martes, 23 de julio de 2013

496. LO QUE DE VERDAD IMPORTA: EL AMOR Y LA VIDA.



Al igual que a millones de personas, en unas horas te cambia la vida. Una  pequeña operación sin importancia, hace tres meses, puso de manifiesto que mi mujer, el amor de mi vida, tenía un cáncer  silente, raro, muy agresivo y de difícil tratamiento. Afortunadamente, un eminente cirujano la tomó en sus manos y pasadas ya cuatro semanas de la operación podemos decir que existen fundadas esperanzas de que poco a poco desaparezca la enfermedad.

Por ello y porque creo que es bueno para mi y acaso para muchas personas a las que ha pasado lo mismo o les pueda ocurrir en el futuro, he redactado esta entrada en mi,  durante muchas semanas, casi  olvidado blog.

Decir primero que cuando  he sentido  muy  cercana  la  línea que une  la vida y  la muerte y el Cielo, la ciencia o la fortuna me ha  regalado  la  esperanza de  que el tiempo de  vida  puede  no  estar terminando para la mujer a la que amo, cuando comienzo a ver que,  aunque  muy despacio,  se puede estar  alejando  el dolor  de  la peor  despedida,  se reaviva mi atención por lo que  es  baladí y  por lo que de verdad  a todos nos importa.

Recordar que durante muchas semanas, casi ahogado por el dolor y la  peor incertidumbre, me ha ayudado mucho saber  no estaba solo, que tenía  cerca el calor, el cariño  y el  mismo miedo y la misma esperanza compartida,  de mi  familia, de  muchos amigos e incluso de personas que tenía perdidas  en el olvido,  que han sufrido y se han alegrado conmigo en los momentos malos  y en los que han sido mejores.

Reafirmar mi convicción de que es muy  importante para mi y creo que para muchísimas personas,   es apreciar y ser apreciado por los demás, teniendo  conciencia de que lo más valioso de los seres humanos es lo que son y lo que sienten y menos valioso  lo que sabemos, lo que podemos  y menos todavía lo que tenemos  o no tenemos.

Seguir convencido de  que para afrontar los temas  importantes de la vida, el amor, los hijos, la familia y los demás,  porque no es sencillo, hay que entrenarse todos los días en el estudio, en el trabajo, en el esfuerzo constante  y en hacer bien lo que en cada momento se debe  hacer.  

Y, acaso lo más serio  y radical  de cuanto he pensado  es en  el inmenso tesoro que he acumulado y que  cualquiera puede acumular, porque he  creído desde el primer día,  en el valor de  las palabras  rituales de la promesa matrimonial: “…en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad…”

Sí,  lo que  de verdad a mí me importa  e  importa a  cualquier ser humano, es el amor y la vida.

1 comentario:

Yolanda Viveros Márquez dijo...

¡¡HERMOSA REFLEXIÓN, GRACIAS POR COMPARTIRLA!! UN SALUDO.