martes, 30 de enero de 2024

1010. COSAS DE VIEJO: EL DOCTOR SÁNCHEZ, AVANZA HACIA LA GLORIA PARA, QUIZÁ, TERMINAR EN LA CARCEL

 


Sí, estoy convencido, el doctor Sánchez, presidente del Gobierno del Reino de España, está avanzando, cada día más deprisa y con mayor eficiencia, para, interpretando a su modo la  Constitución española de 1978, vaciar su actual contenido y dar paso a ¿una república confederal?, ¿un Estado plurinacional?, ¿una dictadura personal?, o no sabemos qué, y alcanzar la gloria.

Y, lo está haciendo, porque carece de poder para hacerlo de otra manera, quebrando el espíritu de la Constitución mientras cumple su letra.

Evidentemente, si el doctor Sánchez consigue su objetivo, el que sea, puede conseguir la gloria y, quizá, pasar a la historia como un gran reformador. 

Sin embargo, puede también ocurrir que antes de alcanzar su objetivo, a poco de conseguirlo o hasta luego de un tiempo, cambie el ambiente político, los delitos tardan un tiempo en prescribir, y el hasta ese momento gran reformador, sea acusado, por haber cometido delitos de Alta Traición, ante los tribunales y condenado por ellos a años, muchos, de prisión.

En todo caso, supongo que, en su soberbia y para mal de todos, es poco probable que el doctor Sánchez contemple la posibilidad de terminar en la cárcel.

Para asombro de propios y extraños, cosas, y ¡qué cosas!, veremos.



jueves, 18 de enero de 2024

1009. COSAS DE VIEJO: EL DOCTOR SÁNCHEZ NOS ESTÁ ENSEÑANDO QUE , AUNQUE LA LEY LO DICE, NO EXISTEN LÍMITES


Hoy he despertado con nuevas noticias sobre los progresos del doctor Sánchez hacia su objetivo de cambiar, sin atenerse a lo previsto en las leyes, el modelo de convivencia, la Constitución, en nuestra sociedad. Y ello, acaso para mal, me lleva a volver, ¡es tan duro!, a pensar!

Y sí, es cierto, los seres humanos, para sobrevivir, nos adaptamos a todo, con facilidad, casi sin darnos cuenta, a lo bueno; y con mayor o menor dificultad, a lo malo y lo peor.

No hay más que ver cuanto y bien trabajamos cuando nos agrada lo que hacemos; o lo bien aceptamos, aunque sea una ruina, que nuestros gobernantes conculquen las leyes a favor de sus intereses y en contra de los nuestros.

Y, cuando te acostumbras, hasta resulta aburrido y hasta te olvidas, sobre todo si te llaman guapo y te dan un caramelo, de los desmanes que, a tu alrededor, se están produciendo.

El doctor Sánchez, lo estamos viendo, una y otra vez, amparándose en las mismas leyes que a los demás exige y él incumple, actuando como un dios, impone en la sociedad. Y, no pasa nada.

Pero no, aunque lo anterior es verdad, la historia y la vida lo explican, que solo lo es durante un tiempo: antes o después, quien se salta las leyes y oprime a los demás deja de poder hacerlo y paga un muy alto precio por haberlo hecho.

Pero ¿cuándo ocurre eso? No se sabe, el poder, aunque ciega a quien lo posee, tiene una inmensa debilidad: ¡enseña. Y, cuánto más grande es, más enseña.

El doctor Sánchez, en su narcisismo, ejerce y enseña el poder sin límites; y hay españoles que, cuando terminen de aprenderlo, ¡se tarda!, actuarán, en su contra, también sin límites.



sábado, 6 de enero de 2024

1008. HAN VENIDO LOS REYES MAGOS Y, ¡LOS HE VISTO!

 

Estoy tan emocionado que, nada más levantarme, antes de abrir ninguno de los muchos regalos que hay repartidos por el salón, tengo que escribirlo; es para que luego, cuando vengan a casa mis nietos, contárselo todo, sin que se me olvide nada: esta noche han venido los Reyes Magos a casa y, ¡los he visto!

