amigos de quienes fueron muertos y una inmensa cantidad de ciudadanos españoles,  sabrán y  sentirán en sus corazones que en España ya no hay justicia.

Y todos sabemos que cuando la justicia sale por la puerta la venganza entre por la ventana.

Y, lo peor de todo es que la venganza no es   ojo por ojo,  diente por diente o vida por vida, es siempre por mi ojo  tus dos ojos, por mi  diente todos tus dientes y  por mi hijo todos tus hijos.

Esperemos que el actual  Gobierno, que  tanto ha buscado “terminar con ETA”,  ni el que venga a sustituirlo  en noviembre, mantengan la  puerta bien cerrada para que la justicia se quede en casa y no entre la venganza por la ventana.