jueves, 3 de marzo de 2016

721. DEL DEBATE DE INVESTIDURA, ALGUNAS CONCLUSIONES

Durante el día de ayer, he escuchado, sin asombro, hablar en el Congreso de los Diputados, a los líderes de los cuatro grandes partidos españoles y a los de unos cuantos de los que representan a otros minoritarios, en el Debate de Investidura para el nombramiento de un nuevo  Presidente del Gobierno de España.
Obviando, aunque sea relevante para el futuro, para cuando tengamos un nuevo gobierno, no comento ahora las aportaciones de los partidos menores y me centro en las conclusiones que he sacado, luego de pensar bastante,  de las  intervenciones de los representantes del Partido Socialista, Sr. Sánchez, del Partido Popular, Sr. Rajoy, de Podemos, Sr. Iglesias y de Ciudadanos, Sr. Rivera. Son las siguientes:

Primera conclusión:
Hay tres partidos, Partido Popular, Partido Socialista y Ciudadanos, que piensan, dicen y ofrecen a los españoles  aproximadamente lo mismo: una sociedad abierta y plural, que vive y se desarrolla  en una economía de mercado, en un estado del bienestar, con enfoques más o menos socialdemócratas, en un entorno de amplia libertad y respeto a los valores que inspiran y  han inspirado tradicionalmente a la Unión Europea.
Entre los tres partidos tienen 253 escaños de los 350 que hay, en total en el Congreso; pero  ninguno de los tres, por sí solo, alcanza los 176  necesarios para formar gobierno. Lo normal sería, si están tan próximos, que pactasen entre ellos y se terminase con la situación de interinidad que tenemos desde el 20 de diciembre del año pasado. 
Hay otro partido, Podemos, que salido de la Universidad, se nota mucho, tiene 69 escaños y  responde a las  expectativas de los partidos  comunistas que aspiraron,  llegaron al poder  y fracasaron, en la Europa del siglo XX, y reflejan los valores, aspiraciones y modos de hacer de Fidel Castro durante cincuenta años,  han arruinado Venezuela en pocos años y lo han intentado, aunque de milagro, no lo han  conseguido en Grecia.
Este partido, ni con los votos de todos los minoritarios (algunos de estos jamás les apoyarían) puede  aspirar a formar gobierno. Ahora bien, Podemos ha irrumpido en la política española arrebatando la bandera de la Izquierda al  Partido Socialista y, desde una posición radical, trata de alcanzar el poder de la mano de este partido, entrar con los socialistas en el gobierno,  comérselos primero e instaurar más tarde un régimen comunista, de corte  populista similar al venezolano.
En conclusión: En principio es que,  si  los españoles  queremos tener gobierno y no queremos un populismo americano,  o un comunismo soviético, la única solución es que el Partido Popular y el Partido Socialista con o sin Ciudadanos por medio, pacten y entre los dos nos gobiernen en una Gran Coalición.

Segunda conclusión:
Sin lugar a dudas, con o sin razones fundadas, entre los líderes del Partido Socialista y del Partido Popular existe una animadversión que, siendo  cómica, por sus consecuencias, es dramática: ni uno ni otro están dispuestos a pactar entre ellos para dar paso a un gobierno que desarrolle el  programa que requiere la difícil situación de España, anteponiendo sus fobias al interés común.
El único líder político que parece, por sus palabras y su conducta en el Congreso de los Diputados, es el de Ciudadanos, el Sr. Rivera que se ha constituido en puente entre socialistas y populares y es, en mayor o menor grado,  respetado por ambos partidos y, sobre todo, por los votantes de ambos partidos.
El líder del Podemos, pescando en el rio revuelto, ya sin tapujo  alguno, trata de aprovechar la situación para llegar al poder o, al menos, expulsar al Partido Socialista de la escena política  española de hoy y hacerlo para siempre. Además, está tratando de conseguir y lo está consiguiendo, dividir a la sociedad española en dos bloques antagónicos, uno azul y otro rojo, para lograr, ochenta años después, que nos odiemos y matemos mutuamente como tantas veces lo hemos hecho en el pasado.
Parece muy claro que la mayor parte de la sociedad española desea un futuro de progreso, sin sobresaltos, que permita, en paz, mantener y hacer crecer el bienestar de los españoles y rechaza el enfrentamiento radical entre unos y otros.
Conclusión: En la situación actual, si los demás no llegan a un acuerdo, que parece muy difícil, solo puede progresar el populismo de Podemos.

Conclusión final:
Si  ahora no es posible que los señores Sánchez y Rajoy, con razón o sin  ella,  pueden ponerse de acuerdo, entiendo que lo razonable, aunque sea muy difícil, sería que socialistas y populares llegaran a uno de estos pactos:
·       Que gobierne ya  el Sr. Rivera con ministros populares y socialistas
·       Que desaparezcan los señores Rajoy y Sánchez y sus sucesores se pongan de acuerdo para que uno de ellos o un tercero, acaso Rivera, gobiernen juntos  durante un tiempo
·       Que el Rey proponga a los partidos y estos acepten, un presidente independiente que elija ministros también in dependientes.

Y, en mi opinión, porque además existe la casi certeza de que en unas nuevas elecciones  los resultados serían muy similares a los actuales, me pregunto, ¿por qué no llegar ahora a uno de esos pactos y terminar con la situación actual? 

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