Y, sin más preámbulo, aquí está, Luis y Mateo, el relato de lo que le ha pasado a este abuelo en la noche de Reyes del año 2024.


Anoche, después de comprobar por enésima vez que todo, en el salón estaba ordenado y mi zapato, muy limpio, colocado en su sitio, dejé una lámpara encendida y, bastante nervioso, me fui a dormir.

Ya en la cama, después de rezar, de pronto me di cuenta de que tenía un grave problema, me estaba desvelando, ¡iban a van a venir los Reyes Magos y yo sin poderme dormir!

Conté hasta mil ovejas, hice de nuevo examen de conciencia, volví a contar ovejas, hasta dos mil, pedí auxilio al Ángel de la Guarda, ¡y nada!, seguía con los ojos como platos, seguía sin poderme dormir.

De pronto un sobresalto, me había despertado, miré el reloj, las doce y veinticinco, ¡tranquilo José Luis, es pronto para los Reyes Magos!

Me acurruco en la cama, cierro los ojos e intento volver a dormir, pero, de pronto, escucho unos ruidos, como de murmullos y pasos, ¡están casa!, me digo. Y, sin pensarlo dos veces, doy un salto, hace frío, me pongo la bata, y, muy sigiloso, muy despacito, recorro el pasillo y me asomo al salón, no hay nadie, me fijo bien, hay paquetes en la alfombra, ¿me acerco a ver?, otra vez el ruido de pasos, ¡qué miedo! ¿serán los reyes o un ladrón?, me decido, corro al recibidor, y por la puerta de casa, ¡está abierta!, veo que los reyes Melchor y Baltasar, ¡no está Gaspar, están entrando entrando en el ascensor.

Y, antes de que me diera tiempo a más, veo que me han sonreído y se ha cerrado el ascensor.

Abrumado por la emoción no pienso en los regalos, vuelvo a mi habitación, me meto en la cama, doy gracias a los Reyes Magos y lleno de alegría, pensando que ha sido aún mejor que cuando los vi con cinco años, cierro los ojos, me pregunto si se lo contaré a mis nietos y, sin tener la respuesta, lo he sabido al despertar esta mañana, en completa paz, me quedé dormido.










miércoles, 3 de enero de 2024

1007. CARTA A LOS REYES MAGOS


Queridos Reyes Magos:


Ante todo, os pido disculpas por escribir esta carta tan tarde; desde que comenzó el mes de diciembre hasta hoy, he estado muy ocupado haciendo las pocas cosas que, por ser viejo, no tengo más remedio que hacer, y aunque cada noche, después de rezar y antes de dormirme, he pensado en vosotros y en lo que quería pediros este año, me ha faltado la serenidad que, vosotros lo sabéis, requiere escribir con dignidad a Sus Majestades los Reyes Magos.

Sin embargo, hoy, en medio de la noche, despierto del todo, entre dos sueños, gracias a Dios he descubierto lo que realmente quiero: como siempre, para mis nietos alegría, para mis hijos bienestar y, para toda la familia, amor, salud y paz; ya sé que todo eso es mucho, pero aún hay más, lo que realmente quiero me avergüenza un poco y me cuesta mucho escribirlo, pero vosotros, porque sois reyes y magos, podéis, ¡estoy seguro!, traerlo esta noche con los otros regalos.

Lo diré, queridos Reyes Magos, lo que quiero pediros es que, lo que quiero pediros es que, no, sí, ya me atrevo a decirlo, quiero volver a ser hijo, a ser nieto y a tener, durante un día, cuatro, cinco o seis años.

Muchas gracias, queridos Melchor, Gaspar y Baltasar, por vuestro esfuerzo, por vuestra paciencia y por vuestros regalos.

Y, con el mayor respeto, me despido de vosotros, con muchos besos y abrazos.

José Luis

Nota: la imagen que ilustra esta entrada esta tomada de Ser Padres, en Internet.